Homilía:
«Domingo de Septuagésima»
por el R.P. Alfonso Gálvez Morillas
☧
Título: Homilía: «Domingo de Septuagésima»
Autor: R.P. Alfonso Gálvez Morillas
Homilía correspondiente a la Misa del domingo 16 de febrero de 2014. Publicado aquí sin el permiso expreso del autor
☧
☧
Arrojado del paraíso terrestre en que
Dios le había colocado, siente el hombre su profunda miseria e implora
la misericordia divina.
El sufrimiento y la muerte, consecuencia
del pecado, pesan sobre nosotros. Y bajo la carga de estas miserias,
todos, con la Iglesia, nuestra madre, al frente, elevamos al Señor
nuestros gritos de socorro. Grande es la desolación del hombre y
persistirá sin remedio si tan pronto como cayeron nuestros primeros
padres no nos hubiese Dios prometido un Salvador; a este Salvador guía
la Iglesia nuestras miradas. Con ella caminamos hacia Pascua. Al mismo
tiempo que nos hace tomar conciencia de nuestro infortunio, infunde en
nuestras almas toda la fuerza de la esperanza cristiana, fundada sobre
la fe en Cristo redentor. Nosotros debemos aceptar las leyes de nuestra
redención. La salvación es un don gratuito que adquiere para nosotros el
Salvador; pero a condición, sin embargo, de que, respondiendo a la
invitación divina, acudamos a trabajar en la viña del padre de familias.
La Biblia y la Liturgia de este día.Sobre
la idea «Dios hace gracia a quien quiere»: Tito III,4-7 y 2Timoteo I,9,
y toda la exposición de Romanos IX a XI (problema del repudio de los
judíos en favor de los gentiles). Nótese, entre otras, las citas de
Éxodo XXXIII,19 y de Oseas II,1,25. Recordar la gratuidad de la elección
en la historia de Esaú y Jacob (Génesis XXV,19-28; XXVII,1-45 –
malaquías I,2-3), en la elección divina de David, el más joven de la
familia (1Reyes XVI,1-13), en la predilección de Jacob por efraím, el
benjamín de José, con preferencia a Manasés, su primogénito (Génesis
XLVIII,1-20). Para entrar bien en el misterio de la gracia, ver de nuevo
las parábolas del amor divino (Lucas XV) y la del fariseo y el
publicano (Lucas XVIII,9-14; a este respecto, ver también lo que se dice
en el 10º domingo depués de Pentecostés);
leer también, entre otros muchos textos que no se pueden citar, Romanos
VIII, que canta maravillosamente el amor de Dios hacia nosotros. Ver
igualmente el 15º domingo después de Pentecostés (la ternura divina) y
la fiesta del Sagrado Corazón. Conclusión moral de todo esto: Puesto que
el salario se da igualmente a todos por pura bondad, no hay por qué
gloriarnos de las obras o ventajas según la carne (Romanos IV,2-8 –
1Corintios I,26-31; III,18-22 – 2Corintios XI,30; XII,5-10 – Efesios
II,8-10 – Filipenses III,4-11).
Sobre la afirmación de Cristo «Los
últimos serán los primeros»: Nótese que se encuentra igualmente en el
versículo que procede inmediatamente a este pasaje, al fin de la promesa
de Jesús a los que lo han abandonado todo por seguirle (Mateo
XIX,27-30, en cotejo con 1Corintios IV,9-13, en donde nos dice san Pablo
que los apóstoles son los «últimos» a los ojos del mundo).
Siguiendo la sagrada liturgia, se leerá con provecho el salmo CXXIX, del que una gran parte se halla en la misa de hoy.
Lectura de la Biblia. Génesis I,1 a II,3; II,7 a III,24; IV,1-16. Tomado del Misal Diario latín-español.
☧
Domingo de Septuagésima
☧
☧
>>HOMILÍAS<<
☧
SOBRE la REPRODUCCIÓN del CONTENIDO de B&T: Se concede el permiso para reproducir, total o parcialmente, las traducciones originales
de este blog, en otras páginas o blogs, con la condición de mencionar
el origen del mismo, así como a su autor original y el nombre del
traductor. El autor de B&T hace lo correspondiente al tomar material
de otras páginas, sin excepción, y a pesar de no concordar totalmente
con las ideas de otras webs o autores, creyendo que en esto reside un
simple pero no despreciable acto de honestidad.
☧