LA ESPERANZA, VIRTUD DE LA FAMILIA CATÓLICA
Pascual Pastore, diputado democristiano en la
década del ’50, pidió la palabra en el parlamento italiano y dijo lo siguiente,
increpando a los comunistas:
“Yo siento hacia vosotros una particular
atracción, porque sois más infelices puesto que carecéis de esperanza.
Permitidme este recuerdo: yo tenía diez
hijos, la mayor que era toda mi ilusión, ha muerto y ha empleado cuatro años
para morir. Cuatro años son tantos días, tantas horas, tantos minutos; pero yo
espero verla nuevamente. Yo no hago otra cosa más que esperar, en apariencia yo
ejerzo una profesión, trabajo, pero no es verdad, solo busco el cumplimiento de
esta esperanza.
Más cuando pienso que vuestra ciencia, que
vuestra ideología dice, con seguridad absoluta y enseña, que entre los huesos
de mi hija muerta que espera la resurrección de la carne y los de la carroña de
un buey, no hay ninguna diferencia; que mi esperanza es una estúpida ilusión al
servicio del capitalismo, ¡Ah, entonces os digo comunistas, mientras hallan
hijos que mueran y padres que esperan, se rebelarán contra vosotros!
Vosotros tenéis de la vida individual y
social, un concepto químico. He aquí la razón por la cual sois desgraciados.
Los ácidos y las sales se combinan y de ello resulta una reacción dialéctica de
la vida, donde no hay lugar para la esperanza. Así concebís vosotros todas las
cosas, y aquí está la gran divergencia.
Vosotros estáis ensayando, un “bleff”
colosal; pretendéis hacer creer que vosotros estáis por los pobres y que nosotros
estamos por los ricos, pero permitidme que os diga con todo el sentimiento y
amargura posible, vosotros, no amáis ni a los pobres ni a los ricos, vosotros
no amáis a nadie, porque vosotros no tenéis esperanza”.
Extraído de la conferencia del Dr. Antonio
Caponnetto: “La Esperanza, virtud de la familia católica” citando una anécdota
relatada en un libro de Alberto Ezequiel Volpi.
Nacionalismo Católico San Juan Bautista