martes, 9 de septiembre de 2014

P. LEONARDO CASTELLANI: LA INMACULADA CONCEPCIÓN

P. LEONARDO CASTELLANI: LA INMACULADA CONCEPCIÓN

LA IMMACULADA CONCEPCIÓN
Padre Leonardo Castellani
La Virgen fue concebida sin el pecado hereditario del hombre. Eso lo saben nuestros paisanos cuando rezan el Bendito: “Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar y la Virgen María concebida sin mancha de pecado original desde el primer instante de su ser natural”.

Payada a la Inmaculada Virgen de Luján
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Aquí me pongo a cantar
con cualquiera que se ponga
la mejor, la gran milonga
que se habrá de perpetuar.
Entre La Pampa y el mar
y el que es mayor de los dos,
cielo estrellado de Dios
donde sus plantas están,
canto a la Flor de Luján
canto a la Madre de Dios.

Dios hizo el cielo y el rayo
hizo el sol, hizo la estreya,
hizo la Pampa sin güeya
hizo al toro y al cabayo
hizo al hombre, y aquí callo
porque fue su obra mejor,
pero el Mandinga traidor
conoció que era de barro.
Pecó el hombre, rompió un carro
y se le enojó el Creador.
Y lo echaron de la estancia
pa’ la tierra del infiel
a tragar miseria y yel
al que nació en la abundancia.
Pero su mesma ignorancia
le dio compasión al Juez.
Pensó un momento, y después
exclamó lleno de cencia:
“Se ha de cumplir mi sentencia,
pero güelta del revés”.
“La muerte que al hombre aterra,
yo a mí mesmo me la aplico:
yo soy grande y me hago chico,
y siendo Dios me hago tierra,
yo he de vencer esta guerra
con las armas que me dan,
porque vencer de rufián
a Dios no es cosa que cuadre”.
Y eligió para su Madre
a la Virgen de Luján.
Aquí hay misterios muy fieros,
Y aquí hay un pozo muy hondo;
yo m’ inorancia no escondo
ni me meto en agujeros.
Aquí hasta los más matreros
boleados se quedarán,
y jamás entenderán,
porque es de cencia infinita.
Y eligió para Mamita
a la Virgen de Luján.
Miren qué humildá, qué empeño
el del Hijo de Dios Padre,
ir a elegir para Madre
en un pago tan pequeño.
El que es de este mundo el dueño
no se guía por las ropas,
podía ir por las Uropas
a elegir las potentadas.
Pudo sacar as de espadas
y robó cuatro de copas.
Y de que Dios la encontró
güena madre y cariñosa,
guapa, limpia, habilidosa,
y su corazón probó,
al tiempo que la dejó
quiso hacer algo que asombre,
y le dijo: “Por mi nombre
y estando en esta cruz triste,
Madre de Dios güena fuiste:
yo te hago Madre del hombre.
Gaucho pampa a donde irías
cuando no tuvieras madre,
vos que sos duro de encuadre
y de pocas teologías.
Vos que te hayás estos días
guacho en la tierra que hiciste:
te han quitao hasta el alpiste
para darte la istrución,
te han quitao el corazón
y te dan un libro triste.
Reina del Plata, Señora
del pobre criollo olvidado,
techo que nos ha quedado
contra esta yuvia invasora.
Estreyita pa’ la hora
de la tormenta feroz,
mira que se vuelve a Vos
mi alma que no desconfía,
porque si sos Madre mía,
sos también Madre de Dios.
Madre de Dios, Madre mía,
y no quiero saber más.
Haceme morir en paz
con Dios y con Vos, María.
Al filo de mi agonía
no recordés mis reveses,
recordá, en vez, cuántas veces,
y ya desde muy gauchito,
yo te recé el Bendito,
la Salve y los Cinco Dieces…