miércoles, 1 de octubre de 2014

Mistongo

Publicado por Revista Cabildo Nº 109
Meses Septiembre Octubre 2014 3era Época

NACIONALES
  Vicente CADENAS

Mistongo
"...Porque hay algo que te vende, yo no sé si es la mirada, la manera de sentarte, de charlar, de estar parada..."
Tango "Margot", de Celedonio Flores y José Ricardo Soria
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 HACE ya varias décadas que gozó de una transitoria fama la palabra "kakistocracia", un engendro extraído del griego "kakistós", lo peor, y "cracia", gobierno, es decir, gobierno de los peores. Me parece que la acuñó García Venturini, pero puedo afirmar que es de pura cepa porteña, ya que los griegos, ni en sus peores pesadillas pudieron imaginar que los peores llegarán a ser gobierno. Baste recordar lo que José Ortega y Gasset decía en sus "Discursos Políticos": "Platón quería que gobernasen los filósofos"; agregando luego: "no pidamos tanto, reduzcamos al mínimum nuestro deseo, pidamos que no nos gobiernen analfabetos. Y aún peor, señores, los analfabetos intelectuales que son los que a la vez practican el analfabetismo moral".
Conviene tener en cuenta que se puede leer en "Clarín", del 8 de diciembre 2013, el número dedicado al aniversario de la instalación de la democracia, que una señora se mostró encantada porque la primera medida que tomó Alfonsín al asumir fue suprimir la palabra "excelentísimo" de la fórmula de tratamiento al presidente de los argentinos; en su caso no puedo menos que estar de acuerdo con él, y reconozco que la medida tuvo un sentido profético. En lo ya que no estoy tan de acuerdo es de que se le niegue a nuestra patria el derecho de que la gobiernen personas de excelencia, y que en cambio se instale en los más altos niveles un progresivo crotaje, en su forma y en su fondo.
Esto nos hace desear, siguiendo el pensamiento de Ortega, que nos gobiernen personas no ya excelentes, ni siquiera pasables, sino por lo menos decorosas, que no tengan que presentarse a indagatorias, ni que sean denostados por los mismos parlamentarios al presidir una sesión del Congreso. Que es como si un ladrón fuera abucheado por la banda del Gordo Valor.
 Al respecto, y sin tener en cuenta los matices legales, y para reforzar los conceptos, conviene traer, una vez más al mismo Ortega, esta vez en "Democracia Morbosa": demócrata ha acabado por simpatizar con ¡a plebe precisamente lo que tiene de plebe, con sus costumbres, con sus maneras, con giro intelectual". Y en otra parte dice "Toda interpretación solt-disant democrática del orden vital que no sea el derecho público fatalmente plebeyismo".
En realidad, este sistema, ai que no faltan largos, graves y penosos antecedentes, se instaló plena forma hace treinta años, después del lanzamiento del "Proyecto Democracia" de las N, que incluía aceptar las premisas del FMI y el Nuevo Orden Mundial (incluyen la despenalización de las drogas) cuyas reuniones concurrió Alfonsín, junto con otros personajes que luego ocuparan puestos en los gobiernos que lo sucedieron, cor Osear Camilión, Dagnino Pastore, Octavio Bordón. Desde entonces vivimos la decadencia de la decencia, o la ruina al cuadrado, si nos permiten los términos matemáticos.
Veamos: en estos últimos tiempos, en relación con la cuestión de los fondos buitres, hay quien sostiene que tenemos gran parte de la culpa, ya que aceptamos la injerencia de Tribunales extranjeros en
cuestiones de deudas, pero la queja parecería corresponder a alguna actitud reciente.
Esto es real, pero antiguo: hasta el 20 de abril de 1976, es decir, antes de cumplirse un mes de la asunción del Proceso, por el artículo 1º del Código de Procedimientos de la Capital, la jurisdicción de los tribunales nacionales no podía prorrogarse "a favor de jueces extranjeros": prohibía expresamente la intervención de tribunales ajenos a la República. Ese día se dictó la ley 21.305, que permitía, modificando el Código de Procedimientos, que la "competencia argentina podía ser prorrogada, a conformidad de partes a favor de jueces extranjeros"; luego, el 16 de marzo de 1981 se dictó la Ley 22.434, que suprimió esa exigencia y "admitió, lisa v llanamente, la prorroga a favor de tales jueces" (cfr. Alejandro Olmos: "Todo lo que Ud. quiso saber sobre la Deuda Externa y nunca se lo contaron"). Por lo visto, estos datos no son del dominio público.
También se ha pedido —concretamente, el Sr. Víctor de Gennaro ("A dos voces", del 13 de agosto de 2014)— que "el Congreso debe investigar la legitimidad de la deuda". No debe ser muy difícil: el 14 de julio de 2000 la Mesa de Entradas de la Honorable Cámara de Diputados recibió la copia, mediante disco, de la Causa 14.467, "Alejandro Olmos s/ Denuncia", enviada por el último Juez de la misma, el Dr. Jorge Ballestero, quien al comienzo de la Resolución final de la misma, de fojas 5417 a 6012, del Cuerpo 26, dice: "Ha quedado evidenciado en el transcurso de la causa la manifiesta arbitrariedad con que se conducían ¡os máximos responsables políticos y económicos en aquellos períodos analizados". Supongo que habrá que ir a preguntar, porque, que yo sepa, nadie dijo nada al respecto.
Pero alguien debía saber algo acerca de la perversidad y el fraude de la Deuda Externa; por ejemplo, en 1982, Carlos Saúl Menem promovió una demanda por administración fraudulenta y otros delitos
 contra Y.P.F. ante el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional Nº 3, Expediente 41.545, la que se incorporó al juicio donde se investigaba la denuncia sobre la D.E del Sr. Alejandro Olmos, causa 14.467.
En parte de su presentación dice: "Parece increíble lo ocurrido, pero Y.P.F. fue impulsada a endeudarse en dólares y sólo recibió pesos, porque las divisas fueron entregadas al Banco Central. Quién sabe dónde fueron a parar esos dólares". Y agregó: "Pero para comenzar debemos investigar a quienes, no ya sin honradez, sino aún más, sin pudor alguno, realizaron verdaderos despojos". Antes había aclarado que "¡a deuda actual de Y.P.F. supera los cuatro mil quinientos millones de dólares".
Lo curioso es que luego, el 27 de septiembre de 1994 ante la propuesta de crear una Comisión para investigar la Deuda Externa ingresada en la Cámara, firmada entre otros por los diputados Alfredo Bravo, Héctor Polino, Graciela Fernández Meijide y otros, fue rechazada por el bloque justicialista, como antes fuera autoproscripta la comisión radical integrada por los senadores Berhongaray, Trilla y Kenneth Woodley con el mismo propósito, quienes votaron "para que no se investigaran los delitos económicos del Proceso y menos aún la cuestión de la D.E., porque dicha investigación resultaba incompatible con la estrategia económica de Alfonsín" (Olmos).
Por lo antedicho parecería que la dictadura y la democracia, para ser enemigos acérrimos, en algunos puntos son bastante íntimos, casi como si fueran dirigidos por una misma batuta, por ejemplo, la de los seguidores de George Canning, recordemos: "La cosa está hecha, el clavo ha sido removido. América española es libre ahora, y si no manejamos tristemente mal nuestros negocios, ella es nuestra". Su estatua sigue erguida, mientras que la de Colón fue destruida hasta su pedestal. •