CUANDO LA EXTREMA IZQUIERDA Y EXTREMA DERECHA SE HACEN DEL SISTEMA
Por Ramón Bau
En
muchos de estos Textos Alternativos he ido denunciando la vergonzosa
degeneración de ex nacis y otras hierbas ex-fascistas hacia la derecha, y sus
alianzas con sionistas, chusmas diversas, matones y gentuza de la peor especie.
En toda Europa los partidos llamados ‘populistas’ suelen ser solo derechistas,
apoyan el mercado y el capitalismo, eso cuando no son además sionistas. Los
intelectuales que antes era identitarios y etnicistas ahora son dóciles
derechistas con discursos muy intelectualistas y poco comprometidos, pero eso
sí, claramente anti fascistas y sufren una total amnesia de su pasado ‘no
correcto’.
Pero
no creamos que esa corrupción y degradación pasa solo entre los medios de ‘alternativa
nacional’ y de ex fascistas con miedo o arrepentidos. En las izquierdas ha sido
aun peor, la extrema izquierda se ha convertido en palanganeros del sistema
hasta puntos que nadie hubiera creído oyéndoles hace 50 años. Desde estudiantes
rebeldes del 68 convertidos ahora en Ministros de Educación hasta peludos
anti-burgueses que son ahora figurines del ocio burgués repletos de drogas y
rock anunciando coca-cola, pasando por los que antes alababan a la URSS o
Rumania y ahora dirigen, alaban o financian el movimiento Gay-homosexual.
Uno
de los temas más curiosos es ver a esos ex comunistas que ahora apoyan, cuando
no dirigen, el ‘Orgullo Gay’, esos alcaldes progresistas que ahora financian al
movimiento homosexual o transexual, cuando antes eran comunistas que leían a
Marx y Engels, cuando no a Lenin (Pablo Iglesias blandiendo una bandera con el
retrato de Lenin, por ejemplo).
Pocos
saben que Marx y Engels concebían la homosexualidad como una degeneración
producto de la sociedad capitalista que habría de ser erradicada gracias al
socialismo.
Marx
tras leer el libro de Karl Boruttau ‘Sobre la libertad de conciencia’, calificó
al autor de «maricón estúpido». Y Engels dedicó a la homosexualidad epítetos
como «abominable», «despreciable», «degradante» y «extremadamente contra
natura».
Y sus
seguidores Lenin o Stalin siguieron sus palabras, la homosexualidad estaba
condenada con varios años de vacaciones en Siberia (art. 121 del Código Penal
de la URSS). La doctrina oficial soviética sobre la homosexualidad consistió en
considerarla contrarrevolucionaria y producto de la decadencia capitalista.
Muchos
ideólogos oficiales comunistas relacionaban la homosexualidad con el sadismo
característico de los fascistas, mientras que Máximo Gorky, en un artículo
titulado «Humanismo proletario», explicó que la Unión Soviética estaba obligada
a perseguir a los homosexuales para proteger a la juventud de su influencia
corruptora. Y propuso esta medida: «Exterminemos a todos los homosexuales y el
fascismo desaparecerá».
Los
comunistas de antes en Francia, por ejemplo, no se quedaron atrás. Daniel
Guérin, dirigente comunista considerado hoy el padre del movimiento
homosexualista francés declaró: «No hace tantos años que declararse
revolucionario y homosexual eran cosas incompatibles».
Por
lo que se refiere a la Cuba de Fidel Castro, bastaría con recordar las palabras
de Reinaldo Arenas sobre el hecho de que, poco después de la revolución,
«comenzó la persecución [a los homosexuales] y se abrieron los campos de
concentración». Lo supo por experiencia propia.
En
la Gaceta de la Fundación José Antonio se relataba esta experiencia:
“Precisamente
de Cuba regresó el oscarizado fotógrafo Néstor Almendros, previamente emigrado
de la isla antillana junto con su familia, distinguida por su militancia
izquierdista. En la biografía que puede encontrarse en internet se cuenta que,
opuesto al nuevo régimen comunista, se marchó a París. Pero en medio hay una
escala que se oculta sospechosamente. Instalado en la Barcelona franquista de
1962, conoció los locales de ambiente homosexual que frecuentaban Jaime Gil de
Biedma y Terenci Moix. En su autobiografía ‘Extraño en el paraíso’, este último
recordó una trifulca entre Almendros y Biedma, que le llamó «gusano» por haber
abandonado el paraíso castrista.
–
“Coge a todas estas locas y llévatelas a Cuba –respondió Almendros señalando a
los danzantes enfundados en marabúes–. ¿Crees que te dejarán montar una bacanal
como ésta? Al primer plumazo os meten a todos en un campo de regeneración”.
Así
es, el comunismo no gustaba nada de decadencias sexuales, cuando era aun algo
de obreros, pero ahora que está lleno de decadentes, progresistas drogados,
rockeros alcoholizados, intelectuales homosexuales e inmigrantes de costumbres
africanas, la izquierda es una casa de ‘locas’, carne de Siberia en el
comunismo de antes.
Y
es que el sistema no cambia solo las ‘ideas’ sino la forma de vida, el estilo,
la seriedad y la forma de ser. Por eso extrema derecha, derecha, centro,
izquierda y extrema izquierda son el mismo estilo de vida, la decadencia y la
falta de estilo total.
Y
por eso nosotros los Nacionalsocialistas de verdad repugnamos de esos fachas de
vida decadente, junto a los que se acercan a las ideas del sistema, y aceptan sus
formas para ‘obtener votos’. El NS es el enemigo total del sistema, no solo de
sus ideas sino de su forma de ser y vivir.
Fte: Filosofía Disidente


