UNA NOTICIA INQUIETANTE

[Inmersos
como estamos en una guerra contra Occidente y más en particular contra
lo que queda de Cristianismo, la noticia que sigue provoca los más
oscuros presagios. Nosotros creemos en Dios, creador y providente, todo
está bajo su control. Pero la cuestión es saber si en nuestros países
occidentales se ha llegado a un desafío a Dios sin parangón en toda la
historia. Lo mismo se podría decir del constante desafío a Dios que
lleva a cabo la secta conciliar, burlándose a cada paso de la Ley moral
eterna y de la Fe transmitida en el Depósito de la Fe; el desafío con
el silencio masivo del pueblo “ católico”, y sobre todo el de los
“pastores” más atentos a su “carrera” y al mantenimiento de su estatus,
que al servicio divino y la salvación de las almas. ¿Tendrán que ver,
por la proliferación y facilidad de obtenerlas, las armas nucleares de
reciente generación, con los designios justicieros de un Dios, al que se
atribuye una misericordia falsa, que no hace más que aumentar el
ludibrio, al que lo sometemos?
Simples, baratas y duraderas: ¿armas nucleares al alcance de la mano?
El
armamento nuclear de peso y tamaño reducido se ha convertido
gradualmente en la elección de los Ejércitos modernos y viene generando
un interés cada vez mayor entre las organizaciones terroristas, señala
el historiador y columnista Ian Greenhalgh en su artículo para la
revista estadounidense ‘Veterans Today’.
Simples,
baratos y duraderos, estos dispositivos termonuclares de quinta
generación vienen implementándose con mayor regularidad dada la relativa
facilidad con que distintos grupos al margen de la ley adquieren
materiales radioactivos. “La inversión es tan rentable que hace que
todas las formas previas de guerra se encuentren económicamente en
desventaja”, añade Greenhalgh.
Básicamente,
estas “microarmas nucleares” son capaces de alcanzar temperaturas
superiores a los 4.000°C mediante el uso de uranio empobrecido (una
fracción de isótopo U-235), lo que incrementa su poder de penetración e
impacto. No requieren de un reactor nuclear, no producen subproductos
tóxicos durante su fabricación y funcionan con cantidades menores de
este elemento químico. “El proceso de fisión de quinta generación
requiere tan solo 100 gramos de U-235 para producir una potencia
explosiva de aproximadamente dos toneladas de TNT”, subraya el autor.
Según
señala el columnista, este tipo de armas es tan simple que un mecánico
automotriz con nivel de secundaria podría construir una. Su gran
versatilidad se resume en que incluso con algunos miligramos de uranio
se podrían fabricar artefactos del tamaño de una bala.
70
años después del descubrimiento del proceso químico que permite su
fabricación, en la actualidad está siendo utilizado de manera
clandestina en todo el mundo, desde Yemen hasta Afganistán, pasando por
Siria e Irak. “Solo es cuestión de tiempo antes de que estas armas
toquen a su puerta”, concluye el artículo.