Por José Luis Milia
El 14 de setiembre La Nación publicó un artículo de Gabriel Sued
sobre el dirigente kirchnerista “Wado” de Pedro. Este periodista al
referirse a los padres de de Pedro, los definió como “dirigentes
peronistas desaparecidos”, cuando en realidad eran militantes
terroristas de la “orga” Montoneros con unos cuantos crímenes en su
haber. ¿Olvido o curarse en salud ante el síndrome post PASO?,
¿Desconocimiento de la historia o tergiversación interesada?.
Nada de eso, no creo que a Sued le haya atacado el síndrome de marras ni que su interés sea tergiversar la historia, al fin y al cabo lo que siempre sale a luz, y más hoy con las redes sociales, es la verdad y un terrorista será siempre un terrorista por más “plaquita” que tenga con su nombre en un parque dedicado a la fantasía histórica; sin embargo él, al igual que muchos de sus colegas, está atacado, seguramente, por la fiebre de la corrección política que hace que pongan, más allá de la fisiología, su “corazoncito” del lado izquierdo.
No creamos en nuestra soberbia que es un problema argentino. Esta es una enfermedad mundial que se centra en los periodistas y en los políticos; no hay posibilidad de credibilidad en unos y de éxito en los otros si no ofrecen diariamente su acto de contrición ante el altar de la corrección política. Ya lo hemos visto, si en la Amazonia se queman 2,5 millones de has. de selva el mejor adjetivo que puede esperar Jair Bolsonaro es malparido; en Bolivia llevan quemadas desde agosto más de tres millones de has. pero Evo Morales, mestizo e izquierdista, sigue siendo un “benefactor de la humanidad”. Los íconos ante los que los “bienpensantes” agachan la cabeza son muy difíciles de voltear.
Para la mayoría de los periodistas y políticos- hay una minoría de réprobos del sistema corajuda y veraz- el daño ecológico, como cualquier otro crimen, depende de quien lo hace ya que la corrección política es muy cuidadosa al momento de repartir culpas y dolores. No es lo mismo un militar que lleva más de seis años en prisión preventiva por combatir a la subversión en los setenta, que un funcionario sobre el que pesa un proceso por una masacre ferroviaria; el segundo saldrá en poco tiempo en función de los avatares de la política, el primero verá en prisión como “se viene la muerte, tan callando…”, porque el otro grupo que adhiere a la religión de la corrección política e histórica, los políticos- sean del signo que sean- jamás levantarán la voz por alguien que combatió a la subversión terrorista.
Es lo que hay. Con el tiempo, hasta es posible que los padres de “Wado” de Pedro sean beatificados y esto podría ser culpa de Sued, pero solo tangencialmente; mientras tanto, un argentino que nunca llegará a los diarios pues era solo un humilde cabo de aeronáutica- Julio Narciso Flores se llama- seguirá preso ya que los sicarios jurídicos han dispuesto que pese a tener en ese momento diecinueve años y ser, jerárquicamente, un poco más que un colimba, tiene, según ellos, responsabilidad grave en una serie de “detenciones ilegales” en 1978, y sobre él, no habrá un periodista que escriba.
Publicado 6 hours ago por Centro de Estudios Salta