Previsible reaparición
Por Guillermo Cherashny
La presidente soslayó enfrentarse nuevamente a la Corte.
Como indicaba la lógica jurídica, la Corte Suprema de Justicia rechazó el per saltum
presentado por el Poder Ejecutivo, insólitamente, contra un fallo de
primera instancia, el del juez Horacio Alfonso, que le era favorable.
También resolvió que continúe vigente la medida cautelar que impide la
aplicación de los artículos 45 y 161 de la ley de medios audiovisuales
hasta que haya sentencia firme, rechazando también el recurso
extraordinario. El máximo tribunal instó a la Cámara Civil y Comercial a
fallar en un plazo breve. En fuentes tribunalicias, se asegura que el
fallo de cámara se inclinará por sostener que el ataque patrimonial al
Grupo Clarín afecta la libertad de expresión porque le quita
independencia a medios que ya está afectado por el retiro de a
publicidad oficial. Además, la sentencia podría reafirmar la vigencia de
los derechos adquiridos, como es el caso de la licencia de Canal 13,
que recién vence en el 2024. En cuanto al litigio en torno a la fusión
Multicanal-Cablevisión, autorizada por el gobierno de Néstor Kirchner,
las fuertes inversiones realizadas en fibra óptica para Cablevisión y
Fibertel también consolidan los derechos adquiridos. La oposición a esa
fusión que en el 2007 formuló la Procuradora General Alejandra Gils
Carbó hoy podría considerarse confiscatoria del Grupo Clarín. Volviendo
al curso probable de los acontecimientos, si el fallo de cámara es
favorable al multimedios, los siete ministros de la Corte se avocarán a
una sentencia seguramente muy bien fundada cuando les toque intervenir,
recurso extraordinario de por medio. Las perspectivas actuales indican
que Clarín tiene chances de ganar la partida o por lo menos conseguir un
año más de plazo para adecuarse a la ley. Al margen de esto, aun cuando
la justicia se inclinara a favor del gobierno, se iniciaría un complejo
período de discusiones e impugnaciones de las tasaciones del Tribunal
de Tasaciones sobre los bienes de Clarín que podrían incluir
recusaciones de sus miembros.
Un poco de cada tema
En su discurso de ayer, la presidente inculpó indirectamente a Hugo
Moyano por el saqueo al Maxiconsumo de Campana, que denuncia bloqueos
del gremio de camioneros, y extendió ese tipo de acusaciones a otros
sectores del peronismo. Globalmente echó la culpa de los saqueos del
2001 y de secuelas posteriores al duhaldismo. Concluyó también que la
economía está como para que se repitan saqueos como los del 2001, porque
a los de la semana pasada los calificó de “parodia”. En el mismo
alegato fustigó a la justicia por cobrar sueldos que son, supuestamente,
los más altos del país. Y recordó que los jueces no pagan impuestos a
las ganancias como sí lo hace ella. Les exigió entonces a los
magistrados que condenen con las mayores penas a los saqueadores y
decidió no pedirles que fallen contra Clarín, como lo hizo en su
dictamen Gils Carbó al decir: “no pido milagros”. Mostrando entonces
cierta resignación ante los fallos de la Corte, pareció aludir
finalmente a Daniel Scioli y Sergio Massa al decir que los gobernadores e
intendentes no deben pensar en el 2015 y sí dedicarse a gestionar.
También anunció, como si ella no fuera la responsable última de la
seguridad en todo el territorio nacional, que no mandará gendarmes a las
provincias, salvo causas excepcionales. Así las cosas, la presidente
reapareció eufórica, sin acusar recibo de los golpes recibidos y
decidida a pelear a capa y espada contra todos los que se le pongan
enfrente.