POBREZA,
EXCLUSION, VANDALISMO PROVOCADO Y BARRASBRAVAS,
JOSE MARCELINO GARCIA ROZADO
El desajuste entre
tensión social generada por la pobreza y la exclusión de un 35% de argentinos,
sumado al vandalismo provocado por las organizaciones critikirchneristas y los barrasbravas pagos no se condicen con
la autocelebración del Gobierno; el vandalismo, el robo y la extorsión, nunca
fueron expresión de los sectores postergados argentinos, por lo que se infiere
que en dosis generosas, no nacieron por generación espontánea sino como
consecuencia de una iniciativa de sectores progubernamentales que terminó
yéndoseles de las manos.
Es una constante de la
humanidad, desde siempre, que cuando existe “un
caldo de cultivo”, la política mete la cola y de la peor manera, y más en
este tipo de régimen en el que la confrontación y el agravio permanente es el
leit motive de su razón de ser; pero para que lo pueda hacer tiene que existir
un componente esencial y que hoy pulula, y ese componente es la pobreza y la
exclusión y además, la certeza de que este tipo de actos no tendrán castigo, o
si lo tienen será de carácter muy benévolo respecto de la magnitud del delito,
pues la falta de respuesta gubernamental y de parte del Estado, como tal, por incumplimiento
de sus obligaciones es casi total, pero además, si se le suma la connivencia
del gobierno a la generación del delito, aquel accionar es casi impune.
El aprovechamiento político de
esos climas es un juego peligroso y diabólico para toda la sociedad, y es ésta
la que debe exigir del poder judicial el máximo apego a la ley, y el
cumplimiento acabado de la obligación de este Poder del Estado del cumplimiento
a raja tabla de la normativa respecto de “incitación
a la violencia”, “incumplimiento de
los deberes de funcionario” y muy especialmente el de “complicidad con la generación del delito”, respecto del
funcionariado gubernamental –la
Presidente a la cabeza- y las organizaciones que al Poder
Ejecutivo le responden en forma directa o indirectamente, por acatar las
ordenes emanadas de organizaciones políticas amparadas y/o integrantes de ese
poder del Estado, Unidos y Organizados, La Cámpora, Movimiento Evita, piqueteros y planes de
cooperativas que responden a Luis D’Elía, Milagros Salas, Hebe de Bonafini,
etc., etc., e “Hinchadas Argentinas
Unidas”, o sea las barrasbravas amparadas y pagadas desde el poder por la AFA, los Clubes del futbol o
la televisión del Futbol para Todos.
La contención de los desbordes
debe contemplar “prudencia extrema y
protección de vidas y bienes”, esto como obligación fundamental, pues la
espiralización de la violencia debe ser evitada con todos los recursos y las
normas básicas de una sociedad democrática y republicana por encima de
cualquier otra consideración, pues la pacificación social es, y debe ser, el
objetivo que debe prevalecer sobre cálculos y ambiciones, perversas e
hipócritas; sin olvidar, por esto, que la principal responsabilidad siempre es
del Gobierno, y mucho más cuando es éste quien desaprensivamente lanzó este
desenfreno como una “tapadera” y un verdadero “globo de ensayo” de actividades a por venir, si las cosas no
logran encaminarse a su gusto en las elecciones de medio tiempo del año
próximo. Muy a pesar del fárrago de números y cifras con las que Cristina
Fernández fatiga casi a diario a las audiencias, cada vez menores, de sus
cadenas nacionales de la alegría y la bonanza, subrayando las bondades de su
gestión “seudo inclusiva”, la
realidad cotidiana muestra al pueblo que ésta es muy diferente a lo que aquella
le pinta con “brocha gorda y absurda
propaganda”.
La exclusión social es un dato
incontrastable de la realidad argentina, y no solo en el interior profundo de
nuestro noroeste y nordeste, o en el sur patagónico, sino a las mismas puertas
de los conurbanos de Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza o Paraná, y que es
realista decirlo, no nació con Cristina o con Néstor, sino que es producto de
políticas desacertadas e ineficientes que generaron y crearon bolsones de
pobreza muy extendidos alrededor de las grandes ciudades y en el norte y sur
argentinos desde 1976 a
la fecha. Se sabe que la exclusión tiene consecuencias que terminan por moldear
la conducta social y que el “asistencialismo
y el clientelismo político” de subsidios y planes que los diferentes
gobiernos aplicaron –con excepción de lo sucedido por imperativa necesidad
durante la crisis desintegradora post 2001 de aquel 2002- y que este Gobierno
aplica desde 2007 en adelante como principal política y como accionar
clientelar muy marcado, nunca alcanzó y tampoco lo hace hoy a mitigar sus
efectos más agudos, y más cuando se ha vivido una década de crecimiento
sostenido a tasas chinas y con enormes superávits nunca aplicados a erradicar
aquella exclusión que venimos padeciendo desde hace ya más de 36 años.
Los estallidos de los últimos
días han terminado de crear un clima de “temor
extendido”, quizás lo que se buscó desde los más recónditos vericuetos del
Gobierno cristikirchnerista, y el Gobierno, como siempre, buscó rápidamente y
muy burdamente culpables de aquello que él generó, si no es que directamente lo
provocó. Y sus “espadas más abyectas y
obsecuentes” rápidamente las
encontró: “quienes fogonearon los saqueos
y el vandalismo fueron –dicen Berni, Abal Medina, D’Elía y Bonafini- Moyano, Micheli y Barrionuevo”, o sea
los máximos responsables de la CGT Azopardo,
la CGT Azul y
Blanca y la CTA
opositora quienes vienen de realizarles dos paros con movilizaciones realmente
importantes y en menos de un mes (20N y 19D), por eso y porque creen que la
ciudadanía se chupa el dedo había que pasarles la factura y lograron el efecto
inverso, pues el mismo Caló, titular de la
CGT Balcarce, terminó por segunda vez
solidarizándose con Moyano y sus aliados, la “extrema torpeza política oficial los devolvió al primer plano
nacional”.
El vandalismo, los saqueos y la
participación desembozada de militantes piqueteros y de punteros de planes sociales
clientelares gubernamentales, quedaron al desnudo al observarse que aquellos
delincuentes eran transportados a los lugares a ser devastados y robados en
micros escolares, que aunque no pueda creerse estaban identificados con las
organizaciones a las que pertenecían. En el caso de San Fernando al Movimiento
Evita, en el de Mataderos al Pitu
Barrientos –el mismo de la toma del Parque Indoamericano-, y así en varios
otros actos de saqueo y robo. Este accionar no puede ser un patrón si no fue
perfectamente orquestado, y el pueblo no puede tomarlo como un accionar
fatídicamente natural; como bien aclaraba el Intendente de San Fernando “parecía que la policía provincial y las
fuerzas de seguridad nacionales no existían, hubo una desidia de prevención
inmensa… fue un poco tierra abandonada, porque nos dejaron la defensa de la
ciudad sin policía porque la poca policía y la infantería que vino estaba
adentro de Carrefour y teníamos toda la ciudad sin policía… sin el cuerpo de
protección ciudadana municipal hasta hoy estaríamos apagando el incendio”,
y esto era tan real como que las “zonas
liberadas” eran las de las provincias o municipios opositores o no K. Así
se vivieron los mismos hechos en San Fernando, José C. Paz, Mataderos, Malvinas
Argentinas, Bariloche, Rosario (por destacar las más significativas).
Ya no hay lugar para la teoría
gubernamental de “lo espontáneo” y
mucho menos de que fueron inducidos por “el
gremialismo opositor”, pues la falta de prevención inmensa por parte de las
fuerzas de inteligencia nacionales –SI, PFA, GNA y PNA- no dejan lugar a duda
alguna, pues hubo “alertas tempranas de
intendentes y gobernadores” a su vez alertados por las fuerzas policiales
provinciales y hasta por punteros barriales conocedores de lo que se estaba
armando. Los más de 400 detenidos quizás logren aportarle a la justicia ciertas
datos significativos, las hipótesis y las advertencias venían de la mano de lo
que se había visto en días anteriores cuando 4 micros escolares identificados
con banderas del Movimiento Evita, llegaron con gente hasta el polideportivo
municipal de San Fernando y con una organización muy llamativa. En pleno
enfrentamiento, en San Fernando, Mataderos, Gálvez y Bariloche muchas bombas de
humo fueron tiradas por los manifestantes y vándalos y no por las fuerzas de
represión, así como pudo observarse que estos facinerosos se cubrían de la
policía con escudos de tablones llevados de ex profeso. Asimismo diversos
comerciantes asaltados declararon que los vándalos eran conocidos del propio
barrio y “cooperativistas de planes
oficiales”, a quienes les fiaban, este dato “hace suficiente ruido como para que la justicia no investigue”, solo
si no quiere.
“Algo pesado se venía”, era el rumor en los Consejos
Deliberantes de varias localidades, en San Fernando una camioneta con
altoparlantes y un grupo de intrusos intentó colar un reclamo gremial en medio
de la aprobación del Presupuesto municipal de 2013, terminando todo con golpes
y algunos heridos en la puerta del recinto, “el
ambiente ya estaba muy espeso varios días antes”, cuentan en varias
localidades funcionarios y policías provinciales quienes agregaban “falta de policías, clima espeso y visitas
no esperadas”. Oportunismo, organización y vandalismo fueron las palabras
empleadas por los funcionarios rosarinos al referirse a los motivos detrás de
los saqueos, la ola de robos y ataques a comercios fue armada con el fin de
sacar provecho a una delicada situación emanada del temporal que unas horas
antes había deshilvanado el ovillo de la asistencia social; pero como en otros
lugares el clima de tensión previo era una constante y donde los servicios de
inteligencia provinciales advertían del enrarecimiento del clima social en
sectores excluidos y de organizaciones sociales pro cristinistas y/o barrasbravas
de los clubes más importantes.
Tan burda fue la maniobra que
el desastre climático arreció en el Oeste y el noroeste y las acciones
vandálicas aparecieron en el sur, Gobernador Gálvez, extendiéndose a la mañana
siguiente al oeste y sur rosarinos, en los barrios más humildes, alejados del
centro, el acento se puso en los supermercados y otro tipo de comercios
–electrodomésticos especialmente- negando la matriz de exclusión y hambre, y
reforzando la teoría del vandalismo por parte de barrasbravas y organizaciones paragubernamentales.
“Paradójicamente, se perjudicó a los
lugares donde los efectos del desastre climático habían sido menores o
prácticamente no habían tenido incidencia”, explicaba el ministro de
seguridad santafesino. Reclamos y planes caídos, fue la escusa vivida en
Bariloche, donde el Intendente si bien responde a Miguel Pichetto, está
enfrentado con el Gobernador K de extracción frepasista y amparado por Cristina
Fernández, el Movimiento Indigenista 1º de Mayo intentó el pasado 12 de Octubre
derribar la estatua del General Roca como respuesta a un discurso presidencial
que vilipendiaba la figura de quien incorporó los territorios patagónicos a la Argentina, que de no ser
así hubieren pasado a dominio chileno.
Este grupo advirtió al
Intendente Goye que existía un malestar alentado desde el gobierno provincial
en los barrios humildes, el llamado “el
Alto”, y que para neutralizarlo era menester repartir dinero ($ 200) y
comida entre las familias que dependen de los planes de Nación y Provincia; estas
advertencias volvieron a llegar a oídos del intendente tiempo después y por
parte del mismo movimiento que le explicaba “que
algo malo estaba por suceder si no aparecían los planes y una canasta para las
fiestas”. Pero la atomización de las organizaciones existentes en El Alto y
el poder que muchas de estas detentan emanadas de los gobiernos nacional y
provincial, hicieron caer sobre el intendente broncas, amenazas y anticipos de
desórdenes variados, obligando a Goye a solicitar la ayuda y la intervención
del Gobernador provincial quien hizo oídos sordos a dichos requerimientos,
hasta que el estallido, el vandalismo y los saqueos fueron noticia nacional a
través de los medios no oficialistas. Con un plantel municipal desbordado el
intendente está imposibilitado de accionar en socorro del hambre y la exclusión
que campea en su ciudad.
Goye, como Andreotti, o
Bonfantti aunque advirtieron a las autoridades superiores no obtuvieron
respuesta alguna que superase el calmarlos con promesas de ayudas que nunca llegaron
o con fuerzas de seguridad que llegaron tarde o directamente no llegaron nunca.
El patrón es demasiado parecido para que no nos resulte extraño y nos mueva a reflexionar
seriamente en la connivencia del Estado Nacional y de ciertos Gobernadores
adictos al anterior. Lo que primó fue la pobreza y una gigantesca crisis de
contención social, generada ex profeso o
incentivada abiertamente mediante la utilización desembozada de barrasbravas,
punteros políticos cristikirchneristas y organizaciones sociales y políticas
abiertamente enroladas en el cristinismo duro y puro, todo ello condimentado
con la opinión cómplice de seudo analistas políticos todos ellos
progubernamentales. El sociólogo Zuleta Puceiro lo achaca a “fallas en la protección social y en la izquierda
anti sistema, reforzada en los últimos años por su coexistencia al interior del
clientelismo gubernamental”, mientras Artemio López lo achaca a que “los saqueos no afectan la imagen del
gobierno. Fueron promovidos por sectores opositores, como intento de continuar
por otros métodos con la operación de desgaste iniciada en múltiples frentes
tras el rotundo triunfo de CFK”, asimismo Federico Aurelio también
progubernamental expresa en sintonía con Berni que “dudo que los saqueos le afecten al Gobierno. La gente visualiza alguna
organización delictiva detrás… nuestras mediciones demuestran que todo sigue
estable. O sea hay un país con dos mitades”.
Para otros un poco más medidos,
como Ricardo Rouvier “los acontecimientos
aparecen como una contradicción con un gobierno que ha puesto el mercado
interno y la cuestión social como ejes. Lo que se observan son operativos y no
una reacción social con algún grado de espontaneidad. Esto se verifica en lo
limitado y acotado de la acción depredadora. Se han combinado delincuencia
común con necesidades, iniciados por factores externos y ajenos a las demandas
sociales. Son operativos políticos para generar inestabilidad”. Mientras
para los no comprometidos con el gobierno K “está
claro que el modo de los saqueos ha sido raro, y probablemente ha habido
agitadores detrás: Pero el problema
social es evidente y persistente –explica Daniel Arroyo, ex viceministro de
Desarrollo social- En los grandes centros
urbanos hay un conjunto de problemas que no tienen que ver con el hambre, sino
con el mal vivir. Lo que le quema la cabeza a la gente son tres cosas: estar
hacinado, no tener trabajo o tener trabajo precario y viajar mal. En el
conurbano se dan las tres cosas juntas. Eso genera el mal vivir. Además, si
bien las personas están mejor en torno a planes sociales, la inflación termina
complicando todo. Mucha gente atraviesa un proceso de sobreendeudamiento. Es
decir, accede a más productos pero tiene menos plata. Se ha perdido la
referencia con la inflación. Sobre esa base, hay un problema específico con los
jóvenes: hay 900 mil en todo el país que no estudian ni trabajan y casi la
mitad está en el conurbano. Esos jóvenes no tienen horizonte”.
Rosendo Fraga, pone el dedo en
la llaga al expresar que lo vivido es “protesta,
vandalismo y policía ineficaz”, o sea un Estado y un Gobierno ausente,
ineficaz o cómplice liso y llano, y lo explica: “once años atrás, la economía caía al 8% anual y el desempleo llegaba
al 20%. Hoy la economía está mucho mejor en crecimiento y empleo, aunque peor
en inflación. En estos saqueos, además de una situación económica más dura que
en 2011 –aunque no crítica-, inciden grupos radicalizados, bandas
delincuenciales y articulaciones espontáneas, en un país cuya eficacia en
materia de seguridad es baja, como se evidenció la semana pasada en los
disturbios y saqueos… En paralelo a la reaparición de los saqueos, cabe señalar
que los cortes de rutas y vías públicas como expresión de protesta han
aumentado 52% en 2012 respecto de 2011. El freno de la economía y sus efectos
sociales podría ser una explicación suficiente, pero a ello se suman los
conflictos políticos y sindicales y los problemas internos en el área de
seguridad”. Aunque profundiza no se anima a decir lo que realmente
trascienden sus palabras, ¡hubo connivencia, como mínimo del Gobierno!
Fueron 300 comercios en 40
ciudades los saqueados, y 500 si se computan los que fueron atacados sin ser
robados y $ 26,5 millones las pérdidas
como mínimo, demasiado para un ensayo de generación de clima de conflictividad
social a la chavista, “si no gano en
2013, vayan preparándose para lo que se viene”, pareciere ser el nuevo lema
cristinista, luego del “vamos por todo”,
aunque en ello vaya avasallar la Constitución, las leyes, la división de poderes y
hasta la propiedad privada. ¡Todo muy, pero muy poco peronista! Pues el
peronismo fue y es una revolución pacífica y realizada en el tiempo, con tiempo
y sin sangre, y en un régimen de Comunidad Organizada, democrática, cristiana,
humanista y dentro del sistema capitalista aunque no fundamentalista como el
liberalismo y el socialiberalismo. ¡Este modelo está en una crisis muy
profunda!
Buenos Aires, 26 de Diciembre de 2012.
Arq.
José M. García Rozado
MPJIRucci
– LIGA FEDERAL –
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