Mientras que Israel cree que el camino más directo a Teherán es por la “autopista del ataque preventivo” militar unilateral, EE. UU. y el Reino Unido, en cambio, parecerían creer que el camino a Teherán pasa por Damasco. Ello quizás explique la creciente violencia que hoy vemos en Siria, que está siendo utilizada para tratar de promover una Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, del tipo que vimos en el caso de Libia que, de sancionarse, seguramente tendrá resultados iguales que en Libia…
En los últimos días, hemos visto una horrible violencia en la ciudad
siria de Homs donde murieron más de 200 personas en tiroteos y
bombardeos. Para los multimedios de prensa occidentales, toda la culpa
recae sobre el gobierno de Bashar al Assad. El presidente Obama expresó
esta línea oficial al reclamar que, Assad debe detener
inmediatamente su campaña de matanza y crímenes contra su propio pueblo.
Debe dar un paso al costado y permitir una inmediata transición
democrática. La estrategia impulsada por los Aliados Occidentales
de encerrar a Siria e Irán corre en forma paralela y secuencial sobre
ambos países. Su lógica parecería ser: si Siria cae, entonces Irán
también caerá.
Parecido a como hicieron con Irak y Libia, EE. UU., el Reino Unido y
Francia trataron de imponer una Resolución del Consejo de Seguridad de
las Naciones Unidas que echara todas las culpas sobre el gobierno – en
este caso, el de Assad – exigiendo su inmediata renuncia, solo que esta
vez se encontraron con el veto de Rusia y China que parecería que
finalmente le están poniendo límites a estas tácticas de matonismo
global de los Aliados Occidentales.
¡Esto no es un tema menor! Pues se basa sobre la manera en que los
Aliados Occidentales por un lado, y Rusia y China por el otro
interpretan las causas de la violencia y los disturbios en Siria y, por
extensión, en toda la región. Respecto de Siria, la versión oficial de
EE. UU. y sus aliados es que la ‘primavera árabe’ finalmente llegó a
Siria. Con su usual cosmovisión hollywoodesca como si se tratara de un round de boxeo, parecen decirles al mundo, “en
esta esquina del ring tenemos a los heroicos luchadores por la libertad
que tratan de imponer la ‘democracia’ (al estilo norteamericano) sobre
Siria, mientras que en esta otra esquina del ring tenemos al malo, fundamentalista y antidemocrático régimen de Assad que reprime a su pueblo”. Quizás suene bien para el guión de alguna llorosa película de Stephen Spielberg, pero en el mundo real las cosas no son así…
En lugar de simplemente decir que el gobierno Assad reprime a los
sirios, Rusia y China adoptan una posición mucho más equilibrada y
respetuosa sobre cómo abordar un asunto interno de Siria, dónde varias
–y no sólo dos– facciones se encuentran en lucha armada. Están las
autoridades sirias legalmente constituidas, y están los grupos de
terroristas armados que se aprovechan de genuinos reclamos sociales para
desatar violencia en todo el país que, a su vez, genera represión
policial. Con menor intensidad, algo parecido hemos visto ocurrir en las
calles de Nueva York, Londres, Manchester, Oakland, Atenas y otras
ciudades occidentales.
En Siria, tales grupos probablemente estén siendo profusamente
armados, entrenados, financiados y avalados por operadores extranjeros
que apuntan directamente a entidades de inteligencia de EE. UU., Reino
Unido, Francia e Israel; tanto públicas como privadas, oficiales como
no-oficiales, abiertas como encubiertas.
Claramente, es esta una visión mucho más compleja que la explicación
infantil de Washington y Londres con su “versión Walt Disney” de la
realidad y su retórica de dibujitos animados del “gato malo contra el
pajarito bueno”.
La Resolución que los Aliados Occidentales procuran imponer en la ONU
contra Siria se basa sobre un informe y propuesta de la Liga Árabe que
bajo su actual secretario general Nabyl El Araby, ha involucionado hasta
convertirse en una mera herramienta política y diplomática
pro-occidental. Algo parecido a lo que ocurrió con la Agencia
Internacional de Energía Atómica bajo su director general Yukiya Amano,
que recientemente produjo un informe contra el programa nuclear iraní
basado en “inteligencia de Estados miembro”, implícitamente: EE. UU.,
Reino Unido, Francia (e Israel).
Todo lo que hoy ocurre en Siria son muy malas noticias para los
sirios cuyo país se ve martirizado por el terrorismo de Estado de corte
occidental. Sin embargo, ello conforma buenas noticias para el mundo.
Pues ha hecho que Rusia y China frenen a EE. UU., Reino Unido y Francia.
Parece que ni Rusia ni China están dispuestas a tolerar una repetición
de Irak y Libia.
Todo indicaría que el mayor problema geopolítico que enfrenta la
humanidad es que los poderes que hoy manejan a los Estados Unidos de
Norte América, al Reino Unido, a Francia y a Israel, están, cada día
más, fuera de control. De ser necesario, no tendrán tapujos en arriesgar
una guerra nuclear global si con ello creen lograr sus objetivos
políticos, financieros, incluso mesiánicos. Claramente, ¡¡hay que
detenerlos!!
Hace un año, las operaciones clandestinas de los Aliados Occidentales
lanzaron la mal llamada “Primavera Árabe” que ha costado cientos de
miles de muertos, heridos, destrucción generalizada y la desaparición de
Libia como nación soberana.
¡Me pregunto si los Aliados Occidentales se atreverían a incluir a
Irak, Afganistán y Palestina en su lista de países bajo la ‘Primavera
Árabe’, recomendándoles que, también ellos se alcen en armas contra sus
actuales invasores!
Siria es un ejemplo más del doble discurso de Occidente: se quejan de
la lucha de Bashar al Assad contra los terroristas que ellos mismos
financian, pero nunca se quejan cuando Israel lanza bombas de racimo y
de fósforo sobre las poblaciones civiles en Gaza. Invadieron y
destruyeron a Libia para “proteger a civiles”, pero discretamente miran
para otro lado cuando los militares semi-aliados suyos en Egipto
reprimen horriblemente a su propia gente y patean a jóvenes mujeres
caídas en las calles de El Cairo.
Alguna vez el presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt le
respondió a un asistente quien le señaló que el dictadorzuelo
nicaragüense Anastasio Somoza era un hijo de mala madre diciendo: “Sí. ¡Es verdad! ¡Es un hijo de mala madre, pero es nuestro hijo de mala madre…!”
Siria está siendo arrastrada hacia la guerra civil, pero la pregunta
es si podemos creer lo que los multimedios occidental informan y los
gobiernos occidentales repiten hasta el hartazgo. ¿Se acuerdan del
discurso bushiano de “saquémoslo a Sadam antes que lance una bomba atómica sobre alguna de nuestras ciudades”?
Hoy, la agencia de noticias Siria SANA da una versión muy diferente del episodio en la ciudad de Homs, reportando que “el
lunes grupos terroristas armados atacaron a ciudadanos y fuerzas
policiales en varias partes de Homs… las autoridades los persiguieron y
combatieron. Los grupos terroristas armados hicieron explotar dos
artefactos explosivos detrás del edificio de Servicios Técnicos en el
barrio de al-Dablan en Homs. Los terroristas lanzaron morteros sobre
varios sectores de Homs mientras que otros irrumpieron en viviendas en
la Gobernación de Idleb. Varios ciudadanos escaparon de un grupo
terrorista armado corriendo a una mezquita en la Ciudad Rastan, donde el
grupo armado terrorista incendió la mezquita matando e hiriendo a
algunos ciudadanos.” ¿Por qué no informan de esto los multimedios occidentales?
Pensemos: Si el Mossad, la CIA y el MI6 admiten haber asesinado a
científicos nucleares iraníes en las calles de Teherán, lo que sólo
puede describirse como el más descarado terrorismo de Estado, ¿no será
que están haciendo lo mismo a una escala aún mayor en Siria?
Cada vez que vemos esta clase de horrenda, mas poco clara, violencia
–sea en Egipto, Siria, Irán, Libia, el 11 de septiembre en Nueva York, o
el 7 de julio en Londres– siempre hay que hacerse dos preguntas: (1) ¿A
quiénes beneficia? y (2) Sigamos la pista del dinero (¿Quién paga por
las bombas, la logística, las balas y el apoyo satelital?)
Conclusión:
Quizás EE. UU., Reino Unido y Francia quieran atacar a Irán pasando primero por Siria…
Quizás Israel prefiera atacar a Irán directamente…
Probablemente, ambas estrategias sean las dos caras de una misma moneda…