El patetismo tiene cara de Reposo
Con los ánimos generales caldeados, el kirchnerismo necesitaba hacer
un poco de ruido, para sacar de los titulares al maldito tablero de
diputados, y a ese 128 que, inapelable, mostraba que la república
sufrió violación seguida de muerte.
El kirchnerismo volvió a hacer una mise-en-scène para la gilada militante, y mandó a tres de sus máximas espadas a participar de una reunión de directorio de Clarín, en representación de la minoría estatal.
Guillermo Moreno, Axel Kiciloff y el inefable Daniel Reposo se constituyeron en la calle Tacuarí, enarbolando el 8.5% de la participación accionaria estatal, heredada de la nacionalización de las AFJP. Ese porcentaje ni siquiera les daba derecho a voto.
Fueron a hacer quilombo. Ese indispensable quilombo tan necesario para tratar de sostener estos últimos tramos del modelo nacional y popular, que sucumbe ante su impericia y ante la desnudéz por tanto robo exhibido.
Los dos primeros ya fueron oportunamente repudiados por las víctimas de su soberbia impericia. El tercero, Reposo, es un caso aparte.
Daniel Reposo, con su currículum inflado de falsas glorias, viene a ser una especie de Héroe Testimonial. Fue memorable su entrada al edificio de Clarín, cuando intentó poner cara de Clint Eastwood, para decirle a la recepcionista "no es con ustedes, no es con ustedes"....
Fue gracioso Moreno cuando acusó a Rendo y Aranda de conducir el grupo de manera poco profesional. El mismo funcionario que ahoga al grupo impidiendo que los supermercados hagan publicidad en sus páginas, les decía que estaban haciendo las cosas mal.
El mismo Moreno, que aplicó centenas de políticas erróneas que destruyeron fuentes de trabajo, rompieron lazos comerciales con el exterior y ahogaron la producción nacional, les decía a los directores nada menos que de Clarín, que eran ineficientes.
El kirchnerismo volvió a hacer una mise-en-scène para la gilada militante, y mandó a tres de sus máximas espadas a participar de una reunión de directorio de Clarín, en representación de la minoría estatal.
Guillermo Moreno, Axel Kiciloff y el inefable Daniel Reposo se constituyeron en la calle Tacuarí, enarbolando el 8.5% de la participación accionaria estatal, heredada de la nacionalización de las AFJP. Ese porcentaje ni siquiera les daba derecho a voto.
Fueron a hacer quilombo. Ese indispensable quilombo tan necesario para tratar de sostener estos últimos tramos del modelo nacional y popular, que sucumbe ante su impericia y ante la desnudéz por tanto robo exhibido.
Los dos primeros ya fueron oportunamente repudiados por las víctimas de su soberbia impericia. El tercero, Reposo, es un caso aparte.
Daniel Reposo, con su currículum inflado de falsas glorias, viene a ser una especie de Héroe Testimonial. Fue memorable su entrada al edificio de Clarín, cuando intentó poner cara de Clint Eastwood, para decirle a la recepcionista "no es con ustedes, no es con ustedes"....
Fue gracioso Moreno cuando acusó a Rendo y Aranda de conducir el grupo de manera poco profesional. El mismo funcionario que ahoga al grupo impidiendo que los supermercados hagan publicidad en sus páginas, les decía que estaban haciendo las cosas mal.
El mismo Moreno, que aplicó centenas de políticas erróneas que destruyeron fuentes de trabajo, rompieron lazos comerciales con el exterior y ahogaron la producción nacional, les decía a los directores nada menos que de Clarín, que eran ineficientes.
| "Guillermo Moreno acude a señalar supuestas impericias ajenas, cuando debe ser el funcionario público argentino que ostenta el record histórico de políticas fallidas y perjudiciales para la Nación" |
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Fueron a decir que los directores de Clarin
ganaban demasiada plata. 200.000 pesos por mes. Curioso , cuando
Luis D´elia hace ya algunos años que le costaba al estado 290.000
pesos mensuales.
Más curioso aún, cuando muchos diputados de la nación, de esos que están sentados para votar con obediencia debida lo que sea que les indiquen, rondan los 100.000 pesos mensuales de ingreso por todo concepto. Y aún siguen sin reconciliarse con el idioma español...
Son cada vez más chiquitas las banderas que puede enarbolar el kirchnerismo. Hace tan solo 5 meses se aprestaban a recuperar la soberanía de la palabra, invadiendo a tambor batiente el edificio de Clarín, en una epopeya nacional y popular.
Hoy se deben conformar con ir a hacer bardo en una reunión de directorio, argumentando como chicos de primero comercial en centro de estudiantes.
Todo se empequeñece en este modelo, que se extingue, comenzando por la razón.
Más curioso aún, cuando muchos diputados de la nación, de esos que están sentados para votar con obediencia debida lo que sea que les indiquen, rondan los 100.000 pesos mensuales de ingreso por todo concepto. Y aún siguen sin reconciliarse con el idioma español...
Son cada vez más chiquitas las banderas que puede enarbolar el kirchnerismo. Hace tan solo 5 meses se aprestaban a recuperar la soberanía de la palabra, invadiendo a tambor batiente el edificio de Clarín, en una epopeya nacional y popular.
Hoy se deben conformar con ir a hacer bardo en una reunión de directorio, argumentando como chicos de primero comercial en centro de estudiantes.
Todo se empequeñece en este modelo, que se extingue, comenzando por la razón.
Fabián Ferrante
