Es importante señalar que la democracia es el
sistema ideal para la manipulación de las masas. Para ilustrar esta proposición
voy a remitirme al padre de la propaganda moderna, Edward Bernays. Este
malévolo sobrino del no menos perverso Sygmund Froid, fue quién comenzó a
principio del siglo pasado a desarrollar técnicas de manipulación masiva a
través de la propaganda. Fiel seguidor de sus ideas fue el jefe de la
propaganda nazi Joseph Goebbels.
Bernays comenzó su trabajo con propagandas para
incentivar el consumismo trabajando para grandes empresas, pero posteriormente
al conocerse sus habilidades fue reclutado por la CIA (Agencia Central de
Inteligencia de EEUU) para llevar al pueblo democrático donde sus maestros
titiriteros quisieran.
Sostenía Bernay ““La manipulación consciente e
inteligente de los hábitos organizados y opiniones de las masas es un
importante elemento en la sociedad democrática. Aquellos que manipulan el
mecanismo oculto de la sociedad constituyen un gobierno invisible, que es el
verdadero poder que gobierna nuestro país”.
También enseñaba este moderno Maquiavelo que
“Somos gobernados, nuestras mentes moldeadas, nuestros gustos formados,
nuestras ideas sugeridas mayormente por hombres de los que nunca hemos oído
hablar. En casi cualquier acto de nuestras vidas, sea en la esfera de la
política, de los negocios, en nuestra conducta social, o en nuestro pensamiento
ético, estamos dominados por un número relativamente pequeño de personas que
entienden los procesos mentales y los patrones sociales de las masas. Son ellos
quienes manejan los hilos que controlan la opinión pública” o “La ingeniería
del consenso es la verdadera esencia del proceso democrático, la libertad de
persuadir y sugerir”. Esto extraído de los libros Propaganda (1928) y La
ingeniería del Consenso (1947)
Así vemos una vez más como el consenso del que
tanto habla la ONU al obligarnos a ir en contra de nuestra propia naturaleza,
no es más que la manipulación masiva de la gente a través de procesos de
reingeniería social. Todo esto posible a través de gobiernos democráticos que
son los únicos susceptibles de ser manipulados de esa forma.
Este señor judío maestro de marionetas humanas,
era según sus colaboradores, incapaz de lograr que una persona pueda cambiar
una conducta, pero podía con muchísima facilidad lograrlo con las masas
democráticas.
Para conseguir la masificación del hombre se
recurre al aislamiento de este, ya sea a través de la televisión, video juegos,
internet, alcoholismo, vicios en general y hasta la promiscuidad sexual, que
como bien señala Jordan Bruno Genta no es sino el encuentro de soledades que
solo logran un vacío aun mayor. Por eso
para hacer efectivos estos medios es necesario que se quite al hombre su
cultura, independizándolo de sus vínculos familiares y tradiciones para generar
la ficción de su libertad absoluta que termina convirtiéndolo en la más
vulnerable y contingente de las piezas de la maquinaria democrática.
Trabajando para que Cristo Reine y vuelva pronto.
Augusto TorchSon
Nacionalismo
Católico San Juan Bautista