Un judío TALMÚDICO se expresa…
“Debemos estar llegando a la Era Mesiánica”
Rabínicas coincidencias
Ya
ha terminado el “baño de multitudes” de la JMJ. Pudimos recabar en
cientos de imágenes fotográficas y videos una cantidad importante de
datos acerca de la marcha de la Iglesia Conciliar y leer en muchos
artículos periodísticos el pensamiento, las expectativas, los reclamos o
pedidos que se hacen desde las masas esperanzadas en una “renovación”
de la Iglesia surgida en el Concilio Vaticano II.
Algunos
piden una Revolución, esperan que Bergoglio sea capaz de provocarla. En
realidad, la Revolución que esperan ya está en marcha desde hace mucho
tiempo y la que estamos viendo es solo una etapa más.
Las
etapas se han ido sucediendo y se suceden y continuarán haciéndolo de
un modo dialéctico hasta que llegue un determinado momento. Porque la
dialéctica no es otra cosa que un instrumento de la Revolución y no un
mecanismo cierto que determina histórica. La historia, muy por el
contrario es aquello que transcurre en medio de DOS TENSIONES, una de
ellas procura la difusión del Reino de Jesucristo y la otra procura
impedirlo. En definitiva, las DOS CIUDADES de San Agustín. La Doctrina
de las DOS BANDERAS de que hablaba San Ignacio. Dos ejércitos, UNO EL DE
CRISTO; el OTRO… VA A LA PERDICIÓN ETERNA, como dice un conocido (por
nosotros) spot radial.
Y San Pablo que advierte que por allí anda haciendo de las suyas el MISTERIO DE INIQUIDAD.
Como puede verse, es bastante sencillo.
En ese contexto, nosotros esperamos el regreso del Capitán y otros también esperan la llegada del suyo.
Sin
embargo su espera no es pasiva; por el contrario ELLOS son muy activos;
nos referimos a que los hechos REVOLUCIONARIOS de los que la humanidad
ha sido testigo y víctima, tienen un origen perfectamente identificable y
casi siempre detrás están… ELLOS.
Pero
veamos lo que decía hace bastante tiempo el Padre Leonardo Castellani,
que ya entonces hablaba de “payasadas” y de “carnaval”… y eso que ni
siquiera pudo vislumbrar algo como lo que acaba de acontecer en Brasil:
El
democratismo liberal, en el cual somos nacidos, uno puede considerarlo
como una herejía, pero también por suerte como un carnaval o payasada:
con eso uno se libra de llorar demasiado, aunque tampoco le es lícito
reír mucho. Mas eso no será sino respaldado por una religión, sacado a
la luz el fermento religioso que encierra en sí, y que lo hace
estrictamente una herejía cristiana: la última herejía quizás, preñada
del Anticristo y una especie de gozo maligno es la tentación del
pensador, que ve cumplirse todas sus predicciones, y desenvolverse por
orden casi automático todos los preanuncios de los profetas y sabios
antiguos que, empezando por Aristóteles, lo vieron venir y lo miraron
acabar… como está acabando entre nosotros. De suyo debería morir, si la
humanidad debe seguir viviendo; pero no se excluye la posibilidad de que
siga existiendo y aun se refuerce nefastamente, si es que la humanidad
debiera morir pronto, conforme al dogma cristiano. Mas eso no será sino
respaldado por una religión, sacado a la luz el fermento religioso que
encierra en sí, y que lo hace estrictamente una herejía cristiana: la
última herejía quizás, preñada del Anticristo (Padre Castellani: Una
religión y una moral de repuesto. (“Dinámica Social”,
noviembre-diciembre de 1957. También en “Cristo, ¿vuelve o no vuelve?”)
Ahora si, ya podemos
leer el siguiente artículo. Préstese atención y obsérvese cuidadosamente
lo que cuenta el rabino NAFTALI SILBERBERG, en sus “iluminadas” y
bergoglianas expresiones, con las cuales explica muy bien sus
expectativas mesiánicas:
(Los resaltados en negrita son nuestros)
Mashiaj: ¿Un Retorno a la Monarquía?
FUENTE:http://www.es.chabad.org/library/article_cdo/aid/1201402/jewish/Mashiaj-Un-Retorno-a-la-Monarqua.htm
POR NAFTALI SILBERBERG
(El
rabino Naftali Silberberg, nacido en Detroit. Conocido por su agudo
ingenio y extenso conocimiento del Talmud. Él reside en Brooklyn, NY,
con su esposa Jaia Mushka y sus tres hijos.)
El siglo 20 vio la expansión de los ideales democráticos a una escala global. Decenas
de naciones, previamente gobernadas unilateralmente por reyes y
dictadores, o cuyos gobiernos eran elegidos por pocos miembros selectos
de la clase superior, han adoptado constituciones que reconocen el
derecho intrínseco de todo ciudadano de participar en el proceso de
gobierno. Nuevas naciones se están uniendo constantemente a las filas de las iluminadas naciones democráticas, mientras que pocas, en la historia reciente, si es que alguna, han retornado al totalitarismo.
Los
últimos miembros que han ocupado su lugar en la familia de las naciones
democráticas son Afganistán e Irak. Mientras que fue necesaria una
intervención externa para asegurar los derechos individuales de los
ciudadanos de esos países, y hay facciones en el interior de esos países
que están determinadas a minar esas libertades recién descubiertas, la
vasta mayoría de las poblaciones de esos países han aprobado
ansiosamente la destitución de sus regímenes tiránicos y opresores de
sus tierras.
La
tendencia comenzó con el Estados Unidos de América en 1776, y luego
reforzado en los años subsecuentes con el reconocimiento de que todos
los ciudadanos tienen iguales derechos, y luego se extendió a todos los
continentes. El mundo está comenzando a reconocer que cada hombre es
creado a imagen de Dios y por lo tanto tiene derechos intrínsecos.
Debemos estar llegando a la Era Mesiánica.
¿O estamos?
¡¿Cómo puede ser la expansión de los principios democráticos un portento de la venida del Mesías cuando el Mesías mismo será un monarca que gobernará en una teocracia?!
No sería más apropiado que los años que preceden a la Redención estén
caracterizados por un incrementado número de naciones gobernadas por
monarcas —monarcas buenos, benevolentes, para estar seguros, pero no obstante monarcas.
¿Estamos progresando o retrocediendo?
Quizás
una comprensión de la monarquía del Mesías explicará por qué la
proliferación de la democracia es la preparación apropiada para su
arribo. Pero primero analicemos la diferencia entre nuestra primera redención de Egipto, y la redención final que será anunciada por el Mesías.
Los
israelitas dejaron detrás una nación que estaba profundamente diezmada
por diez plagas. Los egipcios, que tan arrogantemente se burlaron ante
el Dios de los hebreos, finalmente reconocieron Su omnipotencia: “Y los
egipcios dijeron ‘Huyamos de los israelitas porque el Señor está
luchando por ellos contra los egipcios’”. Provocar este reconocimiento
fue una de las metas primarias de las plagas, como dijo repetidamente
Dios “¡Y Egipto sabrá que Yo soy el Señor!”
Pero
su aceptación de Dios no puede ser considerado un producto de su libre
elección; fueron golpeados hasta la sumisión. Los egipcios eran aun
intrínsecamente malvados, pero fueron obligados a aceptar la soberanía
de Dios a causa de Sus acciones unilaterales “dictatoriales”.
Fue
un comienzo muy hermoso… fue suficiente para servir como base de la
primera redención, pero la dictadura no es el objetivo final. Dios no
dotó a los seres humanos con libre albedrío para manipularlos como desea
— ¡Para ello tiene hordas de ángeles! Nos dio libre albedrío porque quiso que Lo reconocieran. En las palabras de la santa Torá: “Puse ante ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. ¡Elige la vida!”
La
Redención Mesiánica, denominada la “verdadera y completa” redención,
llegará cuando el mundo esté listo para “elegir” a Dios por su propia
voluntad. El profeta Hosea dijo “Los hijos de Israel retornarán, y buscarán al Señor, su Dios y a David, su rey”.
Lo
mismo es cierto con el Mesías mismo. En la tradición judía el rey
—debido a su obvia grandeza y capacidad de liderazgo —es elegido y
coronado por el pueblo, al contrario del dictador que impone su dominio a
una nación que no está dispuesta.
En
verdad, a medida que avanzamos hacia la Era Mesiánica, percibimos un
mundo que en conjunto acepta los conceptos básicos de libertad, igualdad
de derechos y libertad religiosa; un mundo que está eligiendo vivir
bajo ideales morales y Divinos.
Cuando proclamamos “Queremos al Mashiaj ahora” en efecto estamos tomando parte en un proceso democrático. Estamos votando por Dios, expresando nuestro anhelo por el día en que “El Señor será Rey sobre toda la tierra; en ese día el Señor será uno y Su nombre uno”.
Hasta aquí, el rabino…
Pues
bien; cuantas coincidencias con el IDEARIO de los “Papas” de la Iglesia
Conciliar y con el SUSTRATO IDEOLÓGICO de la misma.. . Coincidencias
profundas, en las POSTURAS, para utilizar un término que tanto le gusta a
BERGOGLIO.
Por
eso es tan actual el P. Castellani (Un señor CURA que se encuentra en
las antípodas del detestable lobo vestido de Papa que funge como jefe de
la Iglesia Romana Apóstata).
Lo
podemos ver muy claramente porque ese democratismo liberal que muchos
antes que nosotros vieron venir, está cuajando una sociedad GLOBAL
ANTICRISTIANA que de a poco va llegando a su plenitud.
“Mas
eso no será sino respaldado por una religión, sacado a la luz el
fermento religioso que encierra en sí, y que lo hace estrictamente una
herejía cristiana: la última herejía quizás, preñada del Anticristo “
MÁS CLARO, AGUA, pero…
Como
se trata de cuestiones rabínicas mezcladas con otras que provienen de
la falsa Iglesia, de lo que esperan ambos estamentos y de las
conclusiones tenebrosas que debemos sacar, dada la perfecta concordancia
de HECHOS, ANUNCIOS PROFÉTICOS, ELOCUENTES CALAMIDADES y DECLARACIONES
COINCIDENTES (rabínicas y bergoglianas) nos queda por reclamar,
…QUE SEA AGUA BENDITA, por favor