Los progres creen a los asesinos de 8.191 cubanos, pero no creen a Ángel Carromero
En 2007 la organización Archivo Cuba consiguió documentar el asesinato de 8.190 personas a manos de la dictadura castrista en Cuba. Una cifra terrible pero nada extraña, tratándose de un régimen comunista. Hoy en una entrevista en El Mundo Ángel Carromero añade la víctima 8.191 a la lista de asesinatos del castrismo: Oswaldo Payá.
Oswaldo Payá, asesinado
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Un régimen asesino también ha sido capaz de asesinar a Oswaldo Payá
Con sus declaraciones a ese diario, Carromero confirma lo publicado por el periodista Luis Losada, amigo de Oswaldo Payá, en La Gaceta el 4 de enero sobre la muerte del opositor cubano, una información que los medios de izquierda han ocultado: “el
médico amigo de la familia que ayudó a vestir al cadáver de Oswaldo
informó de que el cuerpo estaba intacto, pero que la cabeza tenía
múltiples golpes“. Un crimen más de un régimen que no
tiene reparos en recurrir a los métodos más brutales para silenciar a la
disidencia, pero que trata de evitar que el mundo se entere, a menudo
recurriendo a sus propagandistas en otros países para conseguirlo.
Los castristas ya habían intentado acabar antes con el líder opositor
Losada también recordó entonces las amenazadas de muerte y anteriores intentos castristas de acabar con Payá:
“Poco antes del suceso del 22 de julio, en el mes de mayo ya sufrió un ataque. Volcaron su furgoneta y el conductor, que era policía, le amenazó en el mismo hospital. Hace dos años le aflojaron las ruedas del coche y hace 10 años fue embestido por un minibus. Además, permanentemente estuvo amenazado por motorizados mientras andaba en su bicicleta. “Tú no vas a sobrevivir a Fidel Castro; te vamos a matar”. Es la advertencia explicita recibida en varias ocasiones por la Seguridad del Estado.”
Una ideología totalitaria que muchos se empeñan en blanquear
Cualquier disidente de las dictaduras comunistas que ha habido y que
aún hay en algunos países como Cuba podría relatar experiencias
parecidas. El comunismo ha demostrado ser una ideología que se
sirve de dictaduras para ostentar el poder y del crimen para silenciar a
quienes se le oponen. En la sangrienta cuenta de esa ideología criminal y totalitaria se acumulan 100 millones de muertos,
suficientes para condenar al ostracismo a cualquier ideología. Pero a
pesar de sus planteamientos radicalmente antidemocráticos, a pesar de
ligar sistemáticamente su idea del poder a la instauración de dictaduras
y a pesar sus numerosos crímenes en todo el mundo, esa odiosa
ideología sigue teniendo muchos fanáticos dispuestos a defender sus
disparates y a negar sus crímenes, cuando no a justificarlos.
Entre esos fanáticos están, por supuesto, quienes apoyan con entusiasmo a
los déspotas que llevan más de medio siglo sumiendo en la opresión y la
miseria a los cubanos. Pero esos fanáticos serían
insignificantes hoy en día si cierta izquierda que se dice democrática
no les consintiese su apoyo a una dictadura. Pero por lo visto,
esa izquierda que presume de moderada y democrática no ve reparos en
alinearse, compartir tribuna y manifestación e incluso gobernar junto a
quienes apoyan a los tiranos que han asesinado a 8.191 cubanos,
incluyendo a Oswaldo Payá.
Ahora atacan a Carromero: antes hicieron lo mismo con Payá
Toda la energía que esa izquierda que se dice democrática no emplea
en denunciar la falta de libertad en Cuba y el apoyo de sus aliados a
esa dictadura sí que la dedica a ensañarse contra quienes -como Ángel
Carromero- piden una democracia para Cuba. No sólo eso: esa
misma izquierda es capaz de aceptar como algo impecable la farsa que el
castrismo llama justicia, farsa que carece de las más mínimas garantías
procesales propias de una democracia, pero farsa -al fin y al
cabo- a la que no les importa ver sometidos a sus rivales políticos. Esa
izquierda es incapaz de aceptar que un régimen criminal como el de los
Castro haya querido y haya conseguido matar a Oswaldo Payá, pero sí
considera creíble la patraña oficial vendida por esa dictadura para
cargarle la culpa a Ángel Carromero. Desde esa misma izquierda
nos venden también como más digno de crédito al régimen que ha asesinado
a 8.191 cubanos que a un demócrata como Ángel Carromero, como
si los tiranos que han sido capaces de matar, torturas y encarcelas a
muchos miles de cubanos no fuesen capaces de mentir.
El gobierno de Rajoy da la callada por respuesta a la familia de Payá
De todo este caso lo más sorprendente es que el gobierno de Mariano Rajoy no haya querido investigar la muerte de Oswaldo Payá a pesar de las reiteradas peticiones de sus familiares.
Ya es una anormalidad que Ángel Carromero haya pasado semanas en la
cárcel en España por imposición de una dictadura, como si lo que la
farsa judicial castrista llama “sentencia” tuviese algún valor en un
país democrático; ya es el colmo que el ejecutivo de Rajoy no haya
concedido aún el indulto al joven español; pero lo más insólito
es que el gobierno español se desentienda de la muerte en Cuba, en las
ya mencionadas circunstancias, de un opositor que tenía nacionalidad
española. ¿Es éste el desamparo que deben esperar de nuestro
gobierno los españoles que se vean sometidos a un atropello por parte de
la dictadura cubana?