La "paz "que Israel desea conferir es lisa y llanamente un "genocidio", la orden de exterminación para toda la humanidad no-judía. A excepción de algunos "gentiles" a quienes se les permitirá vivir para formar una clase obrera esclava". - Herve Ryssen
Según Rysssen, de 46 años, miembro del Frente Nacional francés y ex profesor de historia, el "Mesianismo" judío es una cara feliz del Sionismo (Nuevo Orden Mundial). La "paz" que reivindica el judaísmo, es el fin de toda resistencia a su tiranía.
Mediante el control del dinero, el crédito y el sistema bancario, "Israel" (judaísmo sionista) está avanzando rápidamente a su meta, la horrenda "paz" que simboliza su gobierno totalitario mundial. Gracias a los sobornos y corrupción política, el propio establishment "gentil" (no-judío) es en gran medida su poder. Sin embargo, e incluyendo a los Judíos ordinarios y no judíos, es necesario entender por qué el mundo es como es, y por qué existe el presunto "terrorismo", la supravigilancia de la NSA, la excusa de la "Seguridad Nacional" de Estados Unidos y la guerra sin fin.
"La Demencia Asesina del judaísmo"
(Por Camila Daitch - Editado por Celeste Fassbinder)
El judaísmo es mucho más que una "religión", sin embargo, muchos Judíos se consideran "judíos" y ateos o agnósticos abiertos al mismo tiempo, y dicen no ser judíos absurdamente, cuando Judaísmo es una religión y no una raza. Sin embargo y partiendo de esta base, cabe señalar que hay otras características y aspectos muy importantes entre los judíos que "un ojo entrenado" puede reconocer.
Existen patrones característicos que pueden detectarse como resultado de una estricta observancia de la endogamia durante siglos. Los judíos (auto-proclamados religiosos o no) se ven a sí mismos como los "elegidos" por Dios, o por el Universo, y consideran el matrimonio fuera de la comunidad como algo malo, estrictamente, de manera consciente o subconsciente.
El judaísmo es esencialmente un proyecto político. Para los judíos es muy importante trabajar hacia el surgimiento de un mundo en "paz", una "paz" destinada a ser universal y permanente. Por lo tanto, no es una coincidencia que la palabra "paz" ( shalom en hebreo) sea hallada frecuentemente en el discurso judío a nivel mundial.
En "el mundo perfecto" (para ellos) que están construyendo, desaparecerían todos los conflictos entre las naciones. Esta es la razón por la cual los Judíos han militado incansablemente durante muchos años por la abolición de las fronteras (exceptuando las de Israel), la disolución de las identidades culturales (exceptuando al Talmud) y el establecimiento de un imperio global de la "paz".
Culpan a la existencia misma de las naciones independientes por la activación de guerras y caos, por lo que deben ser debilitadas y, finalmente sustituidas por un gobierno mundial, "un gobierno totalitario mundial", un "Nuevo Orden Mundial", una autoridad mundial gobernante única que permita reinar la felicidad y la prosperidad judía, bajo la dominación judía de la Tierra. [ Por supuesto que inician guerras siempre y cuando sirvan para lograr su objetivo sionista de control global ]
Encontramos esta idea más o menos desarrollada en los escritos de ciertos intelectuales marxistas —desde Karl Marx (que "escribió" El Capital mientras se hospedaba en la mansión Rothschild de Londres tras haber huido de la policía prusiana, un libro particularmente similar a Los Protocolos de Sion, escritos por Rothschild) al filósofo judío-francés Jacques Derrida— y también en el discurso de pensadores liberales como Karl Popper, Milton Friedman (que diseñó la dictadura chilena de Pinochet con sus "Chicago Boys"), Hayek y Alain Minc. La idea es unificar al mundo por todos los medios necesarios y generar conflictos a partir de las diferencias culturales. Es en esta perspectiva que los intelectuales judíos del mundo trabajan sin descanso. Tanto si ellos se llaman a sí mismos izquierdistas o derechistas, liberales o marxistas, creyentes o ateos, los judíos son los más fervientes propagandistas de la sociedad pluralista y el mestizaje universal.
Los miembros de la secta judía son las personas más proselitistas de la Tierra, pero a diferencia de los cristianos o musulmanes, cuyo sueño es convertir a todos los pueblos de todas las razas a su fe, los Judíos no tienen un plan para convertir al mundo a su propia fe, el judaísmo es sólo para ellos, quienes se auto-proclaman seres "superiores", los "elegidos por Dios", y es por esta razón que animan a otras culturas a renunciar a sus identidades y religiones (mientras ellos conservan las suyas) - y quieren que la humanidad viva únicamente para "tolerar".
Amnesia Selectiva y Fabulación
Extracto de La Psicopatología del Judaísmo
por Hervé Ryssen
Datos añadidos: Celeste Fassbinder
Muchos judíos, como sabemos, desempeñaron un papel absolutamente enorme en la tragedia soviética de 1917-1991 y los treinta millones de muertes que marcaron este predominio. Recordemos que Karl Marx nació en una familia judía y que Lenin mismo tenía un abuelo materno judío, que León Trotsky, el jefe del Ejército Rojo, era un judío apellidado Bronstein, mientras que Kamenev (Rosenfeld) y Zinoviev (Apfelbaum) administraban las dos capitales, Moscú y San Petersburgo. Pero la lista de judíos que descollaron en los crímenes del comunismo es interminable. Debe ser dicho y debe ser repetido: los ideólogos judíos, los funcionarios judíos y los torturadores judíos cargaron con una responsabilidad muy pesada en esta tragedia.
Dato Importante: Stalin y Hitler fueron judíos Rothschilds. Izquierda, derecha, la falsa dicotomía ideológica implantada como única. Dos caras del Sionismo y el totalitarismo. Evidencias: Stalin y Hitler fueron Rothschilds.
1- Hitler fue un Rothschild
2 -Stalin fue un Rothschild
Esta indiscutible culpa judía en los gigantescos crímenes del bolchevismo está siendo ahora sistemáticamente pasada en silencio. En el libro de 2002 de Alexander Solzhenitsyn "Dos Siglos Juntos", el premio Nóbel y veterano durante 11 años del gulag bolchevique expresa su indignación porque los intelectuales judíos rechazan aún reconocer su responsabilidad étnica en la masacre de millones de cristianos. Solzhenitsyn también denuncia a los judíos modernos que se hacen pasar por víctimas de un gobierno bolchevique "anti-semítico" cuando aquel gobierno era de hecho excesivamente judío y los judíos estaban entre los peores criminales.
Esta amnesia selectiva es necesaria para un pueblo que incesantemente proclama su "inocencia" cueste lo que cueste, como con regularidad podemos constatar en sus escritos, y como se puede leer, por ejemplo, en un editorial de la revista Israel de Abril de 2003, "la primera revista mensual israelí en lengua francesa", escrito bajo el nombre de un tal André Darmon. Él escribió: "Matar a un judío o a un niño hace llorar a Dios, pues estamos exterminando al portador de la ética universal y la inocencia". ¡Nada menos!.
En consecuencia, es un hecho inconcebible el que los judíos puedan haber tenido responsabilidades frente a cualquier atrocidad. Los judíos son sólo víctimas, sólo "chivos expiatorios" en un mundo malvado y hostil. Pero muy pronto, se nos asegura, todo se arreglará: el Mesías castigará a los "malos" y restaurará a los hijos de Israel a sus derechos plenos.
En este mismo editorial de la revista Israel, un cierto Frédéric Stroussi mintió diciendo que el gobierno nacionalsocialista fue peor que el régimen de Stalin. Sobre este tema los ejemplos no faltan, y la Segunda Guerra Mundial ciertamente ha contribuido a nutrir la fértil imaginación de los hijos de Israel.
Leer: El Holocuento Judío
A menos, evidentemente, que esta imaginación sea una vez más una manifestación del propio síndrome de "proyección" de los judíos, es decir, acusar sistemáticamente a otros por los propios crímenes. Sabemos de hecho —aunque los medios nunca hablen de ello— que muchos judíos y sus rabinos están implicados en escándalos criminales de pedofilia (vea Le Fanatisme Juif, 2007). Y el asesinato de niños parecería ser más una especialidad judía que una característica del espíritu de los SS. Las revelaciones de Ariel Toaff, profesor de la Universidad Bar Eilan en Israel —hijo del antiguo Gran Rabino de Roma— confirmaron en Febrero de 2007 en su obra Blood Passover [Pascua de Sangre], la práctica del asesinato ritual entre algunos judíos ashkenazi [aquí está el libro en inglés].
Extracto de La Psicopatología del Judaísmo
por Hervé Ryssen
Es así que los judíos —todos los judíos— con toda su fuerza promueven la inmigración de color en cada país en el que ellos están localizados, no sólo porque la sociedad multicultural corresponde a su objetivo político fundamental, sino también porque la dislocación de la identidad nacional en cada nación y la presencia masiva de inmigrantes protegen a los judíos ante cualquier eventual estallido nacionalista contra el poder que ellos puedan adquirir sobre las finanzas, la política y los medios de comunicación. Todos los intelectuales judíos, sin ninguna excepción, están enfocados en este asunto de construír la "sociedad pluralista" y para esto ellos practican una constante "vigilancia anti-racista". En Francia, escritores y periodistas influyentes como Bernard-Henri Lévy, Jacques Attali, Jean Daniel, Guy Sorman y Guy Konopnicki concuerdan en este punto a pesar de sus divergencias políticas en otras áreas. Esta obsesión, que es muy característica del judaísmo, también se manifiesta naturalmente en las películas, donde los productores y directores judíos son numerosos e influyentes: tan pronto como una película comienza a defender y promover el mestizaje, la "tolerancia" y la sociedad plural, podemos estar seguros de que el productor de ella es judío.
Ahora podemos entender mejor por qué los antiguos comunistas de los años '70 no tuvieron muchas dificultades para convertirse en la derecha liberal. Ellos se han cambiado simplemente a una estrategia diferente para conseguir el mismo objetivo: el gobierno ejercido por judíos racialmente puros sobre una sociedad racialmente mezclada.
El hecho es que después de que la segunda intifada palestina comenzó en Octubre de 2000, los judíos en Francia y en el resto del mundo occidental han comprendido que en lo sucesivo el peligro para sus intereses y su proyecto provendrá principalmente del Islam y de inmigrantes africanos jóvenes del Maghreb. Su objetivo es reforzar la moderna sociedad multirracial, que ellos han contribuído tanto a establecer en nuestro país, Francia. Pero este mosaico ahora amenaza con romperse en comunidades separadas, y esto los judíos no lo quieren. Ellos no quieren ninguna identidad separada ni separatividad en absoluto, excepto una identidad y una separatividad judía. Los antiguos marxistas en Francia como Alexandre Adler, André Glucksmann y Pascal Bruckner de este modo apoyan hoy día, junto con Alain Finkielkraut, a la derecha dura pro-estadounidense y pro-sionista. Y a pesar de todo, ellos no se han convertido en patriotas franceses. Ellos reaccionan sólo en función de los intereses exclusivos de la judería.
Se supone que debemos entender que los sufrimientos de los judíos no pueden ser comparados a los de nadie más. Como consecuencia, se supone que nosotros debemos indignarnos tanto como ellos cuando un historiador como Stephane Courtois afirma (en el prefacio de su Libro Negro del Comunismo): "La muerte de un niño ucraniano de origen Kulak [de la clase agricultora independiente], deliberadamente obligado a pasar hambre hasta morir por el gobierno stalinista, es tan significativa como la muerte de un niño judío en el ghetto de Varsovia". Estas simples palabras fueron bastante para provocar la ira de ese Frédéric Stroussi quien declara que él estaba "estupefacto" por tal afrenta. Tal comentario, según él, era ni más ni menos que "abyecto" y representaba un "ataque obsceno" contra Israel: "¿Qué tiene que hacer esta comparación aquí?", él escribe. "¿Por qué tenemos que usar el martirio de un niño judío para transmitir este rumor subyacente, falso y odioso de que los judíos eclipsan a todas las otras víctimas del totalitarismo y monopolizan toda la atención sobre ellos?".
El autor del artículo, como podemos notar, reacciona de un modo indignado y totalmente desproporcionado frente a las modestas y ciertamente justificadas afirmaciones del juicioso historiador Stephane Courtois. Stroussi demuestra aquí la "gran intolerancia a la frustración" que es tan característica de los intelectuales judíos. Tales reacciones no son evidentemente "normales".
Notamos aquí que la revista Israel es una revista mensual destinada a la comunidad judía y que, por consiguiente, uno puede difícilmente acusar a Frédéric Stroussi de mentir a lectores goyim, o de esconderles la verdadera naturaleza del bolchevismo y la supuesta maligna crueldad de los soldados SS. Su discurso aquí no corresponde a ninguna falsa dialéctica, como los llamados "anti-semitas" podrían pretender, sino que aquí está reflejando la esencia misma del alma judía. El nazismo agresivo proviene de este fracaso para entender la identidad judía y sólo ve la "perfidia" deliberada donde hay en realidad una angustia existencial generada por un desarreglo de orden psíquico.
Dato: El termino "Anti-Semita" utilizado por los judíos para difamar a sus críticos es aplicable a Israel, que asesina semitas a diario. Palestina es semita y el 80% del mundo árabe (enemigo de Israel).
Un Pueblo Histérico
Los judíos nunca se atrevieron a acercar el "espejo transparente" —si se puede decir— ofrecido a ellos por el psicoanálisis freudiano, un prisma a través del cual ellos afirman ver a toda la Humanidad, pero que, en un análisis más cercano, arroja mucha más luz sobre la neurosis específica del judaísmo. El psicoanálisis, como el marxismo, es en efecto una "ciencia" judía y un producto del cerebro de un intelectual judío. Era por lo tanto lógico preguntarse cómo este "descubrimiento" freudiano corresponde a cualidades específicamente judías. La respuesta no era evidente, y requirió la lectura y el análisis de cientos de libros de toda clase para comprender que el asunto del incesto era punzante en la producción literaria del judaísmo, y que estaba lejos de ser un asunto puramente teórico. Las madres judías aman mucho a sus hijos, como es bien sabido, pero categóricamente el incesto, real o supuesto, está en el origen de una conocida enfermedad mental llamada "histeria", que, como por azar, llamó tempranamente la atención de Freud mientras él estaba desarrollando sus teorías.
A partir de allí, los paralelos entre judaísmo y la patología histérica fueron completamente naturales, y es muy sorprendente constatar que punto por punto el judaísmo se calca perfectamente con esta enfermedad: histrionismo, depresión, angustia permanente, paranoia, introspección, egocentrismo, amnesia, manipulación, mitomanía, ambivalencia identitaria, delirios proféticos, ambigüedad sexual, etcétera. Todo está allí. Freud, como un buen judío, simplemente proyectó los rasgos de una comunidad específica sobre el resto de la Humanidad. En realidad, no hay ningún "complejo de Edipo" del que hablar sino mejor dicho un "complejo de Israel". De hecho, los judíos no parecen realmente dispuestos a hablar del tema del incesto.
Por otra parte, todos los psiquiatras mencionan: La mujer histérica tanto quiere un niño de su padre o de su doctor que ella puede persuadirse de que ella está embarazada por uno de ellos y así desarrolla un "embarazo nervioso". O se constata que todos los escritores judíos usan el mismo término para referirse a la venida de su Mesías, a saber, el "alumbramiento" del Mesías. La comunidad judía entera, usted lo ha entendido, es "la esposa de Dios" (la Shejiná de los kabalistas) quien se supone que algún día dará a luz al Mesías, y así la totalidad de la judería en efecto sufre de un "embarazo nervioso" no muy distinto del que se encuentra en las mujeres histéricas.
Karl Kraus, el periodista judío austriaco que no estuvo de acuerdo con Freud, escribió sarcásticamente: "El psicoanálisis es la enfermedad mental que pretende ser el remedio". Pero la correcta y mejor fórmula puede ser declarada en once palabras: "El judaísmo es la enfermedad que el psicoanálisis ha pretendido curar".
La Revolución Sexual
Después de Freud vinieron otros pensadores judíos que elaboraron una simbiosis entre la doctrina freudiana y el marxismo. Wilhelm Reich primero y luego Herbert Marcuse: la revolución socialista debía ser también una revolución sexual. Según ellos había que destruir a la familia patriarcal y "liberar la sexualidad". Fueron sus teorías en gran parte las que inspiraron la revuelta estudiantil de Mayo del '68 en el curso de la cual los agitadores judíos (Geismar, Cohn-Bendit, Krivine, etc.) una vez más jugaron un rol crucial. Los años '70 vieron una nueva ola de freudo-marxismo, y mujeres judías estuvieron en la vanguardia (como Gisele Halimi y Elisabeth Badinter en Francia y Bella Abzug, Betty Friedan y Gloria Steinem en EE.UU.). Fue en esa época en que se aprobaron una serie de leyes inspiradas por los judíos, una tras otra, diseñadas para disolver la familia. En Francia, a la ley promovida por Neuwirth que legalizó la píldora anticonceptiva (1967) la sucedió el cuestionamiento de la autoridad del padre como jefe de familia (1970), luego el divorcio por consentimiento mutuo (1974) y la despenalización del aborto promovido por la "sobreviviente del Holocausto" Simone Veil (1975). Una gran ola de películas pornográficas acompañó a esta "liberación" desde los valores tradicionales de la familia. Aquí estamos obligados a notar que los productores y directores de cine judíos desempeñan un papel muy importante en la industria pornográfica (vea La Mafia Juive [La Mafia Judía], 400 páginas, 2008). Paralelo a esto, el concepto freudiano de la bisexualidad favoreció la aceptación de la homosexualidad.
Fin del extracto
Los judíos llevan a cabo campañas incesantes para culpar a todos los blancos por la esclavitud, cuando ellos fueron los primeros en traficar esclavos negros, para culpar a los "gentiles" por el colonialismo, cuando ellos son expertos en robar territorio, para culpar a los no-judíos por el saqueo al Tercer Mundo, cuando son las corporaciones judías quienes devastan y vacían al Tercer Mundo. Y repiten cientos de miles de veces la falacia de Auschwitz.
El objetivo judío es poner al adversario (toda la humanidad) a la defensiva, y conseguir ponerla de rodillas, no mediante la violencia (aunque la ejercen por sadismo), sino a través de la culpa. Esperan que, "cuando los Judíos sean los únicos que conservaron su fe y sus tradiciones", finalmente sen reconocidos como el pueblo elegido de Dios.
Su "misión" (y los Judíos utilizan con frecuencia el término "misión") es desarmar a los demás pueblos para disolver todo lo que no sea judío o no esté controlado por judíos, y para "moler" a las sociedades transformándolas en un "polvo" que servirá como base para la fabricación de una nueva identidad sin utilizar la fuerza, y por lo tanto luchan por una "paz" falsa "universal entre los pueblos" sin identidades "divisionistas". Una de las herramientas que promocionan continuamente con este fin es la droga (Hollywood, TV, Radios, Etc.)
Como su profeta Isaías dijo : "El lobo habitará con el cordero, y el tigre con el cabrito descansará, el león y el carnero vivirán juntos, y un niño pequeño los conducirá" ( Isaías 11 : 6-9 ) .
El Mesías, que "vendrá de Israel" y que esperan hace tres mil años, "se establecerá de nuevo en el reino de David" y "dará a los Judíos el imperio sobre la Tierra" . Algunos textos judíos lo describen y piden expresamente.
Los Judíos trabajan continuamente en esta campaña, en cualquier sociedad, con el fin de promover la unificación del mundo - y por lo tanto también para acelerar la llegada de su Mesías prometido y anhelado . La propaganda es una especialidad judía , y no es casualidad que los Judíos hayan cooptado todos los medios de comunicación.
En sus manos, los conceptos de "tolerancia " y "derechos humanos" se convirtieron en armas muy eficientes de culpabilidad contra los blancos, los judíos establecen acusaciones falsas e injustas contra las culturas de las mayorías. De hecho, no es gracias a los nombres judíos o la apariencia física judía como mejor podemos reconocer a lo Judíos, sino más bien observando lo que escriben y dicen donde quiera que estén en la tierra.
UNA MÁQUINA DE GUERRA CONTRA LA HUMANIDAD
De hecho, los únicos resultados tangibles de esta moral de presunta "liberación" fueron la desmoralización sistemática y la criminalización del hombre blanco o no judío, a quien se denunció sin evidencias incansablemente mediante el cine, la literatura y la historia (revisada por judíos) culpándolo de todos los males del planeta e incluso de la caída de Occidente.
El atractivo de igualitarismo - como se pretende por la judería - tiende a nivelar las diferencias étnicas y las identidades provocando una lenta y segura destrucción.
Yitzhak Attia , director de seminarios de lengua francesa en el Instituto del Holocausto (el holocuento judío) Yad Vashem en Tel Aviv , escribió en la revista Israel :
"Incluso si la razón nos dice, aún gritando con toda su fuerza, la absurdidad misma de esta confrontación entre el pequeño e insignificante pueblo de Israel [toda la judería mundial] y el resto de la Humanidad... tan absurda, tan incoherente y tan monstruosa como pueda parecer, estamos involucrados en una estrecha lucha entre Israel y las Naciones que no puede ser sino genocida y total porque lo que está en juego son nuestras respectivas identidades" ( Abril de 2003)
Ha leído bien: Entre el pueblo judío y el resto de la humanidad, la lucha sólo puede ser "genocida y total". La "paz" que Israel busca es el "genocidio" de los no-judíos, una orden de ejecución para toda la humanidad - a excepción aquellos a los que se les permita vivir como esclavos.
ato: Monsanto, una corporación judía, trabaja para aniquilar a la humanidad mientras los judíos se alimentan con comida "Kosher", diseñada sin químicos tóxicos para los judíos. La industria farmacéutica (bajo control judío) con sus vacunas y "medicamentos", al igual que Monsanto, trabaja para producir cáncer, infertilidad y muerte, mientras los judíos acuden a médicos naturistas ("de la colectividad").
El asunto es saber si la agresividad del judaísmo puede ser neutralizada, a fin de salvar a la Humanidad de sus males, males que son aún más graves que el marxismo, el fascismo, el psicoanálisis y la ideología sionista. Primeramente, debemos afrontar los hechos: Después de todos estos siglos de malentendido mutuo, el anti-judaísmo fracasó en resolver la "cuestión judía". El hecho es que los judíos se alimentan del odio que ellos mismos han suscitado entre los pueblos del mundo entero. Este odio, hay que saberlo, es indispensable para su supervivencia genética y espiritual. Esto ha permitido que ellos durante muchos siglos hasta ahora cierren filas dentro de su comunidad contra un enemigo externo, mientras que otras civilizaciones han desaparecido definitivamente.
Por su parte, los rabinos no ahorran ningún esfuerzo para asegurar a los judíos que la judeidad está escrita en sus genes, y que entonces hasta un judío renegado sigue siendo un judío, y que por lo tanto es absolutamente inútil intentar abandonar la comunidad-prisión judía. El judaísmo es en efecto una prisión. Pretender que un judío no puede jamás dejar de ser judío es trabajar a favor de la supervivencia de la judería.
¿Solución?
Al igual que los violadores, la enfermedad judía no tiene cura. De nada valdría "amarlos" y ponerlos entre nosotros para que "aprendan", pero tampoco odiarlos. Y por ello nuestra misión debe ser aislar a estos enfermos y ponerlos en cuarentena, fríamente, utilizando el sentido común y sin rencor. Los judíos deben estar en cárceles de alta seguridad donde no puedan dañar a nadie, nunca más, y si es posible debemos propiciar su extinción. ¿Somos como ellos por quererlo?, claro que no. Los judíos son enfermos pero también son criminales asesinos, y deben ser tratados como tales, juzgados penalmente, y sus nombres expuestos, tal y como sucede con los violadores.
Cualquier fuerza militar que demuestre simpatía por estos individuos deberá desmantelarse y sus miembros culpados de traición a la humanidad. Quienes deben liberarse de la prisión somos nosotros, los humanos "gentiles" y no las "victimas" judías.
Sólo así llegaremos a ser libres de este agarre, y, al mismo tiempo, a liberarse de la maldad en su interior que amenaza a toda la humanidad.
Camila Daitch
Celeste Fassbinder
BWN Argentina
El judaísmo es mucho más que una "religión", sin embargo, muchos Judíos se consideran "judíos" y ateos o agnósticos abiertos al mismo tiempo, y dicen no ser judíos absurdamente, cuando Judaísmo es una religión y no una raza. Sin embargo y partiendo de esta base, cabe señalar que hay otras características y aspectos muy importantes entre los judíos que "un ojo entrenado" puede reconocer.
Existen patrones característicos que pueden detectarse como resultado de una estricta observancia de la endogamia durante siglos. Los judíos (auto-proclamados religiosos o no) se ven a sí mismos como los "elegidos" por Dios, o por el Universo, y consideran el matrimonio fuera de la comunidad como algo malo, estrictamente, de manera consciente o subconsciente.
El judaísmo es esencialmente un proyecto político. Para los judíos es muy importante trabajar hacia el surgimiento de un mundo en "paz", una "paz" destinada a ser universal y permanente. Por lo tanto, no es una coincidencia que la palabra "paz" ( shalom en hebreo) sea hallada frecuentemente en el discurso judío a nivel mundial.
En "el mundo perfecto" (para ellos) que están construyendo, desaparecerían todos los conflictos entre las naciones. Esta es la razón por la cual los Judíos han militado incansablemente durante muchos años por la abolición de las fronteras (exceptuando las de Israel), la disolución de las identidades culturales (exceptuando al Talmud) y el establecimiento de un imperio global de la "paz".
Culpan a la existencia misma de las naciones independientes por la activación de guerras y caos, por lo que deben ser debilitadas y, finalmente sustituidas por un gobierno mundial, "un gobierno totalitario mundial", un "Nuevo Orden Mundial", una autoridad mundial gobernante única que permita reinar la felicidad y la prosperidad judía, bajo la dominación judía de la Tierra. [ Por supuesto que inician guerras siempre y cuando sirvan para lograr su objetivo sionista de control global ]
Encontramos esta idea más o menos desarrollada en los escritos de ciertos intelectuales marxistas —desde Karl Marx (que "escribió" El Capital mientras se hospedaba en la mansión Rothschild de Londres tras haber huido de la policía prusiana, un libro particularmente similar a Los Protocolos de Sion, escritos por Rothschild) al filósofo judío-francés Jacques Derrida— y también en el discurso de pensadores liberales como Karl Popper, Milton Friedman (que diseñó la dictadura chilena de Pinochet con sus "Chicago Boys"), Hayek y Alain Minc. La idea es unificar al mundo por todos los medios necesarios y generar conflictos a partir de las diferencias culturales. Es en esta perspectiva que los intelectuales judíos del mundo trabajan sin descanso. Tanto si ellos se llaman a sí mismos izquierdistas o derechistas, liberales o marxistas, creyentes o ateos, los judíos son los más fervientes propagandistas de la sociedad pluralista y el mestizaje universal.
Los miembros de la secta judía son las personas más proselitistas de la Tierra, pero a diferencia de los cristianos o musulmanes, cuyo sueño es convertir a todos los pueblos de todas las razas a su fe, los Judíos no tienen un plan para convertir al mundo a su propia fe, el judaísmo es sólo para ellos, quienes se auto-proclaman seres "superiores", los "elegidos por Dios", y es por esta razón que animan a otras culturas a renunciar a sus identidades y religiones (mientras ellos conservan las suyas) - y quieren que la humanidad viva únicamente para "tolerar".
Amnesia Selectiva y Fabulación
Extracto de La Psicopatología del Judaísmo
por Hervé Ryssen
Datos añadidos: Celeste Fassbinder
Muchos judíos, como sabemos, desempeñaron un papel absolutamente enorme en la tragedia soviética de 1917-1991 y los treinta millones de muertes que marcaron este predominio. Recordemos que Karl Marx nació en una familia judía y que Lenin mismo tenía un abuelo materno judío, que León Trotsky, el jefe del Ejército Rojo, era un judío apellidado Bronstein, mientras que Kamenev (Rosenfeld) y Zinoviev (Apfelbaum) administraban las dos capitales, Moscú y San Petersburgo. Pero la lista de judíos que descollaron en los crímenes del comunismo es interminable. Debe ser dicho y debe ser repetido: los ideólogos judíos, los funcionarios judíos y los torturadores judíos cargaron con una responsabilidad muy pesada en esta tragedia.
Dato Importante: Stalin y Hitler fueron judíos Rothschilds. Izquierda, derecha, la falsa dicotomía ideológica implantada como única. Dos caras del Sionismo y el totalitarismo. Evidencias: Stalin y Hitler fueron Rothschilds.
1- Hitler fue un Rothschild
2 -Stalin fue un Rothschild
Esta indiscutible culpa judía en los gigantescos crímenes del bolchevismo está siendo ahora sistemáticamente pasada en silencio. En el libro de 2002 de Alexander Solzhenitsyn "Dos Siglos Juntos", el premio Nóbel y veterano durante 11 años del gulag bolchevique expresa su indignación porque los intelectuales judíos rechazan aún reconocer su responsabilidad étnica en la masacre de millones de cristianos. Solzhenitsyn también denuncia a los judíos modernos que se hacen pasar por víctimas de un gobierno bolchevique "anti-semítico" cuando aquel gobierno era de hecho excesivamente judío y los judíos estaban entre los peores criminales.
Esta amnesia selectiva es necesaria para un pueblo que incesantemente proclama su "inocencia" cueste lo que cueste, como con regularidad podemos constatar en sus escritos, y como se puede leer, por ejemplo, en un editorial de la revista Israel de Abril de 2003, "la primera revista mensual israelí en lengua francesa", escrito bajo el nombre de un tal André Darmon. Él escribió: "Matar a un judío o a un niño hace llorar a Dios, pues estamos exterminando al portador de la ética universal y la inocencia". ¡Nada menos!.
En consecuencia, es un hecho inconcebible el que los judíos puedan haber tenido responsabilidades frente a cualquier atrocidad. Los judíos son sólo víctimas, sólo "chivos expiatorios" en un mundo malvado y hostil. Pero muy pronto, se nos asegura, todo se arreglará: el Mesías castigará a los "malos" y restaurará a los hijos de Israel a sus derechos plenos.
En este mismo editorial de la revista Israel, un cierto Frédéric Stroussi mintió diciendo que el gobierno nacionalsocialista fue peor que el régimen de Stalin. Sobre este tema los ejemplos no faltan, y la Segunda Guerra Mundial ciertamente ha contribuido a nutrir la fértil imaginación de los hijos de Israel.
Leer: El Holocuento Judío
A menos, evidentemente, que esta imaginación sea una vez más una manifestación del propio síndrome de "proyección" de los judíos, es decir, acusar sistemáticamente a otros por los propios crímenes. Sabemos de hecho —aunque los medios nunca hablen de ello— que muchos judíos y sus rabinos están implicados en escándalos criminales de pedofilia (vea Le Fanatisme Juif, 2007). Y el asesinato de niños parecería ser más una especialidad judía que una característica del espíritu de los SS. Las revelaciones de Ariel Toaff, profesor de la Universidad Bar Eilan en Israel —hijo del antiguo Gran Rabino de Roma— confirmaron en Febrero de 2007 en su obra Blood Passover [Pascua de Sangre], la práctica del asesinato ritual entre algunos judíos ashkenazi [aquí está el libro en inglés].
Extracto de La Psicopatología del Judaísmo
por Hervé Ryssen
Es así que los judíos —todos los judíos— con toda su fuerza promueven la inmigración de color en cada país en el que ellos están localizados, no sólo porque la sociedad multicultural corresponde a su objetivo político fundamental, sino también porque la dislocación de la identidad nacional en cada nación y la presencia masiva de inmigrantes protegen a los judíos ante cualquier eventual estallido nacionalista contra el poder que ellos puedan adquirir sobre las finanzas, la política y los medios de comunicación. Todos los intelectuales judíos, sin ninguna excepción, están enfocados en este asunto de construír la "sociedad pluralista" y para esto ellos practican una constante "vigilancia anti-racista". En Francia, escritores y periodistas influyentes como Bernard-Henri Lévy, Jacques Attali, Jean Daniel, Guy Sorman y Guy Konopnicki concuerdan en este punto a pesar de sus divergencias políticas en otras áreas. Esta obsesión, que es muy característica del judaísmo, también se manifiesta naturalmente en las películas, donde los productores y directores judíos son numerosos e influyentes: tan pronto como una película comienza a defender y promover el mestizaje, la "tolerancia" y la sociedad plural, podemos estar seguros de que el productor de ella es judío.
Ahora podemos entender mejor por qué los antiguos comunistas de los años '70 no tuvieron muchas dificultades para convertirse en la derecha liberal. Ellos se han cambiado simplemente a una estrategia diferente para conseguir el mismo objetivo: el gobierno ejercido por judíos racialmente puros sobre una sociedad racialmente mezclada.
El hecho es que después de que la segunda intifada palestina comenzó en Octubre de 2000, los judíos en Francia y en el resto del mundo occidental han comprendido que en lo sucesivo el peligro para sus intereses y su proyecto provendrá principalmente del Islam y de inmigrantes africanos jóvenes del Maghreb. Su objetivo es reforzar la moderna sociedad multirracial, que ellos han contribuído tanto a establecer en nuestro país, Francia. Pero este mosaico ahora amenaza con romperse en comunidades separadas, y esto los judíos no lo quieren. Ellos no quieren ninguna identidad separada ni separatividad en absoluto, excepto una identidad y una separatividad judía. Los antiguos marxistas en Francia como Alexandre Adler, André Glucksmann y Pascal Bruckner de este modo apoyan hoy día, junto con Alain Finkielkraut, a la derecha dura pro-estadounidense y pro-sionista. Y a pesar de todo, ellos no se han convertido en patriotas franceses. Ellos reaccionan sólo en función de los intereses exclusivos de la judería.
Se supone que debemos entender que los sufrimientos de los judíos no pueden ser comparados a los de nadie más. Como consecuencia, se supone que nosotros debemos indignarnos tanto como ellos cuando un historiador como Stephane Courtois afirma (en el prefacio de su Libro Negro del Comunismo): "La muerte de un niño ucraniano de origen Kulak [de la clase agricultora independiente], deliberadamente obligado a pasar hambre hasta morir por el gobierno stalinista, es tan significativa como la muerte de un niño judío en el ghetto de Varsovia". Estas simples palabras fueron bastante para provocar la ira de ese Frédéric Stroussi quien declara que él estaba "estupefacto" por tal afrenta. Tal comentario, según él, era ni más ni menos que "abyecto" y representaba un "ataque obsceno" contra Israel: "¿Qué tiene que hacer esta comparación aquí?", él escribe. "¿Por qué tenemos que usar el martirio de un niño judío para transmitir este rumor subyacente, falso y odioso de que los judíos eclipsan a todas las otras víctimas del totalitarismo y monopolizan toda la atención sobre ellos?".
El autor del artículo, como podemos notar, reacciona de un modo indignado y totalmente desproporcionado frente a las modestas y ciertamente justificadas afirmaciones del juicioso historiador Stephane Courtois. Stroussi demuestra aquí la "gran intolerancia a la frustración" que es tan característica de los intelectuales judíos. Tales reacciones no son evidentemente "normales".
Notamos aquí que la revista Israel es una revista mensual destinada a la comunidad judía y que, por consiguiente, uno puede difícilmente acusar a Frédéric Stroussi de mentir a lectores goyim, o de esconderles la verdadera naturaleza del bolchevismo y la supuesta maligna crueldad de los soldados SS. Su discurso aquí no corresponde a ninguna falsa dialéctica, como los llamados "anti-semitas" podrían pretender, sino que aquí está reflejando la esencia misma del alma judía. El nazismo agresivo proviene de este fracaso para entender la identidad judía y sólo ve la "perfidia" deliberada donde hay en realidad una angustia existencial generada por un desarreglo de orden psíquico.
Dato: El termino "Anti-Semita" utilizado por los judíos para difamar a sus críticos es aplicable a Israel, que asesina semitas a diario. Palestina es semita y el 80% del mundo árabe (enemigo de Israel).
Un Pueblo Histérico
Los judíos nunca se atrevieron a acercar el "espejo transparente" —si se puede decir— ofrecido a ellos por el psicoanálisis freudiano, un prisma a través del cual ellos afirman ver a toda la Humanidad, pero que, en un análisis más cercano, arroja mucha más luz sobre la neurosis específica del judaísmo. El psicoanálisis, como el marxismo, es en efecto una "ciencia" judía y un producto del cerebro de un intelectual judío. Era por lo tanto lógico preguntarse cómo este "descubrimiento" freudiano corresponde a cualidades específicamente judías. La respuesta no era evidente, y requirió la lectura y el análisis de cientos de libros de toda clase para comprender que el asunto del incesto era punzante en la producción literaria del judaísmo, y que estaba lejos de ser un asunto puramente teórico. Las madres judías aman mucho a sus hijos, como es bien sabido, pero categóricamente el incesto, real o supuesto, está en el origen de una conocida enfermedad mental llamada "histeria", que, como por azar, llamó tempranamente la atención de Freud mientras él estaba desarrollando sus teorías.
A partir de allí, los paralelos entre judaísmo y la patología histérica fueron completamente naturales, y es muy sorprendente constatar que punto por punto el judaísmo se calca perfectamente con esta enfermedad: histrionismo, depresión, angustia permanente, paranoia, introspección, egocentrismo, amnesia, manipulación, mitomanía, ambivalencia identitaria, delirios proféticos, ambigüedad sexual, etcétera. Todo está allí. Freud, como un buen judío, simplemente proyectó los rasgos de una comunidad específica sobre el resto de la Humanidad. En realidad, no hay ningún "complejo de Edipo" del que hablar sino mejor dicho un "complejo de Israel". De hecho, los judíos no parecen realmente dispuestos a hablar del tema del incesto.
Por otra parte, todos los psiquiatras mencionan: La mujer histérica tanto quiere un niño de su padre o de su doctor que ella puede persuadirse de que ella está embarazada por uno de ellos y así desarrolla un "embarazo nervioso". O se constata que todos los escritores judíos usan el mismo término para referirse a la venida de su Mesías, a saber, el "alumbramiento" del Mesías. La comunidad judía entera, usted lo ha entendido, es "la esposa de Dios" (la Shejiná de los kabalistas) quien se supone que algún día dará a luz al Mesías, y así la totalidad de la judería en efecto sufre de un "embarazo nervioso" no muy distinto del que se encuentra en las mujeres histéricas.
Karl Kraus, el periodista judío austriaco que no estuvo de acuerdo con Freud, escribió sarcásticamente: "El psicoanálisis es la enfermedad mental que pretende ser el remedio". Pero la correcta y mejor fórmula puede ser declarada en once palabras: "El judaísmo es la enfermedad que el psicoanálisis ha pretendido curar".
La Revolución Sexual
Después de Freud vinieron otros pensadores judíos que elaboraron una simbiosis entre la doctrina freudiana y el marxismo. Wilhelm Reich primero y luego Herbert Marcuse: la revolución socialista debía ser también una revolución sexual. Según ellos había que destruir a la familia patriarcal y "liberar la sexualidad". Fueron sus teorías en gran parte las que inspiraron la revuelta estudiantil de Mayo del '68 en el curso de la cual los agitadores judíos (Geismar, Cohn-Bendit, Krivine, etc.) una vez más jugaron un rol crucial. Los años '70 vieron una nueva ola de freudo-marxismo, y mujeres judías estuvieron en la vanguardia (como Gisele Halimi y Elisabeth Badinter en Francia y Bella Abzug, Betty Friedan y Gloria Steinem en EE.UU.). Fue en esa época en que se aprobaron una serie de leyes inspiradas por los judíos, una tras otra, diseñadas para disolver la familia. En Francia, a la ley promovida por Neuwirth que legalizó la píldora anticonceptiva (1967) la sucedió el cuestionamiento de la autoridad del padre como jefe de familia (1970), luego el divorcio por consentimiento mutuo (1974) y la despenalización del aborto promovido por la "sobreviviente del Holocausto" Simone Veil (1975). Una gran ola de películas pornográficas acompañó a esta "liberación" desde los valores tradicionales de la familia. Aquí estamos obligados a notar que los productores y directores de cine judíos desempeñan un papel muy importante en la industria pornográfica (vea La Mafia Juive [La Mafia Judía], 400 páginas, 2008). Paralelo a esto, el concepto freudiano de la bisexualidad favoreció la aceptación de la homosexualidad.
Fin del extracto
Los judíos llevan a cabo campañas incesantes para culpar a todos los blancos por la esclavitud, cuando ellos fueron los primeros en traficar esclavos negros, para culpar a los "gentiles" por el colonialismo, cuando ellos son expertos en robar territorio, para culpar a los no-judíos por el saqueo al Tercer Mundo, cuando son las corporaciones judías quienes devastan y vacían al Tercer Mundo. Y repiten cientos de miles de veces la falacia de Auschwitz.
El objetivo judío es poner al adversario (toda la humanidad) a la defensiva, y conseguir ponerla de rodillas, no mediante la violencia (aunque la ejercen por sadismo), sino a través de la culpa. Esperan que, "cuando los Judíos sean los únicos que conservaron su fe y sus tradiciones", finalmente sen reconocidos como el pueblo elegido de Dios.
Su "misión" (y los Judíos utilizan con frecuencia el término "misión") es desarmar a los demás pueblos para disolver todo lo que no sea judío o no esté controlado por judíos, y para "moler" a las sociedades transformándolas en un "polvo" que servirá como base para la fabricación de una nueva identidad sin utilizar la fuerza, y por lo tanto luchan por una "paz" falsa "universal entre los pueblos" sin identidades "divisionistas". Una de las herramientas que promocionan continuamente con este fin es la droga (Hollywood, TV, Radios, Etc.)
Como su profeta Isaías dijo : "El lobo habitará con el cordero, y el tigre con el cabrito descansará, el león y el carnero vivirán juntos, y un niño pequeño los conducirá" ( Isaías 11 : 6-9 ) .
El Mesías, que "vendrá de Israel" y que esperan hace tres mil años, "se establecerá de nuevo en el reino de David" y "dará a los Judíos el imperio sobre la Tierra" . Algunos textos judíos lo describen y piden expresamente.
Los Judíos trabajan continuamente en esta campaña, en cualquier sociedad, con el fin de promover la unificación del mundo - y por lo tanto también para acelerar la llegada de su Mesías prometido y anhelado . La propaganda es una especialidad judía , y no es casualidad que los Judíos hayan cooptado todos los medios de comunicación.
En sus manos, los conceptos de "tolerancia " y "derechos humanos" se convirtieron en armas muy eficientes de culpabilidad contra los blancos, los judíos establecen acusaciones falsas e injustas contra las culturas de las mayorías. De hecho, no es gracias a los nombres judíos o la apariencia física judía como mejor podemos reconocer a lo Judíos, sino más bien observando lo que escriben y dicen donde quiera que estén en la tierra.
UNA MÁQUINA DE GUERRA CONTRA LA HUMANIDAD
De hecho, los únicos resultados tangibles de esta moral de presunta "liberación" fueron la desmoralización sistemática y la criminalización del hombre blanco o no judío, a quien se denunció sin evidencias incansablemente mediante el cine, la literatura y la historia (revisada por judíos) culpándolo de todos los males del planeta e incluso de la caída de Occidente.
El atractivo de igualitarismo - como se pretende por la judería - tiende a nivelar las diferencias étnicas y las identidades provocando una lenta y segura destrucción.
Yitzhak Attia , director de seminarios de lengua francesa en el Instituto del Holocausto (el holocuento judío) Yad Vashem en Tel Aviv , escribió en la revista Israel :
"Incluso si la razón nos dice, aún gritando con toda su fuerza, la absurdidad misma de esta confrontación entre el pequeño e insignificante pueblo de Israel [toda la judería mundial] y el resto de la Humanidad... tan absurda, tan incoherente y tan monstruosa como pueda parecer, estamos involucrados en una estrecha lucha entre Israel y las Naciones que no puede ser sino genocida y total porque lo que está en juego son nuestras respectivas identidades" ( Abril de 2003)
Ha leído bien: Entre el pueblo judío y el resto de la humanidad, la lucha sólo puede ser "genocida y total". La "paz" que Israel busca es el "genocidio" de los no-judíos, una orden de ejecución para toda la humanidad - a excepción aquellos a los que se les permita vivir como esclavos.
ato: Monsanto, una corporación judía, trabaja para aniquilar a la humanidad mientras los judíos se alimentan con comida "Kosher", diseñada sin químicos tóxicos para los judíos. La industria farmacéutica (bajo control judío) con sus vacunas y "medicamentos", al igual que Monsanto, trabaja para producir cáncer, infertilidad y muerte, mientras los judíos acuden a médicos naturistas ("de la colectividad").
El asunto es saber si la agresividad del judaísmo puede ser neutralizada, a fin de salvar a la Humanidad de sus males, males que son aún más graves que el marxismo, el fascismo, el psicoanálisis y la ideología sionista. Primeramente, debemos afrontar los hechos: Después de todos estos siglos de malentendido mutuo, el anti-judaísmo fracasó en resolver la "cuestión judía". El hecho es que los judíos se alimentan del odio que ellos mismos han suscitado entre los pueblos del mundo entero. Este odio, hay que saberlo, es indispensable para su supervivencia genética y espiritual. Esto ha permitido que ellos durante muchos siglos hasta ahora cierren filas dentro de su comunidad contra un enemigo externo, mientras que otras civilizaciones han desaparecido definitivamente.
Por su parte, los rabinos no ahorran ningún esfuerzo para asegurar a los judíos que la judeidad está escrita en sus genes, y que entonces hasta un judío renegado sigue siendo un judío, y que por lo tanto es absolutamente inútil intentar abandonar la comunidad-prisión judía. El judaísmo es en efecto una prisión. Pretender que un judío no puede jamás dejar de ser judío es trabajar a favor de la supervivencia de la judería.
¿Solución?
Al igual que los violadores, la enfermedad judía no tiene cura. De nada valdría "amarlos" y ponerlos entre nosotros para que "aprendan", pero tampoco odiarlos. Y por ello nuestra misión debe ser aislar a estos enfermos y ponerlos en cuarentena, fríamente, utilizando el sentido común y sin rencor. Los judíos deben estar en cárceles de alta seguridad donde no puedan dañar a nadie, nunca más, y si es posible debemos propiciar su extinción. ¿Somos como ellos por quererlo?, claro que no. Los judíos son enfermos pero también son criminales asesinos, y deben ser tratados como tales, juzgados penalmente, y sus nombres expuestos, tal y como sucede con los violadores.
Cualquier fuerza militar que demuestre simpatía por estos individuos deberá desmantelarse y sus miembros culpados de traición a la humanidad. Quienes deben liberarse de la prisión somos nosotros, los humanos "gentiles" y no las "victimas" judías.
Sólo así llegaremos a ser libres de este agarre, y, al mismo tiempo, a liberarse de la maldad en su interior que amenaza a toda la humanidad.
Camila Daitch
Celeste Fassbinder
BWN Argentina