domingo, 27 de octubre de 2013

DIGITALES DE IZQUIERDA SE LANZAN DE NUEVO A DENIGRAR A LAS VICTIMAS

La miseria moral del periodismo progre contra la manifestación de las víctimas

Sab 26·10·2013 · 17:49h 9

Lo que veis sobre estas líneas lo publicó ayer en su cuenta de Twitter el conocido tertuliano y propagandista del PSOE Enric Sopena. Por lo visto, no basta con que a las víctimas les asesinen a un ser querido, les mutilen y les destrocen la vida. Si protestan cuando un tribunal europeo beneficia a los asesinos, además son “fascistas”, la misma falsa acusación contra las víctimas con la que a menudo los terroristas han justificado sus crímenes.
Sopena ya fue condenado por publicar noticias falsas para difamar a Alcaraz
No es la primera vez que desde la izquierda se dirigen infamias contra las víctimas del terrorismo que se niegan a aceptar las componendas entre ciertos políticos y los terroristas ni sus efectos judiciales. En 2008 Sopena y su diario digital, El Plural, ya fueron condenados por publicar información falsa para difamar a la AVT y a su entonces presidente, Francisco José Alcaraz. En 2010 la Audiencia Provincial de Jaén confirmó la condena ante el recurso presentado por Sopena, y en julio de 2012 hizo lo mismo el Tribunal Supremo. Después de esas tres condenas Sopena aún tuvo la desfachatez de invocar su libertad de expresión, presentándose él como la víctima. Para colmo, y a pesar de estar obligado a ello, más de un año después sigue sin estar publicada la sentencia en su web.
El digital de Ignacio Escolar se pone a lanzar basura contra la AVT
El intento de medios de izquierdas de desprestigiar a las víctimas que critican los pactos con ETA no se limita a Sopena y su panfleto digital. Anteayer el diario que dirige Ignacio Escolar publicaba esta viñeta de Manel Fontdevila demonizando a las víctimas:
Además de tachar de “venganza” las peticiones de las víctimas de que se haga justicia -significativamente, en un comunicado difundido el 9 de julio de 2012 fue ETA la que acusó a los grupos de víctimas de ser “asociaciones sedientas de venganza”-, se presenta a una furiosa “AVT” (siglas de la Asociación de Víctimas del Terrorismo) a la que se califica como “monstruo”, como si lo monstruoso fuesen las víctimas del terror de ETA que reclaman justicia, y no quienes han estado apoyando que el gobierno negocie el cumplimiento de la ley con los terroristas. Ante la avalancha de críticas recibidas por la publicación de esa viñeta, Escolar se limitaba a encasillar en la “ultraderecha” a quienes se han indignado ante ese intento de denigrar a las víctimas:
Pero por si no bastase con lo visto, en el mismo digital de Escolar se publicaba ayer un artículo acusando a la AVT de conspirar contra la democracia:
Medios de izquierda denigrando a las víctimas de terroristas de izquierda
Ya sé que esto puede parecer una obviedad, pero tal vez por ello no se plantea tan a menudo como debería la siguiente pregunta: ¿veríamos basura como ésta si ETA no fuese una banda que se declara socialista y de izquierdas? Se trata de coordenadas ideológicas que -al menos nominalmente- son las mismas que las de ciertos medios que han decidido hacer con las víctimas de esa organización criminal lo que no se les ocurriría hacer ni borrachos con las víctimas de violaciones, de maltratos, de atropellos o del franquismo. Desgraciadamente llevamos años comprobando que si te pega un tiro en la nuca una banda de ultraizquierda, para cierta izquierda te mereces menos respeto -o incluso ninguno- que si te mata un ladrón en un atraco. Y esa izquierda aún tiene la jeta de repartir carnets de demócrata.
P.D.: y ya que esto va de periodismo progre, otra más, ésta del periodismo progre de derechas: Federico Quevedo se une a la ola de insultos contra las víctimas: dice que “quieren que ETA siga viva”, afirma que la AVT es una organización “nacida de las entrañas del resentimiento” y habla del “amargo sabor del cáliz del odio que beben cada vez que respiran”, según él, las víctimas. Hace falta ser miserable. Esas infamias se las podrían publicar en el diario Gara sin tocar ni una coma.