Mirando pasar los hechos
UN BARULLO BÁRBARO
“La malvinización del
Papa”, se titula la nota del presidente del Partido
Liberal Libertario (“La Nación”, 8 de
octubre de 2013). Una sorprendente subida del umbral económico a las alturas
teologales, cuya ponderación exige ciertas precisiones.
En primer lugar, no cabe la menor duda que el
autor es ultra liberal, como su cargo ya lo indica. En segundo término,
confirma al modo borgeano, que los liberales-liberales no son ni sabios ni
indoctos… Una lástima, más bien, por el desperdicio de múltiples conocimientos
y agudezas malogradas, a consecuencia de los barullos intrínsecos del
relativismo. De lo cual este mismo caso vale para ejemplo. Al empezar alertando
con gesto tradicionalista, sobre un preocupante acercamiento a la teología de
la Liberación… Para declinar luego, envolviendo al fervor patriótico tradicional
en el término “malvinización”, como
un fanatismo típicamente argentino. Modalidad que revive ahora ante el nuevo
Papa Francisco, con “el alarido (sic)
¡Argentina! ¡Argentina!”
Todo ello en un cóctel, mezcla de memorias
especiosas con rebanadas anticlericales a la antigua. Junto a importantes
críticas sobre la “teología de la liberación”… pero con el efecto contrario del
ingrediente malogrado en la masa indigerible. No faltando las referencias
tangenciales —embebidas de leyendas negras— a “las bellaquerías contra los judíos, la salvaje «guerra santa», la
Inquisición y las Cruzadas”. Todo lo cual llevaría a exclamar: ¡Liberal a
tus barullos! al modo de Apeles con su zapatero. Porque el presidente del
Partido Liberal Libertario, émulo del botinero helénico, saliendo de lo propio
ya ha armado un barullo bárbaro.
Casimiro
Conasco
Octubre de 2013