ARTICULO 1
José Antonio Primo de Rivera - El Hombre
José Antonio Primo de Rivera - El Hombre
Pocos hombres,
con tan sólo un puñado de años de actividad política,
han dejado huellas tan indelebles en la vida de un país como José
Antonio.
Pese a eso hoy, a casi 70 años de su muerte, su vida y obra son casi desconocidas para la gran mayoría, así como también se desconoce a la misma Falange Española, de la que fue su fundador y líder.
Pese a eso hoy, a casi 70 años de su muerte, su vida y obra son casi desconocidas para la gran mayoría, así como también se desconoce a la misma Falange Española, de la que fue su fundador y líder.
Su vida está asociada a su amor por España. A su juventud. A
la trágica Guerra Civil. A su trágica muerte. A su permanencia
en los corazones de millones de españoles. A un gobierno que tomó
su nombre y su leyenda, y pocas de sus ideas. A su posterior descalificación.
José Antonio nace en Madrid en 1903 en el seno de una familia acomodada.
Allí mismo se recibe de abogado. Tiene cierta participación política
universitaria, pero luego ejerce su profesión hasta 1930 cuando, tras
la muerte de su padre Miguel (Nota
1), hace su aparición en la vida politica del país. Participa
en algunos grupos monárquicos (UMN), a los cuales deja por no prosperar
sus ideas renovadoras. Poco tiempo después funda Falange Española,
cuya actividad política empieza el 29 de octubre de 1933 con un acto
en Madrid. El 13 de febrero de 1934 Falange se une con otra agrupación
denominada JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), con lo cual el nuevo
movimiento, que lidera José Antonio, pasa a llamarse FE de las JONS.
España vive en esos momentos su Segunda República. Sufre una
endémica lucha de izquierdas y derechas. De centralismo y regionalismos.
De cambios de mano entre gobiernos inconducentes y de un futuro que se asoma
borrascoso y sangriento.
¿Cómo se define José Antonio ante ese panorama?
Su amor por una España indivisible, su patriotismo, su fe Cristiana,
lo harían aparecer cerca de las derechas.
Su lucha por la Justicia Social, cerca de las izquierdas.
Pero José Antonio expresaba una pensamiento superador. Se podría
decir que tomaba lo mejor de ambos mundos y lo fundía bajo su sesgo particular.
Su palabra nos aclara las dudas:
"El ser derechista, como el ser izquierdista, supone siempre expulsar
del alma la mitad de lo que hay que sentir."
"Las derechas, sí, invocan a la Patria, invocan a las tradiciones;
pero son insolidarias con el hambre del pueblo, insolidarias con la tristeza
de esos campesinos que aquí, en Andalucía, y en Extremadura y
en León, siguen viviendo como se vivía hace 500 años, siguen
viviendo como desde la creación del mundo viven algunas bestias. Y esto
no puede ser así"
"El socialismo, contrafigura del capitalismo, supo hacer su crítica,
pero no ofreció el remedio, porque prescindió artificialmente
de toda estimación del hombre como valor espitirual; así, en Rusia,
inhumanamente, no se ha pasado aún del capitalismo de Estado, y es cada
día menos probable que se llegue al comunismo".
La posición de José Antonio y la FE de las JONS previa a la guerra
civil puede ser calificada de peligrosa. Las izquierdas le declaran un odio
mortal, y las derechas lo miran con desconfianza.
El 14 de febrero de 1936 José Antonio y otros líderes de FE son
encarcelados y el movimiento declarado ilegal y reprimido violentamente, lo
que causa su reacción. Las luchas callejeras se hacen cotidianas. Por
diversos motivos, siempre se encuentra un motivo para que José Antonio
permanezca en prisión. El levantamiento militar del 18 de julio de 1936
ahí lo encuentra y en la cárcel se lo deja incomunicado. Se ofrece
de mediador entre ambos bandos pero no obtiene respuestas, sin embargo sus camaradas
se incorporan en masa al alzamiento encabezado por los generales Mola y Franco.
Los intentos por liberarlo, inclusive algunos originados en la izquierda, fracasan.
El 17 de noviembre de 1936 se lo juzga en la cárcel de Alicante, junto
a su hermano Miguel y su cuñada Margot, bajo la acusación de "rebelión
militar". Emprende la defensa de los tres, siendo él condenado a
muerte y los restantes a otra penas. Las gestiones de los gobiernos francés,
británico y argentino por salvarlo fracasan. Es fusilado el 20 de noviembre
de 1936 en plena guerra civil, con sólo 33 años. Sus restos descansan
actualmente en el Valle de los Caídos, cerca de Madrid.
Es unánime la opinión que todo el proceso de la guerra civil
y su postguerra hubieran sido diferentes con al presencia de José Antonio.
Esta opinión terminó siendo compartida incluso por sus enemigos.
Por ejemplo, el anarquista Abad de Santillán escribió: "Los
españoles de esta talla, los patriotas como él, no son peligrosos,
y no se han de considerar enemigos. ¡Como habría cambiado el destino
de España sí hubiera sido posible un acuerdo entre nosotros como
deseaba Primo de Rivera!"
Esta semblanza contiene tres escritos, correspondientes a tres momentos muy
diferentes de la corta y vertiginosa vida política de José Antonio
Primo de Rivera.
El primero es el dicurso fundacional de la Falange Española, pronunciado
en el Teatro de la Comedia de Madrid, el día 29 de octubre de 1933.
A la Segunda República española se la puede dividir en tres etapas:
el bienio izquierdista (1931/3), el bienio de centro-derecha (1934/5), y el
período del Frente Popular (Enero/Julio 1936). En el momento en que José
Antonio pronuncia su discurso fundacional, el primero de los bienios mencionados
se aproxima a su fin. El 12 de septiembre, el gobierno de Azaña (Miguel
Azaña, segundo y último presidente efectivo de la Segunda República)
será sustituido por el de Alejandro Lerroux.
El segundo escrito de esta semblanza corresponde a un discurso de Mayo de 1935.
Da cuenta de un año y medio de existencia de Falange y en él José
Antonio hace referencia a un hecho ocurrido cuatro años antes: la revolución
española del 14 de julio de 1931 cuando, ante el resultado adverso de
las candidaturas monárquicas en las elecciones municipales, Alfonso XIII
abandonó España y se proclamó la Segunda República.
El tercero, no es un discurso sino un alegato. Lo pronunció, como abogado
y defendiéndose a si mismo, durante el juicio celebrado en la cárcel
de Alicante el 17 de noviembre de 1936, ante el tribunal que terminaría
condenándolo a muerte y fusilándolo.
Como Anexo, se incluyen, además, los Puntos Programáticos de
Falange Española.