Bienaventuranzas del Político
Del Siervo de Dios, cardenal vietnamita Francisco Javier Nguyên Van Thuân (1)
“Bienaventurado el político cuya persona refleja la credibilidad. En
nuestros días, los escándalos en el mundo de la política… se multiplican
haciendo perder credibilidad a sus protagonistas. Para cambiar esta
situación, es necesaria una respuesta fuerte, una respuesta que implique
reforma y purificación a fin de rehabilitar la figura del político”
b) “Bienaventurado el político que trabaja por el bien común y no por
su propio interés. Para vivir esta bienaventuranza, que el político
mire su conciencia y se pregunte: ¿estoy trabajando para el pueblo o
para mí? ¿Estoy trabajando por la patria, por la cultura? ¿Estoy
trabajando para honrar la moralidad? ¿Estoy trabajando por la
humanidad?”.
c) “Bienaventurado el político que se mantiene fielmente coherente,
con una coherencia constante entre su fe y su vida de persona
comprometida en política; con una coherencia firme entre sus palabras y
sus acciones; con una coherencia que honra y respeta las promesas
electorales”
d) “Bienaventurado el político que realiza la unidad y, haciendo a Jesús punto de apoyo de aquélla, la defiende”
e) “Bienaventurado el político que está comprometido en la
realización de un cambio radical, y lo hace luchando contra la
perversión intelectual; lo hace sin llamar bueno a lo que es malo; no
relega la religión a lo privado; establece las prioridades de sus
elecciones basándose en su fe; tiene una Carta Magna: el Evangelio”
f) “Bienaventurado el político que sabe escuchar, que sabe escuchar
al pueblo, antes, durante y después de las elecciones; que sabe escuchar
la propia conciencia; que sabe escuchar a Dios en la oración. Su
actividad brindará certeza, seguridad y eficacia”
g) “Bienaventurado el político que no tiene miedo. Que no tiene
miedo, ante todo, de la verdad: “¡la verdad –dice Juan Pablo II– no
necesita de votos!”. Es de sí mismo, más bien, de quien deberá tener
miedo. El vigésimo presidente de los Estados Unidos, James Garfield,
solía decir: “Garfield tiene miedo de Garfield”. Que no tema, el
político, los medios de comunicación. ¡En el momento del juicio él
tendrá que responder a Dios, no a los medios!”
* * *
1. Francisco Javier Nguyên Van Thuân fue nombredo por Pablo VI
arzobispo coadjuntor de Saigón, pero a los pocos meses, con la llegada
del régimen comunista al poder de Vietnam, fue arrestado. Pasó 13 años
en la cárcel, 9 de ellos en régimen de aislamiento. En 1988 fue liberado
y puesto bajo régimen de arresto domiciliario en Hanoi, sin
permitírsele regresar a su sede diocesana. En 1991 se le autorizó ir de
visita a Roma pero no se le permitió el regreso. Desde entonces vivió
exiliado en esa ciudad.