Una nota en el importante Diario nacional, que reconoce explícitamente
recién ahora, un tema del que tantas veces se ocupó ENFOQUES POSITIVOS
Lanata: ¿Ahora converso …?
Los lectores de este Portal no necesitan que se les diga que desde hoy, hacia atrás, y por más de diez años, en sus páginas se ha venido hablando de la verdad de lo sucedido en la Argentina en las últimas décadas. No es que se tenga el patrimonio exclusivo de esa verdad, sencillamente se ha transcripto lo que realmente sucedió y que todos los testigos vivos de esos hechos, podrían hoy confirmar, si no tuvieran algún compromiso con quienes deliberadamente han distorsionado esa realidad.
JORGE LANATA recién ahora, y desde otra posición muy distinta a la que asumió, o mantuvo durante los primeros años del kirchnerismo, admite los hechos, directa o indirectamente, que más abajo se transcriben. Y ni hablar de CLARÍN. Con sólo recordar que también por un espacio de tiempo prolongado este grupo de Medios fue socio de NÉSTOR KIRCHNER en operaciones políticas y empresariales, con eso basta, y sobra.
El último Sábado, en la columna que para esos días de la semana utiliza JORGE LANATA en dicho Diario, esta vez fue “más allá”, y se animó a adelantar un paso en su promocionado cambio de concepto mostrado por este Periodista en los últimos tiempos. Felizmente que haya sido así, podría agregarse.
La difusión de datos no coincidentes con la verdad, situación motivada por falta de información, o por un puntual interés en exponer datos falsos, por odio o resentimiento, o lo que fuere, pueden ser perdonados, en tanto y en cuanto haya en algún momento un explícito reconocimiento de parte del equivocado, quien además indujo a errores en terceros. Pero también tendrá que aparecer el consiguiente pedido de perdón. El equivocado arrepentido, o “converso”, al igual de lo que suele pasar en temas de religión, puede terminar aportándole más a su nueva postura, que los que tradicionalmente vinieron sosteniéndola. Por ello se destaca siempre aquello de lo de la “fuerza de los conversos …”.
Sin más trámite se va ahora directamente a la transcripción de la parte pertinente de la nota que LANATA tituló: “Usar la historia para tapar el propio fracaso”, en la que se respetan los destacados:
" … No sé en qué lugar del mundo estará ahora Tzvetan Todorov, pero si tuvo alguna noticia sobre el exabrupto de Juan Cabandié, esta debe haberle despertado una sonrisa triste. El filósofo búlgaro emigrado a Francia en los 60, compañero de estudios de filosofía del lenguaje con Roland Barthes, estructuralista de la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales de París, visitó la ESMA en noviembre de 2010 y dio dos charlas en esta ciudad. En una de ellas, en las que desarrollaba su teoría sobre “los bárbaros”, alguien del público –¿un poco ombliguista?– le preguntó si había leído el Facundo.
Pero la estela que siguió la visita de Todorov fue posterior a su recorrido en la ESMA, donde se permitió la libertad de pensar. Y lo que fue peor: de escribirlo en El País de Madrid días más tarde: “Fui al Parque de la Memoria –escribió el 7 de diciembre de 2010–, donde se ha erigido una larga estela destinada a portar los nombres de todas las víctimas de la represión (unos 10.000, por ahora). La estela representa una enorme herida que nunca se cierra (…) En el catálogo institucional del Parque de la Memoria, publicado hace algunos días, se puede leer: ‘Indudablemente hoy la Argentina es un país ejemplar en relación con la búsqueda de la Memoria, Verdad y Justicia ’. Pese a la emoción experimentada ante las huellas de la violencia pasada, no consigo suscribir esta afirmación. En ninguno de los lugares que visité vi el menor signo que remitiese al contexto en el cual en 1976 se instauró la dictadura ni a lo que la precedió y la siguió. Ahora bien, como todos sabemos, el período 1973-1976 fue el de las tensiones extremas que condujeron al país al borde de una guerra civil. Los Montoneros y otros grupos de extrema izquierda organizaban asesinatos de personalidades políticas y militares, que a veces incluían a toda su familia, tomaban rehenes con el fin de obtener un rescate, volaban edificios públicos y atracaban bancos. Tras la instauración de la dictadura, obedeciendo a sus dirigentes, a menudo refugiados en el extranjero, esos mismos grupúsculos pasaron a la clandestinidad y continuaron la lucha armada. Tampoco se puede ignorar la ideología que inspiraba a esta guerrilla de extrema izquierda y el régimen que tanto anhelaba. Como fue vencida y eliminada no se pueden calibrar las consecuencias que hubiera tenido su victoria. Pero a título de comparación, podemos recordar que, más o menos en el mismo momento, entre 1973 y 1976 una guerrilla de extrema izquierda se hizo con el poder en Camboya. El genocidio que desencadenó causó la muerte de alrededor de un millón y medio de personas, el 25% de la población del país. Las víctimas de la represión del terrorismo de Estado en Argentina, demasiado numerosas, representan el 0,01% de la población. Claro está que no se pueden asimilar a las víctimas reales con las potenciales, y tampoco estoy sugiriendo que la violencia de la guerrilla sea equiparable a la de la dictadura”. Agrega Todorov sobre el final: “La Historia nos ayuda a salir de la ilusión maniquea en la que a menudo nos encierra la memoria: la división de la humanidad en dos compartimentos estancos, buenos y malos, víctimas y verdugos, inocentes y culpables. Si no conseguimos acceder a la Historia, ¿cómo podrá verse coronado por el éxito el llamamiento al Nunca Más?” Respondiéndole a la agente Mosquera (que aparece hoy, tristemente frívola, en la tapa de Noticias), Cabandié volvió a la luz aquel artículo de Todorov, mostrándolo en toda su bestialidad: la década K ha creado una nueva oligarquía, seres superiores que se arrogan la superioridad moral de la víctima, aquella que los sitúa por encima de los controles, debajo de la canilla de subsidios y más allá de llevar encima los papeles del auto. Larroque contra los qom en la Nueve de Julio o insultando a Laura Alonso en el Congreso o a Juan Miceli en la pantalla; Kiciloff contra el “hangarcito” de LAN, Recalde basureando a los Legisladores, son parte de lo mismo …”.
Fuente: Enfoques Positivos
Lanata: ¿Ahora converso …?
Los lectores de este Portal no necesitan que se les diga que desde hoy, hacia atrás, y por más de diez años, en sus páginas se ha venido hablando de la verdad de lo sucedido en la Argentina en las últimas décadas. No es que se tenga el patrimonio exclusivo de esa verdad, sencillamente se ha transcripto lo que realmente sucedió y que todos los testigos vivos de esos hechos, podrían hoy confirmar, si no tuvieran algún compromiso con quienes deliberadamente han distorsionado esa realidad.
JORGE LANATA recién ahora, y desde otra posición muy distinta a la que asumió, o mantuvo durante los primeros años del kirchnerismo, admite los hechos, directa o indirectamente, que más abajo se transcriben. Y ni hablar de CLARÍN. Con sólo recordar que también por un espacio de tiempo prolongado este grupo de Medios fue socio de NÉSTOR KIRCHNER en operaciones políticas y empresariales, con eso basta, y sobra.
El último Sábado, en la columna que para esos días de la semana utiliza JORGE LANATA en dicho Diario, esta vez fue “más allá”, y se animó a adelantar un paso en su promocionado cambio de concepto mostrado por este Periodista en los últimos tiempos. Felizmente que haya sido así, podría agregarse.
La difusión de datos no coincidentes con la verdad, situación motivada por falta de información, o por un puntual interés en exponer datos falsos, por odio o resentimiento, o lo que fuere, pueden ser perdonados, en tanto y en cuanto haya en algún momento un explícito reconocimiento de parte del equivocado, quien además indujo a errores en terceros. Pero también tendrá que aparecer el consiguiente pedido de perdón. El equivocado arrepentido, o “converso”, al igual de lo que suele pasar en temas de religión, puede terminar aportándole más a su nueva postura, que los que tradicionalmente vinieron sosteniéndola. Por ello se destaca siempre aquello de lo de la “fuerza de los conversos …”.
Sin más trámite se va ahora directamente a la transcripción de la parte pertinente de la nota que LANATA tituló: “Usar la historia para tapar el propio fracaso”, en la que se respetan los destacados:
" … No sé en qué lugar del mundo estará ahora Tzvetan Todorov, pero si tuvo alguna noticia sobre el exabrupto de Juan Cabandié, esta debe haberle despertado una sonrisa triste. El filósofo búlgaro emigrado a Francia en los 60, compañero de estudios de filosofía del lenguaje con Roland Barthes, estructuralista de la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales de París, visitó la ESMA en noviembre de 2010 y dio dos charlas en esta ciudad. En una de ellas, en las que desarrollaba su teoría sobre “los bárbaros”, alguien del público –¿un poco ombliguista?– le preguntó si había leído el Facundo.
Pero la estela que siguió la visita de Todorov fue posterior a su recorrido en la ESMA, donde se permitió la libertad de pensar. Y lo que fue peor: de escribirlo en El País de Madrid días más tarde: “Fui al Parque de la Memoria –escribió el 7 de diciembre de 2010–, donde se ha erigido una larga estela destinada a portar los nombres de todas las víctimas de la represión (unos 10.000, por ahora). La estela representa una enorme herida que nunca se cierra (…) En el catálogo institucional del Parque de la Memoria, publicado hace algunos días, se puede leer: ‘Indudablemente hoy la Argentina es un país ejemplar en relación con la búsqueda de la Memoria, Verdad y Justicia ’. Pese a la emoción experimentada ante las huellas de la violencia pasada, no consigo suscribir esta afirmación. En ninguno de los lugares que visité vi el menor signo que remitiese al contexto en el cual en 1976 se instauró la dictadura ni a lo que la precedió y la siguió. Ahora bien, como todos sabemos, el período 1973-1976 fue el de las tensiones extremas que condujeron al país al borde de una guerra civil. Los Montoneros y otros grupos de extrema izquierda organizaban asesinatos de personalidades políticas y militares, que a veces incluían a toda su familia, tomaban rehenes con el fin de obtener un rescate, volaban edificios públicos y atracaban bancos. Tras la instauración de la dictadura, obedeciendo a sus dirigentes, a menudo refugiados en el extranjero, esos mismos grupúsculos pasaron a la clandestinidad y continuaron la lucha armada. Tampoco se puede ignorar la ideología que inspiraba a esta guerrilla de extrema izquierda y el régimen que tanto anhelaba. Como fue vencida y eliminada no se pueden calibrar las consecuencias que hubiera tenido su victoria. Pero a título de comparación, podemos recordar que, más o menos en el mismo momento, entre 1973 y 1976 una guerrilla de extrema izquierda se hizo con el poder en Camboya. El genocidio que desencadenó causó la muerte de alrededor de un millón y medio de personas, el 25% de la población del país. Las víctimas de la represión del terrorismo de Estado en Argentina, demasiado numerosas, representan el 0,01% de la población. Claro está que no se pueden asimilar a las víctimas reales con las potenciales, y tampoco estoy sugiriendo que la violencia de la guerrilla sea equiparable a la de la dictadura”. Agrega Todorov sobre el final: “La Historia nos ayuda a salir de la ilusión maniquea en la que a menudo nos encierra la memoria: la división de la humanidad en dos compartimentos estancos, buenos y malos, víctimas y verdugos, inocentes y culpables. Si no conseguimos acceder a la Historia, ¿cómo podrá verse coronado por el éxito el llamamiento al Nunca Más?” Respondiéndole a la agente Mosquera (que aparece hoy, tristemente frívola, en la tapa de Noticias), Cabandié volvió a la luz aquel artículo de Todorov, mostrándolo en toda su bestialidad: la década K ha creado una nueva oligarquía, seres superiores que se arrogan la superioridad moral de la víctima, aquella que los sitúa por encima de los controles, debajo de la canilla de subsidios y más allá de llevar encima los papeles del auto. Larroque contra los qom en la Nueve de Julio o insultando a Laura Alonso en el Congreso o a Juan Miceli en la pantalla; Kiciloff contra el “hangarcito” de LAN, Recalde basureando a los Legisladores, son parte de lo mismo …”.
Fuente: Enfoques Positivos