VOTAR O NO VOTAR: ESA ES LA CUESTIÓN
Por Emilio Nazar Kasbo
La Revista Gladius ha sido objeto de un artículo del Prof. Dr. Héctor H Hernández, escrito como
pretendida refutación al libro “La Perversión Democrática” del Prof. Dr. Antonio Caponnetto.
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OBJETO:
En su artículo, el Dr.
Hernández busca confundir a los lectores, como si la oposición del Dr.
Caponnetto fuese al voto mismo y no al sistema en el cual se está votando,
además de universalizar la cuestión e igualando la votación en un sistema
legítimo que en un sistema ilegítimo.
Pero la cuestión
central, es cómo actuar ante el presente sistema. ¿Negar el voto y toda
participación? ¿Participar del régimen votando y aceptar cargos como
funcionario? ¿Cómo reaccionar ante el sistema?
Según el Dr. Hernández,
la convocatoria del Dr. Caponnetto resta adeptos a quienes quieren participar. Y
según el Dr. Caponnetto, la participación en una estructura de pecado (lo digo
en palabras de San Juan Pablo II en su Encíclica Solicitudo Rei Socialis), es
pecado.
Ambos buscan
instaurarlo todo en Cristo, y parecen posiciones inconciliables.
No ingresaré a la
discusión terminológica ni a las cuestiones accesorias. Simplemente dejo
planteado el tema que considero central, para tratar lineamientos de su
resolución.
HECHOS:
La Edad Media fue
dañada y acabó como víctima de la decadencia en la Baja Edad Media mediante los
cuestionamientos del Humanismo, del Iluminismo y del Renacimiento, surgiendo
ideas paganas expuestas por cristianos, como “la duda metódica” de Descartes, “el
democrático hombre bueno” de Rousseau, y “el autoritario hombre malo” de David
Hume. El liberalismo se introdujo en la sociedad, la Reforma bendijo el
progreso material en sí mismo, pretendiendo que tal es una bendición de Dios, y
así surgió la explotación del hombre por el hombre durante la Revolución
Industrial. El marxismo intentó dar “respuesta” al liberalismo, planteando una
sociedad futura mesiánica socialista, yendo de la “dictadura del proletariado”
a una anarquía en que el Estado sería disuelto, y ante este imposible “paraíso
terrenal” prometido por Marx y sus seguidores, los Papas empezaron a
pronunciarse sistemáticamente sobre la “cuestión social”.
Resulta que la Doctrina
Social de la Iglesia fue conformada inicialmente por la Encíclica Rerum Novarum,
y en el tiempo fueron desarrollándose las investigaciones que dieron por
resultado los Códigos de Malinas, que han servido de base a las Encíclicas
sociales de los Papas. Conforme tales Códigos y avances, el sistema que más se
compadece con la prédica católica, es el Sistema Corporativo.
Sucedió que hubo
regímenes que de diversa manera aplicaron tal régimen, algunos con desviaciones
espirituales condenadas oportunamente por el Magisterio de la Iglesia Católica,
todos alineados con El Eje de la II Guerra Mundial. Y como El Eje perdió ante
los Aliados, el régimen corporativo fue identificado con los perdedores, y los
perdedores con criminales de guerra. Solo España con Franco continuó con el Régimen
Corporativista hasta su muerte en 1974, junto con el breve período de Oliveira
Salazar en Portugal. Ya no hay más regímenes corporativistas en el mundo.
En Argentina,
resumiendo las últimas décadas, hubo un movimiento terrorista subversivo que
buscaba el denominado “vacío de poder” para asumir por las armas, en una clara
guerra espiritual, cultural, económica, política y militar. Fueron alzamientos
contra el tercer gobierno del General Juan Domingo Perón, luego contra su viuda
en ejercicio de la Presidencia, Isabel Martínez de Perón. Dicha guerra fue
vencida por el Proceso de Reorganización Nacional, un gobierno militar que
asumió con el compromiso de volver al régimen democrático. Tras la Batalla de
Malvinas, (1) en 1983 se hizo la convocatoria a elecciones, idealizando el
régimen democrático (2), y de allí en más se comenzaron a cumplir todos los
pasos correspondientes:
GOBIERNO DE RAUL
ALFONSÍN
1-
Ataque a la Iglesia Católica (3)
2-
Ataque y desprestigio de las Fuerzas
Armadas (4)
3-
Ataque a la familia (5)
4-
Endeudamiento internacional, y traición
al establecimiento de un Club de Deudores de la Deuda Externa
5-
Desastre económico con hiperinflación (6)
GOBIERNO DE CARLOS SAUL
MENEM
6-
Pérdida de la soberanía monetaria (7)
7-
Introducción de la droga y su expansión
en consumo y producción
8-
Disolución de los sindicatos de
Estatales y disolución de la fuerza sindical, con remate de todas las Empresas
del Estado
9-
Endeudamiento externo
10-
Farandulización de la política
GOBIERNO DE FERNANDO DE
LA RÚA
11-
Descalabro económico por recesión
12-
Denuncia de compra de leyes en el
Congreso de la Nación
13-
Establecimiento del “corralito” bancario
14-
Manifestaciones sociales con represión
GOBIERNO DE EDUARDO
DUHALDE
15-
Establecimiento de planes sociales
GOBIERNO KIRCHNERISTA
16-
Utilización de planes sociales para
obtener rehenes políticos y culturales
17-
Argentina se convierte en un país de
consumo, producción, tránsito y tráfico de drogas
18-
Establecimiento del “matrimonio
homosexual”
19-
Inversión cultural educativa (siguiendo
la Escuela de Frankfurt)
20-
Ataque a la actividad Agropecuaria y a
los representantes del Campo
21-
Acusaciones de corrupción (uso del poder
para enriquecimiento personal)
22-
Recesión económica con gran distribución
social de dinero inflacionario, marginación socioeconómica y cultural a grandes
escalas
23-
Emisión de moneda exagerada
24-
Inflación encubierta por manipulación de
estadísticas
25-
Endeudamiento internacional
CUESTIÓN
PRÁCTICA
No obstante lo dicho, debemos
destacar que la Política es una cuestión de aplicación de la Prudencia, de la
cual depende la Justicia.
El Dr. Caponnetto tiene
la razón, indiscutible, en todas sus críticas al régimen democrático, porque no
es sólo un régimen sino una religión, que afecta la espiritualidad del
católico. Y aunque el católico la rechace como religión, la democracia actual,
en su actual concepción y aplicación involucra precisamente esa faz espiritual
que la convierte en pecado.
El Dr. Hernández tiene
también la razón, en cuanto pretende frenar la debacle que sobrevendría de no
existir frenos al sistema, que todo lo invertiría de modo inmediato. Claro que
hoy queda poco por invertir… la aprobación legal del nudismo, del incesto, de
la pedofilia y del bestialismo, tal como lo anunciara el Dr. Palumbo poco
tiempo antes de fallecer, como etapas de degradación social que sobrevendrían.
¿Y después? Y después la Nada Absoluta, el Nirvana social, el sufrimiento de
Caín rechazando a Dios, elevado socialmente a rango de suicidio colectivo… o
víctima de la espada militar islámica de la yihad que cortará la cabeza de
abúlicos y que sólo dejará vivos a quienes acepten al falso profeta, para imponer
la sharia. Porque el mundo sin la Verdad del Catolicismo sólo puede ser presa
de la angustiosa anarquía o de la imposición de la violencia de una religión
mentirosa. Así, la acción de los católicos busca frenar y dilatar en el tiempo
el fatal desenlace, en vistas a que alguna vez pueda socialmente instaurarse
todo en Cristo.
Las constituciones
liberales, lo que han hecho es establecer un sistema eleccionario con
independencia de la calificación de las personas postuladas o electas,
conjuntamente con una serie de normativas que permiten por la vía
interpretativa su aplicación tanto para la ortodoxia como para la heterodoxia,
tanto para el Bien Común como en su contra. Por eso, surge una pretendida
imposición de que la Ley no debe definir, y ello porque coartaría la posibilidad
de torcer lo dicho, porque la definición impide falsas interpretaciones. Por
ejemplo el requisito de que el Presidente de la Argentina debía ser “de
Comunión Católica”, fue interpretado no como lo que dice: que debe Comulgar;
por el contrario, fue interpretado como “estar bautizado”; todo lo cual puede
ser permitido por la falta de definición de los términos, o por su ambigua
utilización, o por una retorcida reinterpretación para afirmar en realidad que
lo que se dice en realidad es otra cosa.
MI
EXPERIENCIA PERSONAL:
En lo personal, repudio
este sistema tanto como el Dr. Caponnetto, y comparto su análisis acerca de las
desviaciones. No obstante ello, la Doctrina Social de la Iglesia nos manda a
que como ciudadanos ejerzamos nuestros derechos como tales. Y voy a decir
públicamente lo que mis conocidos conocen: no soy ni radical ni peronista, ni
mucho menos liberal o de izquierdas. Soy argentino. No me encuentro afiliado a
partido político alguno, y las razones han sido debidamente expuestas por el
Dr. Caponnetto.
La reflexión práctica
es que: si no hay un movimiento de restauración integral nacionalista católica
que sustituya el sistema vigente, las cosas continuarán su curso normal, dado
por las elecciones universales réprobas, designándose a determinados candidatos
que ejercerán el gobierno, lo cual es un hecho que no se puede poner en
discusión.
Personalmente, en 1985
voté para diputado a Herminio Iglesias (fue la primera elección en la que
estuve habilitado para votar), y en 1987 a Antonio Cafiero para Gobernador. En
1989 voté a Carlos Menem para Presidente, y voté su reelección. En 1999 voté a Fernando
De la Rua, en 2003 voté por Menem y también lo habría votado en el ballotage
contra Néstor Kirchner, pero como Menem no se presentó asumió Kirchner con el
20% de los votos válidos emitidos. No voté directamente, me ausenté, y no voté
en las elecciones para la reelección de Néstor Kirchner. Durante el régimen
kirchnerista, siempre voté a opositores de orientación peronista, como a
Rodríguez Saa. Siempre que voté, lo hice por el candidato que consideré mejor
entre los menos malos.
He votado, pero eso
¿era pecado? Elegí las boletas donde estaba el nombre de seres humanos que son
víctimas también del Pecado Original, teniendo además en cuenta que incluso
ahora hay candidatos por ejemplo próvida (que no llegan porque tienen vedado el
ingreso). No obstante eso, el sistema pone dos malos y uno bueno, y hoy no
necesita ganar con el ciento por ciento, sino que le basta con obtener “la
mitad más uno” para ganar, sin importar el resto. Se trata de una cuestión
pragmática del sistema. Como el curso de la acción provoca que esté “todo
mezclado”, peronistas con radicales, con socialistas y comunistas, hombres y
mujeres, ricos y pobres, y así sucesivamente en una especie de “Cambalache”,
todo como estrategia de “síntesis” marxista de pretensos opuestos. Si bien esto
está en el sustrato, mi intención no ha sido ni compartir tales postulados
teológico-filosóficos (que involucraría cometer un pecado contra el Primer
Mandamiento), sino votar por personas que podrían implementar principios de la
Doctrina Social de la Iglesia… porque podrían convertirse un día. Para eso se reza
por las autoridades civiles, porque Dios no quiere la muerte del pecador, sino
que se convierta y crea.
No
tengo opción de que haya una boleta "antisistema" para votar, una
especie de "botón antipánico" en el Cuarto Oscuro. No asistir a la
elección, también es parte del sistema, porque al no asistir se reduce
la cantidad de personas que emitirán su voto, los cuales no tienen
incidencia en la elección de quien efectivamente será una autoridad
(formal, pero también real), que impondrá los tributos a los cuales
quien repudia el sistema deberá abonar utilizando el dinero que el mismo
sistema le proveerá en caso de que logre la suma suficiente. Porque el
sistema en su veta económica es usurario, endeuda a los ciudadanos con
los impuestos o con los bancos, para quebrarlos y conducirlos a la
miseria, a que sean eternos deudores.
Por
eso, votar o no votar, forma parte de las estadísticas del "sistema".
La diferencia no está allí, porque resulta indiferente la opción en sus
resultados. La diferencia está en saber cuál es la acción que se debe
emprender para incidir y que triunfe el OMNIA INSTAURARE IN CHRISTO.
"ARRIBA LOS DE ABAJO"
Hace
un tiempo, la izquierda promovía como lema propiamente revolucionario
la siguiente frase: "arriba los de abajo". Es decir, que asuman los que
no tienen poder, para que actúen como los que hoy tienen el poder
sometiéndolos. Esto define la esencia de la actual democracia, y ya
Antonio Gramsci lo promovía, porque expresaba que si la Iglesia Católica
aceptase intervenir en la actual democracia, sometería al voto popular
sus verdades, y las relativizaría: hoy triunfarían, pero mañana
triunfaría el comunismo e impondría sus propias reglas. Ahora bien, si
los de abajo llegaran los de arriba... ¿habría que seguir con el mismo
lema y hacerlos bajar para volver a lo que antes estaba? Una ridiculez
que es consecuencia del pensamiento revolucionario propiamente
inconsecuente.
He tenido la ocasión de
conocer personalmente al actual Presidente de Perú, Ollanta Humala y dialogar con su esposa, así como a
Alejandro Toledo Manrique y también dialogar con su esposa, antes de que ambos fuesen presidentes. He visto cómo tienen
promesas, cómo el sistema los cambia, cómo los rodea, cómo marginan a sus
colaboradores iniciales y los suplen por tecnócratas que se someten a los
intereses internacionales de cualquiera de los lados de la sinarquía
internacional.
En ejercicio de la
labor como periodista, tuve y tengo oportunidad de encontrarme con las
autoridades. Se trata de seres humanos, comunes y corrientes, magnificados por
los actuales medios masivos de comunicación (que son de incomunicación y que
debieran ser sociales, no masivos). Tales seres humanos, antes de trepar al
cargo, tienen una cierta humildad, y su duda acerca de alcanzar efectivamente
el poder fortalece tal actitud.
En épocas eleccionarias, se produce una “adrenalina”
tal que los asemeja a jugadores de carreras esperando que el caballo propio
gane… y si pierde es la gran frustración después de haber comprometido todo,
incluso el patrimonio personal y el tiempo familiar, con el fracaso de ver cómo
es abandonado por todos sus adláteres para quedar reducido a sus antiguos
amigos verdaderos. Pero si gana, la euforia se apodera de él, y no demorará
mucho en encontrar a “nuevas amistades” que lo guiarán por nuevos caminos para
él desconocidos, incluyendo a las autoridades salientes que le trasladarán al
cúmulo de moscas que rodean el poder. El pragmatismo le hará torcer todos sus
planes y acabará haciendo lo contrario a lo que decía, hacía y pensaba… al
punto de cambiar el auto, la casa y el cónyuge, acabando en la infelicidad
personal con un aparente éxito sociopolítico que esconderá su fracaso.
CÓMO
FUNCIONA “EL SISTEMA”
El “sistema”
democrático no es más que un negocio, tal y como está planteado en la
actualidad. Y contaré lo que un amigo nacionalista peruano que es candidato a
elecciones me detalló:
Se requiere una
inversión de 300 mil dólares. Inicialmente se contratan señoritas que junten
firmas en diversos puntos del país para armar un partido político nuevo.
Obtenidas las firmas, se obtiene la legalización, y un reducido núcleo de
amistades del “inversor” designan las autoridades. Como son pocos los que
efectivamente logran la legalización de un partido político por los frenos
burocráticos, el “inversor” se encuentra ante un “bien escaso” en el “mercado”
partidario, y eso es lo que ahora tiene valor y “se vende”. Primero buscará a
quienes lo alienten, simpatizantes con un programa de acción abstracto, porque
más que afines al programa quienes se acercan son afines al poder, es decir, a
obtener un cargo. Después empieza la fase de negociación. Se vende el cargo de
primer candidato por valor de 300 mil dólares, con lo cual se obtendrá el
retorno de la inversión inicial. Asimismo, se seleccionará a quiénes integrarán
la lista: 1) a los que son capaces se les dirá que no tienen el número de
seguidores adecuados y que su aporte dinerario al partido no es suficiente; 2)
a los que tienen un número de seguidores suficiente, se les dirá que no tienen
dotes y capacidad, y que su aporte en dinero al partido no es suficiente; y 3)
a los que tienen dinero suficiente, se les dirá que no tienen un número
importante de seguidores y que tampoco tienen suficiente capacidad técnica para
la postulación frente a otros que son más capaces. La honestidad está al margen
de toda responsabilidad o crítica. Como mínimo, el “inversor” debe lograr 900
mil dólares al llegar al tiempo de las votaciones. Y una vez en el poder, los
elegidos harán lo que se les venga en gana, sin importar nada de lo que hayan
dicho o prometido antes.
La segunda cuestión del
sistema, es el uso de medios masivos de comunicación para instalación o
desinstalación de candidatos, además de toda una serie de artilugios propios de
la propaganda política y del denominado “marketing político” para conseguir
captar la atención de votantes, debilitar a contrincantes, consolidar a los
propios seguidores y utilizar a candidatos intrascendentes de modo momentáneos
en vistas a derribar a un contendiente, entre otras “técnicas” utilizadas, todo
con total independencia del Bien Común. Una difamación por una pequeña falla,
puede derrumbar al mejor de los candidatos, al mismo tiempo que grandes
perversiones y delitos pueden ser disimulados por los mismos grandes medios
para impulsar al contendiente.
La tercera cuestión del
sistema, es el procedimiento de reglamentación de las votaciones
preelectorales, y el procedimiento de impugnación de votos postelectoral, todo
lo cual favorece a quien impone las normas en desmedro de sus futuras o
presentes víctimas. Aquí juega un papel muy importante la justicia electoral,
que termina de definir quiénes son los que efectivamente ejercerán una función
respecto de candidatos que estén “en vilo”. Y finalmente, el régimen de
subrogancias cuando un candidato se toma licencias es el último factor para
tener en cuenta en el momento de las votaciones.
El dato que es dado
como “frutilla del postre”, o “sapo para tragar”, es la imposición de que “la
democracia es el sistema menos malo de gobierno”, que es “el único”, o que es “el
mejor”. “Si no hay democracia, ¿entonces qué?”
¿ENTONCES
QUÉ? ¡ENTONCES IMPLEMENTAR EL SISTEMA CORPORATIVO QUE LA IGLESIA CATÓLICA
SIEMPRE HA PROMOVIDO!
CÓMO
SE INCIDE EN EL SISTEMA
Aquí debemos distinguir
entre Poder Formal y Poder Real. Del sistema democrático actual, se puede
concluir que siguiendo el procedimiento (con las aclaraciones indicadas acerca
de sus obstáculos a sortear por los candidatos), resulta designada una
autoridad que ejercerá el gobierno en su ámbito con poder real. Sin embargo,
Poder Formal y Poder Real no se identifican en sí, y pueden ser disociadas.
De modo que si se
disociaran, el Poder Real siempre se impone sobre el Poder Formal, porque en
este último caso se trata de una forma vacía de contenido. Y ¿Cómo se establece
el Poder Real? La respuesta, después de lo que hemos afirmado, es más que
obvia: siguiendo la Doctrina Social de la Iglesia en su integridad, se deben
reunir corporativamente los católicos y establecer gremios católicos, con
elecciones adecuadas a las disposiciones que los coordinen internamente y entre
sí de modo vinculado. De allí se obtendrán autoridades por barrios, por
ciudades, por Provincias y Nacionales, quienes serán interlocutores idóneos,
aptos y con suficiente capacidad y representatividad (Poder Real otorgado
directamente por Dios) para entablar un diálogo con quienes ocupan el Poder
Formal. De modo además que si trastabilla este Poder Formal por los habituales
ciclos liberales o por la habitual rigidez socialista (pues ambos extremos condenados
tienen sus momentos de “colapso”), sólo queda el Poder Real para asumir las
actividades del Poder Formal.
Si bien tal es la “teoría”,
en la práctica involucra establecer gremios. Y también la práctica nos indica
que hay una adoración a Dios y al dinero, que ese es el obstáculo por el cual
no hay ni una mínima posibilidad de establecer gremios católicos. Lejos ello de
la indiferencia ignaciana ante los bienes y de la pobreza franciscana. Tales
apegos muestran la consecuencia de que algún principio liberal ha inficionado
el espíritu católico. Y esto sólo puede ser superado por Gracia de Dios, y no
por una acción humana calculada, medida o aplicada.
No se requiere ningún “golpe
de Estado”, ninguna “revolución”, ninguna “transigencia” con “el sistema” ni
repudiar “el sistema”. Se requiere ejercer el derecho de asociación, de la
libertad de asociación que aún no se encuentra prohibida. ¿Hay obstáculos para
asociarse? Hay obstáculos para la acción conjunta, porque si hay una reunión un
abismo separa a los reunidos: las propias ambiciones, los propios apegos, el
propio liberalismo solapado, el propio “ego”…
¿Hay gente “en el
sistema” que son católicos? ¿Hay gente fuera “del sistema” que son católicos?
¿Hay una incompatibilidad entre ambos para conformar GREMIOS CATÓLICOS que en
su jerarquía sean interlocutores válidos ante representantes comunales, provinciales
y nacionales? Considero que no, y que ambos incluso podrían unirse en tal
emprendimiento. Pero tal consideración humana, choca y se da de bruces con la
acción gremial concreta que se requiere, que no se dará por diferencias
personales, y por apegos a los bienes (un apego de orden espiritual, y que daña
la espiritualidad del “nacionalista católico” que actúa dentro o fuera “del
sistema”).
EL
“ENQUE” Y EL “CONQUE”
Si la solución está,
¿por qué no se implementa? Por el Pecado Original. No hay más explicación. Y
porque falta mortificación, ayuno y penitencia para que Dios se apiade de
nosotros, mientras vivimos en una anarquía satánica que va devorando a los
niños, a la próxima generación, inoculándoles desde la más tierna infancia la
pornografía de la educación sexual y el sentido hedonista de la vida,
aguardando la muerte de las personas que hoy tienen más de 65 años, tras lo cual
se venderá al mundo la versión de que “el mundo siempre fue así”, que jamás
hubo una Cristiandad ni se han podido vivir virtudes sociales.
Si bien eso es mentira,
que toda época fue igualmente pecadora, también es mentira que toda época
careciera de virtudes o que hubiese sociedades más virtuosas que otras. En
particular, la Edad Media se constituye como referencia de una sociedad en que
si bien hubo pecados, sus virtudes los superaban.
El hombre propone y
Dios dispone. El hombre puede prepararlo todo intelectualmente y hasta ejecutar
las acciones tendientes a lograrlo, si Dios dispone lo contrario, tal acción
será vacía. Por eso, mientras espero la solución que nos ofrece el Dr.
Caponnetto, sigo en lo práctico lo que indica el Dr. Hernández pero sin
ingresar como cómplice dentro del sistema, pero sí tratando de incidir en el
mismo.
Indudablemente,
no hay Catolicismo sin Sacramentos, y por tanto debe haber Sacerdotes y
Obispos que asesoren y acompañen esto. Pero creo que muchos están
inficionados de tal espíritu liberal, tienen apegos materiales incluso
los más "zurdos", a la vez que asistimos al extravío moral eclesial. Por
esta vía, con sacerdotes que repudian el "Valle de Lágrimas" y
pretenden compartir el "festín" (que pertenece a los corruptos del
Apocalipsis) como reivindicación "del mundo" que antes era
despreciado... creo que no llegaremos muy lejos. Tampoco llegaremos muy
lejos con Obispos que no toman las medidas que deben tener. Un sacerdote
monje con fama de santidad, Abuna Arsen Atamian, me dijo una vez que
"todo lo que te enseñaron cuando eras niño, es la Verdad" (refiriéndose
al Catecismo). Lo mismo debo decir a cada uno de los Obispos y
Sacerdotes que tienen más de 60 años: ¿Están transmitiendo el
Catolicismo, la Fe y los Sacramentos tal cual los recibieron cuando
fueron bautizados? ¿No perciben que hay algo que se ha desviado en la
Iglesia? Si su respuesta es negativa, si considera que en la sociedad de
hoy se predica lo mismo que hace dos mil años, un abismo nos está
empezando a separar. Si lo que hoy se predica ha sido condenado como
anatema por los Papas ¿puede ser enseñado hoy como ortodoxia? Si la
Teología de la Liberación, por ejemplo, fue "condenada" (si utilizar la
palabra "anatema"), ¿puede ser enseñada hoy afirmando que ha sido
"reformulada" en su interpretación? Si los Obispos han juramentado
transmitir lo recibido, y ahora hay una carga de contenidos que se
transmiten que antes no existían y hay otros que faltan ¿están
cumpliendo con su compromiso contraído ante Dios? ¿Existe una Pastoral
sin Verdad? ¿Es más importante el transmisor que el Mensaje que debe
transmitir? Aquí está el problema por el cual la Argentina no puede
resurgir: Obispos sin Tradición.
Y mientras, aguardamos el
Omnia Instaurare in Christo, el momento en que esté dada no solo la
causa espiritual que es por todos conocida, el “por qué”, y que hoy involucra
además una Logoarquía Cibernética. Pero también que al decir de Jordán Bruno Genta aguardamos
que a quien sepa operativamente “el enque y el conque”.
Algún
día se pondrán manos a
la obra… si Dios opera con su Gracia en sus habituales indignos
instrumentos… y siempre si Dios quiere. Algún día alguien hará
ayunos y penitencias por la Patria para su palingenesia propiamente
dicha,
porque Occidente “ha muerto” tras su escisión de la Cristiandad. Esta
materia que queda de la Argentina actual, un día volverá a unirse con su
Espíritu Católico, y se levantará de entre sus ruinas para aleccionar
al mundo, para que el hombre que ha dado todo por perdido, compruebe que
en ese momento Dios opera.
NOTAS:
(- 1)
El
Tratado de Paz con Inglaterra resulta nulo, porque fue firmado por el Dr.
Carlos Saúl Menem siendo presidente y por su Canciller el Dr. Domingo Felipe
Cavallo sin facultades otorgadas por el Congreso de la Nación, y la
Constitución Argentina no tiene prevista la ratificación de actuaciones previas
realizada por funcionarios en materia de Tratados Internacionales. Inglaterra
firmó un Tratado Internacional tan válido con Menem y Cavallo, como si lo
hubiese celebrado conmigo y con un amigo mío. En 1982 se rindió la Plaza de las
Islas Malvinas, no la Argentina, y la situación continúa a la fecha porque un
tratado que no siguió los procedimientos constitucionales no puede darse por
válido. Por eso, estamos en GUERRA efectiva, y 1982 fue solo una Batalla. Así,
debemos estar cada cual desde su puesto, haciendo valer los Derechos como
Argentinos Católicos que somos. Cada cual ubicado en su puesto en la lucha.
(- 2)
Dijo en su campaña electoral el Dr. Raúl
Ricardo Alfonsín, quien luego sería electo Presidente: “con la democracia se
come, se cura y se educa”. Tales palabras exhiben crudamente cómo “la
democracia” consistió en un mesianismo temporal condenado por la Doctrina
Social de la Iglesia. El mismo Presidente, tras haber ganado las elecciones, reconoció
que la mentira forma parte de las promesas electorales.
(- 3)
Siendo Presidente Raúl Alfonsín, durante
un Tedeum, interrumpió al Capellán Mons. Medina, y subió al púlpito para decir
que su gobierno era el más honesto de la historia del país. Poco tiempo después
se difundieron las noticias de cómo el Banco Hipotecario sólo otorgaba créditos
a miembros y amigos del partido gobernante, la importación de pollos para bajar
el precio de la producción local que acabaron podridos en depósitos abonados
por el Estado, los tinglados de Tierra del Fuego que habrían alcanzado para
techar toda la isla, la importación de papas radioactivas de Polonia que habrían
sido alcanzadas por el desastre de Chernobyl, etc.
(- 4)
Juzgamiento con condiciones y
legislación de tiempos de paz a los militares, por hechos cometidos en
situación de Guerra. Además, se juzgó con leyes posteriores al hecho del
proceso, juzgando militares con leyes civiles.
(- 5)
Se estableció la Ley de divorcio
(- 6)
La inflación durante el año 1989 fue de
aproximadamente un 4.000 por ciento
(- 7)
Se estableció como parámetro de la
moneda nacional, su equiparación con una moneda extranjera (1 Peso = 1 Dólar
Estadounidense)