José M. García Rozado
La
bajeza total: “propagandizar la tragedia”.
En medio del descalabro
producido por la derrota del cristikirchnerismo santacruceño, la improvisación
de los últimos 20 años se cobró entre Buenos Aires, el conurbano y La Plata
cerca de un centenar de víctimas fatales. Si bien la causa aparente fue una
increíble lluvia que llegó a cifras casi nunca vistas de más de 300 mm en 4 horas, la falta
total de obras de infraestructura tanto en Capital como en el conurbano y en La
Plata fueron la verdadera causa de la tragedia que enluta al pueblo todo.
Mientras D’Elía se empeñaba en culpar a los “medios
de comunicación”, y Berni volvía a las andadas en una carnavalesca
incursión en Tolosa (justo el barrio donde vive la madre de CFK), la Presidente
se hacía presente en La Plata y muy tardíamente en la Ciudad de Buenos Aires.
No es justo meter a todos en la misma
bolsa pero muy pocas veces como en estas trágicas horas los políticos con poder
de decisión contribuyeron tanto a la degradación casi patética de la política y
a la de ellos mismos. Macri y Bruera estaban en Brasil –tomándose quizás
merecidas vacaciones-, Alicia Kirchner anda por París y sigue a 48 horas del
desastre sin dar señales de vida, la cohorte cristinista primero culpó a los
medios de agrandar los sucesos y luego salió a “sobreactuar” una presencia que solo quedó como pantalla para los
medios; fallaron todos los sistemas de “respuesta
rápida” de un Estado que como, desde hace ya 20 años, está totalmente
ausente. Defensa Civil, las Fuerzas Armadas y las de Seguridad, los bomberos y
los organismos que hubieran tenido que llevar una inmediata y pronta respuesta
brillaron por su ausencia.
El pueblo se sintió totalmente
desamparado ante la emergencia y la tragedia climática, afloró como casi nunca
antes la total y absoluta sensación de desamparo y abandono por parte del
Estado; el martes 2 de Abril -37º aniversario del “desembarco Argentino en nuestras Islas Malvinas”- fue, además del
marco de las divisiones que tan bien sabe generar Cristina Fernández (trasladó
el acto central de Comodoro Rivadavia –donde se iba a inaugurar un monumento a
los caídos y los combatientes- a Puerto Madryn por una cuestión partidocrática
y de interna entre los ultra K y los travestidos K) el día en que una lluvia
descomunal, generó que el agua arrasara barrios enteros del norte capitalino y
del partido de San Martín y provocara 8 muertos y en medio de esa gigantesca
tragedia y desgracia de cientos de miles de porteños y varios miles de
provincianos de San Martín y La Matanza lo que verdaderamente le importó a
ciertos políticos fue “arrasar a Macri,
con razón o sin ella”.
Los políticos –realmente algunos de
ellos, y por suerte no todos- eligieron ponerse del lado de la “pelea y la pulseada acusadora”, en vez
de hacerlo del lado del pueblo sufriente y abandonado, no estuvieron allí donde
debieron haber estado –y si lo hicieron lo realizaron muy tardía y
farandulescamente-, nada mejor como ejemplo de esta rapaz actitud que los tuits
que entre la tarde y las primeras horas de la noche enviara Juan Cabandié, el
jefe del bloque kirchnerista de la Legislatura porteña; a las 18 horas
escribió: “Estoy en 678 el programa”,
a las 19 tuiteó “en minutos en 678 el
programa” y a las 21 horas remató “hoy
a las 21 estaré participando en 678 el programa”, increíble que un
legislador porteño ignorase el drama de miles de sus conciudadanos. Pero no fue
el único, María José Lubertino, radical travestida en K furiosa escribió: “basta de blindaje a Macri! Tengo la misma
furia o + q vecinos yo no voté a este inepto”; a Cabandié le preocupaba que
sus vecinos se enteraran que iba a participar del programa (?) obsecuentemente
K, mientras a Lubertino lo único que realmente le importaba era iniciar una
escalada de ataque al Jefe de Gobierno, que a las apuradas regresaba de Brasil.
Pero ninguno de ellos se arrimó a los vecinos para aportarles, aunque más no
fuere, su acompañamiento y solidaridad en esa hora trágica. ¡Que pobreza y
mezquindad de espíritu!
Otro resentido oficialista –Aníbal
Ibarra el ex alcalde procesado y destituido por la tragedia de Cromañón (193
muertes inocentes)- no encontró mejor ocasión para destilar su rencor: “No lo busquen a Macri porque está
descansando en Troncoso, Brasil”, y el delincuente y cajero K Julio De Vido
–responsable primero y último de la falta de obras de infraestructura básica a
nivel nacional- se animó a expresar: “Macri
nos lleva a lamentar víctimas fatales –él precisamente es responsable
directo de las 51+1 víctimas de Once de febrero de 2012-. Existe un pésimo manejo de los sistemas pluviales de la Ciudad”,
pisando desastrosamente el palito pues de él precisamente depende AySA la
empresa que debe mantener, limpiar y desobstruir los sumideros y los pluviales
porteños y del conurbano bonaerense. ¡Toda una patinada del Sr. Arquitecto y
Ministro de Planificación de la Nación! Otro digno exponente de un régimen que
junto al del menemato son los verdaderos responsables de la ausencia total del
Estado en materia de las obras de infraestructura básica que prevean las
contingencias del cambio climático y por lo tanto del régimen de lluvias que
afecta a todo el país.
Unos y otros, no hacían otra cosa que
escupir al cielo, pues en ese mismo momento La Plata, la ciudad capital de la
mayor provincia argentina iba camino a la mayor catástrofe de la historia
argentina –luego del terremoto de San Juan de mitad del siglo pasado-, hasta
ayer noche se habían contabilizado 50 muertos y 20 desaparecidos, y pueden ser
muchos más con el correr de las horas y una vez que terminen de bajar las aguas
en algunos barrios platenses. ¡Quejas y críticas, ningún acompañamiento a más
de 6 horas de la tragedia! Es más la Presidente de la Nación por esas horas no
había encontrado tiempo para solidarizarse con el pueblo porteño, ni lo
encontró después. La respuesta de CFK para con el drama y las víctimas de los
vecinos de Buenos Aires, San Martín y La Matanza fue “ninguna, como si fueran sus enemigos”, tan enemigos como lo son
para Fito Páez que permanentemente nos agrede y descalifica, tuvo que suceder
la enorme tragedia platense para que recién “ella”
tomara conciencia que su costumbre de “esconderse
ante las tragedias en su Calafate querido, y no dar la cara” le estaba
generando un enorme costo político y recién entonces se decidió a visitar ayer
por la noche el barrio Mitre, en Saavedra, protegida y “acompañada” no por su habitual
custodia, sino por jóvenes y patovicas de La Cámpora. ¡Todo muy natural
y sumamente significativo!
Para ser serios, debemos aclarar que el
“volantazo de Cristina” –igual que
aquel otro con Bergoglio-Francisco de hace menos de un mes- había empezado
antes cuando sobrevoló Tolosa y La Plata en helicóptero y acompañada del “Rambo Berni” y la custodia
presidencial, se apeó en su Tolosa natal y supo, a disgusto es cierto y dando
por momentos claros signos de descontento y bronca, soportar las críticas y los
reclamos de los vecinos. Su paseo, fue posterior al teatralizado paseo en gomón
del Súper secretario de Seguridad quien concurrió en presto rescate de la madre
de la Presidente. Y
Cristina, para paliar las críticas por su falta de diálogo y
ayuda para con Macri, se acordó de que existía Scioli, “tuvo que ocurrir semejante luctuosa tragedia para aceptar reunirse con
el Gobernador del primer Estado argentino, ese mismo al que no le atendía el teléfono
desde hace casi un año”, justamente cuando el desdoblamiento de sueldos y
aguinaldo de Julio 2012 le estaba generando un daño casi irreparable en su
imagen positiva, al igual que en aquel entonces hoy vuelve a acorralarlo
económicamente junto a la complicidad de dirigentes gremiales de los docentes
como Baradel y su política de paros, acordes con las “necesidades K, de realinearlo (?)” según Diana Conti.
Llegará el momento, si no ha llegado
ya, en que no habrá manera o forma de ocultar estas verdaderas “miserias
políticas”, y quizás entonces el pueblo a través de las urnas sabrá premiar y
castigar los aciertos y errores o ignominias de los diferentes actores de la
política toda. Como bien dice Mario Cárdenas Madariaga: Santa Cruz la cuna de
los Kirchner, con las elecciones internas del justicialismo del 31 de marzo ha
determinado el fin de su poder político. Este fenómeno tiene sus antecedentes.
Está íntimamente relacionado con el desmembramiento del justicialismo, de
varios años atrás, la autonomía de la CGT encabezada por Moyano y con las
manifestaciones del 13 de septiembre y del 8 de noviembre del 2012, junto a los
pedidos de intervención judicial del PJ Capital y Nación –aún en trámite ante la Jueza Servini de
Cubría-, y las diversas postergaciones de las internas partidarias, que
demuestran a las claras la muy poca confianza que tiene CFK en los resultados
favorables, tanto que a la simple presentación de una lista encabezada por el
dirigente gremial de la CGT Azopardo Amadeo
Genta, el PJ CABA postergó las mismas. Pero si uno analiza los números sin
capacidad de apreciar su proyección, no llegará a ninguna conclusión.
En una provincia con un cuerpo
electoral de 200.000 votos, donde el gobernador obtuvo una cómoda mayoría de
alrededor del 60%, pero sobre una concurrencia de sólo 11.000 partidarios,
sobre 30.000 inscriptos –hecho cotidiano en casi todas las internas partidarias
y desde hace muchos años-, parece una base demasiado pequeña para extraer
consecuencias tan trascendentes. Pero si con este resultado el gobernador
alcanzará a tener el 80% de las candidaturas a la Legislatura, y en
consecuencia el ejercicio efectivo del gobierno santacruceño, no son fruto de
la imaginación la trascendencia que se le asigna. Peralta ha derrotado a la
columna vertebral del kirchnerismo constituido por la Cámpora presidida por
Máximo Kirchner, con el amparo de la Presidenta y todo su Gabinete, y por tanto
es el primer caso concreto –dejando de lado el “arrugue” en la CABA-, en que el peronismo en el escenario más desfavorable,
le gana al kirchnerismo. De la Sota también se rebeló, pero hasta ahora no ha
obtenido una definición electoral a su favor. La elección de Santa Cruz es una
bomba de múltiples efectos geográficos. El primero de ellos será en la
provincia de Buenos donde se libra la gran batalla decisoria de las elecciones
del 27 de octubre de este año. Esta provincia como bien se sabe representa el
39% del padrón electoral. La situación del gobernador no puede ser más crítica.
Sitiado desde afuera por el gobierno nacional y discutido por dentro por sus
personeros, el proyecto kirchnerista es hacerlo desparecer de la escena
política. Pero Scioli esta decidido a elegir en soledad sus cursos de acción
futura. Pero el resultado de Santa Cruz es un aporte notable al esclarecimiento
de la política argentina que se agregará a su información para determinar su
estrategia.
¿Cuál es el verdadero significado de las
elecciones santacruceñas? Se trata de una solución al viejo conflicto interno
del justicialismo entre la variante setentista, recuperada por el kirchnerismo,
contra la interpretación impuesta por Juan Domingo Perón cuando expulsó de la
plaza de Mayo a las unidades montoneras y otras agrupaciones afines. No fue una
diferencia generacional o de personalidades, sino de una cuestión más profunda,
de filosofía política, en la que los rebeldes sostenían la sustitución de la
democracia republicana por la vía de la violencia, por una democracia marxista
de partido único, sin elecciones abiertas a las otras corrientes de opinión.
Era una diferencia profunda en los métodos y en el objetivo final de
organización política, que no se podía resolver pacíficamente, por que ese
método no era aceptable para los rebeldes. El conflicto venía de lejos, pero a
partir de la elección de Perón como Presidente de la Nación se volvió
inaceptable, pues a partir de ese momento era una rebelión contra la
legitimidad representada por él y su partido, es decir por la mayoría que lo
había elegido. Elegido Kirchner, en un principio la cuestión no era fácil
identificarla pero se fue haciendo más clara, por la filiación de las figuras
mas representativas del entorno presidencial y en particular a partir de la
creación de la Cámpora y otras organizaciones que no respondían al partido
justicialista sino a conexiones directas con la Rosada, con aspiraciones a
convertirse en la columna vertebral del movimiento.
Las llaves de la elección en la
provincia de Buenos Aires se encuentran en manos de Scioli. Su conducta
política se debería determinar por las siguientes circunstancias. La primera es
una razón de autodefensa. Está absolutamente claro que toda la estructura del
kirchnerismo lo tiene catalogado como absolutamente incompatible con esa
corriente y por tanto trabaja para separarlo de cualquier posición de alguna
gravitación futura. La segunda es aprovechar la oportunidad de presidir la
alternativa peronista, que se abre como la de mejores perspectivas electorales,
con las ventajas que le concede la importancia del electorado bonaerense y la
buena imagen que tiene en la
provincia. La tercera es el resultado de la primera
experiencia piloto que ha hecho Peralta en Santa Cruz, con la enorme diferencia
a su favor que su decisión de encabezar la rebelión peronista, implica la
derrota segura de la Presidenta y su retirada anticipada, posiblemente
negociada. Su alianza descontada con los intendentes, con Moyano, y con de
Narváez, y previsible con el peronismo federal en todas sus expresiones y con
Massa, le da un panorama de gran seguridad y bajo riesgo para esta decisión. La
conveniente convocatoria de una junta de gobernadores, al estilo de las
formadas por el General Roca, ahora para enfrentar al gobierno nacional, se ve
como totalmente natural, por la coincidencia de sus intereses para modificar de
inmediato la participación fiscal, en beneficio de las provincias.
Asimismo bajo el aura del diálogo
levantada por el Papa Francisco, Scioli es una garantía de inmediata
aplicación, así como la Presidente tiene un largo historial de ser la más
renuente a su aplicación. Es decir el panorama argentino le asegura a Scioli
que la ruptura con el kirchnerismo asumiendo la reivindicación del peronismo,
es la única y más segura salida de la terrible situación en que se encuentra. A
su vez desde el punto de vista de los intereses generales, es la sustitución de
una autocracia, totalmente incompatible con la organización constitucional
argentina, que hará posible la transformación que el país necesita posiblemente
después, en manos de otros conductores. Casi como una metáfora del que vendrá,
la tragedia de Capital y La Plata sacó a flote “lo peor de la política”, la inundación, un corto de 48 horas, con
capítulos en todos los medios, donde funcionarios, dirigentes, oficialistas y
opositores, fueron armando un guión desordenado de un Estado verdaderamente
ausente que “dio vergüenza ajena”, la
“falta de gestión” de todos y cada
uno quedó al descubierto, pero primó la del Gobierno nacional, no sólo porque es quien
tiene “la suma del poder político y
económico”, ya que con un reparto del 72% para la nación y un exiguo 28%
para las provincias este, es un Estado absolutamente “Unitario”, más allá de lo que declame la Constitución Nacional
desdeñada por el cristikirchnerismo desde siempre.
Quedó totalmente al desnudo el porqué
de la victoria de Peralta, la rebelión de De la Sota, Moyano, Genta y diversos
sectores del peronismo, y “los temores y
miedos de la Presidente y sus esbirros más obsecuentes”, quienes pretenden
manipular la política nacional y la del propio peronismo en beneficio del plan
de “Cristina Eterna”, olvidándose que
el pueblo no sólo no es tonto, sino que cuando se cansa “hace tronar el escarmiento”. Las estupideces escuchadas en estas
últimas 48 horas sólo son comparables a las del período de Fernando De la Rúa,
cuando el país ardía en llamas y él no se daba por enterado. Un Ibarra que con
una frescura y didacticismo de maestro ciruela pretendía barrer de la
conciencia las muertes por inundaciones –que tuvo varias y por causas mucho
menores- e incendios, y que no supo o quiso evitar cuando le tocó cuidar de los
porteños, o la Lubertino quien sin parar en mientes aprovechaba para postularse
a “hacerse cargo”, mientras su pasado
la condena, o el mismo y desaprensivo Gustavo Marangoni, quien sin saber lo que
se venía en La Plata cargaba a Macri por una foto de un vehículo montado sobre
otro como consecuencia de la inundación porteña: “Sexo callejero en pleno Belgrano. No tiene la onda del TC, pero…”.
¡Todo muy bajo, perverso y muy cobarde!
La naturaleza cambió en la noche del
martes y el foco de cámara, trastocó el “linchamiento”
de Macri, por el de Scioli, hasta que CFK tomó conciencia que el pueblo la
emparentaba a ella haciéndola mucho más responsable que a aquellos otros dos
gobernantes, y el resultado fue que un Berni fantoche se paseaba por el frente
de la casa de Tolosa de la madre de Cristina para asegurarse de que todo estaba
en orden, y la furia de la gente –los vecinos- se la agarró con aquella otra
mujer –Ofelia- sufriente, y comenzaron a insultarla. Mientras Berni, De Vido,
Wado de Pedro y Larroque se hacían un picnic con Macri y Scioli, nadie se
acordaba de Bruera, y el colmo llegó de manos de los empleados de Casa Rosada
quien en medio de la tragedia convocaban a intendentes, legisladores y
gobernadores a un Acto en Casa de Gobierno para anunciar los “proyectos de democratización de la
justicia”, ¡Justo para esa misma tarde! A la hora alguien se dio cuenta de
la barrabasada y el acto se suspendió y se pasó para el próximo lunes, una vez
cumplido los tres días de duelo decretados por Cristina. Pero mientras tanto
¿dónde está Alicia Kirchner, la Ministro de Desarrollo Social, cartera
responsable de brindar la ayuda en la catástrofe? Bien, paseando por París, de
ella nadie habla en el oficialismo.
¿El plan de contingencia ante
catástrofes y emergencias extremas? No existe, como tantas otras cosas han ido
desapareciendo, las Fuerzas Armadas están desarticuladas y por lo tanto
incapacitadas para actuar y colaborar en la emergencia, las Fuerzas de
Seguridad no alcanzan ni siquiera para impedir los saqueos que como “corolario de este Estado ausente” se
dieron en el Gran La Plata y un sectores del conurbano, el Ministerio de
Desarrollo Social y el de Planificación no se dan por enterados y si lo hacen
es para criticar y sacarse la responsabilidad de encima…, ¡cómo si pudiesen!
Las frases rescatables, pusieron sobre el tapete la ausencia del Estado: “Nación, Provincia y Ciudad deben trabajar
juntos para encontrar una solución definitiva a las inundaciones, las obras que
se necesitan hacer no pueden abordarse aisladamente. No corresponde sacar
partido de la situación”, “es hora de
pensar y actuar sin excusas … se debe disponer ya de los medios presupuestarios
necesarios para realizar las obras públicas largamente postergadas”, “ utilizar esta tragedia para especular
políticamente es caer muy bajo. Hay que dedicarse exclusivamente a tratar de
ayudar y contribuir a paliar las necesidades que está pasando la gente”, “la Presidente debe estar junto a los que
gobiernan frente a la catástrofe: luego estará el tiempo para saber quienes son
los responsables, que seguro los hay”. “Frente
a esta emergencia necesitamos que los dirigentes políticos piensen en la gente
y no se aprovechen de ella. Todos juntos debemos trabajar en busca de
soluciones, sin peleas ni especulaciones políticas. No es momento de hacer
política con el dolor de la gente afectada. Incluso debería convocarse al
Ejército para que colabore”; “no hay que
seguir tirándose culpas unos a otros o autojustificarse: a la hora de atender
la emergencia, fallaron todos”, “debe declararse el estado de emergencia
federal para que el Estado intervenga con todas las herramientas que dispone,
para paliar la situación de las numerosas familias que perdieron todas sus
pertenencias”. Definitivamente “vivimos
presos de gobiernos ciegos, ensimismados y corruptos”, ¡cada cual sabe
quien lo dijo!
Buenos
Aires, 4 de Abril de 2013.
Arq. José M.
García Rozado
MPJIRucci – LIGA FEDERAL –