jueves, 4 de abril de 2013

LA GEOPOLÍTICA ARGENTINA DE CARA AL SIGLO XXI

Por Diego Hernán Córdoba
Desde la Redacción de APM 29072009 (Ria Novosti)
Las secuelas del militarismo dictatorial ocasionaron graves quiebres en la sociedad argentina. Esto, sumado a la despreocupación política, imposibilita modernizar y perfeccionar su sistema de Defensa. 

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De a poco se está vislumbrando que las hipótesis de conflicto del Siglo XXI serán la de los alimentos, agua, energía y la atención de regiones escasamente pobladas pero altamente productivas. Ese escenario hace que varios países latinoamericanos trabajen para reforzar sus sistemas de Defensa.
En el caso de LA Argentina, uno de los recursos naturales más importantes que posee es el acuífero Guaraní. Esta reserva de agua dulce, la más grande del mundo, abarca los cuatro países del Mercosur. Su extensión aproximada es de un millón 190 mil kilómetros cuadrados. En LA Argentina abarca casi la totalidad del litoral, ocupando las provincias de Misiones, Corrientes y Entre Ríos; incluso hay expertos que consideran que se expande hasta el Sur de la región pampeana y el Norte de la patagónica. Al Norte del Brasil ocupa una superficie de unos 850.000 kilómetros cuadrados; en Paraguay 700.000 y hacia el Este, en Uruguay, 45.000 kilómetros cuadrados.
El acuífero Guaraní posee suficiente agua para abastecer a toda la población del mundo, seis mil millones de habitantes, durante 200 años.
Asimismo, en el mes de abril de este año el gobierno argentino presentó ante LAS Naciones Unidas (ONU) la información sobre los límites de la plataforma continental argentina, más allá de las 200 millas de sus costas, con la intención de que se reconozca la legalidad de sus aguas jurisdiccionales y de su Zona Económica Exclusiva hasta las 350 millas.
La importancia económica de esta área reside en su potencial pesquero y en la corteza oceánica, donde, se calcula, existe una cuarta parte del petróleo y el gas que quedan en el planeta.
En entrevista exclusiva con APM, Carlos Alberto Pereyra Mele, especialista en geopolítica y geoestrategia y miembro del Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos, explicó la importancia que tiene para la Argentina perfeccionar su sistema de Defensa.
“El tema Defensa en nuestro país es un tema tabú porque se lo identifica con militarismo o dictadura, lo cual es un grave error. Lamentablemente pagaremos las consecuencia de ese ideologismo caduco”, dijo Pereyra Male.
“Ningún país -señaló- que se precie de serio carece de sistemas de inteligencia, que es lo primero que se debe mantener para adecuar un pensamiento geopolítico y un sistema de defensa acordes con los objetivos nacionales permanentes. Es la forma de utilizar correctamente los recursos económicos y tecnológicos con ese fin”.
Además agregó: “¿Cuáles son nuestro aliados y nuestros adversarios? ¿Dónde debemos tener más presencia y preparación en la defensa de nuestros legítimos intereses? Son preguntas que nos debemos hacer como Nación”.
En el siglo XX el único gobierno argentino que tuvo un pensamiento geopolítico y de Defensa propio fue el encabezado por el presidente Juan Domingo Perón, quien se animó a no desempeñar el rol que le había trazado primero el Reino Unido y tiempo más tarde la potencia que lo reemplazó, Estados Unidos.
En relación a la importancia que le dio el gobierno peronista al desarrollo de políticas de Defensa, Pereyra Mele explicó que “se implementó la ocupación definitiva de la Patagonia y se fortaleció nuestra presencia en la Antártida, con la creación de la Dirección Nacional de la Antártida”.
“Se desarrolló el complejo industrial militar -puntualizó Pereyra Mele-, fortaleciendo las industrias de punta: la aeroespacial con aviones a reacción, aviones de ala en flecha y misiles teledirigidos; la naval, con la construcción de buques y equipamientos y la petroquímica, con la independencia en el suministro de productos que sólo se obtenían en Estados Unidos”.
“Se implementó la doctrina de la Nación en Armas, no como un país de desarrollo imperialista, sino como un país eje para la integración regional. En ese marco, las Fuerzas Armadas actuaron en campañas para la eliminación de enfermedades endémicas y en la lucha contra plagas que afectaban profundamente a nuestra economía agropecuaria”.
En 1952 Juan Perón planteó la unión del Cono Sur con la alianza de Argentina, Brasil y Chile, conocida como el Proyecto ABC. La formación de ese bloque tenía como propósito resistir el apetito hegemónico de Estados Unidos.
En un discurso pronunciado el 11 de noviembre de 1953, en la Escuela Nacional de Guerra, Perón decía: “Pensamos que la lucha del futuro será económica (…) La República Argentina sola no tiene unidad económica; Brasil solo no tiene tampoco unidad económica; Chile solo, tampoco; pero estos tres países unidos conforman quizá, en el momento actual, y sobre todo para el futuro, una extraordinaria unidad económica”.
Sobre ese punto, Pereyra Mele sostuvo que “los intentos de implementar un acuerdo integracionista con el Proyecto ABC fueron atacados por Estados Unidos, siguiendo la geopolítica de posguerra que había diseñado Nicolas John Spykman, quien con claridad planteó que Estados Unidos no debía permitir el surgimiento de ningún bloque en las Américas”.
Pereyra Mele agregó: “Ellis Brigs, director de la oficina de Asuntos de las Repúblicas Americanas del Departamento de Estado, en un memorándum del 20 de marzo de 1947, observaba: ‘existe el peligro de que la Argentina aspire a organizar un bloque del Cono Sur, bajo su dominación política y económica’. Al mismo tiempo expresaba que Estados Unidos debía oponerse a toda posibilidad que pudiese facilitar la formación de tal bloque”.
En la actualidad, la Argentina se enfrenta a grandes desafíos, como proteger sus reservas de agua dulce (Acuífero Guaraní y los hielos continentales). Recordemos que ése será el recurso natural que causará más tensiones en los próximos años, situación que obliga al trazado de políticas de defensa adecuadas.
De la misma forma, deberá controlar el nuevo espacio marítimo que se incorporó con el reconocimiento de las 350 millas, para lo cual se requieren fuertes inversión y sistemas de control eficaces.
Al respecto, Pereyra Mele opinó que “las hipótesis de conflictos actuales son varias, la más grave es nuestra indefensión del Mar Argentino y sus recursos. La Argentina es un país agredido por una potencia ocupante y esto no es hipótesis. Vemos que nuestros mares son depredados en sus recursos pesqueros con autorización del Reino Unido, Estado que, además, está en la búsqueda de recursos minerales”.
“Están reforzando la base militar Malvinas con aviones de última generación y equipos electrónicos sofisticados. Recientemente, expertos ingleses han asesorado a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) diciendo que la misma debe reforzar sus bases en ultramar, o sea en el estrecho que separa a las Malvinas”, añadió.
“La navegación por el estrecho de Drake se incrementará seguramente por las dificultades que tienen los gigantes del mar para utilizar el canal de Panamá. Debe ser tenida en cuenta asimismo la proyección sobre la Antártida conforme fue planteado recientemente en la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar”, destacó.
A raíz de lo mencionado anteriormente, el actual gobierno argentino ha tomado algunas medidas para reforzar su sistema de defensa nacional.
El 10 de julio del 2008, la presidente Cristina Fernández de Kirchner anunció el lanzamiento de la maestría en Defensa Nacional y Estrategia, que se dicta en la Universidad Nacional de Tres de Febrero.
En aquella ocasión, la presidenta aseveró “un sistema de defensa nacional se debe articular en torno a un modelo de desarrollo económico y social y debe tener un fuerte contenido regional, porque de otra manera puede no ser eficiente y eficaz”.
Para finalizar, Pereyra Mele expresó: “podemos ver que, en materia de Defensa, la Argentina está dando pasos muy lentos en la recuperación del complejo industrial militar. Hay que proponer un marco adecuado para que las Fuerzas Armadas defiendan los recursos naturales, lo que implica una nueva redistribución de los efectivos militares sobre las áreas más críticas de nuestro interés nacional”.