lunes, 22 de abril de 2013

PERPLEJIDAD

Mirando pasar los hechos

Con el mayor respeto, las presentes reflexiones no fluyen de un espíritu impugnador con manías contestatarias, sino que traducen simplemente cierto estado de ánimo en absoluto involuntario. Perplejidad. Vacilación sobre la propia capacidad cognoscitiva. El Arzobispo de Buenos Aires recién designado, acaba de manifestar la esperanza de un cambio en la relación oficial con el Gobierno, deseando que la Presidenta vuelva a la Catedral para el Tedeum del próximo 25 de Mayo.
“Estamos cerca de las elecciones, así que va a ser un 25 para rezar por la patria, para que nos vaya bien. Es más que probable y así lo deseo. ¡Que vuelva! es su casa” (cfr. “La Nación, 12 de abril de 2013).
Modificación optimista de la historia latiente, reduciéndose de hecho la actual inquina contra la Iglesia Católica a un accidente ocasional y superable, que impidiera circunstancialmente la concurrencia a una ceremonia.  Bastaría un solo gesto —y la bendición de las urnas— para que “nos vaya bien”. Quedarán atrás entonces:
- El Decreto Nacional N° 1086/05 que sanciona el Plan vigente contra la religión y la moral católica, promoviendo en especial la homosexualidad.
- Pasan al olvido la educación laica.
- La enseñanza obligatoria en escuelas públicas y privadas de “todos los métodos anticonceptivos”.
– El matrimonio igualitario.
– La facilitación del aborto.
– Las exposiciones sacrílegas con apoyo oficial.
– Y todo lo demás, ya superado, incluyendo la adaptación en ciernes del Código Civil a las novedades contra Dios y natura.
Destácase por separado, el explícito reconocimiento de la Catedral como casa de la Presidenta. Algo que anticipadamente presintieron sus poderosas cofrades, las Madres de Plaza de Mayo, cuando se posesionaron del templo instalando un retrete en el recinto sagrado…
Es notable el contraste entre esta actitud del pastor recién designado, y las palabras que acaba de pronunciar quien lo designó: “La incoherencia de los fieles y de los pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, minan la credibilidad de la Iglesia”.
DESENFRENO, DESAMPARO Y RECURSO
En estos días se ha agudizado la inquina del periódico oficialista por antonomasia, recurriendo a la blasfemia gráfica. En tal empeño publicó una caricatura del Sumo Pontífice elevando un mate con las palabras de la Consagración; y a la par un sacerdote impartía bizcochitos con grasa como comunión. Tampoco se han conocido pertinentes protestas. Figuran como directivos de la referida hoja los señores Tiffenberg y Sokolowicz, al frente de un extenso elenco de paisanos. De tal modo y cotejando la frialdad señalada con el celo en aquellos ámbitos frente al menor atisbo: ¿no será el caso de recurrir a la DAIA?
Recientemente ella supo exigir las disculpas de un importante legislador, por haberse animado a  señalar que en la explosión de la AMIA habían muerto “argentinos de religión judía y argentinos argentinos”… Y ya se sabe la impresionante reacción provocada desde la sección humorística del mismo diario, por cierta irreverencia rozando el dogma del Holocausto.

Casimiro Conasco
Abril de 2013