martes, 2 de abril de 2013

ROBAR LA ESPERANZA, CRIMEN DE LESA HUMANIDAD


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NO DEJÉIS QUE OS ROBEN LA ESPERANZA. prescribió S.S. FRANCISCO
De todo lo dicho, aparte de los llamados a la conciencia de cada uno; es apara mi el más profundo mensaje, paradójicamente minimizado por los medios de comunicación y formadores de opinión.
Importa todo una definición política, moral y religiosa que va a la médula del mayor problema de nuestros días en todo el mundo.
Un no rotundo al clientelismo populista, al progresismo demagógico, al consumismo y ajustes salvajes del capitalismo liberal.
Al estado controlador y a los políticos hipócritas.
En fin, a la perdida de la libertad de tomar las propias decisiones que es la esencia de la esclavitud.
A los programas contra la pobreza que tras una falsa caridad solo reproducen a los negreros de siglos pasados que traficaban con esclavos que jamás podrían salir de esa condición.
Mano de obra gratuita para enriquecer poderosos o sostenerlos en el poder, engañados tras la fantasía de supuestos estados de bienestar contra razón y natura basados en derechos que nunca se podrán ejercer o en empeñarse en consumos innecesarios.
Roban la esperanza los que niegan los problemas que nos agobian para no resolverlos.
Roban la esperanza los que hipotecan los recursos de la nación con pagos dentro de 25 años que deberán afrontar nuestros hijos y nietos, para no asumir sus propias responsabilidades en el saqueo para enriquecerse ellos.
Los que defraudan la fe publica con promesas incumplibles.
Los que han cerrado y blindado el futuro para impedir el bien común de todos.
Poco importa que se definan como extremistas, de centro, de derecha o izquierda
Al que le quepa el sayo que se lo ponga.
Recuerden la imagen del cangrejo tantas veces citada, dos pinzas derecha e izquierda para comer por una boca y mantener activo un solo cangrejo (cáncer)
Una pone la mesa, la otra trincha y sirve.
Vienen cambios profundos e imprevistos, ya nada será lo que era, es prudente ubicarse donde se debe estar con los dos pies bien afirmados para no ser arrastrados por la avalancha de lodo.
La perversión del leguaje es la herramienta que está a la orden del día
Ahora diálogo es escuchar en silencio, tolerancia es aceptar órdenes sin protesta. Consensuar es que todos piensen lo que uno ordena.
Riqueza es lo que tienen los otros.
Humildad es agachar la cabeza y aceptar.
Insólito es suponer que será el fermento de la unión, cuando desde los tiempos de Babel se sabe que la confusión de las lenguas desunió a los hombres y los eyectó a las cuatro esquinas del mundo con tal de mantener unidos solo a los que podían entenderse.