viernes, 23 de agosto de 2013

CRISTINA TOTALMENTE MENEMIZADA

Cristina totalmente menemizada.
 
José Marcelino García Rozado
 
¿Y la década ganada? ¿Ahora Argentina está mejor que Australia y Canadá? ¿Por qué dirán en el mundo que somos un país impredecible? ¿Se menemizó el régimen o sólo lo hizo Cristina? ¿Estoy loco o estamos volviendo a los delirios de los 90? Que la Presidente en un acto público y ante el empresariado K, los sindicalistas oficialistas, y la cohorte de aplaudidores –la enorme mayoría rentados- haya llegado al dislate de aseverar que Argentina -60ª en el ranking en materia de ingreso per cápita-, esté mejor que Australia -5ª en dicho ranking – y Canadá -9ª del ranking IPC- es verdaderamente inverosímil. Solo comprable al dislate de Menem cuando aseveró que Argentina había entrado “al Primer Mundo”. ¡Ya conocemos el final!

“Decir que en la Argentina la gente compra autos porque hay inflación es casi una falta de respeto a la inteligencia de la gente, también querer tapar el sol con las manos” explicaba didácticamente Cristina Fernández en la reunión de apuro convocada a empresarios, sindicalistas y políticos K en Río Gallegos. Increíblemente los reunió en dos oportunidades el pasado 21 de agosto, en las jornadas convocadas por Presidencia de las Nación, hablo en la apertura de la “Mesa de diálogo” donde explicó que “no habrá marcha atrás en el cepo cambiario  ni en las restricciones a las importaciones…”, pese al reclamo de los referentes de los muy poco diversos sectores que estuvieron sentados más de dos (2) horas en el aeropuerto de Río Gallegos. La jornada de actos y reuniones encabezadas por Cristina comenzó al mediodía con el acto de “Adjudicación del complejo hidroeléctrico del Río Santa Cruz” a la UTE compuesta por Gezhouba y Electroingeniería. Esta mega obra de más de $ 23 mil millones que fuera ya adjudicada en 2007 al consorcio de Pescarmona, Eurnekian y Camargo Correa y que por la crisis internacional se les cayere el financiamiento de un mínimo del 51% del monto total del emprendimiento entonces llamado “Cóndor Cliff y La Barrosa”, dejada de lado aquella adjudicación se volvió a licitar ahora como “Obra Pública” en el cual los interesados no estaban obligados a dar financiación, este nuevo llamado volvió a ser adjudicado a los mismos oferentes que plantearon una oferta de $ 16,4 millones y una financiación de $ 2 mil millones.
Ante el incumplimiento  de parte del Estado de realizar el aporte de fondos necesarios iniciar la obra, en abril de 2012, el Gobierno CFK canceló el contrato y cambiándole el nombre originario por el de “Presidente Néstor Kirchner y Gobernador Jorge Cépernic” relicitó la obra, y en esta oportunidad fue ganada por la UTE encabezada por Lázaro Báez, quienes por los motivos por todos conocidos e irregularmente –por la forma en que se presentó la oferta y se adjudicó, pues la oferta fue realizada en el acto de apertura, donde se redujo el monto en un 17% y se presentó el nuevo y definitivo financiamiento-, fue finalmente adjudicada a consorcio chino-argentino y con financiamiento muy importante de la banca china por US$ 4,7 mil millones. Esta adjudicación volvió a privilegiar los ventajosos créditos chinos por sobre la generación de empleo y transferencia tecnológica. O sea, que al igual que en la compra de los vagones ferroviarios y los subterráneos se optó por la compra directa desplazando de las ofertas a las grandes empresas nacionales relegadas ellas y los técnicos nacionales, y todo esto llevado a cabo por el autotitulado “Gobierno Nacional & popular”. El discurso llevado adelante por Cristina y dedicado a los empresarios y a los banqueros fue un anticipo de lo que posteriormente sería la reunión a “puertas cerradas”, en una supuesta defensa del “modelo económico K” y la exposición del crecimiento industrial, comercial y de la construcción durante éstos dos últimos años.
“Si el tema para ser empresario K es haber ganado plata –cosa que no acompaña al hecho de generar gigantescos actos de corrupción junto con funcionarios de todos los niveles de Gobierno- en estos diez años, desde acá diviso a muchísimos empresarios k” aclaró la Presidente con total desparpajo, burlándose de los presentes y de esa enorme mayoría del pueblo que le reclama en la calle en las masivas manifestaciones del 13S, el 8N, el 20N y el pasado 8ª, y en las urnas en las pasadas primarias; los actos de corrupción de este gobierno son incontables, alcanzan a todos los niveles de gobierno, desde subsecretarios de Estado, pasando por Secretarios y Ministros, jueces y vice presidentes y llegando a los mismos ex presidentes –desde Boudou, a Jaime, de Micelli a Cámeron, de De Vido a López, de Echegaray a Garré, etc. terminando en las denuncias de enriquecimiento ilícito de todos aquellos más Néstor en vida –absuelto increíblemente y en tiempo récord por Oyarbide- y ahora de Cristina en las Islas Seychelles con un entramado de delitos, empresas fantasmas y prestanombres de todo nivel desde pobres changarines hasta banqueros y empresarios santacruceños, antes empleados bancarios o jardineros y choferes de la pareja presidencial.
En su discurso increíblemente reclamó que las críticas siempre se realizan sobre el sector público y porque ella pretende “compartir las mismas…” con el sector privado los llamó a una autocrítica por su desempeño durante estos “·diez años, porque no creo que los privados no se hallan equivocado”, desafiando a los mismos y tapando, que la enorme mayoría de las críticas del pueblo y del poco periodismo no alineado, por las denuncias de actos de corrupción y autoenriquecimiento de parte de los “empresarios K”, ironizando las denuncias y pretendiendo quitarles entidad a las mismas, la Presidente consideró a los cuestionamientos por la magnífica situación económica del país. Una “realidad agrandada mediáticamente y que poco tiene que ver con la realidad” ¡Increíble! “Le pedí a alguien –no dijo a quién- que me hiciera una comparación con dos países como Australia y Canadá para derribar algunos mitos”, llegando a comparar la Argentina de 2013 con ambas naciones en materia de reservas, crecimiento del PBI, relación reserva-deuda sacando como conclusión falaz y sesgada que “No estamos en el paraíso pero no estamos mal, todos reconocieron el crecimiento de la actividad y los números de la economía” utilizando la reunión que acababa de realizarse con empresarios y sindicalistas. La extensa reunión fue luego calificada por CFK como “de diálogo sincero y puntual, todos expusieron sus puntos de vista” sin aclarar en ningún momento que “como Gobierno explicamos claramente los aspectos fundamentales de la economía argentina”.
Es muy cierto que durante la “Década Ganada K” hubo actores que realmente lograron que las cosas les fuera realmente bien, desde empresarios a políticos y sindicalistas, por eso podemos entender como ante una pregunta de Jorge Lanata que entrevistó telefónicamente al empresario y titular de Aeropuertos Argentina 2000, Eduardo Eurnekian, mientras ingresaba al Hotel Alvear para participar del “Council of the Americas”. La charla se puso tensa en varios momentos "Vos sos de la contra, negro", fue lo primero que le dijo el empresario y titular de Aeropuertos Argentina 2000, Eduardo Eurnekian, a Jorge Lanata durante una entrevista telefónica esta tarde. “Ustedes agrandan todo, ustedes quieren sangre, ustedes no quieren paz social, dejame de jorobar...", continuó el empresario, mientras ingresaba al Hotel Alvear para participar del “Council of the Americas”. La conversación entre ambos, por cierto, fue tensa en algunos momentos. Por ejemplo, cuando Eurnekian fue consultado por la decisión de desalojar a LAN Argentina del hangar de Aeroparque. "La decisión de mover a una aerolínea de un lugar a otro sucede todos los días en cualquier parte del mundo; no pasa nada, todos lo respetan y les parece perfecto, pero acá lo hacemos como que pareciera que queremos llamar la atención y decir: 'ves, acá mando yo', y eso está mal", respondió el titular de AA2000. Ocultando que dejar sólo a Aerolíneas y Austral en Aeroparque bajo control de La Cámpora y quedarse con todo Ezeiza es un magnífico negocio para ambas partes, ya que él maneja a su antojo rampas –librándose de Intercargo- y demás dependencias y Recalde y Kicillof manejan a su antojo todo lo que sucede –entra y sale con controles propios-  en Aeroparque. ¿Se entiende, no?
Este tema que generó diferencias entre ambos fue la posibilidad ya explicada de que Aerolíneas Argentinas tome el control de Aeroparque: "Eso me sorprendió, yo no lo leí; la verdad, me lo comentaron", dijo Eurnekian sobre las versiones, y agregó: "Yo en lo personal creo que es un disparate; para qué diablos quiere Aerolíneas meterse a manejar algo que tiene un buen servicio, no le da ni fu ni fa". Al ser consultado sobre la agrupación La Cámpora, que tiene el control de Aerolíneas Argentinas, Eurnekian se molestó: "Qué sé yo de La Cámpora, qué sé yo qué hace, qué me hablan de La Cámpora... Yo entiendo que tienen un gran campo de acción en Aerolíneas y creo que hay mucho que hacer en esa aerolínea". También se notó el malestar del empresario cuando Lanata le preguntó acerca del discurso de ayer de Cristina Fernández en Río Gallegos, que comparó a la Argentina con Canadá y Australia. "Las razones de la Presidente no se pueden discutir en una pregunta; creo que si alguien lo duda tiene que agarrar los números, verlos, analizarlos y hacerlo profesionalmente; no sé si tiene fundamento o no lo que dijo, pero tampoco me interesa dudarlo", sostuvo Eurnekian sobre los números económicos de los tres países. Puesto a defender el “Modelo económico K” y el “relato-discurso” el mandamás de AA2000 y varias otras concesiones y obras públicas, no dejó dudas, es más lo hizo casi mejor que Parrili, Aníbal Fernández o el mismo Zaninni.
Al finalizar la “Mesa de diálogo” cristikirchnerista de Río Gallegos, los “referentes o sea –según Cristina- los titulares” de cada sector invitado coincidieron, ¿cómo no iban a hacerlo? En que la Presidente se “mostró más permeable a las sugerencias y abierta al diálogo, que en otras ocasiones. Sobre los desacuerdos se seguirá trabajando con el Gobierno para llegar al mejor acuerdo” contó Méndez titular de la UIA, algunos empresarios protestaron por el freno a las importaciones de materias básicas –hasta de algunas drogas y elementos médicos- y Cristina se resistió a darles la razón expresando “hay sobrestock de insumos en las industrias”. Dejando muy en claro que la actual política del cepo cambiario y de importaciones no es negociable bajo ningún concepto, por lo menos hasta después del 27 de octubre. El tema candente para empresarios y sindicalistas K fue el del mínimo no imponible en Ganancias sobre los salarios por lo que voceros de la mesa expresaron “existe voluntad política para discutir la modificación del impuesto, pero sin plazos” Weis explicó que el problema radicaba en como reemplazar dicho ingreso a las arcas del Estado, diciendo: “hay que tratar de ingresar por otras vías lo que no va ingresar por este impuesto y eso se está hablando”. Cristina expresó con claridad “Hablamos del tema, pero lo importante es no desfinanciar al Estado” Esta explicación de la Presidente dejó en claro la evidente necesidad de la Casa Rosada de recuperarse del muy duro traspié en las primarias –PASO- lo que implicará apurar al Congreso para que apruebe antes de las elecciones de octubre el proyecto de ley de Héctor Recalde que propone gravar la renta financiera, para financiar los cambios en el impuesto.
Gerardo Martínez, titular de la UOCRA y sindicalista preferido de la Presidente destacó: “No proponemos que el Estado –que se olvidan de explicar incrementó sus gastos corrientes en forma exponencial, junto con una emisión monetaria totalmente descontrolada y que empuja abiertamente la inflación, por sobreabundancia de pesos imposibles de retirar del mercado ni con la suba de intereses y mucho menos con la devaluación, escondida en su política del “paso a paso” y que ronda ya el 28% anual- haga ninguna locura. Entendemos que esto hay que analizarlo en profundidad”. Cristina acompañó estas palabras advirtiendo: “Ustedes me piden que sea responsable. No hay ninguna posibilidad (de modificar Ganancias) en función de los recursos que tenemos”, no explicando porque se abonan infinitos subsidios al transporte de pasajeros, a los trenes metropolitanos y a Aerolíneas y Austral (en total rondan los US$ 7 mil millones), a los que hay que sumar el creciente y notorio déficit de la balanza energética que ya ha superado la barrera de los US$ 9 mil millones. Si sumamos solamente estos dos ítems veremos que superan holgadamente el superávit de la balanza comercial que este año es de US$ 12 mil millones, con un muy alto porcentaje por parte del sector agrario, no invitado a la “Mesa de diálogo”, convocada por Cristina Fernández en Río Gallegos. ¿Será que el campo por no ser cristikirchnerista u acomodaticio no está en el pensamiento de la Presidente? Lo que el gobierno K ni difunde ni explica es que robándole a los trabajadores y jubilados el Estado –o sea Cristina, en su óptica totalitaria-  recauda US$ 5,5 mil millones, y la propuesta de Recalde, padre, alcanza apenas los US$ 1,2 mil millones. En un clima “cordial, pero extenuante” al tener que escuchar dos discursos presidenciales en muy corto tiempo, “lo mejor: fue que casi todos pudieron hablar.”
El que peor lo pasó fue Héctor Méndez de la UIA, a quien Cristina le regaló, mucha bronca escondida detrás de palabras amistosas. “Héctor, ya que decís que tengo que hacer correcciones porque vamos a perder votos, ¿qué tengo que hacer?”, a lo que éste sin perder ni la compostura, ni la sonrisa, sacando una lista de pedidos, encabezada por la modificación del seguro ambiental le entregó la misma a Cristina, Weis de la CAC casi termina dulcemente asesinado cuando planteó, “volver al mercado de capitales y dejar de estar aislados del mundo para que haya más inversión”, a lo que CFK respondió: “Fijáte cómo nos fue y cómo les está yendo a los países que se endeudaron últimamente”. Además del breve ensayo comparativo realizado por Cristina al cotejar algunas cifras e indicadores macroeconómicos de Argentina con los de la dupla Australia y Canadá, es interesante “para indicar que estamos mejor”, no porque sea “más cool” –con el mismo tono de aquel “esto o es la Universidad de La Matanza…”” en Harvard- si no porque ayuda a develar algunos interrogantes sobre los eslabones perdidos en nuestra historia.  Desde hace décadas muchos economistas, historiadores e investigadores en general o gente que ha recorrido mucho o bastante mundo, se plantearon y plantean una sola pregunta ¿Porqué no fuimos como Australia y Canadá, países que contando con dotación de recursos naturales, condiciones climáticas y posiciones en el mundo parecidas hacia fines del siglo XIX y hasta los años 30 del siglo XX, despegaron mientras nosotros nos quedamos atrás o al costado de los procesos de desarrollo?
Si mantuviéramos un INDEC realista y verás, confiable como lo fuera hasta la intervención brutal y elefantiásica de Guillermo Moreno en 2007, los resultados se hubieran reflejado en el Índice de Desarrollo Humano 2013 (PNUD): Australia está en 2º lugar (o sea es el segundo país más desarrollado del mundo), Canadá está en el 11º lugar y la Argentina (mal que le pese al inútil que le preparó el ensayo comparativo que expuso ridículamente nuestra Presidente) está ubicada en el 45º lugar. En “La anomalía argentina” de Julio Godio, o en “Tres países, tres destinos” de Daniel Muchnik, hasta en “¿Por qué la Argentina no fue Australia?” de Pablo Gerchunoff y Pablo Fajgelbaum, encontramos pautas y algunas respuestas desde las visiones de cada uno de ellos sobre el fracaso de un proyecto de país, remarcando que en la observación objetiva de nuestra historia, encontramos como elemento central del fracaso las permanentes pujas, donde pugnaron siempre dos culturas: “la rentística y la productiva”. Es como un dato paradigmático que esta puja también se dio en EEUU en la Guerra de Secesión de mitad del siglo XIX, y allí a diferencia nuestra primó la “cultura productiva, o productivista (desarrollista con estricto sentido nacional –sano nacionalismo popular-)”, mientras que aquí después de 1955 y salvo el pequeño intervalo de 1958 a 1960, la cultura imperante, pues se impuso abiertamente fue “la cultura rentística” antes de la oligarquía terrateniente y luego la oligarquía financiera, muchas veces encarnada por aquellos descendientes de la vieja oligarquía terrateniente (José Alfredo Martínez de Hoz, etc.), Argentina fracasó en “su intento de consolidar instituciones y una estructura política que organizara los intereses divergentes de sus regiones, de sus clases sociales, de sus movimientos partidarios”.
El indicador inapelable de nuestro fracaso se explica: “En la Argentina, el 15% de la población vive con US$ 2 o menos por día; en Australia no hay una sola persona que pueda vivir con US$ 2 diario. Aún creciendo, un país que excluye al 20 o 30% de su población no puede aspirar a nada sólido”. Siete (7) años después las condiciones no han variado casi nada: a pesar de las nuevas y múltiples oportunidades de convergencia con aquellas economías emergentes –como consideraron en algunas oportunidades y años a la Argentina (ingreso del G20, por ejemplo), o durante los primeros cuatro (4) años postcrisis 2001, o sea el período 2202/2006 de crecimiento sostenido a tasas realmente importantes-, seguimos bien lejos de los estándares de desarrollo y calidad de vida, no sólo de Australia y Canadá, sino también de otros muchos emergentes –Brasil, Colombia, Chile, Perú por nombrar a nuestros hermanos regionales-. No porque no crecimos lo suficiente, sino por el modo en que se aprovechó ese crecimiento ara hacer otras cosas; inversión, distribución del ingreso, desarrollo institucional y calidad democrática y republicana. Argentina tuvo y tiene las capacidades y los recursos naturales para “desarrollarse”, y no simplemente crecer, pero lo que no tiene es una clase dirigente a la altura de “una cultura productivista, desarrollista con estricto sentido nacional”. Argentina peca de no sentirse una potencia “Imperial”, ese sentimiento que abunda en los estadounidenses, los brasileños, los británicos y hasta los alemanes, los japoneses, los franceses o los chinos. Mientras nos veamos como los eternos “ganadores morales”, y perdamos por goleada contra cualquiera, no lograremos superar nuestros complejos. Estamos acomplejados desde hace un siglo y medio, en que sentirnos nacionalistas y populares es chauvinista y fascistoide, desde la escuela de “la dependencia”, se nos enseña a no ser chauvinista, a que ser “Nacionalista”, así con mayúsculas no es sano y bueno, se nos impone desde la infancia misma el complejo “de no ser”, ¡Ese es el destino de la dependencia y las divisiones internas, las controversias desatadas, donde el adversario pasa a ser “el enemigo”!
Las doce (12) variables macroeconómicas que “le vendieron a Cristina”, son una perogrullada digna de un infantil creador de ilusiones ópticas, que la realidad termina por desconocer, Cristina se negó a decir quien es el falso profeta de unos números irreales y desconocidos los “números macroeconómicos” y las cifras de semejante papelón no fueron exhibidas. Cristina comparó, según el “estudio”: el superávit fiscal primario, el superávit fiscal financiero,  deuda pública como porcentaje del PBI, deuda externa como porcentaje del PBI, superávit comercial, superávit de cuenta corriente, resevas, reservas como porcentaje del PBI, reservas como porcentaje de las importaciones y reservas en relación con la deuda externa Argentina. Con los números fraguados e inconsistentes del actual INDEC, cualquier comparación es irreal, falaz, sesgada y como mínimo equivocada, sostener que estamos mejor que Australia y Canadá es una perogrullada que sólo a una mente afiebrada y enferma de soberbia, se le puede ocurrir. Las cifras que Cristina, nuestra Presidente (a cualquier costo hasta el 19 de diciembre de 2015), peca de infantil, estúpida y mordaz porque compararnos con Australia cuyo PBI por cápita es el 5º más alto del mundo US$ 67.723 por persona), el de Canadá el 9º (US$ 52.232) y el de Argentina en el 60º lugar es de US$ 11.576, nos obliga a reconocer que es imposible de compararnos siquiera. No ya de creernos que estamos mejor que ellos. La inflación en Australia es del 2,5% anual, y en Canadá es de 1,5% anual, estas comparaciones maniqueas y, por lo menos tontas (dignos de algún trasnochado joven brillante camporista, omitió cuestiones como la evolución del índice de desarrollo humano o que el tamaño del Estado en la Argentina aumentó 15 puntos porcentuales en la última década esa “Década Ganada del cristikirchnerismo”. Nuestro gasto público como porcentaje del PBI es hoy mucho más alto que el de ambos países, mientras ni el transporte, ni la educación, ni la salud proveen los servicios con la calidad de aquellos otros dos países.
¡Nuestra recomendación humilde para con Cristina Fernández, es que deje de minimizarse, que ya lo está en demasía!

Buenos Aires, 22 de Agosto de 2013.
Arq. José M. García Rozado.
MPJIRucci – LIGA FEDERAL