viernes, 27 de junio de 2014

Estudiarían acusar al grupo Boudou por asociación ilícita

Estudiarían acusar al grupo Boudou por asociación ilícita

junio 27, 2014
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También Fariña y el empresario Erusalimsky podrían ser imputados por lo mismo.
Mientras la expectativa política está concentrada en la pulseada que en el despacho del juez Thomas Griesa libran el gobierno argentino y varios holdouts encabezados por Paul Singer, en los tribunales de Comodoro Py, las causas que preocupan al poder también tienen sus movimientos. Por ejemplo, ayer extrañó que la Procuradora General Alejandra Gils Carbó permaneció varias horas en el edificio de Comodoro Py. El pretexto fue una reunión oficial sobre cuestiones de derechos humanos. Pero la realidad sería que Gils Carbó se habría reunido con varios funcionarios de confianza de la Casa Rosada, preocupada por ciertas versiones sobre que se podrían dictar medidas en su contra en la denuncia que le realizara el año pasado el fiscal Guillermo Marijuán. Éste imputó a Gils Carbó -una de las cabezas de la organización oficialista “Justicia Legítima”- por haber nombrado supuestamente “a dedo” a varios fiscales en varias procuradurías ad hoc, entre los cuales figura Carlos Gonella.
Claro está que las principales preocupaciones de la Casa Rosada se centran en otros temas. Por ejemplo, en el kirchnerismo habría cierto alivio ante la casi seguridad de que el juez federal Ariel Lijo no se pronunciará sobre el casi seguro procesamiento de Amado Boudou en el caso Ciccone en tanto no se resuelva la conflictiva situación judicial entre el Estado nacional y los holdouts que ganaron el juicio por US$ 1330 millones en Nueva York. En cambio, otra versión empieza a inquietar seriamente. Es la que indica que Lijo no descartaría apuntarle a un cambio de carátula a la causa Ciccone planteando la existencia de una asociación ilícita, un delito tipificado por los artículos 210 y 210 bis del Código Penal y que tiene entre 3 y 10 años de pena, o sea más que las negociaciones incompatibles con la función pública (Artículo 265) que son sancionadas con prisión de 1 a 6 años. La idea es que Boudou, Alejandro Vandenbroele, José María Núñez Carmona, Juan Carlos López y algunos allegados más habrían integrado, como dice el Código Penal, una asociación o banda de tres o más personas destinada a cometer delitos por el solo hecho de ser miembro de la asociación. Una de las grandes dificultades de avanzar en este tipo de imputaciones radica en probar el carácter permanente de la asociación ilícita. En este caso, se habla de distintos ilícitos cometidos a través del conjunto empresario ligado a Boudou, integrado por WSM, Rock Argentina e Inmobiliaria Aspen, entre otras. Por vías paralelas, también importaría la investigación sobre un megaemprendimiento inmobiliario en la costanera de Olivos, más las causas relacionadas con la adquisición fraudulenta de automotores que ya se le siguen al vicepresidente. Por último, la investigación sobre la existencia de una asociación ilícita podría extenderse a ciertas operaciones sospechosas de Boudou como director de la ANSES. A este probable cambio de carátula hasta se le podría sumar el cargo de extorsión, referido a las presiones ejercidas sobre la familia Ciccone para cederle al grupo Boudou el control de la Compañía de Valores Sudamericana (ex Ciccone). En este punto pesaría especialmente el rol de Núñez Carmona, sobre quien se determinó recientemente que participó en las reuniones oficiales con los Ciccone en el Ministerio de Economía, sin ser funcionario público y ocupándose de extorsionar a los dueños de la imprenta de billetes.

La otra causa

En la causa por evasión de 28 millones de pesos por la cual está preso Leonardo Fariña y que lleva el juez federal de La Plata Manuel Blanco también se habla de que podría haber una recaratulación del expediente para pasar a la asociación ilícita.
Fariña está preso y procesado, acusado de evadir unos 28 millones de pesos en impuestos por la compra de un campo en la provincia de Mendoza. En declaraciones ante la justicia, la modelo Karina Jelinek sostuvo que su marido tenía relación con Roberto Erusalimsky y Carlos Molinari, dos empresarios citados a indagatoria en la causa en la que Fariña está procesado por lavado de dinero. “Él decía que era su socio pero nunca me lo quiso presentar”, dijo Jelinek sobre Erusalimsky. Éste es el presidente y accionista de ‘Welmare Trading S.A.’, empresa donde Fariña figura como director no accionista, y la Justicia sospecha que le compró un campo en Mendoza por 1.800.000 de dólares cuando el ex marido de Jelinek lo adquirió por cinco, en lo que se cree que pudo ser una operación simulada. Jelinek también dijo que Fariña tenía negocios con Carlos Molinari, titular de Rei Fiduciaria, empresa que pagó los dos millones de pesos que costó la boda de la pareja. El médico Luis Malek Fara, amigo de Fariña y de Erusalimsky, fue quien los conectó. Malek Fara declaró ante el juez federal Sebastián Casanello, que investiga al empresario Báez, que su amigo Fariña “es un mitómano”.
“Cuesta analizar sus conductas. Por ahí te ofrece algo, lo llamás y desaparece. Ni siquiera pide nada por adelantado. No tiene ningún beneficio más que captar la atención del otro un momento”, dijo en la declaración judicial. A Malek y a Fariña los unieron los autos. Fariña le pidió que le encontrara compradores para un Audi TT plateado de 2010 y dos lujosos BMW. Malek Fara contó que él le presentó a Fariña al empresario Erusalimsky.
Luis Malek Fara dijo que el médico Erusalimsky siempre lo llamaba para preguntarle por algún auto. Por ejemplo, una vez le pidió una camioneta Ford Ranger, porque no quería meter en la arena de Pinamar su costosísima BMW X 6. En esas charlas le dijo que Fariña vendía el campo en Mendoza.
Esta causa por evasión agrava la situación del financista Fariña, que enfrenta otro proceso por conducir una lujosa camioneta BMW X 6, de un amigo suyo que tenía papeles falsos. El supuesto dueño del vehículo era Juan Ignacio Suris, novio de la vedette Mónica Farro y preso por narcotráfico. El caso es que Erusalimsky estaría hoy en el centro de la lupa de Blanco. La Justicia estaría investigando en especial el diálogo telefónico entre Fariña y Erusalimsky en el cual el primero dijo: “Tengo 90 millones físicos en Portugal”. Evidentemente lo estaba consultando al médico acerca de cómo blanquear esa suma, a lo cual éste, seguramente desconfiando del teléfono, habría contestado evasivamente.
Cálculos realizados en Tribunales indican que esos 90 millones de dólares en Portugal coincidirían con aproximadamente el 6% de comisión que habría cobrado Ricardo Jaime, cuando era Secretario de Transporte, por la compra de vagones portugueses que, por su obsolescencia, fueron un rotundo fracaso.
Carlos TórtoraCuriosamente, en algunos medios se ironiza con Erusalimsky, al que apodan el “Dr. Muerte” por las denuncias que acumularía el Sanatorio Virreyes, que es de su propiedad. Ahora, la posibilidad de que este médico, Fariña y Fara terminen siendo acusados por asociación ilícita parece ir creciendo a medida que surgen más negocios turbios vinculados a las mismas personas.