LA 
PERSECUCIÓN A LOS CRISTIANOS EN SIRIA 
Hace tres 
años –después de tres de misión en Belén y doce en Egipto- la Madre Ma. de 
Guadalupe Rodrigo se fue a Aleppo (Siria); un lugar escogido para “descansar y 
reponer fuerzas” porque allí había “mejor convivencia entre cristianos y 
musulmanes”; pero a pocos meses de llegar se desató una guerra que sorprendió a 
nativos y extranjeros. 
Oriunda de Villa Mercedes, San Luis, visitó a su 
familia; de paso por Buenos Aires estuvo en los estudios de Radio Palermo y 
describió su experiencia en Cultura de la Vida, el programa radial del boletín 
Notivida. 
Los invitamos a conocer su conmovedor testimonio pulsando aquí.
Transcribimos a 
continuación la gacetilla de prensa del programa.
OREMOS POR 
SIRIA
En una nueva emisión de Cultura de la Vida, se entrevistó a la 
Madre Guadalupe Rodrigo, SSVM (rama femenina del 
IVE), quien comentó la impresionante experiencia de la guerra 
que le ha tocado vivir en Aleppo, Siria, en la misión que el Instituto del Verbo 
Encarnado sostiene allí. Impresionante experiencia porque por un lado es 
espantosa, terrible y dramática pero al mismo tiempo ha producido entre los 
católicos un provechoso cambio interior que los acercó a Dios, trocó su mirada 
sobre las cosas, las personas y las circunstancias, ordenó sus vidas abandonando 
las frivolidades propias de toda ciudad moderna, altamente industrializada y 
próspera, intensificó los vínculos familiares y les enseñó el cuidado del tiempo 
como tesoro que permite ganar la eternidad. La guerra como causa material y la 
gracia de Dios como causa eficiente sacaron lo mejor de sus corazones y han dado 
frutos que enriquecen a la Iglesia de Siria y a la Iglesia Universal ya que 
conocen muchos casos de mártires y de confesores de la fe. “Dios sabe sacar bienes de todos los 
males”.
Los conflictos comenzaron en el sur, luego se 
extendieron a Damasco y cuando nadie lo esperaba, de un día para otro, la guerra 
se desató en plena ciudad de Aleppo, donde castiga especialmente los barrios 
cristianos desde hace 3 años y medio. Primero se oyeron tiros, disparos al aire 
desde ambulancias del ejército que trasladaban heridos, luego cañonazos, se hizo 
habitual la circulación de tanques y aviones y cotidiano el batallar en medio de 
la vida del pueblo que paga con sus víctimas. La ciudad, cuya población es de 5 
millones de habitantes, fue cerrada durante un año. Por extensos períodos de 
tiempo carecen de luz y por lo tanto de agua, de alimentos frescos, de 
combustible y calefacción, aunque en invierno las temperaturas descienden varios 
grados bajo cero y los veranos son muy cálidos llegando a 47 °. Antes de la 
guerra, todas las casas tenían calefacción y refrigeración. En estos momentos 
toda comodidad material se ha perdido así como la necesaria tranquilidad para el 
descanso pero a todo se acomoda el hombre. Durante el primer mes era imposible 
conciliar el sueño, posteriormente se aprendió a tomar los debidos recaudos para 
hacerlo. “Hasta los pájaros que se posan 
en los cables aéreos lo han logrado”. Gracias a que los edificios del barrio 
donde viven, por una razón de arquitectura urbanística, poseen subsuelos las 
religiosas y las alumnas del estudiantado los han convertido en dormitorios un 
poco más seguros aunque todos han aprendido a convivir con el miedo. La Madre 
Guadalupe ha vivido situaciones límites como cuando una tremenda explosión, al 
mediodía, dañó las zonas contiguas a la catedral y a la casa de las hermanas e 
hirió gravemente a una estudiante del pensionado universitario que ellas 
dirigen, y otras acaecidas a personas conocidas. Se calcula que este conflicto 
bélico ya ha causado más de 150.000 muertos en toda Siria. 
Los jóvenes, antes bastante occidentalizados en su 
manera de comportarse y en sus diversiones, en estos momentos de crisis y ante 
el contacto frecuente con la muerte, han descubierto las cosas esenciales de la 
vida y ese cambio interior les otorgó una felicidad más profunda que no se basa 
en lo sensible sino en valores trascendentes, seguros de que la verdadera paz, 
la definitiva, la hallarán en el cielo; no obstante rezan y piden al mundo 
oraciones para que la guerra termine. Este fue justamente el pedido que les 
hicieron a las hermanas del IVE que temporariamente regresaron a la Argentina, 
ya que por propia voluntad y con el beneplácito de sus familias, volverán a 
Aleppo para acompañar y asistir espiritualmente a estos cristianos. El 
testimonio de la Madre Guadalupe fue riquísimo y trasmite el mensaje de los 
sirios de su comunidad: “Agradezcan al Santo Padre las oraciones y 
la jornada de ayuno que pidió para que acabe la guerra y pidan 
oraciones”.
Prof. María Celia 
Gil
Cultura de la 
Vida
Coordinadora Área de 
Prensa
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NOTIVIDA, Año XIV, 
Nº 932, 20 de junio de 2014
Editores: 
Lic. Mónica del Río y Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja 
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