sábado, 28 de junio de 2014

LA PERSECUCIÓN A LOS CRISTIANOS EN SIRIA


NOTIVIDA, Año XIV, Nº 932, 20 de junio de 2014
LA PERSECUCIÓN A LOS CRISTIANOS EN SIRIA
Hace tres años –después de tres de misión en Belén y doce en Egipto- la Madre Ma. de Guadalupe Rodrigo se fue a Aleppo (Siria); un lugar escogido para “descansar y reponer fuerzas” porque allí había “mejor convivencia entre cristianos y musulmanes”; pero a pocos meses de llegar se desató una guerra que sorprendió a nativos y extranjeros.
Oriunda de Villa Mercedes, San Luis, visitó a su familia; de paso por Buenos Aires estuvo en los estudios de Radio Palermo y describió su experiencia en Cultura de la Vida, el programa radial del boletín Notivida.
Los invitamos a conocer su conmovedor testimonio pulsando aquí.
Transcribimos a continuación la gacetilla de prensa del programa.
OREMOS POR SIRIA
En una nueva emisión de Cultura de la Vida, se entrevistó a la Madre Guadalupe Rodrigo, SSVM (rama femenina del IVE), quien comentó la impresionante experiencia de la guerra que le ha tocado vivir en Aleppo, Siria, en la misión que el Instituto del Verbo Encarnado sostiene allí. Impresionante experiencia porque por un lado es espantosa, terrible y dramática pero al mismo tiempo ha producido entre los católicos un provechoso cambio interior que los acercó a Dios, trocó su mirada sobre las cosas, las personas y las circunstancias, ordenó sus vidas abandonando las frivolidades propias de toda ciudad moderna, altamente industrializada y próspera, intensificó los vínculos familiares y les enseñó el cuidado del tiempo como tesoro que permite ganar la eternidad. La guerra como causa material y la gracia de Dios como causa eficiente sacaron lo mejor de sus corazones y han dado frutos que enriquecen a la Iglesia de Siria y a la Iglesia Universal ya que conocen muchos casos de mártires y de confesores de la fe. “Dios sabe sacar bienes de todos los males”.
Los conflictos comenzaron en el sur, luego se extendieron a Damasco y cuando nadie lo esperaba, de un día para otro, la guerra se desató en plena ciudad de Aleppo, donde castiga especialmente los barrios cristianos desde hace 3 años y medio. Primero se oyeron tiros, disparos al aire desde ambulancias del ejército que trasladaban heridos, luego cañonazos, se hizo habitual la circulación de tanques y aviones y cotidiano el batallar en medio de la vida del pueblo que paga con sus víctimas. La ciudad, cuya población es de 5 millones de habitantes, fue cerrada durante un año. Por extensos períodos de tiempo carecen de luz y por lo tanto de agua, de alimentos frescos, de combustible y calefacción, aunque en invierno las temperaturas descienden varios grados bajo cero y los veranos son muy cálidos llegando a 47 °. Antes de la guerra, todas las casas tenían calefacción y refrigeración. En estos momentos toda comodidad material se ha perdido así como la necesaria tranquilidad para el descanso pero a todo se acomoda el hombre. Durante el primer mes era imposible conciliar el sueño, posteriormente se aprendió a tomar los debidos recaudos para hacerlo. “Hasta los pájaros que se posan en los cables aéreos lo han logrado”. Gracias a que los edificios del barrio donde viven, por una razón de arquitectura urbanística, poseen subsuelos las religiosas y las alumnas del estudiantado los han convertido en dormitorios un poco más seguros aunque todos han aprendido a convivir con el miedo. La Madre Guadalupe ha vivido situaciones límites como cuando una tremenda explosión, al mediodía, dañó las zonas contiguas a la catedral y a la casa de las hermanas e hirió gravemente a una estudiante del pensionado universitario que ellas dirigen, y otras acaecidas a personas conocidas. Se calcula que este conflicto bélico ya ha causado más de 150.000 muertos en toda Siria.
Los jóvenes, antes bastante occidentalizados en su manera de comportarse y en sus diversiones, en estos momentos de crisis y ante el contacto frecuente con la muerte, han descubierto las cosas esenciales de la vida y ese cambio interior les otorgó una felicidad más profunda que no se basa en lo sensible sino en valores trascendentes, seguros de que la verdadera paz, la definitiva, la hallarán en el cielo; no obstante rezan y piden al mundo oraciones para que la guerra termine. Este fue justamente el pedido que les hicieron a las hermanas del IVE que temporariamente regresaron a la Argentina, ya que por propia voluntad y con el beneplácito de sus familias, volverán a Aleppo para acompañar y asistir espiritualmente a estos cristianos. El testimonio de la Madre Guadalupe fue riquísimo y trasmite el mensaje de los sirios de su comunidad: “Agradezcan al Santo Padre las oraciones y la jornada de ayuno que pidió para que acabe la guerra y pidan oraciones”.
Prof. María Celia Gil
Cultura de la Vida
Coordinadora Área de Prensa
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NOTIVIDA, Año XIV, Nº 932, 20 de junio de 2014
Editores: Lic. Mónica del Río y Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja
Página web: www.notivida.org
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