En
su declaración indagatoria, la ex presidente denunció que el actual
presidente le adjudicó en forma directa el soterramiento del tren
sarmiento a su primo Angelo Calcaterra. En realidad, fue la ex
presidente quien lo adjudicó a una UTE integrada por Oberdretch, Guella y
IECSA -del citado Calcaterra- en donde la constructora brasileña tenía
la mayoría, porque aportaba el financiamiento del banco brasileño de
inversiones, que tiene tasas muy bajas.
Es sabido que Marcelo Oberdretch fue condenado a 19 años de prisión por sobreprecios de la obra pública, por lo cual desertó de la UTE a la cual se adjudico el soterramiento y jurídicamente correspondía volver a licitarla, pero el presidente Macri, por un DNU, dejó a Guella y IECSA por 3000 millones de dólares, cuando la adjudicación de CFK fue por 1600 millones de dólares. Pero aunque es difícil que el actual gobierno pueda ser imputado de algún delito por esta adjudicación, puede ser obligado a relicitarla.
Al mismo tiempo, Carlos Verna, el gobernador de La Pampa, tuvo una situación similar con la licitación por el acueducto del Río Colorado, que se adjudicó por 1400 millones de pesos a la UTE Supercemento y la brasileña Oas, cuyo presidente también está preso y desertó de la obra, por lo cual CFK se la dio directamente a Supercemento, como reclamaba el ex gobernador antecesor de Verna, quien, cuando llegó, la anuló y presentó una denuncia penal por administración fraudulenta y otros delitos más.
Es muy posible que Julio de Vido, enterado del caso pampeano, se lo comentara a la ex presidente para que ella se defendiera diciendo que Macri le da obras a su primo como ella se las daba a Lázaro Báez y otros empresarios de la construcción.
Como señalamos más arriba, para demostrar transparencia, el gobierno nacional deberá relicitar la obra y no hacerlo por la vía de un DNU que no fue aceptado por el congreso, aunque ahora las partidas fueron incluidas en el presupuesto 2017, que será aprobado en breve.
Guillermo Cherashny
