lunes, 18 de febrero de 2019

LA PASTORAL DE LA HIPOCRESÍA

LA PASTORAL DE LA HIPOCRESÍA



Al escandaloso silencio del Episcopado sobre los secuestrados políticos, entre los cuales se encuentra por lo menos un sacerdote, el Padre von Wernich, se suma el escarnio hipócrita.
Según una noticia publicada hoy, 15 de Febrero, por el boletín eclesiástico AICA, existe un organismo dentro de la Conferencia Episcopal que se llama "Pastoral Carcelaria" cuyos integrantes se han reunido desde el 8 al 11 de Febrero "en la casa de retiros San Alfonso que los padres redentoristas tienen en la localidad de Villa Allende, provincia de Córdoba. (La noticia se titula: "Pastoral Carcelaria: Renovado compromiso a escuchar el grito de los encarcelados"). Las jornadas estuvieron animadas por el lema “Escucha, Pastoral Carcelaria”. Delegados de 44 diócesis argentinas participaron del XIV Encuentro Nacional de Referentes de la Pastoral Carcelaria...La convocatoria contó con la presencia de monseñor Juan Carlos Ares, obispo auxiliar de Buenos Aires y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Carcelaria; monseñor Esteban María Laxague SDB, obispo de Viedma; monseñor Adolfo Canecin, obispo de Goya, ambos miembros de la comisión, y capellanes de los Servicios Penitenciarios de las distintas jurisdicciones eclesiásticas del país." 


"Las jornadas estuvieron animadas por el lema “Escucha, Pastoral Carcelaria. Una Iglesia sinodal es una Iglesia que escucha a Dios y al pueblo” y las temáticas giraron en torno a la apertura del diálogo, la escucha y la lectura bíblica...
"El primer tema abordado fue “Escuchándonos, cinco axiomas de la Comunicación" y estuvo a cargo del licenciado en Psicología y capellán delegado de la Región Buenos Aires Norte, presbítero Pablo Iriarte.
"El domingo 10 se abordó el tema de la "Escucha pastoral" a través de la lectura orante y comunitaria de la Biblia. Este espacio lo coordinó el presbítero Rubén Infantino, secretario ejecutivo de la Pastoral Carcelaria. Desde el texto del ciego Bartimeo en el Evangelio de San Marcos y extractos de homilías del obispo mártir monseñor Enrique Angelelli, se escucharon “los gritos de nuestros hermanos carcelados y las actitudes a tener en cuenta en la escucha pastoral”. (N: Nótese que llaman al Obispo terrorista Angelelli como "obispo mártir", con total desparpajo e ignorancia deliberada de la verdad histórica).
"Siguiendo el encuentro se trató el tema: "Modelos de escucha, cómo debe escuchar la pastoral", el que fue abordado por la delegada de la Región Centro de la Pastoral Carcelaria, Viviana Noé (Córdoba).
"El lunes 11 hubo una ponencia sobre “la Justicia terapéutica” a través de una videoconferencia aportada por la doctora María Jimena Monsalve, jueza del Juzgado de Ejecución Penal Nº 5 de Buenos Aires. “Este tema es crucial en nuestra época, ya que hace referencia al delito como consecuencia de las adicciones”, explicaron los organizadores. Es un programa piloto que se está aplicando, de forma paulatina, en su jurisdicción con posibilidad de extenderlo a las provincias del resto del país.
"Ese mismo día por la tarde, el presbítero Juan Nota, de Rawson (Chubut), presentó un itinerario de catequesis para la evangelización de los hermanos privados de libertad en cuatro etapas: Ponerse en camino, Palabra, Kerygma y Opción.
"Noé sintetizó los vivido en sus palabras finales: "Como siempre una caricia para el alma encontrarnos cada febrero y compartir la formación, la oración y en medio de todo, lo maravilloso de la fraternidad que se vive y la alegría de estar juntos abriendo caminos al Reino de Dios en la cárcel, de distintas maneras pero sirviendo al fin todos en la misma barca! Este año nos veremos otra vez en octubre para el Encuentro Nacional en Mar del Plata. Qué el Señor los bendiga!”.
!Qué hipocresía, Dios mío!
Como puede verse, estos "fraternales" señores se olvidaron completamente de que en las cárceles de este país han muerto ya por homicidio de Estado 488 víctimas de la llamada "política de Estado de los derechos humanos" que no es más que un eufemismo para ocultar la verdadera esencia de esa "política de Estado" que no es otra que la persecución y asesinato de quienes sean acusados de haber luchado contra el terrorismo de los años 70, sin que importe el prevaricato de los jueces que los mantuvieron presos ni el odio ideológico que es el trasfondo de esta inicua carnicería. Todavía quedan casi 2.000 secuestrados políticos por la misma causa, a lo que contribuye con entusiasmo el perjuro Macri y sus lacayos, como el Ministro de "Justicia" Garavano (¡que van por más!)  con el apoyo de los mismos jueces prevaricadores del kirchnerismo, que siguen en sus cargos opíparamente remunerados y siempre prevaricando con absoluto descaro.
O sea que el único "grito de los encarcelados" que estos dueños de la "pastoral" oficial del Episcopado oyen es de los presos comunes: asesinos, ladrones, violadores, secuestradores, estafadores, narcotraficantes, corruptos, etc. El clamor de los que mata la izquierda desde el poder, no lo oyen, ni lo quieren oír.  
Cualquier católico, y más aún, un prelado, si quiere hacer "pastoral carcelaria" debería empezar por ocuparse de los casos en que seres humanos, casi todos, sino todos, bautizados, que han sido encarcelados contra todo Derecho y en abierta contradicción con los principios más elementales de la justicia, desenmascarando la "política de Estado" que causa esas prisiones. Un deber de justicia exige, además, que hubieran condenado el homicidio de los 488 muertos en la cárcel y denunciado a los responsables, incluyendo a Macri que es un fiel continuador de los Kirchner en esta materia.
Nada de eso. Esas víctimas del odio de la izquierda terrorista, han sido barridas debajo de la alfombra de la falsa "caridad" de estos cómplices del "obispo mártir" y sus émulos ideológicos, léase "monseñor Juan Carlos Ares, obispo auxiliar de Buenos Aires y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Carcelaria; monseñor Esteban María Laxague SDB, obispo de Viedma; monseñor Adolfo Canecin, obispo de Goya, ambos miembros de la comisión, y capellanes de los Servicios Penitenciarios de las distintas jurisdicciones eclesiásticas del país". Si alguno de esos capellanes alegara su inocencia en este crimen espiritual, debió decirlo en la inicua asamblea o haberse abstenido de concurrir y en ambos casos, haberse preocupado de que su disidencia constara públicamente. No tengo noticias de que ninguno de esos "caritativos" clérigos lo haya hecho.
¿Cómo podemos esperar que la crisis argentina se resuelva si el poder político está en manos de los delincuentes de la "dirigencia" corrupta e inepta y el poder espiritual en las de  estos clérigos que no merecen ser llamados católicos"?
Cosme Beccar Varela