Como debe combatirse al comunismo (2) - Economía (Mons. Fulton Sheen)
Gran parte de la
tensión de hoy en el orden económico existe entre los accionistas que no
trabajan y el obrero que trabaja. No cabe duda acerca de quién tiene un
título más limpio a las ganancias: ciertamente, el hombre que arranca
los cupones y manda su tarjeta postal para votar por apoderado a la
sociedad anónima tiene menos derecho a las ganancias de la industria que
los que ayudaron a crear la riqueza y las ganancias. El hombre que
guarda sus acciones en una caja de seguridad, tiene menos derecho a los
frutos de la industria que el obrero que se enjuaga el sudor de la
frente al término del día.
Uno de los medios
sugeridos para ayudar a la unión de los propietarios y los obreros, es
la propiedad de acciones en la industria por estos últimos. Los
dirigentes obreros no siempre miran con simpatía esta idea, porque
pierden su influencia sobre los trabajadores cuando éstos se sienten
satisfechos, pero esta política miope
duraría poco cuando los obreros advirtieran la lógica de la situación.
Sin duda, los obreros tienden hoy a obtener algunos derechos de
propiedad en la industria, aunque lo procuran muy torpemente. Sus
pretensiones serán más fuertes y sus exigencias más justas cuando vean
que, ya que el capitalismo financiero ha separado a la propiedad de la
responsabilidad, es injusto que el
capitalismo reclame para sí todas las ganancias, así como es injusto que
los comunistas reclamen para el Estado todos los beneficios.
Ni el capital ni el trabajo deben ser excluídos de la participación en
las ganancias. Por lo mismo, los obreros industriales deben negarse a
aceptar a dirigentes cuya única labor sea la dirección de los
sindicatos.
dirección de los
sindicatos.