lunes, 3 de diciembre de 2012

PEDIDO DE PUBLICACION



Cada vez más aislada CFK se emperra en “vamos por todo”.
                                                 José Marcelino García Rozado

El cristikirchnerismo en su peor momento desde el mismo 2003 emprende la cruzada para controlar la Justicia, los medios y hasta las empresas privadas, y la ofensiva que desató, sin precedente alguno desde la restauración democrática –pero con claros antecedentes de épocas dictatoriales-, pone a los poderes de la República en una situación insostenible. La Corte Suprema observa impávida todo esto como si ocurriera en otro país, desentendiéndose como si lo que acontece no fuere de su incumbencia. Argentina se chaviza y aísla internacionalmente, ¿CFK está buscando un golpe institucional?

La histórica obsesión del cristikirchnerismo de controlar todos los resortes de poder –medios, justicia, legislativo y órganos de control- no es nueva, la historia repite lo acontecido en Santa Cruz desde la asunción misma de Néstor en la municipalidad de Río Gallegos y más abiertamente desde la Gobernación en 1991, siendo éste tipo de actitud la principal preocupación de los Kirchner desde siempre, pero la histérica manipulación encarada desde el pasado 23-O-2011 particularmente sobre la Justicia y los medios añade una nueva y gigantesca vuelta de rosca; ahora y en medio del aislamiento popular interno y externo al que terminó sometiendo a su gobierno, y a la Patria misma, CFK incorpora un intento que va más allá y atenta abiertamente contra  la propiedad privada y por lo tanto ataca definitivamente la Constitución Nacional y los valores más sagrados de la democracia y el sentimiento republicano.
La incorporación de la facultad del Estado, sin que medie la Justicia, vía la Comisión de Valores a “intervenir cualquier empresa que cotice en Bolsa, a simple pedido de las minorías accionarias”, sumado a la inconcebible intromisión del Gobierno en la Justicia y los medios de comunicación termina por chavizar, en el peor sentido del término, el sistema de gobierno impuesto por el cristikirchnerismo en el transcurrir de su historia política. Solo José Stalin, o en la peor época de Benito Mussolini, un régimen seudo republicano se animó a tales desatinos, igualando en el peor sentido al gobierno socialista bolivariano de Hugo Chávez Frías, CFK inicia una carrera alocada por el “vamos por todo”, en el que los peores temores ciudadanos imaginados, son ampliamente superados por una Presidente desencajada y fuera de sí, que arremete como toro enceguecido contra todo aquello que ella visualice como una posible competencia en su enfermizo afán por eternizarse en el poder.
Lo realmente trágico y dramático, es que ante tamañas barbaridades, propias de un ser fuera de sus cabales, o lo que es peor, en sus cabales y pretendiendo acaparar “la suma el poder público y hasta privado” los demás poderes del Estado permanezcan inmutables, como si este derrotero de tropelías y atropellos de toda índole no merecieran la intervención correctiva que la Constitución Nacional les exige, demanda y obliga. La coerción que lleva adelante el cristinismo duro y puro, convierte al Estado en rehén de un Gobierno que considera a aquel un apéndice de un partido político –el Frente para la Victoria y no justamente el peronismo al que denosta y aparta desembozadamente del Gobierno-, disposición que ningún demócrata y republicano puede calificar de ninguna otra forma que, como mínimo, inconstitucional sino directamente totalitaria y dictatorial, pues avasalla con los principios básicos consagrados por la Ley madre y atenta contra el propio sistema democrático, representativo, republicano, federal y no clasista. Este avance desembozado sobre las instituciones y la mismísima propiedad privada convierten al régimen cristikirchnerista en un régimen “sedicioso por antonomasia, antidemocrático y antirrepublicano” por lo cual, el pueblo debe salir a denunciarlo y combatirlo por medio de todas las armas democráticas que tenga a su alcance.
La Constitución Nacional, específicamente faculta al pueblo y a sus representantes a iniciar el camino de reencauzar la república, para lo cual fija pautas, criterios y metodologías, así como fija castigos para todos aquellos que no cumplieren con dichos preclaros mandatos, la “alta traición a la Patria” es la peor de las ofensas que un régimen o Gobierno puede cometer, y quienes incurran en semejante delito serán demandados –además de por Dios todopoderoso- por la Patria, y por consiguiente por el pueblo, quien representado por los miembros del Poder Legislativo y por los miembros del Poder Judicial demandarán de éstos que tomen todas y cada una de las acciones que la Constitución les pone a su alcance. ¡De no hacerlo, ellos también serán criminalmente imputados por la demanda popular! Solo cabe interpretar que semejantes atropellos, concatenados y orquestados perfectamente desde el Gobierno cristinista desde el pasado 23-O del 2011 –veamos la secuencia cuidadosamente: cepo cambiario, Korralito a las importaciones, mantenimiento del impuesto inflacionario, emisión monetaria descontrolada, ataque a los sindicatos díscolos, persecución a ciudadanos, políticos, empresarios y periodistas no afines, negación de los genuinos reclamos populares expresados el 13S, el 8N y el 20N, expropiación de YPF, ataques a los jubilados y pensionados que reclaman por sus derechos, etc.- conllevan aparejados un vil ataque al pueblo o esconden la intención artera de generar un golpe institucional.
Las numerosas huellas, son tan groseras como patéticas y reveladoras de los límites que CFK y el cristinismo duro y puro están dispuestos a vulnerar en su afán por asegurarse el dominio del mundo político, social, económico, judicial y comunicacional; las numerosas huellas  de este accionar están por todas partes y no pueden ser borradas ni ocultadas, muy a pesar de la complicidad y el “mirar para otro lado” por parte de legisladores, jueces y fiscales, de todos y cada uno de los fueros, que se afanan en hacerlo. Como bien expresara el viejo y sabio General Perón “cuando el pueblo se cansa, hace tronar el escarmiento”, y cuando quienes debieran defenderlos no lo hacen terminan por deshacerse de ellos, para lo cual aquél también tenía un adagio que deben recordar: “con los dirigentes a la cabeza, o con la cabeza de los dirigentes”. Los actos arbitrarios son proporcionales, sin embargo, al aislamiento progresivo del Gobierno Cristina, y como bien muestran las encuestas la imagen y popularidad de la Presidente están ya por debajo del 30% y exteriormente somos considerados una nación paria, “un Estado canalla” ni siquiera apoyado por las naciones de la región que nos miran con incredulidad y desconfianza –hasta Brasil y Uruguay ya descreen del cristinismo-. En medio de los atropellos, las chiquilinadas, los exabruptos, las mamarrachadas, la impericia y la incompetencia propia y de sus obsecuentes funcionarios y legisladores oficialistas, casi consigue el milagro de unificar la CGT, después del paro del 20N.
A cada paso que da la retórica y el relato-discurso ya no permiten esconder los garrafales errores de conducción política que se suceden, asomando una gigantesca y permanente impericia que conlleva aparejada un nuevo perjuicio para el pueblo y para la Patria, cautivos de la ignorancia, la mentira y la sanata, algunos se demoran en la retaguardia del avance arrollador sobre la Constitución Nacional, la democracia, el republicanismo y el federalismo escalando el barranco de la vanidad, otros viven despeñándose en precipicios de tinieblas por su soberbia y un increíble sentido de impunidad; un grupo –el áulico- se cree acorazado de poder, sin que perciba el abismo que lo acecha. ¡Son tan inmorales que reconocen las normas y los valores de la sociedad argentina, pero las infringen, poniendo su propio interés por delante! ¡Solo las respetan cuando de ellas se desprende un beneficio personal! Todo vale para ellos mientras obtengan buenos resultados, especialmente económicos, aunque conlleve aparejado el perjudicar al pueblo todo, los emergentes de la “ejecutividad nacional, provincial y municipal”, mayoritariamente amorales funcionarios y funcionales al régimen, no aceptan –en su soberbia- la necesidad de justificar sus comportamientos; la familia argentina, gravemente perturbada o psicótica está a la deriva, oscuramente, un método sistemático fue separando al individuo de la familia, rompió su entramado e incitó un falso sentido de libertad entre nuestra juventud, rebelándola contra los mayores.
No es invisible y su origen está muy claro, el gramsismo impuesto por el régimen ataca la base de conformación social, pues saben que la fuerza conservadora de la familia es un impedimento para cualquier sistema de masividad; primero fueron por la Iglesia y las Fuerzas Armadas y de Seguridad, luego por los partidos políticos y los sindicatos, ahora van por “la descomposición social” y para eso atacan la familia; la Justicia, la salud y la educación pilares de la sociedad suelen estar en manos de “adictos al erario público”, sin ideas o con ideas prestadas por el régimen, ociosos y sin voluntad para renunciar ante los errores, los descuidos o las perversidades producto de la impericia y la imbecilidad.  Debemos hacer notar que “el descuido” es una forma brutal de desprecio sobre la responsabilidad encomendada y por lo tanto no lo disculpa ni legal, ni ética, ni moralmente; no podemos ni debemos sentir compasión por nosotros mismos, y por lo mismo, debemos ser absolutamente capaces de exigir  retractarse a quienes atentan contra el pueblo, promoviendo a la vez medios de juzgar y castigar a los responsables de los perjuicios de que fueron causantes.
No aceptemos que “nos gobiernen”, pues ellos, “inquilinos transitorios del poder por delegación popular” solo nos pueden guiar por el camino más apropiado para la grandeza de la Patria y la felicidad del pueblo argentino, y siempre subordinados totalmente a la Constitución Nacional y sus obligaciones, que implican división de poderes, control de los actos gubernamentales, aceptación de la voluntad popular, sumisión de los actos administrativos a los mandatos de la justicia y fundamentalmente respeto irrestricto a la democracia, el republicanismo y el federalismo. Como bien señalare Platón “la mayoría de los males sociales y políticos que sufrís, están bajo vuestro imperio, pues dependen de que tengáis la voluntad y el valor de cambiarlos”. Mientras el pueblo no tome conciencia de que reaccionarios como Laclau y Foster, y omito expresamente a Aníbal Fernández y Julio Alak por obsecuentes y amanuenses cuando tildan las protestas del 13S y 8N como “un invento de una facción ultraderechosa paga” –financiada por la SRA y la Organización Pensar, muy lejos ellas del pensamiento del 80% de los manifestantes- y ligada a lo “más rancio de la extrema derecha argentina”; expresan visiones gramsianas de infiltración comunicacional que enfrentan desde el seudo discurso progresista el cansancio de un pueblo –clases medias, bajas, obreras y muy pequeños sectores de la clase alta que balconea la crisis- por la falta de respeto, la corrupción, la inseguridad, el avasallamiento de las libertades básicas de disentir, ahorrar en la moneda que pretendan, leer, escuchar y mirar lo que se le ocurra y donde se le ocurra, la falta de un sistema de transportes digno y seguro, una educación y una salud universalizada y de excelencia, y salir e ingresar a la nación libremente y sin controles draconianos por parte de un sector político que pretende que todos pensemos y nos comportemos como ellos quieren.
El régimen y sus seudo intelectuales –algunos tan alejados de la realidad, quizás por vivir y residir a más de 14 mil kilómetros de distancia y al servicio de la Corona Británica- hablan de racismo, sin percatarse que son justamente ellos quienes ejercen crudamente el peor de los racismos, cuando denostan a todo aquel que no se subyuga a su pensamiento único que niega la inseguridad que todo el pueblo vive y sufre cotidianamente, niega asimismo el peor de los impuestos a las clases pobres, obreras y medias como es la inflación de más de un 25% anual durante estos últimos 4 años, que niega que cobrar impuesto al salario de los trabajadores que apenas ganan US$ 895 mensuales es una inequidad y un despropósito sólo aceptado en un sistema marxista-estalinizado dónde solo los burócratas pueden enriquecerse mientras el pueblo sufre las penurias de no llegar a fin de mes, que acepta como válido que la Presidente diga (casi como una ofensa) que pertenece a la clase media mientras declara una fortuna de más de $ 80 millones y se asigna un salario incrementado en un 42% sólo en el período del 2012 y que junto a la pensión de su ex marido fallecido cobre $ 115 mil mensuales, o sea 20 veces el salario de un trabajador alcanzado por el impuesto a las ganancias… ¿Quiénes son los racistas y ultraderechosos?
CFK está cada vez más aislada, la abrupta caída de su popularidad en apenas 11 meses es inaudita, y sin embargo como consecuencia de que no exista una oposición real y organizada, ella y su partido –FpV- siguen su carrera del “vamos por todo”, su gobierno y el régimen totalmente perdido el rumbo y debilitado interna y externamente como consecuencia del cansancio popular por los motivos archiconocidos y la pobreza creciente, la pérdida de fuentes y puestos laborales, los apagones se encierran en su caparazón y salen a contraatacar con la inaceptable re-reelección, pues para el cristikirchnerismo rabioso es “ella o nada”, suena a herejía  hablar de la eventualidad de Cristina fuera del poder, pues todo el andamiaje de control político está construido bajo la hipótesis de eternidad, o de una generosa y holgada permanencia, si este “verdadero cerrojo” no llega a funcionar, o se llega a liberar por la torpeza discursiva, el tropel de ambiciones sucesorias será irrefrenable, en esto se basa “la base de la defensa del  modelo”. O sea la protección lisa y llana del actual sistema de poder, sus protagonistas y sus privilegios y el reaseguro de la distancia de ”Marcos Paz”, chamuscados de tantas fricciones, muchos ya perdieron el favor presidencial ante la falta de resultados pretendidos por ella.
Todas las encuestas, hasta las que encarga el oficialismo, la muestra a CFK en franca pendiente decreciente, los contratiempos, agudizados en noviembre 2012, un mes negro para el régimen Cristina, llevaron a reponer en escena argumentos y personajes bastante archivados, la re-re es un intento de argumento para mantener motivados a los desmotivados aplaudidores rentados, intenta ser una contención de un indisciplinado peronismo que “huele sangre y va por ella”, en este contexto negativo, la sola alusión a la posibilidad de un futuro sin Cristina “suena para los  ultracristikichneristas como desafinado”, en general la política puede entenderse como un cotejo de ambiciones y de intereses, colectivos, sectoriales y personales. Pero según esta interpretación se está consagrando en el régimen una nueva categoría, de ser cierto, durante este, su segundo mandato ha nacido la “política del capricho”, muy lejos ella de un “modelo” como pretende mostrarnos el “relato-discurso” de sus seudo pensadores y hasta de los disfuncionales defensores berretizados.

Buenos Aires, 3 de Diciembre de 2012.
Arq. José M. García Rozado
MPJIRucci – LIGA FEDERAL
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