martes, 23 de abril de 2013

SEGURIDAD



                                                        OPINIÓN

 
En el mundo moderno- no sólo en Tucumán: en todas partes - se adoptan ciertas normas para evitargraves peligros: "cuando salgas del "banco con plata no debes...“; de nochelos chicos no abran la puerta de la casa si no...; "hay que retirar laropa de la soga antes de...".Lo que po­ne en evidenciaque se carece de seguridad.
Vale la pena recordar el origen dela palabra seguridad: viene del la­tín securitas;securo - el latín que corresponde a seguro - se origina en el verbo curare, cuidar;cura es el que cuida(como el párroco a sus fe­ligreses); securo,securitas, es lo que prescinde del cuidado, lo que noprecisa cuidado; tener seguridad es no necesitar precaución, vigilancia, atención. Para nuestrosabuelos latinos la seguridad era la confianza, el descanso libre de los asechos. Si tengo que adoptar una norma, un procedimiento paraevitar los peligros, es que carezco de seguridad.
Todos deseamos volver a la seguridad. Despreocuparnos de los peligros. De los peligros que se ocupen otros: (las fuerzasde seguridad). A las fuerzas de seguridad las crearon las corporaciones medievales para auxilio de sus miembros, y los señores para tranquilidad de sus feudos. Hasta que en tiempos más modernos las absorbieronlos reyes, interpretando que velar por latranquilidad de los habitantes es obligación propia del Estado Y la responsabilidadde los antiguos reyes fue asumida por los poderes de las modernas comunidades demócratas.
Y los Estados, a pesor de los enormes esfuerzos desplegados, estánfracasando en cumplir la obligación asumida. Haycosas muy sabidas: la seguridad aumenta si se vigila  atentamente a quienes son más proclives aalterarla; y cada cual desea vivir tranquilo sin que nadie lo vigile, ni menos lapolicía. Se deseaque la policía este atenta y provenga el hecho antes de que se produzca, pero se abomina de los “estados policíacos” en los que hay una rígida vigilancia. Entonces... entonces que hayque llegar a un punto de coincidencias con vigilancia suficiente, efi­caz, bienadiestrada, que no sea gravosa para la sociedad, y que al mis­mo tiempo no seinmiscuya en las actividades de nadie, que sea bien pagada bien adiestrada ybien equipada.
A la quedebe sumarse de manera imprescindible la activa participación del poder Judicial interpretando yaplicando las normas (Desiderátum de la función Judicial) y del  Legislativo (Diputados y Senadores)sancionando proyectos coherentes en aras a dar mayor seguridad a la sociedad.

DR. JORGE B. LOBO ARAGÓN
jorgeloboaragon@hotmail.com
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