jueves, 23 de mayo de 2013

ANORMALIDAD,SINONIMO DE CRISIS, VAN POR LA CONSTITUCION

JOSE M. GARCIA ROZADO
El régimen acorralado por las denuncias de corrupción generalizada y que le toca en forma personal a la Presidente, inicia un camino peligroso para la república, que no por conocido y ya transitado no sea muy perjudicial. Este camino es el de la absoluta anormalidad institucional que conlleva aparejado el de avasallar los poderes del Estado y desconocer la Ley fundamental de la Patria lo que nos conduce a un estrecho desfiladero por el que deberemos recorrer los próximos meses hasta encontrar, con el imprescindible acompañamiento popular, la única salida que es acotar el presente despropósito propuesto por el cristinismo.

Somos un país peculiar, producimos hechos en apenas 48 horas que en cualquier otro lugar del mundo llevarían años, quinquenios y hasta décadas; esa permanente intensidad, este ritmo vertiginoso y alocado, que no conduce nunca a ningún buen puerto o destino cierto, a la vez, sube y baja de cartel y del interés nacional cuestiones de una gravedad y magnitud que, un ninguna otra latitud podrían ser posibles, es más, en latitudes distintas –hasta en nuestros vecinos más próximos- atraerían, por cada una de ellas, la atención y la polémica, cuando no el escándalo más impresionante, de la sociedad por muchísimo tiempo, llegando a producir desestabilizaciones políticas, económicas y sociales imposibles de ser sorteadas por gobierno alguno.. Nosotros por el contrario, durante esta última década en particular nos hemos naturalizado a la anormalidad más brutal y cruel, esta es la medida exacta de nuestro desvarío político, económico, institucional y social.
Todo se hace  enunciando grandes  propósitos que en la realidad camuflan, o esconden para ser más precisos,  el objetivo único y verdadero de ir por todo y de controlarlo todo; la supuesta “democratización de la justicia” no es otra cosa que capturar, dominar y cooptar a dicho poder del Estado para subrogarlo a sus más mezquinos intereses; el “blanqueo de capitales” verdaderamente vergonzoso esconde dos elementos: el primero hacerse de 4 a 5 mil millones de dólares imprescindibles para llegar a octubre con capacidad de cooptación clientelar, y segundo “blanquear el dinero sucio producto de la corrupción generalizada”. Avanzar sobre las acciones de empresas mediante la intervención de la Bolsa de Comercio es atentar contra el principio de la “propiedad privada”, y si ahora van por Papel Prensa para “domesticar al periodismo no cooptado”, después pueden avanzar sobre cualquier otra propiedad; el negar la modificación constitucional, no es otra cosa que tirar un globo de ensayo para ver cuanto preocupa a la sociedad dicho tema, y habilitar a los alcahuetes de turno a ir por ella. ¡Como vemos todo muy orquestado!
Todo esto en medio de la etapa más nefasta de la historia nacional en cuanto a las denuncias y las actividades absolutamente corruptas y desembozadas de un régimen que nunca pretendió gobernar para el pueblo, sino que por el contrario se encaramó en el poder para esquilmar cuanta caja tuvo a mano a fin de autoenriquecerse, en particular la pareja presidencial y como prestanombres y cajeros, y a cambio de una comisión -¿del 10%?- de seudo empresarios, funcionarios, legisladores y todo otro aquel que se sumó a la cohorte de obsecuentes, amigos y simples ladrones que se prestaron para semejante inmoralidad. Es tan cruda y notoria la realidad que el pus es imposible de tapar, y la pestilencia llega desde los rincones más recónditos del Estado, incumpliendo los mandatos populares y riéndose de las sanas intenciones de un pueblo que creyó en ellos. Son tan inmorales que llegan al paroxismo de creer que el pueblo todo es estúpido, infantil y crédulo. La impunidad de la que hacen gala es verdaderamente descomunal, y cuenta con la complicidad de un sector del poder judicial que fue cooptado y comprado mediante dineros sucios, carpetas de antecedentes non sanctos o aprietes desembozados y mafiosos.
Los argentinos estamos tan adormecidos que aceptamos un sistema de apropiación –no es una ironía- de dinero producto del sacrificio del pueblo trabajador, comerciantes, profesionales y hasta algunos sanos empresarios, sin que nos conmovamos y revelemos organizadamente. Nos roban descaradamente en las propias narices y pareciera que a muchos o no les importa o les gusta que los violen y estafen. Apenas un sector –pues si fuese una mayoría amplia ya hubiere “tronado el escarmiento en forma sanguinaria”- se siente conmovido por el descubrimiento, ahora imposible de ser tapado o desvirtuado mediante falacias y mentiras o “relatos-discursos seudo epopéyicos y vacíos de contenido”, de esta verdadera gangrena pestilente y que avanza en forma imparable. ¡Esa que ahora se quiere ocultar corriendo el horario del Futbol para Todos! Una seudo tragedia, más parecido a un sainete dantesco y feliniano que a una obra dramática pues es imposible de ser tomado en serio, sólo digno de un repudio popular tan generalizado cuya marea se los lleve como lo realiza la descarga del inodoro pestilente luego de la deposición humana.
“El poder desgasta al que no lo tiene”, decía el actor de El Padrino de Francis Ford Coppola, y ese es el pensamiento de Cristina y era el de Néstor desde siempre; ella y “su cohorte y guardia imperial de obsecuentes y alcahuetes aplaudidores” así también lo creen; lo que no entienden, desconocen o se olvidan es que su aplicación tiene que compadecerse con la realidad, aunque más no sea que en una ínfima porción, y ahora se empiezan a notar ciertos signos y síntomas de rechazo y de hartazgo que están comenzando a marcar un cambio de tendencia y aquello, que hasta hace apenas 19 meses era impensable, comienza a palparse como una nueva y peligrosa –para ellos- realidad. El pueblo, o una parte de éste reconoce que la “realidad del discurso-relato”, no se condice con la que ellos viven cotidianamente en el trabajo –porque temen perderlo-, en el supermercado –porque todo aumenta y se vuelve casi inalcanzable para el bolsillo-, en la calle –donde la inseguridad ya los alcanza en forma violenta y personalmente-, en los servicios –cada vez más deficitarios, cuando no directamente ausentes (cortes de suministro de luz domiciliaria o de gas en el caso de las empresas)-, en la falta de educación –por los paros docentes, especialmente en la provincia de Buenos Aires-, o en la salud –donde las carencias en hospitales públicos o en las prestaciones de las Obras Sociales sindicales por falta de inversión y/o porque se apropiaron de los dineros de aquellas- donde esta es cada vez más deficitaria.
¡Todo comienza a hacer agua, porque el barco se escora muy peligrosamente! Cuando la anormalidad se naturaliza, y eso es lo que está ocurriendo en Argentina (donde cada vez más nos parecemos a la Venezuela chavista, y como nunca antes a la del mediocre e infantil, si no fuera por lo perverso, Maduro), lo excepcional se hace cotidiano, y así se degrada el sistema democrático y republicano, y cada vez más nos convertimos en una republiqueta bananera –y encima sin bananas que nos permitan comer o comercializarlas-, donde lo único serio es que se divide al pueblo y se terminan afectando hasta las relaciones personales. ¡Nuevos gestos, viejas obsesiones! Vienen no ya por un poder del Estado, vienen por la Constitución Nacional misma, algo que ni siquiera el régimen sedicioso y golpista del 55 y del 76 del siglo pasado fueron capaces de llevar a cabo, lo están realizando esta banda de facinerosos absolutamente corruptos e inmorales. Y encima Cristina se jacta de poder corrernos o controlarnos mediante los mercenarios juveniles y no tanto de La Cámpora, el Movimiento Evita, Unidos y Organizados, Kolina, la Tupac Amaru, etc. y las demás seudo organizaciones sociales, verdaderos antros del robo y el narcolavado más descarado y verdaderamente peligrosos para la integridad nacional.
Ya ni siquiera aquello que la caracterizaba a ella –CFK-, o sea su filoso y casi siempre, preciso uso de la palabra, cada vez más chabacanizado y de matrona de bajo fondo y arrabal, la logra separar de la mentira descubierta popularmente, por eso es hora de prestar atención a su modo tan articulado de construir argumentos falaces,  expresar deseos ocultos, fijar objetivos generalmente tapados por palabras y gestos que significan todo lo contrario, y definir enemigos, que en realidad no lo son sino simples adversarios, o denunciantes y descubridores de sus manejos espurios o de sus trapisondas absolutamente corruptas y de apropiación indebida de valores materiales o espirituales, imprescindibles para seguir sosteniendo un sistema verdaderamente democrático y republicano, cuando ella ya lo está terminando de transformar en una simple y definitiva tiranía y una muy burda dictadura desembozada. Así, la primera y más clara conclusión a la que se llega después de observar sus movimientos de estos 19 meses transcurridos desde aquel nefasto 24-O, y luego de soportar sus soporíferas intervenciones en la “cadena nacional de la alegría y el todo bien” es que, aún de modo elusivo, jugando con la idea más que estampando una definición irrevocable, Cristina Fernández estableció con claridad meridiana cuál es la clave del escenario político que ella impone para este crucial año 2013: “la reforma de la Constitución Nacional”, que no es otra cosa que hacer lo que ellos hicieran anteriormente en Santa Cruz. Que fue, antes y allá, y lo pretende ahora y acá  y que no es otra cosa “que subsumir la Constitución Nacional Argentina a sus designios y pareceres, y a través de esto quedarse con la Nación y la Patria”.
¡En nosotros está que esto no suceda! ¡¡¡Para eso sólo existe un remedio, la lucha frontal y decidida!!! Quienes no lo entiendan, serán tibios que vomitará Dios, pero además serán “infames y cobardes traidores al pueblo, la Nación y la Patria, y está así se los demandará”.

Buenos Aires, 23 de Mayo de 2013.
Arq. José M. García Rozado
MPJIRucci – LIGA FEDERAL
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