por Alejo Fernández Pérez
PUBLICADO POR MENDOZA TRANSPARENTE
“hay que
primero adueñarnos del mundo de las ideas para que las nuestras, lleguen a ser las ideas del mundo”
Primer paso: acabar con las creencias, tradiciones y costumbres que hablen de la trascendencia del hombre.
En
el desarrollo del progresismo actual se puede afirmar que más
importantes que las ideas de Marx o Lenin son las Gramsci, el hombre
que más ha influido en la increencia de nuestra sociedad.
En numerosas ocasiones he llamado la atención sobre la dependencia total del progresismo respecto de las ideas de Gramsci, posiblemente, el pensador que más ha influido en el mundo del marxismo desde los año 20.
En Catholic.net
encontramos notables estudios de Lucrecia Rego y otros sobre Gramsci.
Inmersos en un mundo “progresista” es indispensable conocer sus raices
para entender al mundo actual. Intentaremos resumirlos y comentarlos
en el breve espacio de un artículo.
En el desarrollo del progresismo actual se puede afirmar que más
importantes que las ideas de Marx o Lenin son las Gramsci, el hombre
que más ha influido en la increencia de nuestra sociedad.
“Siendo aún muy joven, a los 35 años, fue apresado y encarcelado por sus
ideas revolucionarias y condenado a veinte años de cárcel. En la cárcel
pidió que le dieran cuadernos y lápices y ahí fue donde escribió sus
ideas estratégicas… en forma de artículos cortos, reflexiones breves,
comentarios sueltos, inconexos entre sí y que trataban de los temas más
variados. A los cuatro años de estar encarcelado, cumpliendo escasamente
la quinta parte de su condena, enfermó de tuberculosis y fue trasladado
a una clínica, en donde murió en 1937, en calidad de detenido. En esos
años, llenó cincuenta cuadernos… con artículos y cartas… que
posteriormente, sus seguidores, compilaron en dos obras que se llaman
respectivamente Los cuadernos de la cárcel y Las cartas desde la cárcel”.
”Para lograr los objetivos comunistas en los ricos países occidentales,
habría que acabar primero con las creencias, costumbres y tradiciones
del pueblo. Por supuesto, para esto, sus dos obstáculos más importantes,
los enemigos a vencer y destruir antes que nada, eran la Iglesia
católica y la familia cristiana, pues de estas dos realidades se
desprendía “eso” que le estorbaba a su plan. La estrategia que propone
Gramsci es inversa a la de Lenin. Lenin se adueñó del poder, después de
la superestructura (educación, economía, política, etcétera) y de ahí
adoctrinó en el pensamiento materialista la mente de un pueblo débil.
Gramsci propone, para los latinos, un camino mucho más largo, pero que
considera necesario para que el comunismo llegue a tener éxito en esos
lugares. Propone adueñarse primero de la mente del pueblo, utilizando la
capilaridad y la superestructura y una vez realizado esto, tomar el
gobierno, cuando ya el pueblo esté preparado. Su receta es: “hay que
primero adueñarnos del mundo de las ideas para que las nuestras, lleguen a ser las ideas del mundo”
Primer paso: acabar con las creencias, tradiciones y costumbres que hablen de la trascendencia del hombre.
Táctica I: Sembrar la duda. Ridiculizar todas las
creencias y tradiciones, siguiendo el estilo de Voltaire, con mensajes
cortos y accesibles y por todos los medios, haciéndolas aparecer como
algo tonto, ridículo, pasado de moda. De este modo, haremos dudar a los
creyentes de sus convicciones más íntimas o, por lo menos, los haremos
sentirse avergonzados de ellas.
Táctica II: Sobre la duda, sembrar nuevas ideas. No hablar
de materialismo, pues los creyentes conocen el término y se pondrán en
guardia, además de que la materia tiene un gran valor para el cristiano
(cuerpo, sacramentos, etc). Hay que hablar de inmanencia, lo opuesto a
la trascendencia y hacerle saber al mundo que eso, el hombre inmanente,
el que piensa y vive sólo para el aquí y para el ahora, es lo moderno,
lo actual.
Táctica III: Silenciar, a través de la calumnia, la
crítica abierta, la burla, la ridiculización y el desprecio social a
todo el que se atreva a defender las ideas de un más allá o de una vida
trascendente. (En este primer paso están triunfando en toda la línea)
Segundo paso: Crear una nueva cultura en donde la trascendencia
no halle lugar alguno. (Todos Los símbolos religiosos deben desaparcer:
crucifijos, hábitos de monjas y religiosos, escapularios,…)
Táctica I: Infiltrarnos en la super estructura. Meternos
en la Iglesia y en las instituciones educativas para reforzar desde ahí
las ideas de lo que es moderno y actual y de lo que está pasado de moda y
es ridículo (Dios y la Iglesia). Erradicar de los programas educativos
todo lo que hable de tradiciones familiares y de una vida eterna. (La
asignatura de religión. La EpC)
Táctica II. Conseguir, por cualquier medio (incluidos el
soborno y el chantaje) a personajes disidentes que sean famosos dentro
de la super estructura, para que sean ellos mismos los que ridiculicen
sus propias Instituciones y difundan así nuestras ideas. El mundo
católico ya no sabrá qué creer, si logramos que algunos curas y obispos
famosos difundan nuestras ideas desde dentro de la Iglesia y en las
escuelas. Del mismo modo, no importa cuál sea, habrá que conseguir
artistas, pensadores, periodistas y escritores que ridiculicen la fe,
las tradiciones y a todo aquél que se atreva a defenderlas. (Se han
apoderado de casi todos los medios de difusión de masas: TV, radio,
prensa,…)
Tercer paso: Adueñarnos, ahora sí, de la sociedad política, que
influirá coercitivamente, a través de las leyes y normas, sobre esa
sociedad civil que ya piensa como nosotros o ya no sabe ni qué piensa o,
por lo menos, le da miedo decir lo que piensa. (Se consigue a través de
los partidos de izquierda, Independencistas,...y buena parte de los que
viven del poder)
Cuarto paso: Tomar el gobierno y cerrar el plan. (Se ganan las
elecciones como sea y al precio que sea) Lograremos así la dictadura del
pueblo, pues el pueblo (sin más medios de información que los de los
progres) pensará como nosotros y apoyará todas nuestras iniciativas como
si fueran propias (No nos dice ¿por qué los obrerors se escapan del
paraiso comunista, incluso con peligro de sus vidas para huir o emigrar
a los capitalistas) . Esta es, a grandes rasgos, la estrategia de
Gramsci.
Nuestros progresistas que no han aportado ni una sola idea al
socialismo, se limitan a recibir órdenes superiores y hacer lo único que
siempre han hecho atacar a la Iglesia, a la familia, a la enseñanza, y
a degradar la sociedad para levantar sobre sus escombros ¿Qué? Hasta
hoy todos los proyectos marxistas han fracasado estrepitosamente. Sus
mejores herramientas han sido y son la mentira y la demagogia, cambiando
el significado de las palabras, ocultando lo que no les interesa,
repitiéndolas infinitas veces,…Sus absurdos conceptos sobre la igualdad,
la fraternidad, el matrimonio, el sexo, el aborto, la
eutanasia,…repetidas mil veces, envueltas en piel de cordero, están
calando en toda la sociedad occidental- europea y americana-con la ayuda
y presiones de la Unesco, la ONU y grandes multinacionales .
Estas ideas son ideas de los años 20 y 30 del siglo pasado. Ideas
añejas, fracasadas sin más pretensiones que las de sacar a Dios de la
vida del hombre, para poder manipularlo a su antojo. Ya sabemos: cuando
Dios desaparece de una sociedad empiezan las desgracias – liberalismo,
fascismo, comunismo, otros totalitarismos,…la muerte y la miseria les
acompaña- Si triunfan serán los nuevos dioses, los pobres serán más
pobres e impondrán sus dogmas morales- si es que tienen alguna moral- y
lo único que habremos conseguido es cambiar la cultura del amor por la
del odio, la de la vida por la de la muerte.
Alejo Fernández Pérez
FUENTE :
http://www.arbil.org/117alej.htm