jueves, 23 de mayo de 2013

REVISIONISMO Y MALVINAS.

Revisionismo y Malvinas

"Malvinas y desmentirización", compilado por Fernando del Corro, tiene la virtud de aportar datos y visiones originales para profundizar en un tema tan trillado y a la vez tan vapuleado por ideologismos y contaminaciones.
En su prólogo Del Corro aclara: "Cada uno de los coautores fuimos apuntando a temas específicos pero en un marco de mostrar, además, que la política colonial sufrida por la Argentina fue más allá de la usurpación de las Islas Malvinas como los ataques de 1806 y 1807 a la capital del entonces Virreinato del Río de la Plata y de la posterior colonización económica y cultural que tuvo sus paradigmas en el 'modelo agro-exportador' consolidado por la Generación del ’80 (1880) y su correlato ideológico del cual es vital la 'novela histórica' desarrollada por Bartolomé Mitre".
Edgardo Arrivillaga hace un notable trabajo de investigacion en fuentes británicas y muestra lo grave que fueron los daños sufridos por el enemigo durante la desigual confrontación, un ocultamiento que data de 30 años. Las cifras oficiales dadas desde Londres hasta el momento son fundadamente cuestionadas.
Por su parte Marcelo Gullo propone profundizar el hostigamiento económico, al que adhiere el compilador, para lo cual hay que lograr la solidaridad del resto de los países de la región, para desalentar el ilegítimo nivel de ingresos por turismo, pesca, lana y otros, a los que habrá que añadir en breve el petróleo, que hace que los kelpers, como lo revela también Del Corro en otro capítulo, tengan el séptimo producto per cápita del planeta.
El libro aporta también testimonios latinoamericanos como el del venezolano Sergio Rodríguez Gelfenstein, del cubano Jose Luis Méndez Méndez y del paraguayo Martín Almada. Este último señala un dato curioso: muchos de los chicos argentinos que murieron en Malvinas eran correntinos y formoseños, hijos de paraguayos, que hablaban guaraní. Por ello fueron destacados a los servicios de comunicaciones, para que los invasores no entendieran lo que decían.
En tanto Méndez hace otro aporte poco conocido que pone sobre el tapete los manejos sin tiempo de la política internacional de las grandes potencias, en el marco de los cambios de mano en Malvinas recuerda la previa ocupación de los Estados Unidos, también que los "marines" desembarcaron en Buenos Aires, supuestamente para defender su embajada, el día de la batalla de Caseros. "Coincidencia" notable que hayan venido desde tan lejos para estar presentes en el Río de la Plata aquel 3 de febrero. La misma casualidad que llevó al "Conflict" británico a estar con la planchada baja para llevarse al ilustre derrocado.
No faltan en este libro recomendable los aportes de nuestros pueblos originarios desde la etapa en la que las islas eran parte del territorio nacional, luego en la gesta del Gaucho Rivero y hasta en la guerra de 1982.
El excelente prólogo de Julián Domínguez aporta el dato fundamental de la solidaridad de la Patria Grande, cuando celebra "la matriz de sustento geopolítico regional que la cuestión Malvinas tiene en la actualidad, a partir del pronunciamiento de apoyo de los países de la región, materializadas en las resoluciones de los bloques Mercosur (Mercado Común del Sur), Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y CELAC (Comunidad de Naciones Latinoamericanas y Caribeñas), hecho que evidencia la madurez política del proceso de integración regional, cuya evolución ha ido avanzando hacia modalidades más profundas y de mayor cobertura que las fórmulas más 'comercialistas' de las décadas de los ochenta y noventa. Existe una mayor convergencia y sintonía entre los países de la región respecto de numerosas políticas públicas, de las cuales el tema de soberanía de nuestros territorios genera sin duda un sentido de patrimonio común."
Otro aporte interesante es que la solidaridad internacional no debe esperarse únicamente de los latinoamericanos, sino que, como escribe Estela Caldarone, los norirlandeses simpatizan con nuestra reivindicación, incluso tienen una canción cuyo estribillo es "las Malvinas son argentinas".
Termino exaltando los méritos de Ana Jaramillo al trazar el vínculo entre educación y Malvinas, y los de Pablo Vázquez al plantear algo asícomo una letal partida de ajedrez comenzada antes del desencadenamiento beligerante entre los avezados Reino Unido y Estados Unidos y por el otro la torpe y etílica dictadura del Proceso.
Estos dos últimos autores, también Del Corro, Gullo y Manson, son miembros del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego y este libro puede ser considerado una visión revisionista del tema Malvinas. Desminitiendo a quienes nos reprochan ocuparnos del pasado remoto. Como si en historia hubiese pasado, presente y futuro…
Por Pacho O´Donnell para Infonews