Lo disfrazan de liberalismo o progresismo, pero abortar es matar a los hijos por nacer
Hoy Gallardón ha tenido una intervención brillante en el Congreso, defendiendo a los niños por nacer frente a la ofensiva abortista del PSOE. Las palabras del ministro contrastan, eso sí, con sus decepcionantes declaraciones de la semana pasada. Además, me ha llamado la atención ver a Eduardo Madina, del PSOE, diciendo que el aborto es el “corazón de nuestra democracia”, y a Gallardón pidiéndole que sea progresista y defienda al más débil.
Si llamas ‘avance’ al aborto, ¿adivinas cuál es para ti el país más ‘avanzado’?
El aborto y las burdas falacias de Ayn Rand
El aborto, medio de control social con fines racistas
Cierto es que matar a los miembros más débiles de la sociedad no es
ninguna forma de progreso, si entendemos por tal cosa un proceso de
perfeccionamiento de la sociedad, claro. Porque si entendemos el
progreso como un mero paso hacia adelante, indudablemente el aborto lo
es: un paso adelante hacia un abismo ético, moral, democrático y
demográfico. En este tema, los que se autodenominan
progresistas, casi todos ellos defensores del relativismo moral, han
asumido sin rechistar los más absurdos y anticientíficos disparates para negar el derecho a vivir por razón de edad.
Es lo que ocurre cuando se anteponen las tesis de una ideología a la
verdad y a la realidad. Algo que no ocurre sólo con el llamado
progresismo.
¿Tardaremos mucho en ver a algunos defendiendo el ‘derecho’ a robar?
Y es que en otro margen del escenario ideológico -aunque a veces los límites ya se confunden-, algunos consideran que lo liberal es conceder libertad para abortar.
Con esto no hacen más que aceptar las machaconas mentiras de la
propaganda abortista según las cuales matar a un hijo por nacer es un
“derecho” de su madre. Considerar liberal matar a un hijo no
nacido porque algunos apelan a la libertad para justificarlo, deja la
puerta abierta a muchas cosas. Y es que si algunos han sido
capaces de negar una evidencia científica como el inicio de la vida
humana, llegando a sostener la absurda idea de que las mujeres conciben
seres no humanos e incluso seres no vivos, ¿qué otras cosas menos
importantes no serán víctimas de la misma óptica relativista? Por
ejemplo: dentro de unos años, y previa campaña para invocar la
“libertad para disponer de los bienes ajenos”, ¿cuánto tardaríamos en
ver a liberales defendiendo el “derecho” a robar? No veo nada
exagerada la hipótesis. ¿O acaso resultaría más difícil violar el
derecho a la propiedad de lo que lo ha sido pisotear el derecho a la
vida? Una vez abierta la caja de Pandora del relativismo, ya no hay
límites, ni siquiera los derechos humanos.
Las dictaduras comunistas son los regímenes más abortistas
El relativismo se ha filtrado en ciertas ideologías de tal forma que
algunos son capaces de defender en nombre del progreso cosas propias de
los bárbaros, o en nombre del liberalismo cosas propias de los
totalitarismos. De hecho, las dictaduras comunistas, salvo excepciones como la Rumanía de Ceaucescu, han sido los regímenes más abortistas de todos.
La URSS lo fue. La Polonia comunista heredó el legado abortista dejado
por los ocupantes nazis, y ha sido con la llegada de la democracia
cuando se ha empezado a defender la vida de los concebidos en ese país.
Algo parecido ha ocurrido en Hungría, cuya dictadura comunista
desprotegía por completo la vida de los niños por nacer, abuso corregido
por la nueva Constitución democrática del país. la Cuba
castrista es hoy el país más abortista de Hispanoamérica. Corea del
Norte es uno de los países más abortistas del mundo, seguido de cerca
por otra dictaduras comunistas como Vietnam y China. En esta
última, por cierto, el recurso al aborto ha provocado un grave desajuste
demográfico, al cebarse especialmente con las niñas: hoy en día la
proporción en China es de 113 varones por cada 100 niñas (la media
mundial es de 107 frente a 100).
¿Es feminista una ley que mata al año a más de 57.000 niñas?
Es alarmante que muchos países democráticos hayan rebajado la
protección de la vida humana prenatal hasta extremos que rivalizan con
las citadas dictaduras. Lo que ya es surrealista es que algunos
consideren liberal la misma desprotección de la vida prenatal que los
citados países consideran propia de su ideología comunista.
Resulta tan surrealista como ver a progresistas que defienden en nombre
del feminismo leyes como la implantada por el PSOE: gracias a ella, en España mueren más de 57.000 niñas víctimas del aborto cada año, como ya señalé aquí
partiendo de datos oficiales. Ante tal cúmulo de despropósitos, me
parece ocioso discutir si el aborto es o no progresista, liberal,
feminista, democrático o mediopensionista. El aborto lo pueden
disfrazar con todas las etiquetas que quieran, pero sigue siendo,
objetivamente, la muerte y descuartizamiento de un ser humano inocente e
indefenso.
¿Alguien le quiere poner una etiqueta ideológica a esto?
Para ser más claro y gráfico, el aborto es esto:
Así es un feto humano de 10 semanas de vida, matado y descuartizado en un abortorio.
Y ahora que cada uno le ponga a la imagen, para defender esta
salvajada, las etiquetas ideológicas que le dé la gana. Flaco favor le
hará con ello a la ideología que respalde esta monstruosidad.