La presidente y un clima de renunciamiento histórico
El acto del kirchnerismo en Plaza de Mayo, celebrando la supuesta década ganada, dejó algunas imágenes y mensajes bastante claros.
El acto del kirchnerismo en Plaza de Mayo, celebrando la supuesta década ganada, dejó algunas imágenes y mensajes bastante claros.
Desde la convocatoria, se demostró que aún
moviendo toda la infraestructura rentada, para un evento que se
comenzó a organizar dos meses antes, otra vez el Kirchnerismo
defeccionó en su intento de exhibir adhesiones masivas.
Probablemente haya sido este el último intento kirchnerista por
mostrar esa foto en la que, cada vez menos gente, ambiciona
aparecer. Al menos hasta que la expresión electoral vuelva a
manifestarse.
La gente no aparece, las masas populares nunca
arriban. Las imágenes de la concurrencia muestran centenas de
pancartas y banderas multicolores, pero no pueden compararse ni por
un instante con las auténticas mareas populares que se apreciaron en
las manifestaciones ciudadanas de rechazo al gobierno.
La calle está, para el kirchnerismo,
irrecuperablemente perdida.
Apenas pueden reunir algo más de diez mil
personas en una plaza, y a un costo ridículamente alto en pago de
artistas, traslados, y vituallas.
Pero desde el discurso, Cristina Kirchner envió
algunos mensajes interesantes.
Por segunda vez en pocos días, la presidente se encargó de instalar un clima de renunciamiento. Había dicho hace unos días que no iba a ser ella quien reformara la constitución, y ahora desmintió a Diana Conti diciendo que que no es eterna, a más de comenzar a hacer alusión a los eventuales futuros gobernantes.
Hizo una elíptica referencia a las conquistas logradas, preguntándose si los que hablan de un fin de ciclo, no querrían en realidad eliminar conquistas como la AUH.
Dicho de otra manera. "Voy de salida, pero si no votás al que yo ponga, te van a sacar los planes".
Cristina Kirchner insistió con el viraje referencial que viene realizando en sus últimos discursos, y habló de Juán Perón y del peronismo.
Resulta curioso que justamente ella, que desde la muerte de su marido en 2010 se encargó de desperonizar casi completamente su entorno, para elegir a funcionarios más afines a radicales ideas marxistas, ahora, en el declive, vuelva a levantar las banderas peronistas.
Es muy probable que esté diciendo que su sucesor saldrá , precisamente, de ese sector, y uno no puede dejar de pensar entonces, en Daniel Scioli, o eventualmente, en Sergio Massa.
Porque si se recorre el espinel de candidatos perucas, no aparece ningún otro nombre con mediana aceptación como para ser ungido, por CFK, como el heredero del modelo y del poder en 2015.
El festejo kirchnerista por la década ganada, fue una foto de fin de ciclo. Y el mensaje de la presidente, rememoró el renunciamiento histórico de Eva Perón, en 1951, a ser la vicepresidente de su marido en las elecciones de Noviembre de ese año.
La diferencia es que a Evita la estaba persiguiendo implacablemente una impiadosa enfermedad que se le estaba llevando la poca vida que le quedaba. A Cristina Kirchner , en cambio, lo que la está acosando y sacando de la presidencia, es su inexplicable impericia para gobernar, y que el mundo se está enterando día tras día, que durante la década ganada, ella junto con su marido se robaron el país.
Fabián Ferrante
Por segunda vez en pocos días, la presidente se encargó de instalar un clima de renunciamiento. Había dicho hace unos días que no iba a ser ella quien reformara la constitución, y ahora desmintió a Diana Conti diciendo que que no es eterna, a más de comenzar a hacer alusión a los eventuales futuros gobernantes.
Hizo una elíptica referencia a las conquistas logradas, preguntándose si los que hablan de un fin de ciclo, no querrían en realidad eliminar conquistas como la AUH.
Dicho de otra manera. "Voy de salida, pero si no votás al que yo ponga, te van a sacar los planes".
Cristina Kirchner insistió con el viraje referencial que viene realizando en sus últimos discursos, y habló de Juán Perón y del peronismo.
Resulta curioso que justamente ella, que desde la muerte de su marido en 2010 se encargó de desperonizar casi completamente su entorno, para elegir a funcionarios más afines a radicales ideas marxistas, ahora, en el declive, vuelva a levantar las banderas peronistas.
Es muy probable que esté diciendo que su sucesor saldrá , precisamente, de ese sector, y uno no puede dejar de pensar entonces, en Daniel Scioli, o eventualmente, en Sergio Massa.
Porque si se recorre el espinel de candidatos perucas, no aparece ningún otro nombre con mediana aceptación como para ser ungido, por CFK, como el heredero del modelo y del poder en 2015.
El festejo kirchnerista por la década ganada, fue una foto de fin de ciclo. Y el mensaje de la presidente, rememoró el renunciamiento histórico de Eva Perón, en 1951, a ser la vicepresidente de su marido en las elecciones de Noviembre de ese año.
La diferencia es que a Evita la estaba persiguiendo implacablemente una impiadosa enfermedad que se le estaba llevando la poca vida que le quedaba. A Cristina Kirchner , en cambio, lo que la está acosando y sacando de la presidencia, es su inexplicable impericia para gobernar, y que el mundo se está enterando día tras día, que durante la década ganada, ella junto con su marido se robaron el país.
Fabián Ferrante