jueves, 30 de mayo de 2013

CRISTINA MUEVE EL BANCO


Inesperados Cambios en el gabinete


En una extraña jornada, que tuvo como protagonista a una desencajada presidente, enviando extraños mensajes hacia adentro del oficialismo, y diciendo "Estoy un poquito cansada, no de gobernar, sino de que algunos se hagan los idiotas o me tomen a mi por idiota, porque siempre he actuado de muy buena fe", la llegada de la noche encontró el sorpresivo anuncio de repentinos cambios en el gabinete.
El secretario Alfredo Scoccimarro anunció que CFK realizó cambios en su gabinete.  Arturo Puricelli pasa del ministerio de Defensa, al de Seguridad, ministerio que ocupaba Nilda Garré, quien es destinada como embajadora en la OEA, en reemplazo de Martín Gómez Bustillo. Asimismo, el diputado Agustín Rossi, jefe de la bancada oficialista en la cámara baja, asumirá el ministerio de Defensa.
No debe descartarse que en los próximos días pueda asistirse a más movimientos en el gabinete.
La primera lectura que se hace es que Rossi fue desafectado del organigrama electoral de Santa Fe, donde el kirchnerismo, con su candidatura de bajo amperaje, iba camino a una pésima elección.
Al salir de escena Rossi, María Eugenia Bielsa sería la que encabece la lista de candidatos del FPV por ese importante distrito electoral, tratando de hacer una mejor elección en el mes de Octubre.
Era sabido que Bielsa de ninguna manera accedería a compartir listas con Rossi, y a causa de esto la presidente quedó obligada a elegir. Optó por instalar a Bielsa, y enviar a Rossi a Defensa. Acaso un premio consuelo a todo lo bregado por el Chivo desde la cámara de diputados a lo largo de estos años, pero también la chance de que desde el ministerio, Rossi pueda hostigar al socialismo santafesino con la campaña contra el narcotráfico.
La salida de Rossi habilitaría a Juliana Di Tullio a ser la nueva jefe del bloque del FPV en la cámara baja.
El despido de Nilda Garré del Ministerio de Seguridad ofrece, asimismo, dos lecturas. La primera surge de los conflictos que la ministro tenía con Sergio Berni, el subsecretario de seguridad que oficia, en la práctica, casi como un ministro.
La otra es que el gobierno esté intuyendo la posibilidad de un clima enrarecido de cara a las elecciones, y decida apartar a una ministro ya muy desgastada, para instalar al siempre dúctil Puricelli, y darle entonces carta blanca a Berni para las decisiones de campo.
En cualquier caso, la salida de Garré constituye una derrota política de Horacio Verbitsky, el estratega detrás de la ministro.
El cargo de Garré como embajadora ante la OEA aparece como otra recompensa por servicios prestados, y sigue la línea de radicalizar la política exterior, iniciada con los nombramientos de Alicia Castro como embajadora en Gran Bretaña, y la camporista Cecilia Nahón como su par ante los Estados Unidos. La Argentina continúa poblando la diplomacia con cuadros militantes de diferente extracción.
La realidad es que nadie puede asegurar aún si estas modificaciones son producto del enojo de Cristina Kirchner en su propia interna de poder, o si obedecen a diferentes motivos estratégicos.
Lo cierto es que ninguno de estos nombramientos tiene gran relevancia respecto del grave problema de la seguridad en la Argentina, y tampoco tienen que ver con el principal problema que el gobierno tiene en estos momentos; la economía.
Habrá que ver si en los próximos días se producen movimientos (necesarios) en ese área, o si CFK tiene pensado acometer la recta final hacia las elecciones con esa auténtica Armada Brancaleone que constituyen Moreno, Kiciloff, Lorenzino y Marcó del Pont.
Fabián Ferrante