La fe
no se razona. No se llega a ella por ciencia o la razón. La fe la llevas en la
sangre y en el alma y proviene del Todopoderoso. Sólo has de cultivarla,
dejarla que brote.
Mantente al margen de la propaganda burguesa y democrática. Los periódicos, las revistas, el cine, la televisión, están impregnados de escepticismo, materialismo y numerosos valores negativos. Lee y difunde la prensa nacional revolucionaria que denuncie la hipocresía del sistema.Si obras bien, hablarán bien de ti. Pero si obras mal, hablarán mal de aquello que representas. Actúa siempre en conciencia y teniendo en cuenta que juzgarán lo que simbolizas según tu comportamiento.
Desprecia
al traidor. El traidor carece de honor y por tanto es indigno de ser tratado
como persona. Sé valiente. Un carácter débil es fácilmente vulnerable.
No
confundas valentía con inconsciencia o temeridad. Aquella es fruto de la
madurez como hombre. Estas son reflejo de una mente infantil.
No
confundas el amor con la mera atracción física. El placer físico es efímero y
si se busca como único fin, degradante. El amor es altruismo, negación del
propio ser para formar otro en el que se confunden los espíritus de los
amantes. Sólo así el amor es eterno.
Desprecia
al cobarde, la cobardía es una debilidad. También el valiente tiene miedo, pero
posee la suficiente fuerza espiritual como para vencerlo. El cobarde es
egoísta, pues asegura su propia integridad a costa de los demás.
Respeta
al enemigo siempre que sea digno de ello. Desprecia al enemigo innoble.
Mantén
una norma de conducta recta y nunca te separes de ella. Renunciar a un
principio por la dificultad que entraña es traicionarte a tí mismo.
Que
haya coherencia entre tu pensamiento y tu acción. De lo contrario se empieza
viviendo como no se piensa y se acaba pensando cómo se vive.
No te
dejes influenciar por lo fácil. Sigue siempre lo que tu conciencia te dicte. No
hay dificultades insuperables. Los problemas están ahí para ser abordados.
Respeta
las banderas y los símbolos de tu tierra. Por encima de la tela y del metal de
que están hechos, está la idea que representan. Ser herido o muerto por
defender un símbolo es la sublimación del idealismo. Si te llega la ocasión no
lo dudes.
Practica
deporte. No temas el esfuerzo físico. Todo ello te llevará a conseguir un
cuerpo sano y un espíritu duro, a ver la vida con optimismo y confianza en ti
mismo y a educar tu voluntad.
Cuida
tu cuerpo. Ten presente que es el escudo de tu espíritu. Un escudo débil se
romperá en medio del combate y te dejará sin protección. Un escudo fuerte puede
ser tu mejor arma en momentos difíciles.Respeta la raza, la cultura y la
identidad de todo pueblo. Al tuyo ámalo.
Lucha
siempre por la verdad y desprecia al mentiroso. La mentira es el refugio del
cobarde.
Se
discreto. Procura no molestar a tus vecinos. Que no se note tu presencia por lo
incómoda que resulta, sino por lo grato.
No
busques lo extravagante para hacerte notar. Procura tener una personalidad lo
suficientemente recia como para no tener que recurrir a ello.
Obra en
consecuencia con tus ideas. El enemigo está acechante para convertir tus
errores en armas contra tu concepción del mundo. Y siempre sacará más provecho
de tus errores que de sus propios aciertos.
Ama a
tu nación. Es una comunidad de hombres unidos por lazos culturales y raciales
que lucha por unos objetivos comunes a los tuyos.
No te
dejes influir por fronteras artificiales. La nación la delimitan la Cultura, la
Tradición, la Historia en común, no unas líneas pintadas sobre un mapa o unos
meros accidentes geográficos.
La
nación es un concepto étnico más que legal. No te dejes engañar por las ideas
falsamente igualitarias que pretenden hacer de todos nosotros ciudadanos del
mundo, y de cada humano, por muy extraña a la tuya que sea su procedencia
geográfica, histórica, cultural y racial, un miembro de tu misma nación.
Estudia
y conoce la historia de tu nación. Respeta a sus muertos y aprende de sus
gestas. Toma ejemplo de los actos heroicos y enseñanza de los errores.
Fíjate
siempre en los mejores. No hagas caso de la corriente general de vacuidad y
falsedad.
Aprende lo mejor de los que sabes que son los mejores. Pero sé
siempre tú mismo para poder aportar algún día algo sinceramente tuyo.
Aprende a apreciar lo bello. La contemplación
de la Naturaleza te ayudará a ello. Sólo cuando en los más insignificantes
detalles de la Naturaleza encuentres belleza, sólo cuando comprendas la
infinita perfección del más pequeño insecto, podrás ser capaz de guiar tus
gustos por ti mismo.
No
permitas que te obliguen a aplaudir como arte lo que no es más que una tomadura
de pelo. Hay muchos artistas que se niegan a aprender a hablar y por tanto no
hacen sino balbucear. Con ello esconden, en realidad, su falta de sensibilidad,
capacidad y vocación. Y eso no es honesto.Atiende a los mayores. Su edad les
hace acreedores de tu respeto.
Debes
combatir al Sistema y al vicio y la corrupción imperantes. Por eso es
importante que tengas coraje y fortaleza contra las trampas que te presentará
el mundo materialista. Debes hacer deporte, ser fuerte, hacer de tu cuerpo un
roble y a la vez un instrumento bello y flexible tendiente a la perfección y al
servicio de tu alma.
Extracto de ''Ética revolucionaria'' de
Pedro Varela Geiss.(*)
(*) Pedro
Varela nació el 3 de octubre de 1957; en Barcelona, Cataluña, España.
Escritor, historiador y revisionista. A finales de octubre de 2010, la
titular del juzgado en lo penal número 15 de Barcelona ordenó su
detención e ingreso en prisión por editar libros revisionistas, fue
condenado a cinco años de prisión por provocar la “discriminación, el
odio y la violencia”. El 5 de marzo de este año, el Tribunal de
Estrasburgo consideró que se vulneraron sus derechos fundamentales en
concreto, a tener un juicio justo en un plazo razonable y a ser
informado de la causa, por lo tanto España deberá pagarle 13.000 euros
(8.000 por daños morales y el resto por costas) por haber mermado su
derecho a la defensa durante un proceso. Así funciona la “democracia” y
la “libertad de expresión” para quienes escriben contra el sistema.
Ante
este hecho el intelectual español Eduardo
Alcántara envió
un texto para su publicación. El mismo dice:
"¿Qué
trato depara el actual Poder político-judicial a aquéllos que defienden altos
ideales?
¿Qué
trato depara el actual Poder político-judicial a aquéllos que demuestran la
grandeza de sus ideas con la nobleza de su carácter?
¿Qué
trato depara el actual Poder político-judicial a aquéllos que en un mundo de
ruines optan por ser caballeros?
¿Qué
trato depara el actual Poder político-judicial a aquéllos que en un mundo de
vendidos optan por hacer suya la fidelidad?
¿Qué
trato depara el actual Poder político-judicial a aquéllos que no creen en las
mentiras y defienden la verdad?
¿Qué
trato depara el actual Poder político-judicial a aquéllos que ante la
injusticia se niegan a doblegarse?
¿Qué
trato depara el actual Poder político-judicial a aquéllos que en sí
personifican el desasosiego y la perseverancia?
¿Qué
trato depara el actual Poder político-judicial a aquéllos que ante lo opresivo
jamás se rinden?
Pues
bien, en lugar del reconocimiento y del trato insigne que Hombres así se
merecerían el actual Poder político-judicial les reserva la persecución y la
difamación.
Hombres
así los hay y Pedro Varela es uno de los paradigmas mejor representativos de
ellos. Son muchos los años que hace que lo conocemos y nuestra admiración por
él se engrandece día a día, pues es como un caballero venido de tiempos lejanos
para deshacer entuertos y luchar contra los abusos e injusticias. No lo hace
montando en un corcel ni lanza en ristre y empuñando la espada sino a lomo de
los libros y empuñando la cultura de la verdad.
¿Cómo
puede definirse al actual Poder político-judicial cuando opta por criminalizar,
represaliar, condenar y denigrar a los pocos Hombres nobles y libres que
quedan? Pues por sus hechos los conoceréis; y por sus hechos sabemos a qué
oscuros intereses obedecen...
¡Justicia
para Pedro Varela!"