miércoles, 22 de mayo de 2013

DESPEJANDO TEMORES





El poder de fuego de un gobierno testimonial

 
 Si usted quiere interpretar la verdadera situación del gobierno, atienda a sus movidas y a sus argumentos. Cuando adquiera esta gimnasia que algunos llaman lectura política, comprenderá mejor que el gobierno de Cristina Kirchner, está agotado.
Acá no hay un problema; acá hay un cúmulo de problemas que constituyen un panorama desastroso, porque el kirchnerismo se encargó de ir arruinando cada uno de los estamentos de la economía. Desde el comercio hasta la inversión; desde la moneda hasta el empleo. La única manera de salir de este atolladero es cambiar el gabinete.  Pensar que los mismos que generaron el incendio podrán apagar el fuego es para ilusos.
Y CFK no cambiará su gabinete ni adoptará políticas serias, porque no está en su naturaleza. Pasa que, básicamente, ella nunca gobernó realmente este país. Desde el año 2007 es una presidente testimonial.
Uno puede llegar a entender que haya llegado en el año 2007, de la mano de su esposo, a sentarse en un sillón presidencial que siempre le quedó enorme. Lo que no se puede entender es que en 6 años de ejercicio de la primera magistratura, no haya aprendido absolutamente nada.
Suelo formular una pregunta recurrente en cada debate con amigos kirchneristas.  Consiste en solicitar que digan qué hizo Cristina Kirchner por la Argentina desde el 27 de Octubre de 2010, el día de la muerte de Néstor. El silencio que se recoge ante esta pregunta es, invariablemente, desolador.
De modo tal que lo que le queda al gobierno, de aquí al 2015, es hacer muestras de un presunto poder político del que carece, y apelar a insuflar en la población un temor a lo que puedan llegar a hacer. Cuando lo que realmente pueden hacer, es nada.
Cuando anuncian el avance sobre la justicia y dictan las leyes, están haciendo un
sobrehumano esfuerzo por demostrar que aún tienen algo de poder. Porque es una maniobra desesperada que está condenada a la ilegalidad, pero que les permite ganar algo de tiempo, y mostrarle algún movimiento a sus seguidores.
Cuando desesperan por intervenir Clarin, para callar a Lanata, demuestran que lo que está exhibiendo el periodista, no solamente es cierto, sino que los destruye.
Cuando Sbatella habla de las cajas de seguridad, están tratando de meter algo de miedo, para que la gente toque el tema por unos días y los intuya poderosos. No hay forma de que tomen por asalto las cajas. Sería apresurar todavía más un final que ya les asoma en el horizonte.
Hay que advertir que no tocan el tema de las elecciones. Hay que entender que a un mes de la presentación de las listas para las PASO, no pueden exhibir un solo candidato en CABA ni en Provincia de Buenos Aires. Significa, de modo claro y taxativo, que realmente no tienen a quien poner.
Los actores políticos y mediáticos conocen perfectamente esta situación. Por eso Macri y De la Sota se animan a confrontarlos abiertamente con sus decretos, y por eso Massa empieza a ponerle fecha a su anuncio formal de que no será el candidato del Frente para la Victoria.
Hace dos años atrás estas medidas les hubieran significado el automático incendio de sus distritos. Hoy salen porque saben que al gobierno ya no le queda ni ese poder de fuego al que muchos, todavía temen.
Entonces Alejandro Dolina le pide mesura a Lanata; en el fondo, lo que le está pidiendo, es algo de piedad.
Entonces ya juegan abiertamente y a cara descubierta los operadores de la peor derecha de este país. Porque ya no necesitan el anonimato de las redes sociales, y están en proceso de instalación mediática, de cara al mediano plazo. Aparecen los rostros jóvenes que arrancan mal pisados, viajando desde el financiamiento de los fondos buitre; son los futuros destinatarios del reclamo popular.
En resumidas cuentas, ya se les anima cualquiera.
Las respuestas del gobierno a lo que muestra Lanata reflejan no solo su desesperación, sino su falta de recursos políticos para hacerle frente al tema. No hay relato que justifique lo obvio.
La gestión que hoy muestra el gobierno nacional y popular consiste en correr a la AFA para que Boca o River jueguen en turno atrasado, buscando que sea menor la cantidad de gente que se entere de sus robos. La foto de un gobierno acorralado es la que hace ir a la gente a la cancha el domingo, para regresar a su casa el lunes.
Pero al mismo tiempo, en otro canal, te están mostrando las imágenes de la bóveda desmantelada por Lázaro Báez, las bolsas de dinero cargadas en una camioneta, y los anaqueles vacíos donde se guardó parte de la increíbe cantidad de dinero que se robaron.
Los arrepentidos del kirchnerismo comienzan a abandonar el barco, en un proceso que se esperaba recién para fines de este año. Ni siquiera los propios fiscales y jueces adeptos al gobierno podrán cubrir esta montaña de estiércol y estarán obligados a actuar.
Y algunos muchachos ya prefieren tirarse al mar de la exposición pública, porque por lo menos tienen una chance de conservar su libertad. Quedarse en el entorno kirchnerista se va convirtiendo, cada día más, en garantía de ir preso.
Los temores de que Cristina Fernández incendie el país, en su caída, deben ir siendo despejados. Con cada muestra de la inmoralidad de su inédita corrupción, más serán los que se le vayan alejando.
Los talibanes suelen inmolarse por causas superiores, nunca por algo tan banal como la defensa de un ladronzuelo. Y los millonarios, créame, jamás se inmolan.
Fabián Ferrante