martes, 22 de octubre de 2013

CRISTO REY DEL UNIVERSO

Cabe a nosotros tornar efectivo el Reino de Cristo obedeciendo a sus leyes.

 La fiesta de la Realeza de Nuestro Señor Jesucristo sobre todo lo creado fue introducida en el calendario litúrgico por SS. Pio XI el 11 de Diciembre de 1925 para reafirmar, ante la creciente laicización del Estado y de la vida, el derecho que tiene Jesucristo a ser obedecido por todos los hombres.
La doctrina en que se basa esta festividad fue magistralmente expuesta en la Encíclica “Quas Primas“.
El Papa recuerda que un: “cúmulo de males había invadido la tierra, porque la mayoría de los hombres se habían alejado de Jesucristo y de su ley santísima, así en su vida y costumbres como en la familia.
Infelizmente desde entonces hasta nuestros días, ese cúmulo de males no ha hecho sino aumentar de manera aflictiva. Y eso por que los hombres no quieren obedecer a Dios.
Es un buen momento para que nos detengamos un poco y pensemos en el sentido de la fiesta de Cristo Rey.
Jesucristo que es Rey celestial antes de todo, es también Rey cuyo gobierno se ejerce ya en este mundo.
Rey es quien posee de derecho la autoridad suprema y plena. El Rey legisla, dirige y juzga. Su realeza se hace efectiva cuando los súbditos reconocen sus derechos y obedecen a sus leyes.
Ahora bien, Jesucristo posee sobre nosotros todos los derechos. El promulga leyes, dirige el mundo y juzgará los hombres. Cabe a nosotros tornar efectivo el Reino de Cristo obedeciendo a sus leyes.
Este reinado es un hecho individual, en cuanto considerado en la obediencia que cada alma fiel presta a N. S. Jesucristo. En efecto, el Reinado de Cristo se ejerce sobre las almas; y, pues, el alma de uno de nosotros es una parte del campo de jurisdicción de Cristo Rey. El Reinado de Cristo será un hecho social si las sociedades humanas le prestaren obediencia.
Puede decirse, pues, que el Reino de Cristo se torna efectivo en la tierra, en su sentido individual y social, cuando los hombres en lo íntimo de sus almas como en sus acciones, y las sociedades en sus instituciones, leyes, costumbres, manifestaciones culturales y artísticas, se conforman con la Ley de Cristo.
Extraido y adaptado de “A Cruzada do século XX”