Israel y Arabia Saudita, cada vez más cerca de una alianza militar contra Irán
Los
militares de Arabia Saudita solicitaron a Estados Unidos la compra de
sofisticados misiles de crucero y bombas guiadas por el importe de 6,8
mil millones de dólares. Se espera que el contrato se cierre dentro de
un mes si lo aprueba el Congreso estadounidense.
De acuerdo con la Agencia de Cooperación de Seguridad de Defensa
(DSCA, por sus siglas en inglés) del Pentágono, el suministro de armas
no rompe el equilibrio militar en la región y no representa una amenaza
para los países vecinos.
Arabia Saudita: ¿un aliado estadounidense sin control?
Tel Aviv y Riad percibieron la negativa EE.UU. de lanzar un ataque
militar contra Siria y los primeros pasos del presidente Obama para
normalizar las relaciones con Teherán como el comienzo de una nueva fase
de la transformación de la estructura geopolítica de Oriente Próximo en
la política de la Casa Blanca.
Por esa razón la familia real saudita, descontenta con el curso de
Obama, respondió a Washington desafiando a las Naciones Unidas,
convirtiéndose en el primer Estado en rechazar su participación en el
Consejo de Seguridad de la ONU.
Tras sus solicitudes a la ONU de intervenir militarmente en el
conflicto sirio, no cumplidas, Arabia Saudita puso en tela de juicio la
autoridad de las Naciones Unidas.
No es la primera vez que Riad expresa su pretensión de dominar en
Oriente Próximo y ha llegado a ofrecer a Barack Obama financiamiento
para una acción militar contra Siria como si se tratase de los
‘servicios’ de un sicario.
El descontento con la política de Obama se ha manifestado aún más
claramente en las estimaciones sauditas de las primeras señales de un
‘deshielo’ en las relaciones entre los Estados Unidos e Irán. Riad ha
llegado a la conclusión de que estos países están planeando en secreto
una alianza estratégica destinada a reducir la influencia de Arabia
Saudita.
Y esta opinión tiene su lógica. Muchos años de orientación en el
mundo islámico hacía Arabia Saudita han hecho a Estados Unidos perder su
influencia entre los chiitas. Por su parte, Riad no solo financia la
intervención militar extranjera en Siria, sino que los servicios
secretos sauditas brindan su apoyo a grupos extremistas en otros países,
desde Argelia a Pakistán, incluidos los que pelean contra Estados
Unidos, como el movimiento talibán afgano.
Tel Aviv, posible sicario a sueldo de Arabia Saudita
Entretanto, Tel Aviv ya ha anunciado su disposición de lanzar un
ataque unilateral contra Irán. El mando militar israelí considera que un
ataque a través del territorio de Arabia Saudita es una de las
direcciones prioritarias. Hace mucho que ya no merece la pena hablar
sobre los principios morales de la diplomacia saudita, por lo tanto el
consentimiento de Riad de proporcionar un corredor a los militares
israelíes puede ser considerado como su participación en un ataque
contra Irán.
Además de la enemistad con Irán, Israel y Arabia Saudita coinciden en
un objetivo común: derrocar al Gobierno de Bashar al Assad en Siria.
Asimismo Tel Aviv y Riad se solidarizan en su apoyo al Gobierno militar
egipcio y también han sabido ponerse de acuerdo con respecto a lo
inadmisible de la creciente importancia geopolítica de su rival común:
Turquía.
Hace años que las informaciones sobre las conversaciones secretas que mantienen Israel y Arabia Saudita dejaron de sorprender.
Incluso pese a la oposición de EE.UU., el mundo podría ser testigo de
la aparición de una aparentemente increíble alianza saudita-israelí.