Venezuela en "emergencia económica, alimentaria y eléctrica"
Los casi 100.000 millones de dólares que ingresan por la venta del petróleo
no alcanzan para paliar el desabastecimiento de alimentos.
- Falta aceite, carne, lentejas, margarina, porotos, queso, harina, leche...
- Falta papel higiénico, pañales servilletas de papel y toallas femeninas.
- La mitad de los hospitales en "cierre técnico".
- Lo que no cuentan de Hugo Chávez
(ArgentinosAlerta.org)
Venezuela está desesperada por obtener dinero en efectivo. Pensó que China
podría ser su solución, pero ese país sólo ha financiación proyectos de
infraestructua o inversión directa en empresas, pero no recursos que puedan
ingresar a las reservas del Banco Central.
Los casi 100.000 millones de dólares que ingresan por la venta del petróleo
no son suficientes para paliar la escasez y el desabastecimiento de alimentos y
productos básicos, que provoca largas colas y mucha "arrechera", palabra que el
venezolano utiliza para resumir su estado de enfado.
Este desabastecimiento crónico ya ha provocado varias muertes. El primer caso
ocurrió el 9 de agosto último cuando José Gregorio Cortez Fuenmayor, de 41 años,
murió asfixiado por la avalancha de consumidores que se disputaban una botella
de aceite y un pan de margarina en el supermercado estatal Bicentenario de
Ciudad Bolívar, al sur del país.
Ante el desabastecimiento de papel higiénico, el gobierno que ve
conspiraciones en todos lados, ordenó a tropas del ejército que ocuparan la
mayor fábrica de papel higiénico de Venezuela. Jorge Arreaza, vicepresidente y
yerno del fallecido mandatario Hugo Chávez, anunció que la toma de la empresa
privada Manufactura de Papel C.A. fue "para verificar el proceso de producción,
comercialización y distribución de papel higiénico".
También faltan pañales, toallas sanitarias femeninas y servilletas. La
empresa intervenida cubre 40% de la demanda nacional de esos productos. Se
ordenó que mientras dure la intervención militar, la empresa deberá pagar las
tres comidas diarias de los uniformados.
La mitad de los hospitales padecen "cierre técnico" y sobreviven con una
tercera parte de las camas, sin insumo ni equipos; el 70% de las rutas presentan
problemas de mantenimiento y los cortes eléctricos continúan después del
gigantesco apagón nacional de principios de septiembre.
Pero si algo sufren en sus carnes las clases populares, además de la escasez
(que superará el 45% de subida al final del año, una de las más altas del mundo)
y de la inflación que sube los precios cada semana, es la violencia que
devora a una sociedad en la que la muerte se convirtió en algo tan cotidiano
como la vida.
La pregunta que todos se hacen es cuándo se producirá el estallido social
ante el brutal colapso de las políticas populistas iniciadas con el fallecido
Hugo Chávez.