Victoria diplomática de Rusia: El Consejo de Seguridad aprueba su resolución sobre Siria
La
resolución que el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado este
viernes por unanimidad para el desmantelamiento del arsenal químico de
Siria no incluye medidas automáticas de castigo, ni económico ni
militar, en el caso de que el régimen de Bachar el Asad incumpla con las
demandas de la comunidad internacional, lo que deja a Rusia, que se
opone a las sanciones, como el árbitro de lo que finalmente acabe
ocurriendo en ese país.
La
votación se produjo una vez que la Organización para la Prohibición de
las Armas Químicas, con sede en La Haya, dio el visto bueno al plan de
trabajo de los inspectores internacionales, que podrían llegar la
próxima semana a Damasco para comenzar a investigar el material químico
que el Gobierno tiene almacenado. La resolución fue aprobada en Nueva
York, una vez que los cinco miembros permanentes del Consejo de
Seguridad –Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido y Francia- llegaron
el jueves a un acuerdo sobre el texto que se sometió a consideración
del máximo órgano ejecutivo de Naciones Unidas.
El texto
incluye la posibilidad de que los países “puedan decidir medidas bajo el
Capítulo VII de la Carta de la ONU”, pero añade que eso requeriría
previamente una nueva votación en el Consejo de Seguridad, donde Rusia,
como los demás miembros permanentes, tiene derecho de veto.
La
resolución le da naturaleza de ley internacional a ese pacto y establece
un mandato claro para que Asad ponga a disposición de los inspectores
sus armas químicas. Evidentemente, eso crea un entorno legal y político
del que el régimen sirio no puede escapar sin caer en una flagrante
violación de la voluntad internacional. Pero, en última instancia, en
caso de que el proceso de inspecciones se vea interrumpido –lo que puede
ocurrir por múltiples razones- quedará en manos de Rusia decidir cómo
se reacciona.
En el
mejor de los escenarios, los inspectores actuarán con eficacia,
identificarán rápidamente el material a destruir y procederán a su
eliminación antes de mediados del próximo año, como exige el acuerdo
ruso-norteamericano. En ese caso, Asad seguirá el poder, sin armas
químicas, pero con la misma voluntad –y, quizá, más legitimidad-.
Pueden
darse otros escenarios más complicados, como el de que los inspectores
no puedan cumplir su misión, bien porque el ejército sirio no se lo
permite o bien porque los rebeldes acentúan sus ataques y hacen su
trabajo demasiado peligroso. No se puede descartar que los mercenarios
no estén muy estimulados para ayudar a una misión internacional que, en
definitiva, no pone en duda al régimen contra el que combaten.
Canciller sirio a RT: "La guerra podría acabar en varias semanas"
El
ministro sirio de Exteriores, Walid Moualem, considera que la guerra en
Siria podría acabar en unas semanas si Occidente y los países de la
región dejan de apoyar a los rebeldes.
Moualem
se expresó en estos términos en una entrevista con RT durante la 68ª
sesion de la Asamblea General de la ONU, una reunión que, según él, se
distingue de las anteriores.
El canciller subrayó que ahora los líderes "entienden mejor lo que pasa
en Siria" y "empiezan a hablar sobre una solución política después de
que el país árabe se uniera a la Convención de las Armas Químicas".
"Muchos países hablan del apoyo a la solución política. Esto es
importante pero esto significa que deben comprometerse a dejar de
financiar y de armar al grupo terrorista. Especialmente los países
vecinos como Turquía, Arabia Saudita y Catar", dijo el ministro,
recalcando que solo en ese caso se garantizará el éxito de Ginebra II.
Este sábado los países miembros del Consejo de Seguridad de la
ONU aprobaron por unanimidad la resolución, acordada por Rusia y EE.UU.
para eliminar las armas químicas en Siria.