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lunes, 30 de junio de 2014
“LA TELA DE ARAÑA”
Mendoza, 30 de Junio de 2014
“LA TELA DE ARAÑA”
“LA TELA DE ARAÑA”
La dependencia o “LA TELA DE ARAÑA” que envuelve actualmente a la Argentina es su deuda externa.
Todo comenzó en 1824, pero su crecimiento exponencial es desde 1976, que mientras la sociedad se dividía y se desindustrializaba la producción, manos extranjeras con los “vende patria” de siempre, engañando a los patriotas argentinos, fueron enajenando al país. Tal es así que a fines de 1982 nuestra deuda externa se había acrecentado en algo de 7, 5 veces más, haciéndose impagable con el sistema de producción que teníamos y seguimos teniendo.
Luego vinieron los gobiernos elegidos por votos y por capricho o por ignorancia, o por algún otro motivo, que no dicen ni los gobernantes ni la oposición, se dejó pasar: el rechazo de la deuda como odiosa, la propuesta Espeche Gil (pide una opinión consultiva a la Corte Internacional de Justicia de La Haya), la no auditoría de la deuda, ni la intervención del Congreso Nacional, (que es por mandato de la Constitución Nacional). Como también no se le dio importancia al Juicio Olmos, que tiene resolución, ni los otros, juicios en trámites, que deben estar durmiendo en algún Juzgado.
Pero se creyó, que desatendiendola con maniobras dilatorias y con discursos provocativos, declarando que ya nos habíamos “desendeudados”, por haber firmado acuerdos desacertados, se imaginó, por inexperiencia u otro motivo que se había solucionado no solo los problemas de los holdouts sino también toda deuda o cuestiones internacionales. Y hoy dependemos de la justicia extranjera, por elección propia, y estamos en default teórico, sin embargo nunca se creyó, ni se cree, que los problemas de la deuda externa se solucionan industrializando integralmente el país.
Las crónicas nos enseña que sino se aplican las soluciones correctas a “LA TELA DE ARAÑA” histórica, esta se puede ir expandiendo, haciéndose indestructible.
Todo comenzó en 1824, pero su crecimiento exponencial es desde 1976, que mientras la sociedad se dividía y se desindustrializaba la producción, manos extranjeras con los “vende patria” de siempre, engañando a los patriotas argentinos, fueron enajenando al país. Tal es así que a fines de 1982 nuestra deuda externa se había acrecentado en algo de 7, 5 veces más, haciéndose impagable con el sistema de producción que teníamos y seguimos teniendo.
Luego vinieron los gobiernos elegidos por votos y por capricho o por ignorancia, o por algún otro motivo, que no dicen ni los gobernantes ni la oposición, se dejó pasar: el rechazo de la deuda como odiosa, la propuesta Espeche Gil (pide una opinión consultiva a la Corte Internacional de Justicia de La Haya), la no auditoría de la deuda, ni la intervención del Congreso Nacional, (que es por mandato de la Constitución Nacional). Como también no se le dio importancia al Juicio Olmos, que tiene resolución, ni los otros, juicios en trámites, que deben estar durmiendo en algún Juzgado.
Pero se creyó, que desatendiendola con maniobras dilatorias y con discursos provocativos, declarando que ya nos habíamos “desendeudados”, por haber firmado acuerdos desacertados, se imaginó, por inexperiencia u otro motivo que se había solucionado no solo los problemas de los holdouts sino también toda deuda o cuestiones internacionales. Y hoy dependemos de la justicia extranjera, por elección propia, y estamos en default teórico, sin embargo nunca se creyó, ni se cree, que los problemas de la deuda externa se solucionan industrializando integralmente el país.
Las crónicas nos enseña que sino se aplican las soluciones correctas a “LA TELA DE ARAÑA” histórica, esta se puede ir expandiendo, haciéndose indestructible.
Y la vida procesada por la desidia… Por Gabriela Pousa
Y la vida procesada por la desidia…
junio 30, 2014
Por Gabriela Pousa
No es el procesamiento a un vicepresidente aquello que nos define
realmente. Ya se sabe, siempre llueve sobre mojado. Pero claro, una cosa
es una llovizna pasajera y otra una tormenta eléctrica. El paraguas de
Cristina ya no alcanza para tapar nada.
Esta situación recuerda las macabras inundaciones que sufrió, en
abril de 2013, la ciudad de La Plata. A todos los tapaba el agua, otros
ya estaban ahogados y muchos cadáveres escondidos para que el costo
político no sea tan alto.
Ahora ocurre lo mismo. Al gobierno lo tapa el agua, hay funcionarios
ahogados, y hay cadáveres políticos que deben ser escondidos porque de
lo contrario se sabrá qué o quién los ha matado. Y habrá que pagar otro
costo político alto.
Cristina no tiene las manos limpias. Sus huellas digitales están en
todas partes, posiblemente quedaron debajo de las de Amado Boudou, razón
por la cual cuesta un poco más sacarlas a la luz. Pero si algo parece
sobrarle a la Argentina es tiempo. De lo contrario, ¿cómo explicar once
años de un gobierno que podrá tildarse de pasable, mediocre, malo o
pésimo pero no puede evitarse catapultarlo como el más perverso y
endemoniado?
El único recurso no renovable lo desperdiciamos con una liviandad
imperdonable. En once años hemos enterrado amigos, parientes, conocidos
pero no porque murieron como muere la gente en todas partes, sino por la
desidia, la ineficacia, el desprecio y la ausencia de un Estado mínimo
que de respuestas en lugar de entrometerse en la vida privada de los
ciudadanos.
Albert Camus decía que “el modo más fácil de conocer un país es averiguar cómo se ama y cómo se muere allí”
En la Argentina de “la década ganada” se ama a las apuradas, y los
ansiolíticos y antidepresivos baten récord de ventas en las farmacias.
En la Argentina de la “década ganada” se puede morir asfixiado en un
boliche, atrapado en un vagón, ahogado porque llovió, asesinado por un
par de zapatillas, acribillado por sicarios, apuñalado por ir un domingo
a ver a tu equipo al estadio…
Es verdad, así se conoce a un país. El procesamiento del
vicepresidente frente a todo eso no significa nada, ni dice demasiado
más que tuvimos un delincuente en un alto cargo, y la verdad es que
tuvimos tantos… Es cierto, ahora hay un juez que hizo lo que debía
hacer. Ni más ni menos, y un fiscal inocente sentado en el banquillo de
los acusados. Campagnoli es un rehén de lo que no supimos o quisimos
hacer. Nosotros deberíamos rescatarlo más que un equipo de abogados.
Pero la noticia que sacudió un viernes a la noche cuando ya no pasaba
nada, fue el procesamiento tildado como insólito e inédito. No porque
Amado Boudou tuviese fama de santo sino porque en la Argentina de la
“década ganada” el Cambalache de Discépolo es Biblia sagrada.
Al unísono está el juez Griesa y los fondos buitre, el consumo que no
crece, los despidos disfrazados, las paritarias solapadas, los
sindicatos mostrando los dientes y lo que realmente es insólito y grave:
la Presidente ausente, callada.
Mientras, el país se debate entre un gatopardismo que nos sosiegue o
el cambio drástico porque no hay más margen para esos retoques nimios
que desplazan a un ministro para que suba otro peor que el que se ha
ido, y así sucesivamente. La transformación verdadera de la Argentina
requiere remover todo. Meter el bisturí hasta el fondo. El artilugio del
asfalto electoral sobre el bache ya no engaña a nadie.
Entremedio una duda que persiste: ¿Acaso alguien le avisó a la jefe
de Estado que los frentes abiertos son demasiados y convendría
cerrarlos? ¿Acaso le importa algo? Sí, la impunidad que está empezando a
perder. Cristina ya no duerme bien. Siempre llega ese momento en que
hay que enfrentarse al monstruo que se ha creado, y la Presidente lo
halla al mirarse en el espejo de su cuarto.
Desde hace años, en este mismo espacio, venimos recalcando que la
Justicia era y es la clave para menguar la enorme capacidad de daño de
un gobierno que convirtió al país en un negociado. A algunos, el miedo
los paralizó, a otros la complicidad los conformó; al resto, la
comodidad les arrebató ese mañana soñado…
Hoy, los artífices de la “década ganada” nos dejan inflación,
inseguridad, violencia desatada, mal trato generalizado, gasto público
exorbitante, empresas apoderadas, instituciones destrozadas, las Fuerzas
Armadas politizadas, falta de infraestructura, estadísticas falseadas,
narcotráfico y sicarios, caída de consumo, causas judiciales inventadas,
persecución ideológica, embargos, la AFIP convertida en Gestapo,
juicios populares en Plaza de Mayo, recesión, mentiras sistemáticas y la
experiencia de haber estado en manos de una mafia. Los eufemismos que
suavizan ya no sirven para nada.
Es cierto, el escándalo fue la noticia de un vicepresidente procesado
pero no es ni remotamente lo más grave que nos está pasando. Boudou es
apenas un soldado. De la dictadura, Cristina rescató la obediencia
debida, del menemismo, el circo. Hoy Boudou es eso: un obediente payaso
de un show que se va acabando. La historia se ocupará de situarlo en su
lugar.
Ahora, más que desear que la Justicia ponga final al proceso que
acaba de empezar, hay que buscar la autora intelectual de este
descalabro que nos define, no por la calidad de vida, sino por esas
muertes atroces tan distantes de ley natural de la vida.
Recién cuando las vidas arrebatadas a destiempo y las ausencias
absurdas dejen de ser lo común y normal en este suelo, algo mucho más
importante que una década habremos ganado… Hasta que eso ocurra
seguiremos perdiendo años, de escándalo en escándalo.
El PP no puede movilizar a sus votantes sin unos principios sólidos
No es la ley del aborto la que hace perder votos al PP, sino su tibieza e incoherencia
Ayer Europa Press publicó una información
de ésas que suelo coger con pinzas porque se remite a la típica
coletilla de “fuentes de”. Aunque la información no sea confiable,
afirma una tesis que merece la pena comentar: “La recuperación de
este voto y la movilización para ganar las próximas citas electorales de
2015 pasa, a juicio de estas fuentes, por que el PP se ensanche por el centro político y creen que reformas como la ley del aborto no contribuyen a ello.”
El debate del aborto deja en evidencia la colosal falta de principios del PP de Rajoy
Aborto: Feijóo quiere una ley que permita liquidar a los discapacitados antes de nacer
En 2009 Monago tachó de ‘aberrante’ la ley de Aído y ahora defiende lo mismo que ella
La derecha política, a remolque de la izquierda
Esta afirmación abunda en las dos formas de concebir la acción
política que se pueden encontrar en España. Por un lado tenemos a la
izquierda, que se atribuye una superioridad moral respecto al resto de
la sociedad, y que por ello está empeñada en someter a los españoles a
sus dictados ideológicos, empeño por el que no tiene ningún complejo en
centrar esa acción política en el impulso de sus tesis en la vida
pública, por muy cuestionables que sean esas tesis. Por otro lado
tenemos a la derecha, tan acomplejada ante esa falsa superioridad moral de la izquierda que ha renunciado a dar la batalla de las ideas,
por lo cual se limita a ir a remolque de las reformas ideológicas
progres. Un caso paradigmático de esta derecha es el actual gobierno que
encabeza Mariano Rajoy: antes de llegar a La Moncloa el actual
líder del PP prometió un “cambio”, pero ¿qué cambio se puede llevar a
cabo si no se está dispuesto a defender unos ideales con claridad y
firmeza? El resultado lo estamos viendo desde noviembre de
2011: hasta ahora el PP no ha cambiado ninguna de las leyes ideológicas
impuestas durante el mandato de Zapatero. Sólo en la educación se ha
atrevido a aprobar una nueva ley, la LOMCE, que no deja de ser una mera reforma de la nefasta LOE zapaterista,
limitándose, de hecho, a consolidar las bases ideológicas de las leyes
educativas socialistas, empezando por los principios pedagógicos que han
disparado las cifras de fracaso escolar en España.
La reforma de Gallardón y el objetivo imposible de querer contentar a todos
En el caso de la reforma del aborto tenemos otro tanto. Cuando se
anunciaron las líneas maestras de la reforma de Gallardón en diciembre
del año pasado, publiqué aquí un artículo señalando sus pros y sus contras. El mero repaso de unos y otros nos revela algo curioso: se trata de una
reforma que aboga por la “protección de la vida del concebido”, y sin
embargo exime de toda responsabilidad penal a la mujer que aborta, sin
importar el supuesto o el plazo. Es cierto que la ley elimina
la condición de “derecho” que el PSOE concedió a la eliminación de niños
y niñas por nacer, un colosal disparate jurídico: nadie tiene derecho a
matar a seres humanos inocentes e indefensos. Una ley que fuese coherente con el título de la reforma de Gallardón sería muy fácil de defender,
ya que las filas abortistas tienen unas carencias argumentales enormes,
puesto que centran todos sus esfuerzos en deshumanizar e incluso
cosificar a los seres humanos en el inicio de sus vidas, algo que desde
el ámbito de la ciencia y de la razón resulta muy sencillo de contestar.
Para ganar un debate público hay que tener voluntad de convencer con
mejores argumentos que los que ofrece el rival. Pero el PP ha querido hacer una ley con un objetivo imposible: contentar a todos,
algo atribuible a una falta de principios en esta materia -lo cual es
muy grave, teniendo en cuenta que hablamos de derechos humanos- pero
también a los complejos que he comentado más arriba. El resultado es que el PP promueve una reforma pero carece de buenos argumentos para defenderla.
La contestación interna demuestra la empanada ideológica del PP
El resultado es que la reforma de Gallardón no contenta a nadie: por un lado la
izquierda ha tirado de demagogia, reclamando la matanza de niños por
nacer, y en especial de los que sufren alguna discapacidad, como una
suerte de sacrificio sangriento en el altar de los dogmas progres.
Poco le importa a la izquierda que sus empeños por negar la humanidad e
incluso la condición de seres vivos de los seres humanos en su edad
prenatal sea un grosero insulto a la propia humanidad, a la razón y a la
ciencia. A fin de cuentas, para la izquierda la verdad es una algo que
debe cambiar a su antojo y conveniencia, y no hay nada que su discurso
relativista sea incapaz de cuestionar, ni siquiera el derecho a vivir de
los más inocentes e indefensos. Al mismo tiempo, entre la
derecha ideológica, la que no tiene complejos, el espectáculo que ha
dado el PP con esta ley suena a tomadura de pelo. Por una parte
Gallardón abogando por eliminar el aborto eugenésico, lo cual está muy
bien, pero ¿por qué matar a un concebido por ser discapacitado está mal,
y sin embargo es aceptable matarlo por el mero hecho de no haber
nacido? Por otra parte empiezan a salir dirigentes del PP -en los
enlaces relacionados al comienzo de esta entrada pongo un par de
ejemplos- defendiendo la ley abortista hecha por el PSOE en 1985, ésa
que el PP no tocó durante los ocho años que duró el mandato de Aznar.
Unos días después de anunciarse la reforma de Gallardón, el pepero Monago, que tachó de “aberrante” la Ley Aído, se ponía a defender lo mismo que ella. En enero de 2014 la alcaldesa pepera de Zamora se enfadaba porque un tuitero le recordaba el programa del PP en lo relativo a esta reforma. Y así otros dirigentes del PP y de sus juventudes, semana tras semana, demostrando una empanada ideológica que parece no tener más objetivos políticos que alcanzar y conservar el poder.
El PP ha renunciado a defender un modelo de sociedad frente a la izquierda
La falta de principios que ha demostrado el PP con este tema es demoledora para cualquier partido político,
porque demuestra a sus votantes que ese partido no es digno de
confianza. Ése es el problema que tiene ahora mismo el PP, y es un
problema de muy difícil solución, porque -hay que decirlo muy claro- el PP ha renunciado a defender un modelo de sociedad alternativo frente a la izquierda.
Ni en el ámbito de la bioética, ni el de la familia o la educación, con
las graves consecuencias que tiene ello para el derecho a la vida, la
libertad de educación y la protección de la familia como célula básica
de la sociedad. En todas las grandes cuestiones el PP se limita a asumir poco a poco los dictados ideológicos de la izquierda. Lo que no se le puede pedir a los españoles es que voten a políticos cobardes e incoherentes.
USA: TRIUNFO PRO-VIDA CONTRA EL OBAMACARE
NOTICIAS GLOBALES, Año XVII. Número 1109, 14/14. Gacetilla n° 1224. Buenos Aires, 30 junio 2014.
1224) USA: TRIUNFO PRO-VIDA CONTRA EL OBAMACARE. Fuentes: Propias; Life Site y Life News. Por Juan C. Sanahuja
La Corte Suprema resuelve a favor de la libertad religiosa el caso Hobby Lobby
En la mañana del 30-06-14, la Corte Suprema decidió que la empresa Hobby Lobby
no puede ser obligada a pagar seguros para sus empleados que cubran
contraceptivos y drogas que potencialmente inducen el aborto. La
decisión fue tomada por 5 votos contra 4.
La administración de Obama estaba tratando de obligar a Hobby Lobby
y a miles de empresas y organizaciones cuyos dueños son pro-vida, a que
cumplieran con el “mandato contraceptivo”, que obliga a las empresas a
pagar seguros para sus empleados que incluyan anticonceptivos y drogas
abortivas.
Dice la Corte que la Religious Freedom Restoration Act de 1993 (RFRA) permite a las corporaciones como Hobby Lobby
mantener su perspectiva religiosa y a la vez hacer negocios. "Los
términos de la RFRA son claros. El Congreso no discrimina contra los
hombres y mujeres que desean manejar su negocio con fines de lucro en la
forma requerida por sus creencias religiosas”.
El presidente del Tribunal Supremo John Roberts y los jueces Samuel Alito, Antonin Scalia, Clarence Thomas y Anthony Kennedy, votaron a favor de la libertad religiosa en los casos Burwell v. Hobby Lobby Stores Inc. (antes Sebelius v. Hobby Lobby Stores Inc.) y Conestoga Wood v. Burwell. Votaron por la minoría, contra la libertad religiosa: Ruth Bader Ginsburg, Sonia Sotomayor, Stephen Breyer y Elena Kagan.
La cadena Hobby Lobby, con más de 500 sucursales en 41 estados, se enfrentó a una multa de 100 dólares por día por empleado o sea 1.3 millón de dólares en multas diarias por violar el “mandato contraceptivo” (U.S. Department of Health and Human Services -HHS- mandate in the Affordable Care Act).
La decisión sobre Hobby Lobby sólo se aplica a las empresas, como Conestoga Wood Specialties,
la cual tenía en la Corte Suprema un caso similar. Los grupos sin fines
de lucro, como Sacerdotes por la Vida, todavía están esperando una
decisión sobre su derecho a optar por el mandato.
Las
empresas, sean con o sin fines de lucro, consideran que la ley sólo les
da a elegir entre elevadas multas o “ser cómplices de algo
intrínsecamente malo”. FIN, 30-06-14
Ver entre otros:
____________________________
NOTICIAS
GLOBALES es un boletín de noticias sobre temas que se relacionan con la
PROMOCIÓN Y DEFENSA DE LA VIDA HUMANA Y LA FAMILIA. Editor: Pbro. Dr.
Juan Claudio Sanahuja; E-mail: noticiasglobales@noticiasglobales.org ; http://www.noticiasglobales.org ;
¿MURIÓ FIDEL CASTRO?. . .¿MURIÓ EL NEFASTO ASESINO FIDEL?
¿MURIÓ FIDEL CASTRO?
Por EL ARCA en
He intentado comprobar en medios la verdad de esta noticia, pero no
encontré nada que lo confirme. Pero en atención a la página de la que la
traigo, la publico. Quizás sean rumores como los ha habido en otras
ocasiones. De todas maneras para afirmar la actuación “nefasta” del
personaje con innumerables crímenes a sus espaldas, traigo aquí la
noticia.
¿MURIÓ EL NEFASTO ASESINO FIDEL?
MURIO FIDEL CASTRO. EN ESTOS MOMENTOS HAY UN FUERTE RUMOR EN LA CIUDAD DE LA HABANA QUE FIDEL CASTRO MURIO HOY AL MEDIO DIA Y QUE SE ENCUENTRA EN EL HOSPITAL CIMEQ TOMADO EN ESTE MOMENTO POR TROPAS DE LA SEGURIDAD DEL ESTADO.
“Patriarca
de América” Este es el nombre que le dieron (seguro copia de otra
colectividad bolchevique), al sirviente más fiel (de allí lo de Fidel)
que ha tenido, tuvo y tendrán los Estados Unidos y el Imperio Británico.
Sangre y lágrimas es lo que se le debe.
Fidel, ¿qué te hizo la Argentina para hacerle lo que le hiciste?
Tomado de Católicos Alerta
Desde Boudou (Lijo) a Kicillof (Griesa) La Argentina estancada. Imagen congelada de teleteatro. JORGE ASIS DIGITAL
Oberdan Rocamora para JorgeAsisDigital.com. Lunes, 30 junio , 2014.
/
A-
A+
Desde Boudou (Lijo) a Kicillof (Griesa)
La Argentina estancada. Imagen congelada de teleteatro.
escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
para JorgeAsísDigital
Imagen congelada de mal teleteatro.
La Argentina se debate entre las fojas de la causa que conduce Ariel Lijo, con las fojas de la causa que deriva en el Juez Griesa.
En un marco de estancamiento, que los técnicos califican de estanflación. Coctel de recesión con inflación. Desde la decadencia del gobierno, se agudiza el hábito de la mala praxis. Ineptitud complementa la falta absoluta de credibilidad.
Basta agregarle al cuadro naturalista la atmósfera espesa de una campaña electoral prematuramente desatada. Con los comportamientos de las primeras figuras que dependen, en general, de los veredictos sabios de los encuestadores, y los consejos relativamente frívolos de los asesores de imagen.
Quien enlaza ambas causas, para unificarlas, es el ignoto Guido Forcieri, flamante emblema de la argentinidad al palo. Forcieri impregna de superior grotesco a la actualidad. Pretexta (a Lijo) que no puede comparecer en la Causa Ciccone, ya que debe colaborar con la patria en la comedia inflamada de los fondos buitres (que dirige Griesa).
“Mi reino por un caballo”. Lo prioritario, siempre, es zafar.
La Argentina se debate entre las fojas de la causa que conduce Ariel Lijo, con las fojas de la causa que deriva en el Juez Griesa.
En un marco de estancamiento, que los técnicos califican de estanflación. Coctel de recesión con inflación. Desde la decadencia del gobierno, se agudiza el hábito de la mala praxis. Ineptitud complementa la falta absoluta de credibilidad.
Basta agregarle al cuadro naturalista la atmósfera espesa de una campaña electoral prematuramente desatada. Con los comportamientos de las primeras figuras que dependen, en general, de los veredictos sabios de los encuestadores, y los consejos relativamente frívolos de los asesores de imagen.
Quien enlaza ambas causas, para unificarlas, es el ignoto Guido Forcieri, flamante emblema de la argentinidad al palo. Forcieri impregna de superior grotesco a la actualidad. Pretexta (a Lijo) que no puede comparecer en la Causa Ciccone, ya que debe colaborar con la patria en la comedia inflamada de los fondos buitres (que dirige Griesa).
“Mi reino por un caballo”. Lo prioritario, siempre, es zafar.
La picaresca bonaerense
El anecdotario que ilustra los berenjenales de ambas causas es
bastante nutrido. Se detalla con generosidad en los grandes medios.
Anécdotas ideales para ser comentadas, apenas, en el entretiempo. Con el complemento del Mundial de fútbol, la realidad televisiva es perfectamente tolerable. El torneo tendría que ser eterno.
Anécdotas ideales para ser comentadas, apenas, en el entretiempo. Con el complemento del Mundial de fútbol, la realidad televisiva es perfectamente tolerable. El torneo tendría que ser eterno.
Las
coloridas peripecias de Amado Boudou, El Descuidista, y de su
“Cataliñón”, José María Núñez Carmona, Nariga (que se atienden en Lijo),
en el imaginario colectivo se mezclan con las excursiones
“negociadoras” de Axel Kícillof, El Gótico (que se atienden en Griesa).
Las primeras producen la actual sobredosis de Boudou. Remiten a la literatura picaresca del Siglo de Oro español, del siglo XVI.
Para entender a estos antihéroes, que podían haber desfilado en El Lazarillo o en Guzmán de Alfarache, hay que recurrir a la astucia ofensiva del pícaro. Pero son exponentes de la picardía bonaerense generada entre los siglos XX y XXI. De los que sin grandes escrúpulos encararon la utopía del ascenso social. A través de la salvación individual, que depara la riqueza.
“Hacerla”, como sea, es la consigna. Para llegar.
Aquí emerge Boudou como el prototipo del oportunista que supo distinguir el claro. Aprovechar hábilmente los agujeros por dónde infiltrarse, para crecer. Y “hacerla”.
Las primeras producen la actual sobredosis de Boudou. Remiten a la literatura picaresca del Siglo de Oro español, del siglo XVI.
Para entender a estos antihéroes, que podían haber desfilado en El Lazarillo o en Guzmán de Alfarache, hay que recurrir a la astucia ofensiva del pícaro. Pero son exponentes de la picardía bonaerense generada entre los siglos XX y XXI. De los que sin grandes escrúpulos encararon la utopía del ascenso social. A través de la salvación individual, que depara la riqueza.
“Hacerla”, como sea, es la consigna. Para llegar.
Aquí emerge Boudou como el prototipo del oportunista que supo distinguir el claro. Aprovechar hábilmente los agujeros por dónde infiltrarse, para crecer. Y “hacerla”.
Consta
que desde el inicio El Descuidista aprovechó todo lo que pudo. En
ámbitos ya superiores, supo utilizarlo de canal a Sergio Massa, La Rata
del Tigre, para consolidarse en Ansés. Se las ingenió también para que
Massa, entonces Premier, lo acompañara a presentar cierta idea salvadora
a La Doctora. Ya que el pícaro, para escalar, siempre debe resolver los
problemas al poderoso. La idea consistió en pegar el manotazo furibundo
hacia los fondos previsionales de pensión. Aquí el pícaro se excedió:
conquistó no sólo a La Doctora. También lo sedujo a Néstor, El Furia,
tan reacio y desconfiado para tratar con “los lindos”. Como Boudou. Que
enterneció (con fondos y soluciones) hasta a la señora Hebe de Bonafini.
Tocaba la guitarra, cantaba a dúo hasta con Cabandié, andaba en
motocicleta con el pelo al viento, mientras una rubia extraordinaria se
abrazaba a su cuerpo.
Muestras que el pícaro había escalado. La “había hecho bien”. Y El Ganador fue rápidamente ministro, para algarabía de su Cataliñón, Núñez Carmona.
Juntos, los pícaros hubieran cometido menos desprolijidades si sospechaban que La Doctora iba a escoger a Amado como compañero de fórmula presidencial.
Si se conformaba con ser candidato a la jefatura del Artificio Autónomo, para perder con Macri e instalarse.
Muestras que el pícaro había escalado. La “había hecho bien”. Y El Ganador fue rápidamente ministro, para algarabía de su Cataliñón, Núñez Carmona.
Juntos, los pícaros hubieran cometido menos desprolijidades si sospechaban que La Doctora iba a escoger a Amado como compañero de fórmula presidencial.
Si se conformaba con ser candidato a la jefatura del Artificio Autónomo, para perder con Macri e instalarse.
No
olvidar cuando La Doctora, que aún tenía el vibrante manejo del
suspenso, convocó a los tres aspirantes. Filmus, El Psicobolche; Tomada,
El Buenito; y Boudou, Para dictaminar: “Filmus, vas vos”.
Tampoco se debiera olvidar que El Furia lo barajaba a Boudou para postularlo como gobernador de Buenos Aires. En uno de los innumerables esmerilamientos a Scioli.
La cuestión que El Pícaro, muy pronto, se había acostumbrado a las alturas. Acumulaba manejo informativo. Aunque siempre, invariablemente, en algún momento, le saltaba el trucho que aún habita en su interior. Por ejemplo, cuando lo visitó la embajadora de Estados Unidos, y le dijo que le fascinaba esquiar en Aspen, surfear en California. Pero la embajadora debía entenderlo. No lo podía decir.
Como hoy tampoco El Descuidista puede decir: “¿Por esta tontería de Ciccone me voy a caer?”. “Con la que aquí se llevaron me van a llevar puesto por esto”.
En el ocaso, en la caída, El Pícaro se convierte en el problema. Porque es del estilo tierno. Melancólico. Casi mimoso. De los que no les gusta irse solo.
Quiere estar acompañado. Extraña mucho.
Tampoco se debiera olvidar que El Furia lo barajaba a Boudou para postularlo como gobernador de Buenos Aires. En uno de los innumerables esmerilamientos a Scioli.
La cuestión que El Pícaro, muy pronto, se había acostumbrado a las alturas. Acumulaba manejo informativo. Aunque siempre, invariablemente, en algún momento, le saltaba el trucho que aún habita en su interior. Por ejemplo, cuando lo visitó la embajadora de Estados Unidos, y le dijo que le fascinaba esquiar en Aspen, surfear en California. Pero la embajadora debía entenderlo. No lo podía decir.
Como hoy tampoco El Descuidista puede decir: “¿Por esta tontería de Ciccone me voy a caer?”. “Con la que aquí se llevaron me van a llevar puesto por esto”.
En el ocaso, en la caída, El Pícaro se convierte en el problema. Porque es del estilo tierno. Melancólico. Casi mimoso. De los que no les gusta irse solo.
Quiere estar acompañado. Extraña mucho.
La tragedia ideológica
Así como el dilema de Boudou remite a la literatura picaresca (que
despacha Lijo), el dilema de Kícillof remite al riesgo de la tragedia
(que administra Griesa).
Mientras Boudou se atormenta por el procesamiento de Lijo, Kícillof tiene que encarar la animadversión de la sentencia de Griesa.
Mientras Boudou se atormenta por el procesamiento de Lijo, Kícillof tiene que encarar la animadversión de la sentencia de Griesa.
Aquí, para ser ecuánimes, debe diferenciarse la moralidad de cada sujeto.
Boudou es el pícaro descubierto que bregó por la salvación individual, mientras lo de Kícillof es más grave. Es el crédulo que apostó por un proyecto colectivo, que hoy confronta con la realidad. Y hace estragos en su identidad. El post keynesiano, casado con una crítica literaria, debe hacer un curso acelerado de pragmatismo y batirse interiormente entre su discurso y su acción.
El ideologismo de centro de estudiantes de Kícillof nada tiene en común con la amoralidad atractiva de Boudou.
Lo que tienen en común, sin embargo, es la confianza que La Doctora depositó en ellos, a los que hizo ministros de Economía.
Primero en Boudou, que se convirtió en el gran error de su administración de viuda. Cuando El Descuidista de Mar del Plata sedujo políticamente a la muchacha de Tolosa, al extremo de formar la dupla de la Ruta 2.
Es la misma confianza que La Doctora ahora deposita en Kícillof, intelectualmente seducida por la arquitectura de sus razonamientos.
Hoy Kícillof es el ministro principal, sobre todo después del superlativo desgaste de Milton Capitanich, El Premier.
Si a El Gótico le va más o menos bien con la instrumentación de los inventos que instruye La Doctora, va a ser, según nuestras fuentes, el Elegido para intentar sucederla. Así sea en elecciones posiblemente adelantadas.
Boudou es el pícaro descubierto que bregó por la salvación individual, mientras lo de Kícillof es más grave. Es el crédulo que apostó por un proyecto colectivo, que hoy confronta con la realidad. Y hace estragos en su identidad. El post keynesiano, casado con una crítica literaria, debe hacer un curso acelerado de pragmatismo y batirse interiormente entre su discurso y su acción.
El ideologismo de centro de estudiantes de Kícillof nada tiene en común con la amoralidad atractiva de Boudou.
Lo que tienen en común, sin embargo, es la confianza que La Doctora depositó en ellos, a los que hizo ministros de Economía.
Primero en Boudou, que se convirtió en el gran error de su administración de viuda. Cuando El Descuidista de Mar del Plata sedujo políticamente a la muchacha de Tolosa, al extremo de formar la dupla de la Ruta 2.
Es la misma confianza que La Doctora ahora deposita en Kícillof, intelectualmente seducida por la arquitectura de sus razonamientos.
Hoy Kícillof es el ministro principal, sobre todo después del superlativo desgaste de Milton Capitanich, El Premier.
Si a El Gótico le va más o menos bien con la instrumentación de los inventos que instruye La Doctora, va a ser, según nuestras fuentes, el Elegido para intentar sucederla. Así sea en elecciones posiblemente adelantadas.
Se
impone Kícillof en la predilección de La Doctora sobre Sergio
Urribarri, El Padre del Marcador, que sobreactúa su lealtad y tiene el
defecto de ser peronista.
Y por supuesto Kícillof cuenta con mayor legitimidad que Rossi, El Soldadito de Milani, o Florencio Randazzo, El Loco de la Florería, o Domínguez, El Lindo Julián. Estimulados, todos, por la devoción más irracional de La Doctora, que heredó también de El Furia. Esmerilarlo a Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol.
Y por supuesto Kícillof cuenta con mayor legitimidad que Rossi, El Soldadito de Milani, o Florencio Randazzo, El Loco de la Florería, o Domínguez, El Lindo Julián. Estimulados, todos, por la devoción más irracional de La Doctora, que heredó también de El Furia. Esmerilarlo a Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol.
La epopeya de los fracasos
Paulatinamente Kícillof se eleva como el continuador ideal. Aunque remite a la tragedia.
El Gótico se habituó a la rutinaria tergiversación de presentar los grandes fracasos como epopeyas gloriosas. Imposturas que los opositores envueltos deben comerse, con la salsa de su incapacidad.
La catástrofe más simbólica fue la confiscación de YPF. Aquí Kícillof superó el desgaste irreverente. Pasó del amague de no pagar una moneda a provocar -por instrucción resignada de La Doctora- la glorificación de Brufau. En España deberían construirle hoy a Brufau un monumento en Plaza Cibeles. Por haberle cobrado dinero fresco al moribundo, aunque anticipado por la Banca Morgan, a la cuenta diferida del futuro que deberán saldar alguno de los opositores envueltos.
Hoy Kícillof y Galuccio juntos enlazaron a YPF con Chevron. Con aspectos que no deben saberse, en un acuerdo que va a terminar, según nuestras fuentes, mal. Para algarabía de Carlitos Bulgheroni, El Dragón del Cerro. Ampliaremos.
El Gótico se habituó a la rutinaria tergiversación de presentar los grandes fracasos como epopeyas gloriosas. Imposturas que los opositores envueltos deben comerse, con la salsa de su incapacidad.
La catástrofe más simbólica fue la confiscación de YPF. Aquí Kícillof superó el desgaste irreverente. Pasó del amague de no pagar una moneda a provocar -por instrucción resignada de La Doctora- la glorificación de Brufau. En España deberían construirle hoy a Brufau un monumento en Plaza Cibeles. Por haberle cobrado dinero fresco al moribundo, aunque anticipado por la Banca Morgan, a la cuenta diferida del futuro que deberán saldar alguno de los opositores envueltos.
Hoy Kícillof y Galuccio juntos enlazaron a YPF con Chevron. Con aspectos que no deben saberse, en un acuerdo que va a terminar, según nuestras fuentes, mal. Para algarabía de Carlitos Bulgheroni, El Dragón del Cerro. Ampliaremos.
Otro
fracaso de Kícillof, que se celebra con cohetes y cañitas voladoras, es
el arreglo con el Club de París. En su rendición incondicional,
Argentina se comprometió a pagar hasta el punitorio más inimaginable. Y
algunos créditos que -se sospecha- no contaban con el seguro de crédito a
la exportación. Miles de palos de más para que el relato derrumbado
conserve alguna migaja de credibilidad para los “muchachos que bancan el
proyecto”. Para sacar del acuerdo al Fondo Monetario Internacional que
Argentina integra. Y no arriesgarse al examen de un artículo 4 que no le
importa, en definitiva, a nadie. Ni siquiera a los viatiqueadores del
Fondo que llegan a las capitales con más deseos de aprobar todo que de
irse.
Kícillof, la estrella del cristinismo, tonto pero no tanto, es el
instrumentador de la estrategia del pedal que castiga Griesa. Y que
conduce, para nuestro horror, Carlos Zannini, El Cenador que se mantiene
dispuesto siempre a los churrascos.
A los billetazos limpios, Kícillof debe combatir el default permanente que habitamos. La cesación de pagos. La situación de quebranto a la que se llegó por la combinación de mala praxis, desidia e ineptitud.
Pero con estilo envolvente. Útil, apenas, para envolver opositores. Al que se le agrega la alucinante internacionalización del conflicto que ya se dirimió en el ámbito judicial (Griesa).
A partir del colapso de la irresponsable estrategia del pedal, Kícillof lleva el conflicto a las Naciones Unidas. Como si hablara en una asamblea estudiantil, lanza su prédica casi antiimperialista en la ONU. Y ahora se dispone a mangar solidaridad, para colmo, en la OEA, que tiene menos utilidad práctica, incluso, que el Grupo de los 77, aunque se le incorpore China, anotada en el cinismo multilateral.
A partir de hoy, 30 de junio, Argentina ingresa en la moratoria. Con la guillotina sobre su piadosa estructura, mientras suplica por solidaridades intrascendentes, que se agotan en los discursos encendidos que se apagan a medida que se emiten.
A los billetazos limpios, Kícillof debe combatir el default permanente que habitamos. La cesación de pagos. La situación de quebranto a la que se llegó por la combinación de mala praxis, desidia e ineptitud.
Pero con estilo envolvente. Útil, apenas, para envolver opositores. Al que se le agrega la alucinante internacionalización del conflicto que ya se dirimió en el ámbito judicial (Griesa).
A partir del colapso de la irresponsable estrategia del pedal, Kícillof lleva el conflicto a las Naciones Unidas. Como si hablara en una asamblea estudiantil, lanza su prédica casi antiimperialista en la ONU. Y ahora se dispone a mangar solidaridad, para colmo, en la OEA, que tiene menos utilidad práctica, incluso, que el Grupo de los 77, aunque se le incorpore China, anotada en el cinismo multilateral.
A partir de hoy, 30 de junio, Argentina ingresa en la moratoria. Con la guillotina sobre su piadosa estructura, mientras suplica por solidaridades intrascendentes, que se agotan en los discursos encendidos que se apagan a medida que se emiten.
La
picaresca de Boudou brinda el desbarajuste institucional que termina, a
lo sumo, en Zamora, El Neo Juárez. El santiagueño, mucho más pícaro y
efectivo que El Descuidista, se prepara para -llegado el caso-
encargarse del Ejecutivo. Y llamar, en caso de no poder evitarlo, a las
elecciones anticipadas. ¿Ampliaremos?
Los desplazamientos orales de Kícillof, en cambio, mantienen el final incierto. Un riesgo de calesita chocada.
Con el país estancado, congelado. Como una mala imagen de teleteatro vulgar.
Los desplazamientos orales de Kícillof, en cambio, mantienen el final incierto. Un riesgo de calesita chocada.
Con el país estancado, congelado. Como una mala imagen de teleteatro vulgar.
Oberdán Rocamora
para JorgeAsisDigital.com
para JorgeAsisDigital.com
Historia de la Musica Electronica
Historia de la Musica Electronica
La aparición de la electrónica en sus variados usos, fomento la inquietud de obtener música través de ésta y su uso condicionado. Hablamos del siglo XIX. A lo largo de la historia se busco la creación de nuevos instrumentos y, la electrónica creo en la mente de los músicos y compositores la idea de encontrar el super instrumento musical que pudiera ser ejecutado como único. Es decir que reemplazara a una orquesta completa imitando a todos los instrumentos usados hasta ahora. Los científicos se dieron a esa tarea. El primero de ellos fue el físico y matemático aleman Von Helmholtz que compuso la obra “DEL TONO” con su resonador Helmholtz.
Apartir del siglo XX se crearon instrumentos de gran tamaño, incómodos para su utilización como el Dynamoohone y el Choralchello. En 1917 se creo el Theremin, cuyo autor fue el científico Lev Termen.
Este aparato electrónico generador de música goza de respeto hasta la actualidad y consta de una caja de la que sobresale dos antenas, una vertical controladora del tono y otra horizontal que controla el volumen. El movimiento de las manos cerca de las antenas produce el sonido En 1921 aprecio el Electrophon, en 1928 el Ondes- Martenot y el Kaleidophon en 1939. Todos estos intentos por usar la electrónica al servicio de la música se fueron sucediendo hasta que por fin apareció el “super instrumento” mas importante de la historia: El Sintetizador. A partir del año 1964, Robert Mog, ingeniero norteamericano, desarrollo el primer “MOOG MODULAR” de 8m cuadrados de un mueble sólido con una enorme cantidad de botones y más de mil metros de cable interconectado en distintos segmentos.
La búsqueda incesante de poder manipular el sintetizador llevo al surgimiento del VC53, que fue usado por primera vez por la banda Roxy Music en 1974. Ya en 1975 Vangelis Jean Michel Jarre fueron también pioneros de esta música que parecía “extraterrestre”.El primero con el estilo “ambient” y el segundo con el estilo “trance” Kraftwerk fue desde 1974 la banda considerada padre de la música electrónica, ya que fundaron el estilo techno que hasta ahora es tan reconocido.
Analia Lopez
BWN Argentina
El precio de no involucrarse: ALBERTO MEDINA MENDEZ
El precio de no involucrarse.
Es demasiada la gente que se queja. La paradoja es que son los mismos que hacen bastante poco por cambiar el curso de los acontecimientos. A ellos les molesta mucho lo que ocurre a diario, pero a la hora de participar, despliegan una interminable lista razones por las cuales no serán de la partida y delegarán en otros esa vital tarea.
Muchos prefieren ser solo espectadores de lo que sucede y de ningún modo tomar la responsabilidad de asumir el protagonismo necesario que les permita modificar la realidad. A Edmund Burke se le atribuye aquella frase que dice que "lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada". Una descripción casi perfecta de la actualidad.
Una sensación generalizada invade a la sociedad y es que la política no ofrece a los mejores. Se dice que son mediocres, que no tienen ideas y que abundan los deshonestos en esa labor. No menos cierto es que esas características son más que frecuentes también en otras áreas del quehacer cívico. Es que la dirigencia en general no es muy diferente en promedio. Los que lideran las organizaciones de la sociedad civil, los clubes, las comisiones barriales, los consorcios de los edificios, los sindicatos, las entidades empresarias, las colegiaciones profesionales, no escapan a esta regla casi universal y en todo caso no hacen más que confirmarla.
Obviamente que también están las excepciones. Existe gente fuera de serie, especial, con grandes aptitudes. Pero el problema es justamente que no es un hecho habitual y frecuente, sino bastante inusual y por lo tanto escaso.
Es evidente que los mejores no ocupan los lugares claves de conducción y queda claro que no es casualidad. Existe una deliberada decisión individual de no ser parte. Eso es innegable. Los más capaces parecen haber elegido premeditadamente no participar, no integrarse, ni cooperar en lo mínimo.
Muchos afirman que no quieren ensuciarse, que la política implica embarrarse y que entonces la determinación pasa por no entrar a ese mundo infinitamente ingrato. Otros creen que solo han optado por dedicarse por completo a lo profesional, a los negocios, a la actividad propia, suponiendo que así se puede progresar.
Cualquiera sea la razón que lleve a estas personas a no sumarse al necesario proceso de cambio, lo que es indudable, es que el sendero seleccionado no resulta gratuito. Esta decisión tiene un enorme costo directo en la vida de cada ciudadano y en el de la comunidad toda.
Ser gobernado por mediocres, o inclusive por los peores, tiene consecuencias que están a la vista. Solo así se puede explicar que naciones con abundantes riquezas naturales, con tantas posibilidades de desarrollo, hayan sido pésimamente administradas y convivan con la pobreza.
Hay que poner mucho ahínco para lograr tan malos rendimientos, en tan poco tiempo. La ineptitud es la verdadera madre de estos infinitos fracasos y de los innumerables desaciertos que pueden recordarse.
Como los incompetentes no pueden gobernar con habilidad, orientan sus energías a construir ingeniosos mecanismos para saquear a los ciudadanos y quedarse con el fruto de su esfuerzo. Hay que reconocer que han demostrado una notable destreza y que han sido inmensamente eficaces para generar corrupción. Sin ellos, este presente no sería posible.
Los más sobresalientes suelen ser excelentes en lo suyo, pero tal vez no sean tan inteligentes como parecen. Ellos creen estar a salvo de todo haciendo lo suyo, lo que saben, siempre en el ámbito de lo privado. Después de todo, para eso se han preparado a lo largo de sus vidas. No han percibido que no alcanza con ser exitosos. Eso no sirve, al menos no en sociedades como estas, en las que el poder lo pueden ejercer los peores.
Nadie espera que los mejores ingresen masivamente a los partidos políticos. Solo sería deseable si pudieran garantizar que disponen de la fortaleza moral suficiente para no claudicar frente a las múltiples tentaciones que propone el poder. Las agrupaciones políticas pueden ser el instrumento apto para cambiar el estado de cosas y corregir el rumbo.
Pero existe otra alternativa. Los partidos configuran una variante, la más habitual, pero no la única. Tampoco se puede pretender que individuos con un colosal talento, abandonen sus profesiones y oficios. Pero si al menos pudieran integrarse a la sociedad civil en cualquiera de las diversas oportunidades existentes, si le dedicaran solo parte de su tiempo, dinero y sacrificio a ser protagonistas en serio y comprometerse, tal vez se podría escribir el futuro de otro modo y soñar con una sociedad mejor.
Lamentablemente son pocos los que lo han comprendido. No participar es oneroso. Es descomunalmente caro. Algunos ya lo entendieron y están intentando ser parte a su manera. Otros, ni siquiera eso. Siguen sin percibir el elevado costo que pagan por no participar. Se trata del precio de no involucrarse.
Alberto Medina Méndez
albertomedinamendez@gmail.com
Muchos prefieren ser solo espectadores de lo que sucede y de ningún modo tomar la responsabilidad de asumir el protagonismo necesario que les permita modificar la realidad. A Edmund Burke se le atribuye aquella frase que dice que "lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada". Una descripción casi perfecta de la actualidad.
Una sensación generalizada invade a la sociedad y es que la política no ofrece a los mejores. Se dice que son mediocres, que no tienen ideas y que abundan los deshonestos en esa labor. No menos cierto es que esas características son más que frecuentes también en otras áreas del quehacer cívico. Es que la dirigencia en general no es muy diferente en promedio. Los que lideran las organizaciones de la sociedad civil, los clubes, las comisiones barriales, los consorcios de los edificios, los sindicatos, las entidades empresarias, las colegiaciones profesionales, no escapan a esta regla casi universal y en todo caso no hacen más que confirmarla.
Obviamente que también están las excepciones. Existe gente fuera de serie, especial, con grandes aptitudes. Pero el problema es justamente que no es un hecho habitual y frecuente, sino bastante inusual y por lo tanto escaso.
Es evidente que los mejores no ocupan los lugares claves de conducción y queda claro que no es casualidad. Existe una deliberada decisión individual de no ser parte. Eso es innegable. Los más capaces parecen haber elegido premeditadamente no participar, no integrarse, ni cooperar en lo mínimo.
Muchos afirman que no quieren ensuciarse, que la política implica embarrarse y que entonces la determinación pasa por no entrar a ese mundo infinitamente ingrato. Otros creen que solo han optado por dedicarse por completo a lo profesional, a los negocios, a la actividad propia, suponiendo que así se puede progresar.
Cualquiera sea la razón que lleve a estas personas a no sumarse al necesario proceso de cambio, lo que es indudable, es que el sendero seleccionado no resulta gratuito. Esta decisión tiene un enorme costo directo en la vida de cada ciudadano y en el de la comunidad toda.
Ser gobernado por mediocres, o inclusive por los peores, tiene consecuencias que están a la vista. Solo así se puede explicar que naciones con abundantes riquezas naturales, con tantas posibilidades de desarrollo, hayan sido pésimamente administradas y convivan con la pobreza.
Hay que poner mucho ahínco para lograr tan malos rendimientos, en tan poco tiempo. La ineptitud es la verdadera madre de estos infinitos fracasos y de los innumerables desaciertos que pueden recordarse.
Como los incompetentes no pueden gobernar con habilidad, orientan sus energías a construir ingeniosos mecanismos para saquear a los ciudadanos y quedarse con el fruto de su esfuerzo. Hay que reconocer que han demostrado una notable destreza y que han sido inmensamente eficaces para generar corrupción. Sin ellos, este presente no sería posible.
Los más sobresalientes suelen ser excelentes en lo suyo, pero tal vez no sean tan inteligentes como parecen. Ellos creen estar a salvo de todo haciendo lo suyo, lo que saben, siempre en el ámbito de lo privado. Después de todo, para eso se han preparado a lo largo de sus vidas. No han percibido que no alcanza con ser exitosos. Eso no sirve, al menos no en sociedades como estas, en las que el poder lo pueden ejercer los peores.
Nadie espera que los mejores ingresen masivamente a los partidos políticos. Solo sería deseable si pudieran garantizar que disponen de la fortaleza moral suficiente para no claudicar frente a las múltiples tentaciones que propone el poder. Las agrupaciones políticas pueden ser el instrumento apto para cambiar el estado de cosas y corregir el rumbo.
Pero existe otra alternativa. Los partidos configuran una variante, la más habitual, pero no la única. Tampoco se puede pretender que individuos con un colosal talento, abandonen sus profesiones y oficios. Pero si al menos pudieran integrarse a la sociedad civil en cualquiera de las diversas oportunidades existentes, si le dedicaran solo parte de su tiempo, dinero y sacrificio a ser protagonistas en serio y comprometerse, tal vez se podría escribir el futuro de otro modo y soñar con una sociedad mejor.
Lamentablemente son pocos los que lo han comprendido. No participar es oneroso. Es descomunalmente caro. Algunos ya lo entendieron y están intentando ser parte a su manera. Otros, ni siquiera eso. Siguen sin percibir el elevado costo que pagan por no participar. Se trata del precio de no involucrarse.
Alberto Medina Méndez
albertomedinamendez@gmail.com
Respuesta a Sofronio
Respuesta a Sofronio
“Una [bitácora] no está viva sino cuando
cada número
disgusta a una buena quinta parte de sus [lectores]…”
(Charles Péguy).
Estimado Sofronio:
Respondemos a su comentario:
(I) Corresponde al Romano Pontífice, si lo considera oportuno,
determinar la forma concreta de devociones privadas como el S. Rosario. No a
nosotros, ni a Ud.: al Papa.”
¿Y eso afirmación de dónde la saca? Sólo puede extraerse de Pigius o de
algún sedevacantista montaraz, jamás del verdadero Magisterio de la Iglesia, ni
por supuesto de Santo Tomás de Aquino, de ninguna. Ni es doctrina infalible de
la Iglesia, ni muchos menos ex cáthedra y ni siquiera doctrina común.
Nos sorprende mucho que diga estas cosas, porque la vinculación
con el dogma es bastante próxima. La limitación de la potestad varía
según la materia.
1. Potestad de la
Iglesia sobre los sacramentos. Por razones de brevedad omitimos citar (Pío
XII, León XIII, Trento y Florencia) y afirmamos que:
(a) el Romano Pontífice no dispone de poder alguno para cambiar
la parte esencial de los sacramentos que se basa en la
institución divina;
(b) pero sí dispone de poder para mudar la parte ceremonial de los sacramentos.
La distinción entre parte esencial y parte ceremonial es
magisterial (León XIII) y de aceptación común entre los teólogos: “…los ritos
esenciales de los sacramentos, que se basan en la institución divina, y
aquellas otras oraciones, ceremonias y ritos accidentales que con el correr del
tiempo fueron introduciéndose por la costumbre o por una prescripción
eclesiástica positiva…” (Ott).
Suponemos que Ud. acepta las dos tesis enunciadas y la distinción.
Además, que distingue la
Tradición de las tradiciones teológicas,
disciplinares, litúrgicas o devocionales, nacidas en el transcurso del tiempo.
A partir de aquí, es cuestión de aplicar principios generales y recta 4analogía.
2. Potestad de la
Iglesia sobre los sacramentales. Se aplican los principios generales
relativos al Primado y por analogía los principios referidos a los sacramentos.
Pero la tesis (a) no vale aquí: la
potestad del Papa en este campo es mucho más amplia que en materia de
sacramentos, pues los
sacramentales son de institución eclesiástica, no de institución divina. El
Papa puede alterar libremente la parte
esencial de los sacramentales
y también puede modificar la parte
ritual, todo con una amplia libertad
de determinación.
3. Potestad de la
Iglesia sobre las devociones privadas y el Rosario. Si la potestad del Papa es amplia
respecto de la parte
ceremonial de los
sacramentos, más extensa sobre la esencia y el rito de los sacramentales, es
todavía mayor respecto de las devociones
privadas. Sería absurdo reconocer al Papa potestad para cambiar la liturgia
de los sacramentos, modificar o suprimir sacramentales, reformar el Oficio
Divino (culto público y oficial) y a la vez limitar indebidamente esa misma
potestad respecto de la forma de rezar el Rosario (que es un acto de culto no
litúrgico a la madre de Dios). El Pontífice posee sobre las devociones privadas,
las mismas potestades que respecto de los sacramentales: establecer nuevas,
interpretar las que existen, modificarlas o suprimirlas.
Pero nos encontramos con algunos que dicen: el Papa se ha
creído más sabio que la Virgen… ¿Cómo lo saben? ¿Tienen comunicación
directa con la Virgen? Más importante: ¿se han puesto a meditarlo a la luz de la Revelación y de
la Teología? ¿Comprenden la diferente obligatoriedad de una revelación
privada para el vidente y para el papa? ¿Creen que una revelación particular,
por aprobada y venerable que sea, limita al Primado en lo que es de su
competencia propia? ¿Hace falta recordar que cualquier Papa tendría potestad
hasta para suprimir el Rosario, mediante un acto legítimo -pecaminoso, probablemente- mientras que no podría legítimamente abolir la extremaunción, así como de modo semejante podría
extinguir a los jesuitas y no podría abolir el Episcopado?
Lo que es de institución eclesiástica por naturaleza es reformable.
La Revelación pública se cerró con la muerte del último Apóstol. No existen
segundas revelaciones (Fátima, Lourdes, Salette, etc.) que divinicen lo
eclesiástico y por ello impidan a un Papa su modificación.
Todo esto
pertenece al perenne patrimonio
teológico-jurídico-litúrgico de la Iglesia y de forma pacífica. Nos
sorprende tener que repetirlo aquí y a una persona con sus
conocimientos.
4. Los misterios
luminosos. Siguiendo la
analogía sacramental de Alastruey, en el Rosario hay
una parte esencial compuesta de materia (preces vocales)
y de forma (meditación de los misterios). Y ambos elementos esenciales se
mantienen en los misterios luminosos. Quien tenía potestad para abolir el
Rosario, o alterar obligatoriamente su parte
esencial, se limitó a introducir un cambio de uso facultativo, que
implica
un cierto retorno, aunque parcial, al Rosario medioeval. ¿Sería legítimo
que hubiera restaurado los 150 misterios? Sí, aunque inoportuno y de
consecuencias previsibles.
¿Por qué lo hizo? Porque juzgó oportuno sugerir la meditación de “los misterios de la
vida pública de Cristo” como complemento perfectivo. El documento contiene un
apartado para justificar la innovación y su oportunidad. No es serio omitir
leer los documentos criticados, como se evidenció en dos comentarios del
anónimo.
5º. Sana crítica. Si los misterios de luz no
tuvieran fundamento bíblico o patrístico alguno –hay otras devociones particulares que
tampoco lo tienen-, la innovación merecería críticas fuertes. Si se impusieran
obligatoriamente, también podría haber críticas severas. No es el caso, y no
vale aquí cambiar de tema ejemplificando con otros actos lamentables de Juan
Pablo II, como hizo el anónimo, para eludir la inconsistencia de los argumentos
esgrimidos.
Podemos admitir sin dificultad críticas a la oportunidad del cambio, a su justificación teórica, a cierta pérdida de
concordancia simbólica, etc. Pero, ¿qué resultado se espera de argumentos como
“666” o la “fuente Valtorta”, sea
que los enuncie Cardozo o nuestra vecina? Objetivamente, lo que se consigue es
hacer del tradicionalismo irrisión de los católicos. No se puede hacer el
mal para obtener un bien, tampoco se puede emplear malos argumentos –falsos,
calumniosos, ridículos, disparatados- para defender buenas causas. Tratamos de
evitarlo y lo criticamos. Aunque también podemos caer en estos defectos.
(II) Estoy
viendo últimamente un sesgo preocupante en el blog. Tal vez a fuerza de imponer
la equidistancia se pierde, con alguna frecuencia, en los árboles, perdiendo de
vista el bosque. A veces se toma uno -no sólo le pasa a ustedes, también a mí-
demasiados esfuerzos en encumbrarse a la cima de una escalera para otear sin
estorbos el límpido y amplio horizonte, pensando que los demás no lo ven, y
luego de una larga vida ascendiendo peldaño a peldaño, se llega a la cumbre o
se piensa que ha llegado, para descubrir finalmente que había colocado la
escalera en la pared equivocada.
Mantenemos la “línea editorial” y nuestras principales opiniones.
La bitácora cuenta con entradas inéditas en carpeta (más de 150) y otras que se
hacen en el momento para tratar algún tema de actualidad.
Nunca coincidimos con el sedevacantismo, ni con formas de
tradicionalismo ideológico, radicalizado, a veces fanático y sectario. Quien
espere un viraje en esa dirección, justificado por el “efecto Francisco”,
terminará desilusionado. Lo mismo le ocurrirá a quien suponga que vamos a hacer
causa común en una suerte de “frente popular antifrancisquista” o a integrar
una “red de bitácoras anti-Bergoglio”…
Desde hace tiempo hemos pensado que nos gustaría escribir una serie de entradas
titulada Achaques y manías del
tradicionalismo. Básicamente sería plagiar a Wanderer desde sus orígenes.
Notamos que también Ud., Sofronio, ha cambiado algunas opiniones,
y la forma de expresarlas, desde los primeros años de matercastissima.org hasta
la actualidad. No emitimos juicio de valor al respecto.
En todo caso, seguiremos el camino del Omne verum (et bonum) tomasiano y
mantendremos nuestra independencia de criterio. Y si Juan Pablo II, Francisco o
Carlos Marx, dicen una verdad, omne
verum tomasiano, aunque algunos se enojen.
(III) Lo digo
por varias cosas y sólo voy a citar tres ejemplos:
1-La frecuente descalificación del adversario en la diatriba con
palabrejas tale como frikis, etc., aparecen ene le blog, bastante usadas por la
redacción.
2.-El uso de argumentos contra espantapájaros inventados para
desahogarse contra él. El ejemplo es el debate mantenido con el anónimo, donde
no les ha temblado la mano en colocar tesis en su adversario que él no ha
sostenido, para de esa forma aparentar ganar la contienda.
1. Una crítica que aceptamos, en general, pero que olvida que ya
dimos una definición de frikitradicionalismo. Muchas veces
parecerá al lector que tenemos reacciones desproporcionadas. Todos los días
tenemos que eliminar mensajes de dos anónimos, que se comportan como trolls, y
que parece quieren jugar al campeonato de delirantes en nuestro blog.
2. Es posible que hayamos malinterpretado al anónimo o que él no
se haya expresado con claridad. Ahora, si el primer mensaje que un anónimo deja
en una bitácora sugiere un ad
hominem para el redactor, que
no se sorprenda si recibe un “palazo” como primera respuesta. Además, si en el
comentario, no queda del todo claro si asume, en todo o en parte, los
argumentos de Cardozo, puede suceder que hagamos un espantapájaros por
amalgama.
En todo caso, pedimos perdón por cualquier maltrato injustificado.
(IV) 3.-La
posición “anti” lo que ustedes piensan que son cuestiones dogmáticas, sin
serlo.Toda la Historia de la Iglesia junto a toda la teología católica dice que
no se puede ser ni “Blog antisedevacantista”, como dicen en su margen derecho,
ni mucho un fiel antisedevacantista ¿Por qué? Por la cuestión de que la sede
esté vacante es siempre una posibilidad, históricamente cierta y también un contigente
futurible o actual. Luego, no comparece con su exquisita posición prudente,
para mi excesiva, su cuestión “anti”. La cuestión de la sede vacante depende de
una mayor revelada y una menor histórica, de la cuál se extrae una conclusión.
Se puede diferir en la menor que depende, en parte, del conocimiento natural y
por tanto en la conclusión; pero jamás se puede ser un “anti” de un ente (lo
que tiene o puede tener ser). No hace falta recordarles detalles históricos de
los que, no me cabe duda, sobreabundan en erudición,para hacerles caer en la
cuenta de que todos estamos llenos de prejucios. Unos los fundamentan con la
exuberancia de su ciencia y otros con las modestia de sus conocimientos. Y Aquí
y en otros casos, se “ve el plumero”. No me venga la redacción a rebatirme
conque ya publicó una serie sobre el tema. En efecto, numerosos artículos y
algunos muy buenos, pero en casi todos ellos y en las introducciones subsistía
el prejucio; es decir, el juicio previo; esto es, “anti”. Cada cual puede tener
al respecto la posición que quiera, pero no se puede ser “anti” ante una
conclusión teológica tan posible como la contraria, si se quiere mantener la
honestidad. De cualquier forma, es sólo un ejemplo. (...)
Amigo, aquí incurre Ud. en una tergiversación de nuestra posición
y en un error lógico. Lo primero, puede verificarlo en la primera y última entrada que dedicamos al sedevacantismo. Somos anti-sedevacantistas porque
rechazamos el sedevacantismo en tanto doctrina que enloquece
opiniones teológicas. No
rechazamos la vacancia de la Sede como hecho, ni condenamos opiniones teológicas que la Iglesia no reprueba. Uno es anti cuando es opuesto o contrario a algo: ser antiliberal no es oponerse a la libertad sino al liberalismo.
Por más que se siga a autores como Bellarmino y Wernz,
la premisa mayor del silogismo es teológicamente
probable, porque la Iglesia no la ha definido, ni ha condenado la
contraria, ni la ha prohibido como hipótesis para la discusión. Éste es
el estatuto espitemológico tanto del "papa hereje" como de la "herejía
antecedente". Ahora bien, de una premisa mayor probable se sigue una conclusión siempre probable,
por más que la premisa menor sea cierta. Lo que rechazamos es la “dogmatización” de la premisa mayor, o su indebida elevación al grado de certeza (lo probable, es de libre asentimiento; sin censura alguna para el disidente), porque así se burlan los límites del silogismo dialéctico; y en este sentido -en cuanto
rechazamos un error de epistemología teológica- somos y debemos ser anti-sedevacantistas, porque toda inteligencia debe amar la verdad y detestar el error.
Además, la premisa menor (histórica) depende de los hechos –no de
puros hechos- y ello agrega mayor incerteza a la conclusión. Asimismo, tenemos
un motivo fundado por el cual nos
oponemos al sedevacantismo
práctico: la tradicional norma que impide dar a una opinión subjetiva un valor
determinante de lo jurídico-eclesial. En
este sentido -en cuanto rechazo de un error práctico proyectado al fuero
externo- somos y también debemos ser anti-sedevacantistas, pues resulta un imperativo de conciencia.
Esta
respuesta ha sido larga. Pero como Ud. es un comentarista que valoramos
y plantea cosas que pueden interesar a otros, se justifica la extensión
de esta entrada.
En Cristo,
Redacción.
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