Bilderberg 2014: La privacidad en peligro
Según el comunicado oficial
de la conferencia del Grupo Bilderberg efectuada esta semana en
Copenhague, Dinamarca, los miembros del cónclave se plantearon la
pregunta: “¿existe la privacidad?” Teniendo en cuenta que los
arquitectos del estado moderno de vigilancia se presentaron a la
reunión, la verdadera pregunta es si Bilderberg acabará con la
privacidad tal y como la conocemos.
Keith Alexander es, con
buenos argumentos, el sujeto más descarado que ha encabezado la Agencia
de Seguridad Nacional (NSA). Supervisando algunos de los más
controvertidos programas de espionaje doméstico, la completa desidia de
Alexander hacia la Cuarta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos
ha sido lamentada por innumerables integrantes de la comunidad de
inteligencia.
“Alexander tendió a ser una especie de
vaquero: ‘No nos preocupemos por la ley. Sólo averigüemos cómo hacer el
trabajo’”, contó un ex oficial de inteligencia a la revista Foreign Policy en 2013.
En clara violación de los principios
constitucionales, Alexander mintió reiteradamente a los medios cuando se
le preguntó por su rol a cargo de la NSA. Cuando se le consultó si
había sido testigo de actos ilegales durante una entrevista con “The Daily Show”
en el mes de abril, el general extrañamente negó haber visto malas
prácticas pese a admitir que múltiples empleados de la agencia habían
incurrido en ilícitos.
“En mi tiempo no. No que yo sepa. Ya
sabes, una de las cosas más impresionantes que he visto en mi carrera
han sido personas que cometieron un error, que podría haber sido un
groso error, acercándose para decir ‘Cometí un error’”, relató
Alexander. “Y en cada caso, para conocimiento mío, todos, a excepción de
12 individuos, se acercaron en el momento en que habían cometido esos
errores”.
Documentos secretos filtrados por el ex agente de la NSA, Edward Snowden,
revelan que la agencia “rompió las reglas de privacidad, o bien
sobrepasó miles de veces por año su autoridad legal desde que el
Congreso concedió amplios poderes a la agencia en 2008”.
Bajo la mirada de Alexander, la agencia
también comenzó a utilizar nuevos métodos de recolección de información
en secreto, durante meses, hasta que la Corte de Vigilancia de
Inteligencia Extranjera determinó que dichas prácticas eran ilegales. La
asistencia de Alexander a la conferencia de Bilderberg revela que el
grupo está claramente más interesado en proteger su propia privacidad,
que la del resto del mundo.
David Petraeus, quien
aparece más arriba trotando durante la conferencia de este año, se ha
regocijado públicamente por el aumento de aparatos de uso doméstico que
se conectan a internet, apuntando a que la expansión de tales mecanismos
ha permitido a la CIA un modo de espionaje anteriormente inimaginable.
Durante un discurso en la cumbre de 2012 de In-Q-Tel, una empresa de la CIA, Petraeus destacó de forma entusiasta la habilidad de espiar ciudadanos a través de aparatos utilizados en el hogar.
“Transformacional es una palabra
sobreutilizada, pero yo creo que se aplica debidamente a estas
tecnologías, particularmente por su efecto sobre el ‘tradecraft’
clandestino”, dijo Petraeus. “Objetos de interés serán localizados,
identificados, monitoreados y controlados remotamente mediante
tecnologías como identificación por radio-frecuencia, redes de sensores,
servidores diminutamente adheridos y recolectores de energía – todos
conectados a la próxima generación de internet usando un abundante
sistema computacional de bajo costo y alto poder”.
Con el surgimiento de los “contadores
inteligentes” de energía doméstica que se conectan a una red mayor,
todas las aplicaciones enlazadas a internet podrían ser monitoreadas de
forma remota. Un estudio de 2012
realizado por investigadores alemanes analizó varios “contadores
inteligentes” hasta establecer que los aparatos transmitían información
respecto de, por ejemplo, contenidos que estaban siendo vistos en la
televisión. En un futuro próximo, dicha información podrá ser
indudablemente desviada a las agencias de inteligencia, permitiéndoles
monitorear cada aspecto de la vida de un sujeto de interés.
El portal estadounidense Infowars
también reporteó la asistencia de Petraeus a la conferencia de 2013 de
Bilderberg en Watford, Inglaterra, donde el grupo discutió los efectos
de la masiva transferencia de datos personales a nivel mundial.
El director ejecutivo de Google, Eric Schmidt,
quien figura más arriba mientras almuerza a las afueras del hotel donde
se realiza la reunión de este año, es un frecuente asistente de
Bilderberg. Schmidt ha comentado regularmente su creencia de que la
privacidad es un concepto arcaico.
“No necesitamos que escribas todo.
Sabemos dónde estás. Sabemos dónde has estado. Podemos, más o menos,
saber qué estás pensando”, dijo Schmidt en 2010. “Sabemos todo lo que estás haciendo y el gobierno puede rastrearte”.
El casi monopolio de la información de
Google ha permitido a la corporación expandir su perspectiva
anti-privacidad a múltiples aspectos de nuestra vida diaria. En enero,
una programadora reveló
que Google Chrome era capaz de grabar conversaciones sin el
conocimiento del usuario. La mujer publicó la información luego que
Google ignorara el “error” por cuatro meses.
Es absolutamente factible que la
información registrada por Google sea entregada a las agencias de
inteligencia que mantienen una relación clasificada con la compañía. Su desdén hacia la privacidad no sólo quedó al descubierto por su participación en el programa PRISM,
sino también por sus políticas de almacenamiento de correos
electrónicos. En agosto, 425 millones de usuarios de Gmail se enteraron
de que la compañía escaneaba el contenido de todos sus correos electrónicos para bombardearlos con publicidad selectiva.
Schmidt también ha promovido la
instalación de un sistema de identificación única de internet que
permitirá llevar la vigilancia a otro nivel. “Necesitamos un servicio de
nombres (verificables) para las personas”, dijo Schmidt. “Los gobiernos
lo exigirán”.
El futuro de la privacidad
En conversación con el portal Infowars, el ex empleado de la NSA Kirk Wiebe
que ayudó a destapar el inconstitucional programa Trailblazer de la
agencia, describió el frágil estado actual de la privacidad.
“La privacidad está bajo ataque desde
todas direcciones. Desde la perspectiva de la persona promedio, está
siendo atacada por una corrupta NSA, por poderes extranjeros
(especialmente Rusia y China), por las empresas (hábitos de profiling),
por el FBI, la DEA, los hackers – la lista continúa”, dijo Wiebe. “(La
NSA) ha operado fuera de la Constitución el 60% del tiempo en que ha
existido. Y con ello, la Cuarta Enmienda ha sido despedazada. La NSA
dice que es legal, pero nadie preguntó a la Corte Suprema (de Estados
Unidos) si aquellas ‘leyes’ son constitucionales”.
“Al mismo tiempo, tenemos un Congreso
encargado de fiscalizar, pero no lo hace y no quiere hacerlo. En otras
palabras, el Congreso está abdicando de sus responsabilidades. El
gobierno de EE.UU. también está detrás de los datos médicos y financieros de todo el mundo. Realmente no queda nada que sea privado”.
Afortunadamente, de acuerdo a algunas filtraciones de la NSA, la encriptación
apropiadamente implementada es una de las pocas herramientas que quedan
para resguardar la información. Si los miembros tecnocráticos de
Bilderberg logran su cometido, la privacidad será por seguro una cosa
del pasado.