domingo, 1 de junio de 2014

El Juez Blanco intentó que Karina Jelinek comprometiera a Fariña como “valijero” de Juan Suris

El Juez Blanco intentó que Karina Jelinek comprometiera a Fariña como “valijero” de Juan Suris

junio 1, 2014
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Ayer señalamos que el documento de la fiscalía general de Suiza era mucho más grave que la citación a indagatoria de Amado Boudou. Es que, si se corre el velo de impunidad sobre Lázaro Báez, socio comercial del fallecido Néstor Kirchner y ahora de Cristina Fernández de Kirchner y Máximo Kirchner, el mito político construido por el oficialismo puede derrumbarse. En efecto, si bien la causa por lavado dinero que lleva adelante el juez federal Sebastián Casanello está encabezada por el nombre de Báez, hasta ahora el magistrado y el gobierno hicieron lo imposible para que el empresario santacruceño no sea llamado a declaración indagatoria. Es más, Casanello trató de demostrar que Leonardo Fariña y Federico Elaskar, a quienes procesó, lavaban dinero proveniente del narcotráfico originado por Juan Suris, procesado por la justicia federal de Bahía Blanca. También mencionó como posible origen de los fondos las operaciones ilegales de Lázaro Báez pero las descartó por el momento, porque no tiene pruebas al respecto. Por su parte, el juez federal Manuel Blanco, de La Plata, que procesó y encarceló a Fariña por evasión impositiva, actúa de la misma forma que su par Casanello. El martes pasado concurrió a su juzgado la modelo Karina Jelinek, todavía esposa de Fariña, porque no se resolvió el divorcio entre ellos. La modelo y participante del programa televisivo de Marcelo Tinelli pidió declarar porque su marido compró un campo en Mendoza sin decir que estaba casado y después lo vendió en esa misma condición, pese a lo cual a ella le correspondería la mitad de dicho campo, por ser un bien ganancial. Cabe señalar que la joven se enteró por el procesamiento en ese juzgado que Fariña la había dejado afuera de esa operación inmobiliaria pero las preguntas del veterano magistrado platense apuntaron a sacarle su opinión sobre las actividades de su esposo, a lo que ella respondió que cuando hablaba de negocios se apartaba de su lado, se corría unos metros y hablaba de cosas que no entendía y sólo le decía que eran importantes negocios sin darle detalles. Sorpresivamente el juez le preguntó si conocía la llamada telefónica que hizo su marido desde un celular de Suris, en donde el “valijero” hablaba de que tenía 90 millones “físicos”, y ella le dijo que sí, que se enteró por los medios pero que él no le había contado, a lo cual el juez le volvió a preguntar si tenia opinión o sabía de dónde provenía esa millonada de dólares. Ella dijo que no, pero era evidente que el magistrado intentaba confirmar que los 4 millones con los cuales Fariña compró el campo provenían de las actividades ilegales de Suris, en la misma estrategia judicial que su par de Capital Casanello. Ambos quieren demostrar que Fariña lavaba dinero del narcotráfico operado por Suris pero la modelo no le contestó lo que quería el juez y finalmente éste le dijo: “Usted quiere ser socia en las ganancias, nada más”. Visiblemente molesto porque la modelo no le dijo nada sobre las relaciones de su marido con Suris, el magistrado habría quedado decepcionado.

Un cambio sustancial

El viernes pasado se conoció el documento de la fiscalía general de Suiza que confirma que empresas de Lázaro Báez lavaron 22 millones de dólares en bancos de ese país, confirmando lo que declaró Federico Elaskar y que luego desmintió. Tema que, a su vez, investigó el fiscal José María Campagnoli, que no sólo demostró que se lavó dinero en suiza sino que también ingresaron 50 millones de dólares al país en bonos de la deuda externa argentina y también que Lázaro Báez le alquilaba habitaciones del hotel Alto Calafate -propiedad de la familia Kirchner- que no utilizaba y que según fuentes seguras los recibos los firmaba máximo Kirchner.
El documento de la Confederación Helvética le pide colaboración a Casanello con la información que tenga sobre Báez. Pero en la resolución que procesó a Fariña y Elaskar dice no tener pruebas de que el lavado de dinero de ambos provenía de Báez. Ahora, la comprobación judicial de que Báez lavó dinero ilegal en ese país obliga a Casanello a tomar en cuenta que éste obtenía ese dinero mediante la sobrefacturación de obras públicas en Santa Cruz y en otras provincias. Por lo cual, el delito precedente al lavado que consumaban Fariña y Elaskar se originaba en Báez y no en el narcotráfico que manejaba Suris. Es muy probable que Casanello se siga haciendo el distraído porque, como dijimos, si Báez lavó dinero de la sobrefacturación de obras públicas en Santa Cruz lo hizo con la imprescindible ayuda de Néstor Kirchner y Julio de Vido, que es socio comercial de la señora presidente y su hijo Máximo.
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