El Juez Blanco intentó que Karina Jelinek comprometiera a Fariña como “valijero” de Juan Suris
Ayer señalamos
que el documento de la fiscalía general de Suiza era mucho más grave
que la citación a indagatoria de Amado Boudou. Es que, si se corre el
velo de impunidad sobre Lázaro Báez, socio comercial del fallecido
Néstor Kirchner y ahora de Cristina Fernández de Kirchner y Máximo
Kirchner, el mito político construido por el oficialismo puede
derrumbarse. En efecto, si bien la causa por lavado dinero que lleva
adelante el juez federal Sebastián Casanello está encabezada por el
nombre de Báez, hasta ahora el magistrado y el gobierno hicieron lo
imposible para que el empresario santacruceño no sea llamado a
declaración indagatoria. Es más, Casanello trató de demostrar que
Leonardo Fariña y Federico Elaskar, a quienes procesó, lavaban dinero
proveniente del narcotráfico originado por Juan Suris, procesado por la
justicia federal de Bahía Blanca. También mencionó como posible origen
de los fondos las operaciones ilegales de Lázaro Báez pero las descartó
por el momento, porque no tiene pruebas al respecto. Por su parte, el
juez federal Manuel Blanco, de La Plata, que procesó y encarceló a
Fariña por evasión impositiva, actúa de la misma forma que su par
Casanello. El martes pasado concurrió a su juzgado la modelo Karina
Jelinek, todavía esposa de Fariña, porque no se resolvió el divorcio
entre ellos. La modelo y participante del programa televisivo de Marcelo
Tinelli pidió declarar porque su marido compró un campo en Mendoza sin
decir que estaba casado y después lo vendió en esa misma condición, pese
a lo cual a ella le correspondería la mitad de dicho campo, por ser un
bien ganancial. Cabe señalar que la joven se enteró por el procesamiento
en ese juzgado que Fariña la había dejado afuera de esa operación
inmobiliaria pero las preguntas del veterano magistrado platense
apuntaron a sacarle su opinión sobre las actividades de su esposo, a lo
que ella respondió que cuando hablaba de negocios se apartaba de su
lado, se corría unos metros y hablaba de cosas que no entendía y sólo le
decía que eran importantes negocios sin darle detalles. Sorpresivamente
el juez le preguntó si conocía la llamada telefónica que hizo su marido
desde un celular de Suris, en donde el “valijero” hablaba de que tenía
90 millones “físicos”, y ella le dijo que sí, que se enteró por los
medios pero que él no le había contado, a lo cual el juez le volvió a
preguntar si tenia opinión o sabía de dónde provenía esa millonada de
dólares. Ella dijo que no, pero era evidente que el magistrado intentaba
confirmar que los 4 millones con los cuales Fariña compró el campo
provenían de las actividades ilegales de Suris, en la misma estrategia
judicial que su par de Capital Casanello. Ambos quieren demostrar que
Fariña lavaba dinero del narcotráfico operado por Suris pero la modelo
no le contestó lo que quería el juez y finalmente éste le dijo: “Usted
quiere ser socia en las ganancias, nada más”. Visiblemente molesto
porque la modelo no le dijo nada sobre las relaciones de su marido con
Suris, el magistrado habría quedado decepcionado.
Un cambio sustancial
El viernes pasado se conoció el documento de la fiscalía general de
Suiza que confirma que empresas de Lázaro Báez lavaron 22 millones de
dólares en bancos de ese país, confirmando lo que declaró Federico
Elaskar y que luego desmintió. Tema que, a su vez, investigó el fiscal
José María Campagnoli, que no sólo demostró que se lavó dinero en suiza
sino que también ingresaron 50 millones de dólares al país en bonos de
la deuda externa argentina y también que Lázaro Báez le alquilaba
habitaciones del hotel Alto Calafate -propiedad de la familia Kirchner-
que no utilizaba y que según fuentes seguras los recibos los firmaba
máximo Kirchner.
El documento de la Confederación Helvética le pide colaboración a
Casanello con la información que tenga sobre Báez. Pero en la resolución
que procesó a Fariña y Elaskar dice no tener pruebas de que el lavado
de dinero de ambos provenía de Báez. Ahora, la comprobación judicial de
que Báez lavó dinero ilegal en ese país obliga a Casanello a tomar en
cuenta que éste obtenía ese dinero mediante la sobrefacturación de obras
públicas en Santa Cruz y en otras provincias. Por lo cual, el delito
precedente al lavado que consumaban Fariña y Elaskar se originaba en
Báez y no en el narcotráfico que manejaba Suris. Es muy probable que
Casanello se siga haciendo el distraído porque, como dijimos, si Báez
lavó dinero de la sobrefacturación de obras públicas en Santa Cruz lo
hizo con la imprescindible ayuda de Néstor Kirchner y Julio de Vido, que
es socio comercial de la señora presidente y su hijo Máximo.