¿Qué sabemos del diluvio? (4)
7. Detractores del diluvio
Los argumentos más esgrimidos contra la teoría de la “tierra joven” y
el rol reformativo universal que ésta le asigna al diluvio se detallan a
continuación y están basados en la teoría del uniformismo geológico.
7.1. Patrones de roca sedimentaria
La escala de tiempo geológico -o columna geológica- es el marco de
referencia para representar los eventos de la historia de la Tierra y de
la vida ordenados cronológicamente. Establece divisiones y
subdivisiones de las rocas según su edad relativa y supuestamente del
tiempo absoluto transcurrido desde la formación de la Tierra hasta la
actualidad, en una doble dimensión: estratigráfica y cronológica. Las
unidades geocronológicas de menor a mayor duración son: edad, época,
periodo, era, eón y supereón (ver figura abajo).
La mayoría de los proponentes de la “tierra joven” estima que el
diluvio habría ocurrido antes del período conocido como Cámbrico en la
columna geológica y habría abarcado todos los periodos del eón
Farenozoico excepto el último llamado Cuaternario. Es decir que
prácticamente todos los depósitos sedimentarios del Farenozoico se
habrían formado en aproximadamente un año debido a la gran capacidad del
diluvio de remover sedimentos. Al mismo tiempo la geología convencional
estima mediante métodos de datación –que se explicarán más adelante–
que el eón Farenozoico duró aproximadamente 540 millones de años.
Los geólogos anti-diluvianos sostienen
que hay patrones geológicos y sedimentológicos durante ciertos períodos
del eón Fanerozoico antes del período cuaternario que indicarían la
evidencia de deposición sedimentaria sub-aérea (i.e. debido a los
vientos), en lugar de submarina, y por períodos más largos que un año.
Geocronología: duración a escala de la
divisiones principales. El primer y segundo cronograma representan
respectivamente subsecciones de la parte marcada con asteriscos en el
que tienen inmediatamente debajo. La edad en millones de años indica la
datación de la geología convencional.
7.2. Erosión
El diluvio universal no podría explicar ciertas formaciones
geológicas como las discordancias angulares, donde rocas sedimentarias
se han inclinado por diversos motivos, luego erosionado, y finalmente
otras capas sedimentarias han sido depositadas en la parte superior. Se
necesitarían largos períodos de tiempo, sostienen los anti-diluvianos,
para crear estos procesos.
Bosquejo de una discordancia angular (Creative Commons).
Además, si el diluvio universal hubiese ocurrido debería haber
producido efectos en gran escala esparcidos por el mundo entero. La
erosión debería haber sido distribuida en forma pareja. Sin embargo, los
niveles de erosión en diferentes cuencas difieren significativamente,
por ejemplo, entre los Apalaches y las Montañas Rocallosas.
7.3. Estratos fósiles y columna geológica
Si el diluvio fue responsable de los fósiles, entonces todos los
animales fosilizados deben haber vivido juntos en la Tierra antes de la
inundación. En ciertos lugares de África esto correspondería a una
anormalmente alta densidad de vertebrados, cerca de 850 por hectárea.
Los defensores de la tierra joven sostienen que la evidencia de la
columna geológica es fragmentaria, y todas los complejos estratos se
produjeron en un período de aproximadamente un año. Sin embargo la
columna geológica completa se puede encontrar en más de un lugar, y
tendría evidencia de erosión a través de capas de mayor edad que serían
difíciles de explicar en un corto plazo de tiempo. Ciertos carbonatos y
los fósiles asociados a ellos mostrarían evidencia de largos hiatos en
su deposición que no serían consistentes con la dinámica de una
inundación catastrófica.
También se cree que los estratos de piedra caliza carbonífera, que
consisten en restos de conchas marinas, requieren largos períodos de
agua limpia para su formación. Cualquier inundación habría mezclado los
restos con limo y arena hubiera resultado en otra cosa.
7.4. Procesos geoquímicos
La sedimentación diluviana no podría explicar la alternancia entre
depósitos marinos de calcita y de aragonita en ciertos períodos de la
columna geológica. El patrón cíclico de carbonatos, sedimentos
calcíticos y aragoníticos, y fauna de concha calcítica, habría sido
controlado por las tasas de expansión de las dorsales oceánicas
(explicadas más adelante) y la descarga a través de las fumarolas
hidrotermales submarinas que cambian la relación de los elementos
químicos dominantes.
7.5. Condiciones de vida luego del diluvio
Después del diluvio, los animales del arca habrían tenido
dificultades extremas. El diluvio habría matado o enterrado a todas las
plantas y árboles. Ergo, habrían tenido poco y nada que comer. La
mayoría de las semillas estarían enterradas más profundo que los pocos
centímetros de profundidad que necesitan para germinar, y bajo un suelo
probablemente salinizado (aunque es discutible ya que las fuentes de
agua subterránea mencionadas en el Gen. 7, 11-12 pueden haber tenido
menos salinidad que el mar de entonces). Los carnívoros y omnívoros se
habrían comido rápidamente todos los herbívoros y luego de un corto
tiempo a ellos mismos.
Cuando las aguas comienzan a bajar Noé envía la paloma que regresa
con una hoja de olivo (Gen. 8,11). ¿De dónde vino este olivo? ¿Cómo
sobrevivió bajo el agua por un año, la turbulencia y la sedimentación
del diluvio? Los procesos de polinización habrían sido erradicados
también.
Los peces son o de agua salada o agua dulce. El enorme volumen de
agua dulce lluvia torrencial, y la fusión de los lagos y los océanos,
habría creado un fango salitroso inhabitable, tanto para peces de agua
dulce y salada, y también para otras formas de vida marina que no
habrían estado en el arca, como crustáceos, cetáceos y anfibios.
7.6. Mojones ante y postdiluvianos
Siglos antes del diluvio se menciona que un río fluía desde el Jardín
del Edén dividiéndose en cuatro, entre los cuales estaban el Tigris y
el Éufrates (Gén. 2,14). Siglos después de la inundación diluviana, el
río Éufrates aparece otra vez mencionado en relación al pacto de Dios y
Abraham (Gén. 15,18). Estos serían los mismos ríos que atraviesan Irak y
países vecinos en nuestros días. Un diluvio global tendría que haber
eliminado todo rastro del Tigris y el Éufrates.
7.7. Pinturas en las cuevas
Otro argumento esgrimido contra la teoría del diluvio universal y la
tierra joven viene del arte paleolítico descubierto en varias cuevas en
el sudoeste de Europa, como Altamira en España, Lascaux y Chauvet en
Francia. Algunas de estas pinturas han sido datadas a 32000 años atrás.
Es decir bastante más viejas que los aproximados 10000 años que muchos
proponentes de la tierra joven dicen que es la edad máxima de la tierra.
Las pinturas fueron hechas mezclando ocre y otros minerales
naturales, como manganeso y feldespato, con agua, saliva, y grasa
animal; al tiempo que carbón vegetal se utilizó para oscurecimiento de
los lugares donde se deseaba negro. El uso de estos minerales y
especialmente el carbón hicieron posible la datación radiométrica.
Además de los pigmentos en las pinturas reales, los artistas a veces
dejaron lámparas de aceite y cenizas de sus fogatas en las cuevas.
Se alega que estas pinturas no podrían haber sobrevivido a un diluvio
de alcance universal debido a la acción del agua y los sedimentos.
Bisonte de la cueva de Altamira, España.
Mediante datación radioactiva su edad se estima entre 14000 y 15000 años. wikimedia.org.
Mediante datación radioactiva su edad se estima entre 17000 y 18000 años. wikimedia.org.
Caballos de la cueva de Chauvet, Francia.
Mediante datación radioactiva su edad se estima entre 26000 y 32000 años. wikimedia.org.
7.8. Datación radioactiva o radiométrica
La datación radioactiva usada para determinar la edad absoluta de
rocas, fósiles y sedimentos, indicaría que la Tierra en su conjunto
tiene unos 4500 millones de años. Los estratos que de acuerdo a la
geología diluviana, se han establecido en un período relativamente corto
de tiempo, habrían sido realmente depositados gradualmente durante
muchos millones de años. Como éste método es crítico en la
discusión, prácticamente todos los rubros anteriores dependen de él,
vale la pena entender sus fundamentos y puntos débiles.
Los átomos son los bloques básicos de la materia. Los átomos están
formados por partículas mucho más pequeñas llamadas protones, neutrones y
electrones. Los protones y los neutrones forman el centro (núcleo) del
átomo y los electrones forman conchas alrededor del núcleo. El número de
protones en el núcleo de un átomo determina el elemento. Por ejemplo,
todos los átomos de carbono tienen 6 protones, todos los átomos de
nitrógeno tiene 7 protones, y todos los átomos de oxígeno tiene 8
protones.
Esquema de un átomo de carbono
El número de neutrones en el núcleo puede variar en cualquier tipo
dado de átomo. Así, un átomo de carbono puede tener 6, 7, u 8 neutrones
-pero siempre tendrá seis protones. Un “isótopo” es cualquiera de las
formas diferentes de un elemento, cada uno con diferente número de
neutrones.
Algunos elementos tienen isótopos inestables, como el carbono o el
uranio, cuyos isótopos pueden transformarse o decaer en otros isótopos
más estables del mismo u otro elemento, emitiendo en el proceso
radiación, por ese se llaman radioactivos.
El método se basa en las proporciones de un isótopo “padre” y de uno o
más descendientes de los que se conoce su semivida, contenidos en la
muestra que se va a estudiar. Por semivida se entiende el tiempo que
tarda la sustancia radioactiva en perder la mitad de su actividad
radiológica.
Los isótopos inestables pueden ser útiles para estimar la edad de
rocas y materia orgánica. Esto es posible siempre y cuando se conozca el
ritmo de decaimiento del isótopo en cuestión en relación a los que ya
han decaído. Los sistemas isotópicos usados en datación radioactiva
tienen semividas que varían desde 10 años (tritio, isótopo del
hidrógeno) hasta 100000 millones de años (e.g. samario-147).
Un radioisótopo comúnmente usado para estimar la edad de las rocas es
el uranio 238 -un isótopo de uranio con un peso atómico de
aproximadamente 238-. El uranio 238 tiene una semivida de
aproximadamente 4500 millones de años, y luego se convierte en un
radioisótopo de otro elemento que a su vez se transforma en una serie de
otros radioisótopos antes de llegar a un isótopo estable (i.e no
radiactivo). La serie del uranio 238 termina en la del plomo 206. Como
se conoce la velocidad a la que el uranio 238 se convierte en plomo 206,
se puede determinar la edad de una roca que contiene uranio 238 si se
sabe la proporción entre uranio 238 y plomo 206 que se encuentra en la
roca.
Otros isótopos utilizados en la datación de rocas incluyen el uranio
235, que se convierte en plomo 207; torio 232, que se convierte en plomo
208; rubidio 87, que cambia a estroncio 87; y potasio 40, que cambia a
argón 40.
La edad de la materia orgánica (material de origen vegetal o animal)
se puede estimar hasta unos 50000 años de edad utilizando el isótopo
radiactivo del carbono, carbono 14 (los otros dos isótopos del carbono
son estables), que tiene una semivida de 5730 años y cambia a nitrógeno
14. Tanto plantas como animales contienen carbono 14 en muy pequeñas
cantidades. Cuando mueren se detiene la adquisición de carbono 14 y éste
comienza constantemente a cambiar de nuevo en nitrógeno 14. Se puede
calcular la edad de un trozo de materia orgánica muerta comparando la
cantidad de carbono 14 que permanece en el material con la cantidad de
carbono 14 que existe en una planta o animal similar vivo.
Ergo los isótopos utilizados dependen del tipo de muestra y de la
presunta antigüedad de los restos que se quieran datar. A mayor período
de semivida, mayor es el rango de utilización del método.
Ejemplos de métodos de datación radioactiva más usados
Método | Isótopo padre | Isótopo hijo | Período de semivida |
Uranio-plomo | Uranio-238 | Plomo 206 | 4510 millones de años |
Potasio-argón | Potasio 40 | Argón 40 | 1300 millones de años |
Uranio-torio | Uranio 234 | Torio 230 | 245000 años |
Radiocarbono | Carbono-14 | Nitrógeno 14 | 5730 años |
Con el método del radiocarbono se han datado las cuevas paleolíticas
descriptas anteriormente, la llamada erupción minoica ocurrida en la
isla de Tera-Santorini en el Mar Egeo asociada a las leyendas de la
Atlántida, los rollos del Mar Muerto, y el Santo Sudario de Turín entre
otros (en éste último caso los resultados fueron incorrectos por
contaminación, aparte de otros inconvenientes).
Aplicando a rocas y sedimentos los métodos del uranio, potasio, etc.,
se ha datado la edad de la tierra a unos 4500 millones de años.
Las limitaciones y problemas en los métodos de datación radioactiva
serán explicados más adelante en detalle, ya que como marcamos antes la
gran mayoría de los argumentos expuestos en este capítulo y su
interpretación –especialmente 7.1, 7.3, 7.7– dependen de la datación
radioactiva. Otros puntos como los patrones de erosión descriptos en
7.2, los procesos geoquímicos de 7.4, y las condiciones post-diluvianas
de 7.5 son disputados por los geólogos diluvianos. Mientras que la
discusión de e.g. 7.6 y 7.7 nos conducirá a la posibilidad que el
diluvio haya existido, pero no a nivel global en la totalidad del
planeta.
8. Geología diluviana
La geología diluviana moderna, o creacionista, es la interpretación
de la historia geológica de la tierra a la luz del diluvio descripto en
el Génesis entendido en sentido literal. Una de las consecuencias de
tomar la Biblia en sentido literal es que la edad de la tierra tendría
que ser alrededor de solo 6000 años. De aquí el término “tierra joven”.
En sus comienzos la mayoría de sus proponentes modernos han sido
cristianos protestantes del siglo XX como G. McCready Price, H.M.
Morris, J.C. Whitcomb y B.L. Ramm quienes han tratado de concordar los
relatos bíblicos con la evidencia científica actual.
Morris y Whitcomb argumentaron que la Tierra era geológicamente
reciente, que la caída del hombre había lanzado la segunda ley de la
termodinámica, y que la gran inundación diluviana había establecido la
mayor parte de los estratos geológicos en el espacio de un solo año. Con
el tiempo surgieron institutos dedicados al tema, incluyendo el
Instituto para la Investigación de la Creación y la Sociedad de
Investigación de la Creación. Sus proponentes sostienen que la
interpretación diluviana de la geología tiene mayor poder explicativo
que la explicación uniformista.
A lo largo del tiempo los proponentes de la tierra joven han usado
diversos argumentos para explicar el diluvio. A continuación una
síntesis de los más importantes.
8.1. Escala de tiempo geológica y fósiles
Como mencionamos antes, por medio de datación radioactiva -o
radiométrica- ésta es estimada en unos 4500 millones de años. Los
proponentes de la Tierra Joven han mencionado inconsistencias tanto en
los métodos de datación radioactiva como en el ensamblaje de la columna
geológica. Ciertos fósiles “índices” o de referencia son usados para
vincular estratos completamente aislados geográficamente unos de otros, y
esto es una suposición que da lugar a errores.
Otros proponentes de la tierra joven aceptan la existencia de la
columna geológica y creen que esto indica una secuencia de eventos que
se hayan producido durante el diluvio universal. Citan la llamada
explosión del Cámbrico -i.e. la aparición de abundantes fósiles en los
períodos Ediacárico superior y Cámbrico inferior – como el límite
pre/post-diluviano. Aducen la presencia de fósiles en sedimentos debajo
del límite que no aparecen más tarde en el registro geológico como parte
de una biota pre-diluviana extinguida, y la ausencia de organismos
fosilizados que aparecen más tarde (como angiospermas, grandes reptiles,
y mamíferos) como consecuencia de la erosión de sedimentos depositados
por el diluvio cuando las aguas retrocedieron.
Estos geólogos sostienen que el registro fósil proporciona evidencia
de una sola inundación catastrófica y no de una serie de cambios lentos
acumulando durante millones de años. También han propuesto tres factores
para reconciliar la secuencia de fósiles en la columna geológica con el
relato literal diluviano.
- Hidrológico: las densidades relativas de los restos determinaron la secuencia en la que se asentaron en las aguas diluvianas
- Ecológico: organismos que vivían en tierras bajas murieron antes que los que vivían en zonas más elevadas
- Anatómico/de conducta, la secuencia en la columna fósil sería resultante de las diferentes respuestas a la crecida de las aguas entre los diferentes tipos de organismos debido a sus diversas capacidades motoras y los hábitats originales. Así, por ejemplo, reptiles de las tierras bajas y de movimiento lento se depositaron en estratos inferiores a seres humanos, cuya inteligencia y capacidad de huir les permitió llegar a las zonas más altas antes de que las aguas los ahogaran a ellos también.
Algunos de estos geólogos creen que los depósitos de petróleo y
carbón se formaron rápidamente en las capas sedimentarias cuando las
aguas arrollaron bosques y enterraron todo resto animal y vegetal.
Estos restos biológicos se habrían descompuesto velozmente debido al
calor y a las presiones subterráneas.
8.2. Talones de Aquiles de la datación radioactiva
Limitaciones generales a todo método de datación radioactiva
Todos los tipos de datación radiactiva se basan en tres premisas fundamentales:
1. Se puede conocer el número de átomos de los isótopos padre e hijo originalmente en la roca o mineral cuando cristalizó (i.e. cuando se formó). En otras palabras, se supone que podemos conocer las condiciones iniciales cuando se formó la roca o el mineral.
2. El número de átomos de los isótopos padre e hijo no han sido alterados (i.e. contaminados) desde que la roca o mineral cristalizó, a excepción de las alteraciones propias al decaimiento radiactivo. En otras palabras, se supone que la roca o mineral no sufrió pérdida o ganancia de los isótopos padre e hijo desde cristalización.
3. La velocidad de decaimiento del isótopo padre (i.e. la semivida) se conoce con precisión, y no ha cambiado (i.e. es constante) desde que la roca o mineral se cristalizó.
1. Se puede conocer el número de átomos de los isótopos padre e hijo originalmente en la roca o mineral cuando cristalizó (i.e. cuando se formó). En otras palabras, se supone que podemos conocer las condiciones iniciales cuando se formó la roca o el mineral.
2. El número de átomos de los isótopos padre e hijo no han sido alterados (i.e. contaminados) desde que la roca o mineral cristalizó, a excepción de las alteraciones propias al decaimiento radiactivo. En otras palabras, se supone que la roca o mineral no sufrió pérdida o ganancia de los isótopos padre e hijo desde cristalización.
3. La velocidad de decaimiento del isótopo padre (i.e. la semivida) se conoce con precisión, y no ha cambiado (i.e. es constante) desde que la roca o mineral se cristalizó.
Si cualquiera de estas tres suposiciones no se cumple, la datación
radioactiva se convierte en un sinsentido, al punto de perder todo uso
ya que la extrapolación hacia el pasado resulta en errores enormes (i.e.
errores de varios órdenes de magnitud).
También se deben añadir estas contrariedades:
- Si hay poco material radioactivo en las muestras, hay más probabilidades error.
- La exactitud y precisión (no son lo mismo) de la técnica disminuye con la edad del material ya que la radioactividad está constantemente decayendo y hay cada vez menos material radioactivo a medida que pasa el tiempo.
La suposición de la constancia de la velocidad de decaimiento ha sido
cuestionada por experimentos que muestran grandes variaciones de ésta
en ciertos isótopos usados para estimar la edad de las rocas[1],[2].
Limitaciones específicas a la datación por radiocarbono
Fue el mismo W.F. Libby, premio Nobel en química por sus estudios en
datación por radiocarbono, quien vio claramente las limitaciones del
método y las condiciones en que su teoría sería válida:
A. De los tres depósitos de radiocarbono en la tierra -la atmósfera, la biosfera y la hidrosfera, el más rico es el último -los océanos con los mares. La exactitud del método depende en gran medida de la condición de que en los últimos 40 o 50 mil años, la cantidad de agua en la hidrosfera (y el carbono se diluye en él) no ha cambiado sustancialmente.
A. De los tres depósitos de radiocarbono en la tierra -la atmósfera, la biosfera y la hidrosfera, el más rico es el último -los océanos con los mares. La exactitud del método depende en gran medida de la condición de que en los últimos 40 o 50 mil años, la cantidad de agua en la hidrosfera (y el carbono se diluye en él) no ha cambiado sustancialmente.
B. El método también depende de la condición de que en el mismo
periodo de tiempo el influjo de los rayos cósmicos o partículas
energéticas procedentes de las estrellas y el sol no ha sufrido
variaciones sustanciales, ya que la creación de carbono 14 depende de
ello.
Esto es necesario para que el método funcione ya que se asume i) que
las tasas de formación y de decaimiento del carbono 14 han estado en
equilibrio a lo largo de todo el período de interés, ii) que las
proporciones de carbono 14 y carbono 12 (i.e. 1 átomo de C-14 por cada
trillón de átomos de C-12) también hayan sido constantes durante el
período de interés, iii) que el contenido inicial de C-14 en la muestra
es conocido.
Hay motivos para pensar que en diversos grados estos requerimientos
no se cumplen. El mismo Libby notó que la proporción C-14/C-12 en la
atmósfera pareciera no estar en equilibrio, y estimó que comenzando con
cero C-14 en la atmósfera serían necesarios 30 mil años para llegar a un
equilibrio.
Limitaciones específicas a la datación por Potasio-Argón
Los métodos que involucran al argón como isótopo hijo se creían
seguros ya que como el argón es un gas inerte que no se asocia con otros
elementos sus cantidades iniciales deberían ser nulas. Sin embargo se
han registrado casos en datación de lava recientemente formada, e.g.
luego de la erupción del monte St. Helens en 1980 y del monte Ngauruhoe
en 1954, que resultaron groseramente incorrectos por “exceso de argón”.
Se concluye de esto que el argón tiene que haber estado presente en la
formación, y como no hay modo saber la cantidad del isótopo hijo en el
momento de la formación de rocas antiguas, los errores de datación
pueden ser enormes.
Limitaciones específicas a la datación por Uranio-Plomo
Estudios en el Gran Cañón del Colorado han sugerido que en el pasado
el decaimiento nuclear pudo haber sido más rápido que las tasas actuales
(i.e. la semivida no sería constante con el tiempo). Un aceleramiento
en la velocidad de decaimiento habría generado suficiente energía
(calor) para resetear el sistema isotópico de uranio-plomo. Esto
introduciría grandes errores en la datación.
Otros métodos de datación radioactiva están expuestos a otras
limitaciones. Suficiente para el lector es comprender la complejidad de
la física involucrada, lo que se asume, y el gran grado de incertidumbre
en éstos métodos.
Limitaciones en las técnicas de laboratorio
Para ir de la teoría a mediciones concretas y útiles, los
procedimientos de laboratorio deben ser precisos. Una muestra de roca
contaminada es inútil para la datación. Una muestra que se toma de la
superficie, donde los átomos pueden entrar y salir con facilidad,
también es inútil. Las muestras deben ser tomadas taladrando las
profundidades de un macizo rocoso. Para fechar una roca adecuadamente se
la debe dividir en sus elementos componentes y luego analizar las
relaciones isotópicas con un espectrómetro de masas. Si la técnica de
laboratorio es imprecisa, la fecha de datación no tiene valor.
La convención para reportar fechas invita a la confusión (e.g. 200.4 ±
3.2 millones de años) implica que la fecha calculada de 200.4 millones
de años tiene una precisión de más o menos 3,2 millones años. En otras
palabras, la edad debe estar entre 197.2 años y 203.6 millones de años.
Sin embargo, este error no es el verdadero error en la datación. Se
refiere únicamente a la precisión del equipo de medición en el
laboratorio. Diferentes muestras de roca recolectadas en el mismo
afloramiento en general dan una mayor dispersión de los resultados.
La datación radioactiva a veces ha mostrado divergencias en relación a
material de épocas conocidas y con los anillos de los árboles
(dendrocronología) en dataciones más allá del 400 a.C.
En teoría la cantidad de carbono 14 debería se ínfima luego de unos
50000 años debido al decaimiento radioactivo de éste. Sin embargo se ha
encontrado cantidades substanciales de C-14 en carbones datados en
millones años y diamantes datados entre 1 y 2 mil millones de años.
Igualmente se ha reportado la presencia de C-14 en fósiles que de
acuerdo a la escala de tiempo del uniformismo deberían estar libre de
éste. Por un lado esto eleva dudas acerca de la solidez del método de
radiocarbono, y por el otro indica que en general puede haber grandes
sobreestimaciones de edad usando éste método.
La mano negra del uniformismo
¿Es cierto que los métodos de datación independientes concuerdan? La
realidad es más complicada. Ocurre que la comunidad geológica
convencional parte del supuesto que la tierra tiene millones de años de
antigüedad. Así que cuando la fecha de un estrato rocoso estimada con
cualquier método de datación radiométrica no coincide con la edad que
“se espera” de acuerdo al estrato en la columna geológica, se la
descarta y se sigue datando hasta que encuentran la fecha “buscada”. En
ciertos casos esto se ha admitido abiertamente: “Si una fecha de C-14
apoya nuestra teoría, la ponemos en el texto principal, si no la
contradice por completo, lo ponemos en una nota al pie, y si está
completamente en contra simplemente la pasamos por alto” (T.
Save-Soderbergh y I.U. Olsson, 1970, C 14 dating and Egyptian
chronology, in Radiocarbon Variations and Absolute Chronology,
Proceedings of the Twelfth Nobel Symposium). La única manera en que
los científicos saben que los resultados de datación radiométrica son
incorrectos es porque ya tienen las ideas preconcebidas de cuál es la
edad de la roca.
Es la aplicación prejuiciosa del uniformismo que crea estas aparentes
coincidencias con métodos de datación independientes. Se suponía que
los anillos de los árboles se forman uno al año, pero ahora se sabe que
dependiendo del clima se pueden formar varios anillos en un año. El
árbol más viejo, apropiadamente apodado Matusalén, tiene sólo 4765 años
de edad de acuerdo a la datación convencional. Si la tierra realmente
tiene millones de años de antigüedad ¿por qué no hay árboles más viejos
que unos pocos miles de años?
Convencionalmente se cree que las laminaciones sedimentarias llamadas
varvas ocurren una vez al año. Sin embargo se sabe de huracanes e
inundaciones que han depositado capas de varias pulgadas de espesor con
numerosas láminas.
También se cree que los arrecifes de coral necesitan miles siglos
para crecer. Sin embargo se han medido tasas de crecimiento de más de
400 mm/año. Las tasas de crecimiento de estalagmitas y estalactitas han
llegado a ser de hasta 6 mm/año. En ambos casos reduciendo notablemente
lo que inicialmente se consideraban edades típicas para corales y
estalagmitas/estalactitas.
La datación de núcleos de hielo (i.e. largas muestras cilíndricas) en
Groenlandia y Antártida también sufre de éste prejuicio porque son
usadas la teoría de Milankovitch sobre las edades de hielo y los
depósitos de sedimento oceánico. En un círculo vicioso se prueba que los
núcleos de hielo tienen cientos de miles de años partiendo de la
hipótesis uniformista. Se asume que cada lámina que forma el núcleo se
forma en un año, pero se ha comprobado que esto no es siempre así. Es
más que probable, y estimable mediante modelos no uniformistas, que los
núcleos tienen solo algunos miles de años.
8.3. Indicios de deceleración o de una tierra (más) joven
Debido a la tectónica de placas, muchas montañas crecen año tras año.
Sin embargo debido a la ley de la gravedad y a los agentes erosivos, en
especial el agua y el viento, en promedio los continentes se van
nivelando con el paso tiempo. La reducción de la altura promedio
de todos los continentes debido a la erosión es de 6 cm cada mil años,
lo que significa que aparte de las altas montañas del Himalaya y los
Andes los continentes se convertirían en tierras bajas en apenas 10
millones de años. ¿Cómo entonces puede la tierra tener 4500 millones de
años?
La tasa de decaimiento del campo magnético terrestre –el cual nos
protege de radiaciones dañinas del espacio exterior, se ha medido en un
5% por siglo. Situando la magnitud inicial de modo de no derretir la
tierra el campo magnético solo podría decaer durante 10000 años. ¿Cómo
puede la tierra ser de 4500 millones de años? Puede serlo si se aceptan
las premisas uniformistas.
Estos son solo dos ejemplos no exhaustivos.
[1] Bosch, F. et al. (1996) Observation of bound-state β– decay of
fully ionized 187Re, Physical Review Letters 77(26), 5190–5193.
[2] Kienle, P., Beta-decay experiments and astrophysical
implications, in: Prantzos, N. and Harissopulus, S., Proceedings, Nuclei
in the Cosmos, pp. 181–186, 1999