Desde la Inhóspita Trinchera: BIOGRAFÍA DE UN “SANTO”
BIOGRAFÍA DE UN “SANTO”
Hace
mucho, buscando la relación entre el 666 (número de la Bestia en el
Apocalipsis de San Juan), me encontré con la biografía de Ángelo
Roncalli, más conocido por Juan XXIII.
Hallé
que nació en el año 1881 y que sumando sus dígitos me daba la cifra
(cifra de hombre) de 18, el cual dividido 3, es igual a 6; 3 veces 6,
¿Me explico?
Si
bien los católicos no nos dejamos llevar por éstas cosas esotéricas;
algunos otros sí, empezando por el diablo, a quien hay que, al menos,
respetar y tenerlo lo más lejos posible; pero es bueno saber de qué
elementos se vale.
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También hallé que su conciliábulo fue convocado en el año 1962. Lo mismo; 666.
Esto
no quiere decir, para nada, que hayamos acertado a que se refería la
cita apocalíptica, simplemente ¡¡Qué casualidad!!, si esta existe.
Anoche,
me dispuse a revisar nuevamente su biografía y comencé a agregar al
artículo algunas reflexiones que quiero compartir con los lectores de
RC. He aquí el resultado, ellas van en rojo entremezcladas con el texto:
Sotto
il Monte, 1881 – Roma, 1963. Pontífice romano, de nombre Angelo
Giuseppe Roncalli. Era el tercer hijo de los once que tuvieron
Giambattista Roncalli y Mariana Mazzola, campesinos de antiguas raíces
católicas, y su infancia transcurrió en una austera y honorable pobreza.
Parece que fue un niño a la vez taciturno y alegre, dado a la soledad y
a la lectura. Cuando reveló sus deseos de convertirse en sacerdote, su
padre pensó muy atinadamente que primero debía estudiar latín con el
viejo cura del vecino pueblo de Cervico, y allí lo envió.
Lo cierto es que, más tarde, el latín del papa Roncalli nunca fue muy bueno; ¡Chan! se
cuenta que, en una ocasión, mientras recomendaba el estudio del latín
hablando en esa misma lengua, se detuvo de pronto y prosiguió su charla
en italiano, con una sonrisa en los labios y aquella irónica candidez
que le distinguía rebosando por sus ojos.
Por fin, ¿Por fin? ¡Ese fue el principio…de la desgracia! ¡o de los dolores! a los once años ingresaba en el seminario de Bérgamo, famoso entonces por la piedad de los sacerdotes que formaba ¡Ah de ahí la beatería de la generación! más que por su brillantez. En esa época comenzaría a escribir su Diario del alma, que continuó prácticamente sin interrupciones durante toda su vida y que hoy es un testimonio insustituible ¡Deo Gratias! y fiel de sus desvelos, sus reflexiones y sus sentimientos. ¡¡¡A confesión de Parte, relevo depruebas!!!
En
1901, Roncalli pasó al seminario mayor de San Apollinaire reafirmado en
su propósito de seguir la carrera eclesiástica. Sin embargo, ese mismo
año hubo de abandonarlo todo para hacer el servicio militar; una
experiencia que, a juzgar por sus escritos, no fue de su agrado, pero
que le enseñó a convivir con hombres muy distintos de los que conocía y
fue el punto de partida de algunos de sus pensamientos más profundos. ¡Y que profundos…! ¡Tan profundos que hasta el diablo los leyó…!
El futuro Juan XXIII celebró su primera misa en la basílica de San Pedro el 11 ¡El 11!, ¡¡Que número!! de
agosto de 1904, al día siguiente de ser ordenado sacerdote. Un año
después, tras graduarse como doctor en Teología, iba a conocer a alguien
que dejaría en él una profunda huella: monseñor Radini Tedeschi. Este
sacerdote era al parecer un prodigio de mesura y equilibrio, uno de esos
hombres justos y ponderados capaces de deslumbrar con su juicio y su
sabiduría a todo ser joven y sensible, y Roncalli era ambas cosas.
Tedeschi
también se sintió interesado por aquel presbítero entusiasta y no dudó
en nombrarlo su secretario cuando fue designado obispo de Bérgamo por el
papa Pío X (lo de San ya no se usa). De esta forma, Roncalli obtenía su primer cargo importante.¡¡Gracias Tedeschi…muchas gracias!!
Dio
comienzo entonces un decenio de estrecha colaboración material y
espiritual entre ambos, de máxima identificación y de total entrega en
común.
A lo largo de esos años, Roncalli enseñó historia de la Iglesia… ¿Qué habrá enseñado…? ¡Parece que se le olvidó! Dio clases de Apologética… ¿Apologética? y Patrística… ¡¡¿Y Patrística…?!! ¡¡jajajaja!! Escribió varios opúsculos y viajó por diversos países europeos…, ¡Ah sí…eso sí! Además de despachar con diligencia los asuntos que competían a su secretaría…. ¡Cuestiones sobre Judíos y Masones! Todo ello bajo la inspiración y la sombra protectora de Tedeschi, y del demonio a quien siempre consideró un verdadero padre espiritual.
En 1914,¡¡Chan…!! dos
hechos desgraciados vinieron a turbar su felicidad. En primer lugar, la
muerte repentina de monseñor Tedeschi, a quien Roncalli lloró sintiendo
no sólo que él perdía un amigo y un guía, sino que a la vez el mundo
perdía un hombre extraordinario y poco menos que insustituible. Además,
el estallido de la Primera Guerra Mundial fue un golpe para sus
ilusiones y retrasó todos sus proyectos ¿Cuáles proyectos? y su formación, (¡ya lo creemos…!) pues hubo de incorporarse a filas inmediatamente (¡También lo creemos…!)
A pesar de todo, Roncalli aceptó su destino con resignación y alegría, ¡Que desgracia…! dispuesto a servir a la causa de la paz ¿Cuál paz? y de la Iglesia ¿Qué Iglesia? allí donde se encontrase ¡¡Menos en la Tradición!! Fue sargento de sanidad ¡Hubiera hecho mejor carrera!, y
teniente capellán del hospital militar de Bérgamo, donde pudo
contemplar con sus propios ojos el dolor y el sufrimiento que aquella
guerra terrible causaba a hombres, mujeres y niños inocentes. ¡Lástima que no pudo contemplar con sus propios ojos el dolor y el sufrimiento que causó a la Iglesia su terrible Conciliábulo Vaticano II; a hombres, mujeres y niños inocentes… llevándolos al infierno!!
Concluida la contienda, ¿Concluída? fue elegido para presidir la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe ¿Cuál fe? ¡Si es la otra, ya lo creemos que la propagó! y pudo reanudar sus viajes y sus estudios.
Más tarde, sus misiones como visitador apostólico¡Apostatólico! en Bulgaria, Turquía y Grecia lo convirtieron en una especie de embajador de la (apostasía) del Evangelio ¡Chan! en Oriente, ¡Chan! permitiéndole
entrar en contacto, ya como obispo, con el credo ortodoxo y con formas
distintas de religiosidad que sin duda lo enriquecieron ¡¡jajajajajaja…!! y le proporcionaron una amplitud de miras ¡Al Infierno..! de la cual la Iglesia Católica ¿Católica? no iba a tardar en beneficiarse.¡¡Jajajajajaja…!!
¡¡Eso estuvo bueniiiiiiisimoooooo…!!
Durante la Segunda Guerra Mundial, Roncalli se mantuvo firme en su puesto de delegado apostólico ¡Apostatólico!, realizando innumerables viajes desde Atenas y Estambul, ¡Y seguimos viajando! llevando palabras de consuelo a las víctimas de la contienda y procurando que los estragos producidos por ella fuesen mínimos. ¡Lastima que ahora no puede procurar los estragos máximos de su conciliábulo!
Pocos
saben que si Atenas no fue bombardeada y todo su fabuloso legado
artístico y cultural destruido, ello se debe a este en apariencia
insignificante cura, amable y abierto, a quien no parecían interesar
mayormente tales cosas. ¡Muchos saben
que si la iglesia fue bombardeada y todo su fabuloso legado magisterial
y cultural destruido, ello se debe a este en apariencia insignificante
“Papa”, amable, abierto y “Bueno”, a quien no parecían interesar tales cosas…!
Una vez finalizadas las hostilidades ¿finalizadas?, fue
nombrado nuncio en París por el papa Pío XII. Se trataba de una misión
delicada, pues era preciso afrontar problemas tan espinosos como el
derivado del colaboracionismo entre la jerarquía católica francesa y los
regímenes pronazis durante la guerra ¡Casi quedan pegados con eso del holocausto!
Empleando como armas un tacto admirable ¡hasta diabólico! y una voluntad conciliadora ¡Ahhh…de ahí la idea…! a
prueba de desaliento, Roncalli logró superar las dificultades y
consolidar firmes lazos de amistad con una clase política recelosa y
esquiva. ¡Y no fue con la única! ¡De ahí que logró superar las dificultades!
En 1952, Pío XII ¡Vemos que no solo Monseñor Lefebvre se equivocó al dar nombramientos! le nombró patriarca de Venecia. “Los hijos de las tinieblas…”
Al
año siguiente, el presidente de la República Francesa, Vicent Auriol,
le entregaba la birreta cardenalicia. Roncalli brillaba ya con luz
propia ¿Luz propia? entre los grandes mandatarios de la Iglesia ¿Los grandes queeee…?¡¡¡jajajajajajajaja…!!!
Sin embargo, su elección como papa tras la muerte de Pío XII sorprendió a propios y extraños ¡¡Sobre todo al Cardenal Siri!!
No sólo eso: desde los primeros días de su pontificado, ¿Pontificado? comenzó a comportarse como nadie esperaba, ¡¡Mentira… ¡¡Muchos lo esperaban!! ¡¡Pregúntenle a los Masones y Judíos!! muy lejos del envaramiento y la solemne actitud que había caracterizado a sus predecesores. ¡Igualito que Decimejorge… de tal palo…!
Para
empezar, adoptó el nombre de Juan XXIII, que además de parecer
vulgar, ante los León, Benedicto o Pío, era el de un famoso antipapa de
triste memoria. ¡Que casualidad! ¡Él
también es un antipapa de triste memoria! Pero… ¡También los Juanes y
los Benedictos! A si es que daba igual.
Luego, abordó su tarea como si se tratase de un párroco de aldea, ¡Tal cual! sin permitir que sus cualidades humanas quedasen enterradas bajo el rígido protocolo, ¡Lo que no hizo con las herejías, sobre todo la humanista modernista y comunista! del que muchos papas habían sido víctimas. ¡Pero no de no condenar las herejías! Ni siquiera ocultó que era hombre que gozaba de la vida, ¡No…para nada! amante de la buena mesa, ¡Menos, a juzgar por la barriga….! de las charlas interminables, ¡En balde, por no decir al …! de la amistad ¡¡Con Judíos, Musulmanes, masones, apóstatas… menos con CATOLICOS!! y de las gentes del pueblo. ¡¡Si bolcheviques…, mejor!!
Como pontífice dio un nuevo planteamiento al ecumenismo católico ¡¡¿Católico!! con el Secretariado para la Unidad de los Cristianos ¡¡jajajajaja!! y el acogimiento en Roma ¡Apóstata! de los supremos jerarcas de cuatro Iglesias protestantes. ¡¡También Apóstatas!!
Su pontificado abrió nuevas perspectivas a la vida de la Iglesia ¡¡La APOSTASÍA UNIVERSAL PREDICHA!! y, aunque no se dieron cambios radicales en la estructura eclesiástica, ¿Ah no…? ¡¡Entonces apaguemos y cerremos!! promovió una renovación profunda de las ideas y las actitudes. ¡¡¡Ideas y actitudes HERÉTICAS!!! ¡Muy bien promovidas!
Su propósito pronto fue claro para todos: (Sí, Sobre todo para los Judíos y masones) poner al día la Iglesia (a la noche) adecuar su mensaje (los de la contra Iglesia por él representada, no por “La IGLESIA”) a los tiempos modernos (la Iglesia no tiene tiempos, es Eterna) enmendando pasados yerros (¿La Iglesia yerra? ¡¡NO…¡¡la contra iglesia!!) y afrontando los nuevos problemas humanos, ¿Nuevos problemas humanos? económicos y sociales (El
caballo negro y el pálido; el comunismo y el dominio por éste en el
“Nuevo Orden”). “Te guste o no te guste”; “A un peso el Kilo de trigo, y
a un peso el Kilo de cebada; lo que yo ordeno: ¡No lo toques!)
Para conseguirlo, (Y lo consiguió) Juan XXIII dotó a la comunidad cristiana de dos ¿dos? Yo diría de tres: ¡La Apostasía! herramientas (termino marxista. De lo que la tenía que dotar, era de doctrina CATOLICA) extraordinarias: (Extra–ORDINARIAS) las encíclicas Mater et Magistra y Pacem in terris.
En la primera explicitaba las bases de un orden económico ¡¡jajajaja…!! centrado en los valores del hombre ¡¡¿Valores del hombre?!! Jajajaja… y en la atención de las necesidades (auto, casa, cel, Tele, Compu, viajes, juguetes, vestido, comida, etc. ¡¡todo, todo, toooodo…!!); hablando claramente del concepto “socialización” ¡¡¡COMUNISMO!!! y abriendo para los católicos las puertas de la ¡¡APOSTASÍA!! intervención en unas estructuras socioeconómicas ¡¡ANTICRISTIANAS!! que debían ser cada vez más justas ¡¡¡¡¡Jajajajajaajaajajajajajajaj…!!!!!
En la segunda se delineaba una visión de paz, libertad ¡IGUALDAD Y FRATERNIDAD!! ¡¡¡JAJAAJAJAJAJA…!!! y convivencia ciudadana e internacional vinculándola al amor que Cristo manifestó por el género humano en la Última Cena ¡¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA…¡¡¡
Ambas encíclicas suponían una revolución copernicana ¡¡DIABOLICA!! en la visión católica ¡Marxista! de los problemas temporales, pues aceptaban la herencia de la Revolución Francesa ¡¡Lo dice clarito!! y de la democracia moderna, ¡La Tiranía, que no es precisamente “Moderna”, es más vieja que la escarapela que ya no tenemos!! haciendo de la dignidad del hombre el centro de todo derecho (De todo torcido) ¿Y la de Dios…? ¡¡Menos mal que este era el PAPA!! de toda política y de toda dinámica social o económica ¡¡Otra vez los caballos!!
Poco antes de su muerte, acaecida el 3 de junio de 1963, Juan XXIII aún tuvo el coraje de convocar un nuevo concilio ¡hay que tener coraje y… cara! que recogiese y promoviese esta valerosa y necesaria ¡y herética! puesta al día (¡Puesta de noche y patas para arriba!) de la Iglesia:
El Concilio Vaticano II.¡¡¡CHAAANNNNNN!!!
A través de él, el papa Roncalli (¿El qué?) se proponía, según sus propias palabras, “elaborar una nueva Teología ¿Nueva teología…? ¿Nueva? de los misterios de Cristo, del mundo físico. (¿Y el espiritual?) Del tiempo (¿apocalíptico?) y las relaciones temporales… ¡¡¡De los temporales que estamos teniendo y vamos a tener gracias a tu concilio!!!
De la historia (herética), Del pecado.(¿Pecado?) Del hombre (dios). Del nacimiento (aborten), De los alimentos (morfen) y la bebida (Chupen) Del trabajo (No laburen) De la vista, del oído, del lenguaje (¡No vean, no oigan, no hablen! ¡Menos de la verdadera IGLESIA!), de las lágrimas (lloren) y de la risa (eso es para Bergoglio), De la música (el Rock, el cuarteto) y de la danza (los indios), De la cultura. ¿La qué? De la televisión (Vean Tinelli), Del matrimonio ¿Gay? y de la familia (divórciense) De los grupos étnicos (los marcianos) y del Estado (de Israel) De la humanidad toda“.
¡No “Papa” Juan!! Tenías que hablarles a los Católicos, porque se “supone” que eras su pastor…! ¡PASTOR! Y el resto de la humanidad…el que quiera escuchar…que escuche, y que después obre!! Y el que no, ¡¡que siga en su Apostasía!! ¡Libre albedrío “Papa” Juan!
Se trataba de una tarea de titanes que sólo un hombre como Juan XXIII fue capaz de concebir e impulsar (o de demonios… ¡así cualquiera!) y que sus herederos ¡Que no son los CATOLICOS! recibirían como un legado a la vez imprescindible y comprometedor ¡Ya lo creo!
Pablo VI,
su sucesor y amigo, declaró tras ser elegido nuevo pontífice que la
herencia del papa Juan no podía quedar encerrada en su ataúd. ¡¡Noooo…tenía que venir la apostasía para que luego venga Cristo Rey!! Él se atrevió a cargarla sobre sus hombros y pudo comprobar que no era ligera. ¿No era ligera…?¡¡ligerísima!! ¡Ahora o nunca!!
Casi cuatro décadas después, en el año 2000, Juan XXIII fue beatificado ¡jajajajajaja…! por otro papa ¡¡¡jajajaajajaja…!! carismático, Juan Pablo II; y, el 27 de abril de 2014, ambos fueron canonizados por el papa Francisco, ¡¡¡jajajajajaja…!! el primer (y último anti papa) pontífice hispanoamericano de la historia de la (contra) Iglesia.
¡¡¡CHAAN…!!!
PD: Me acosté a las cuatro de la mañana; la verdad, no pensaba descomponerme tanto de risa…¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA…!!!